La participación de la economía informal en México alcanzó un nuevo máximo, al contribuir con el 25.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
- El Instituto, que publicó este miércoles la Medición de la Economía Informal (MEI) 2024 preliminar, precisó que de 2013 a 2017 la participación de la economía informal en el PIB disminuyó paulatinamente, de 23.4 por ciento a 22.8 por ciento y en 2018 se mantuvo en 22.8 por ciento.
- De ahí, con excepción del año en que comenzó la pandemia de covid-19 (2020, con 22.2 por ciento), su aportación ha aumentado año con año, hasta alcanzar 25.4 por ciento, la mayor proporción desde que se inició la serie, en 2003, y superó el récord de 2009, cuando el aporte a la economía fue de 24.2 por ciento.
Así, de 2018 al 2024 la participación de la economía informal subió 2.6 puntos porcentuales del PIB.
De acuerdo con el Inegi, la población ocupada en la informalidad ascendió a 31.8 millones de personas (más de la mitad). En tanto, en la formalidad hay 27.5 millones de empleos.
- El MEI reveló que mientras 54.4 por ciento de las personas ocupadas en la informalidad produjeron solamente 25.4 por ciento del PIB, las ocupadas en la economía formal (45.6 por ciento) contribuyeron con 74.6 por ciento del PIB.
Analistas aseguraron que el creciente peso de la economía informal es un lastre para la productividad, las finanzas públicas, las seguridad social, las prestaciones y las propias empresas.
El Inegi estimó que la economía informal creció más que la formal en términos reales; es decir, 4.3 por ciento anual en 2024 contra 0.5 por ciento. Así, la economía mexicana reportó un crecimiento de 1.4 por ciento anual en 2024.
Detalló que la economía informal está integrada por el sector informal, que incluye la totalidad de las actividades económicas que realizan empresas sin personalidad jurídica propiedad de los hogares, y por otras modalidades de la informalidad (unidades económicas formales cuyos trabajadores no cuentan con seguridad social ni prestaciones sociales, como vacaciones, aguinaldo ni liquidaciones por despido, entre otras).
- En 2024, del total de la economía informal, el sector informal (SI) contribuyó al PIB con 14.5 por ciento y las otras modalidades de informalidad (OMI), con 10.9 por ciento.
- El comercio informal al menudeo aumentó su participación de 28.9 a 29 por ciento; la construcción, de 14.7 a 15.6 por ciento; otros servicios, excepto actividades gubernamentales, de 6.1 a 6.4 por ciento; y transportes, correos y almacenamiento, de 4.1 a 4.3 por ciento.
- Por otra parte, en el sector agropecuario disminuyó de 11.6 a 11.1 por ciento; en las industrias manufactureras, de 13.5 a 13 por ciento; y en el comercio al por mayor, de 7.1 a 6.8 por ciento.
En el sector informal, el comercio al menudeo disminuyó su contribución al PIB de 44.1 por ciento en 2023 a 43.5 por ciento en 2024 y en la construcción aumentó de 24.3 a 25.5 por ciento. Juntos, ambos contribuyeron con 68.4 por ciento en 2023 y con 69 por ciento en 2024.
Brecha entre empleo e ingreso en la economía informal
El Inegi subrayó la diferencia entre el peso de la informalidad en el empleo y su participación en la producción, toda vez que, en 2024, la contribución del PIB informal (25.4%) fue generada por la población ocupada en informalidad (54.4%), mientras que el sector formal aportó 74.6% del PIB con 45.6% de la ocupación.
“En otras palabras, por cada 100 pesos del PIB del país, las y los ocupados formales generaron 75 pesos y quienes están en la informalidad, 25 pesos”, señaló el instituto autónomo.
- Por actividad económica dentro de la economía informal, el comercio al por menor elevó su participación de 28.9 a 29%, la construcción de 14.7 a 15.6%, otros servicios (excepto actividades gubernamentales) de 6.1 a 6.4%, y transportes, correos y almacenamiento de 4.1 a 4.3%.
- En contraste, el sector agropecuario redujo su peso de 11.6 a 11.1%, industrias manufactureras de 13.5 a 13.0%, y comercio al por mayor de 7.1 a 6.8%.
- Dentro del sector informal, el comercio minorista bajó su contribución de 44.1 en 2023 a 43.5% en 2024, mientras que la construcción subió de 24.3 a 25.5%; ambos rubros concentraron 69% del sector en 2024, frente a 68.4% un año antes.
En las OMI, el agropecuario siguió como el componente de mayor peso, aunque disminuyó de 26.1% a 25.8%.
Mientras la informalidad no se reduzca, la demanda de circulante seguirá siendo alta
La importante proporción de mexicanos que integran al sector informal de México es tan grande que genera un uso intensivo de efectivo que resulta poco sensible a la tasa de interés, reconoció el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), José Manuel Xirinachs.
- En países como Estados Unidos, China y Japón, la posición de la tasa puede incentivar un mayor uso de créditos y recursos aceleradores del consumo y crecimiento, cuando está en terreno expansivo, o limitarlo si la posición de la tasa es restrictiva o alta.
“La demanda de efectivo en México es poco sensible a la tasa de interés. Se esperaría que las tasas altas de interés desincentiven mantener efectivo, sin embargo, en la práctica, gran parte del efectivo en México no compite con instrumentos financieros (Cetes, pagarés, fondos, etc.)”, explicó.
- De acuerdo con cifras del Banco de México, los billetes y monedas en circulación, así como depósitos bancarios de cuenta corriente, llegaron a un nivel de 3 billones 3 millones 463,452 pesos, al corte del 11 de diciembre del 2025.
Este saldo de la base monetaria en circulación, se encuentra 7.8% arriba del nivel demandado en el mismo lapso del año pasado, se convierte en el registro más alto observado en el citado agregado monetario en lo que va del año, y su incremento anual es poco más del doble de la variación de inflación registrada durante noviembre que registró una variación anual de 3.80 por ciento.
“Quienes operan predominantemente en efectivo no tienen acceso, confianza o incentivos para moverse a instrumentos bancarios. Por ello, el canal de sustitución por tasas de interés es débil”, subrayó el experto.
Remesas y tipo de cambio también presionan
Señaló que una parte importante de las remesas que llegan país se convierte rápidamente en efectivo, lo que también incentiva la demanda por éste.
- De acuerdo con el experto, después de la pandemia por Covid-19 se ha creado una demanda precautoria que se traduce en una mayor preferencia de los hogares y pequeños negocios por tener efectivo disponible.
Comentó que la estabilidad de la paridad del peso frente al dólar (y la reciente apreciación) también ha sido un factor para la demanda de circulante. La flexibilización reciente de la tasa de interés refuerza, pero no origina, el fenómeno, responde de forma pasiva a la demanda del público. El crecimiento del efectivo no implica una postura monetaria laxa. Mientras no se acelere el crédito, no se desanclen expectativas y no repunte la inflación, el aumento del circulante es consistente con la política monetaria.
Los argumentos de Banxico
La información del Banco de México muestra que en el transcurso del año, la tasa de fondeo ha incrementado en una proporción, promedio, de 8.6% anual que ha sido explicada solo en dos ocasiones por el banco central.
Una el 16 de abril, cuando se presentó un incremento en la demanda que refleja parte del efecto estacional asociado al periodo de Semana Santa y Pascua. Así como el 14 de noviembre, argumentó en su estado de cuenta semanal que la demanda de efectivo estuvo asociada al efecto del programa de descuentos para consumo denominado “Buen Fin”, así como el efecto estacional asociado al feriado del 20 de noviembre.
“Mientras la informalidad no se reduzca de forma estructural, la demanda de circulante seguirá siendo alta”, señaló.
La economía crece, pero desde la informalidad: ITESO
La informalidad “se ha convertido de manera preocupante” en el principal motor del crecimiento económico del país durante 2025 y, de no revertirse esta tendencia en 2026, México podría enfrentar un escenario más complejo durante el resto del sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo.
- De acuerdo con un análisis del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), en el primer semestre de este año, la economía mexicana registró un crecimiento anual de apenas 0.7 por ciento.
- En contraste, el valor agregado bruto (VAB) de la economía informal creció 2.9% anual, es decir, más de cuatro veces el ritmo de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del país. «Esta diferencia evidencia que, en el contexto actual, la informalidad se ha convertido en un componente clave para sostener el crecimiento económico», señaló el ITESO.
También se muestra que la distribución territorial del VAB de la economía informal se encuentra altamente concentrada en pocas entidades federativas, lo que refleja ya la dependencia que cada estado tiene hacia ella, un rasgo central del funcionamiento económico del país.
- El Estado de México (11.4%) y la Ciudad de México (10.2%) concentran conjuntamente más de una quinta parte del VAB informal nacional, seguidos por Jalisco (7.3%), Nuevo León (5.9%) y Veracruz (5.6%).
- Por sector de actividad, en las actividades primarias, mientras el PIB total creció 2.9 por ciento, el VAB informal avanzó 4.1 por ciento, lo que confirma el peso estructural de la informalidad en la agricultura, la ganadería, la pesca y las actividades forestales, donde el trabajo no protegido continúa siendo el principal mecanismo de inserción laboral y de generación de ingreso.
- En las actividades secundarias, la divergencia es aún más marcada. El PIB total cayó 1.0 por ciento, en tanto que la economía informal asociada a este sector creció 3.0 por ciento, impulsada principalmente por la construcción informal, que concentra el 14.4% del VAB informal total y registró una expansión anual de 6.8 por ciento.
Este comportamiento evidencia que la informalidad sigue funcionando como vía de absorción de empleo y actividad económica.
- En el caso de las actividades terciarias, el PIB total creció 1.3 por ciento, mientras que el VAB informal lo hizo a un ritmo mayor, de 2.7 por ciento. Este diferencial se explica por la elevada concentración del valor agregado informal en los servicios, que representan 61.3% del total, con un papel central del comercio, que aporta 36.9% del VAB informal y crece 2.9% anual.
Destaca, además, el papel de los servicios profesionales, científicos y técnicos (12.8%), los servicios corporativos y de apoyo a los negocios (11.0%) y los servicios de esparcimiento (9.5%), lo que apunta a una informalización creciente de actividades tradicionalmente asociadas al sector formal, con implicaciones directas sobre productividad, seguridad social y calidad del empleo.
2026, un año complicado
De no revertirse estas tendencias mediante mayor inversión productiva y fortalecimiento del sector formal, el ITESO sostuvo que el país podría entrar en 2026 «con un crecimiento limitado, menor capacidad de generación de empleo de calidad y una base productiva más frágil».
“La informalidad ya no opera solo como un amortiguador coyuntural, sino como un componente central del crecimiento reciente, tanto en actividades primarias como en la construcción y diversos servicios.
Este comportamiento revela limitaciones profundas del modelo de crecimiento para generar empleo formal y productividad sostenida”, se lee en el análisis./Agencias-PUNTOporPUNTO
Documento íntegro a continuación:
https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2025/pibmed/MEI2024_CP.pdf




















