TEXTO ÍNTEGRO: Plan AntiMIGRANTE de TRUMP contraé el PIB y ocasiona pérdida de la Fuerza Laboral en los EU

Además, Estados Unidos tendría “un impacto muy negativo” en su economía, pues se ocasionaría una disminución en la oferta laboral que repercutiría en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.

En la época de la elección presidencial, allá por el lejano final del 2024, se publicaron puñados de estudios que pretendían predecir el impacto económico de la política migratoria de Donald Trump.

Basados en eslóganes y promesas de campaña, los escenarios eran poco menos que apocalípticos. Ahora, casi a la mitad del primer año del segundo mandato del republicano, el escenario es más claro y los datos para los análisis son reales, no mera especulación.

  • Esta semana, la American Enterprise Institute (AEI), un prestigioso think-tank conservador con cerca de un siglo de historia, publicó su primer estudio macroeconómico profundo con proyecciones basadas en la política migratoria impulsada por el Gobierno republicano en los últimos meses.
  • La conclusión ya no pinta el colapso económico, pero sí una contracción de la fuerza laboral, lo que generará un panorama especialmente negativo para ciertos sectores, y eventualmente una reducción del crecimiento económico a nivel general de hasta un 0,4% del PIB, lo que se traduciría en más de 100.000 millones de dólares de pérdidas.
  • Los analistas no llegan a predecir una recesión, pues para ello se tendrían que tener en cuenta otros factores volátiles como la política arancelaria y los efectos de la nueva megaley presupuestaria aprobada el jueves en el Congreso y firmada por Trump, que se prevé que afecten el crecimiento en direcciones contrarias.

Pero Stan Veuger, analista senior del AEI y uno de los autores del estudio, señala por videollamada que la reducción pronosticada de todas formas es muy significativa.

“Puede que no suene como mucho. Pero si se miran las predicciones serias del proyecto de ley presupuestario, ninguna afirma que genere un crecimiento mayor al 0,5% en 10 años. Viéndolo así, 0,3 o 0,4 es mucho, especialmente en un año. Pero, si partimos de un crecimiento del 2%, ni siquiera si los aranceles borran un punto completo del crecimiento llegaríamos a cero”.

  • El estudio parte de un profundo análisis para producir una proyección teniendo en cuenta un cúmulo de factores, desde la práctica congelación de ingresos irregulares nuevos, las deportaciones aceleradas o las idas voluntarias por el clima migratorio general, entre otros.
  • A partir de ahí, se concluye que la migración neta para 2025 oscilará entre una pérdida de más de medio millón de personas y el ingreso de 115.000. El rango más alto, señala el estudio, será más probable si la Administración no logra acelerar las deportaciones como quiere.
  • Los analistas esperan que las expulsiones sí van a aumentar significativamente en la segunda mitad del año, así como la migración de salidas voluntaria, resultado de un mayor deterioro en el clima para los migrantes. Teniendo esto en cuenta, esperan que es más probable que la migración neta sea cercana a cero o negativa.

Esto tendría primero que todo un impacto en la fuerza laboral. Las proyecciones en este apartado varían en función de los diferentes escenarios migratorios señalados previamente. En el escenario de baja o negativa migración neta, el que identifican como el más probable, prevén un crecimiento en el empleo de entre 40.000 y 70.000, con una reducción gradual hasta llegar a una eventual contracción en 2028.

  • Los analistas ponen la lupa en el año 2025 y prevén que en la segunda mitad del año el crecimiento laboral se reduciría en 40.000 puestos de trabajo que en la primera mitad.
  • Los resultados de empleo publicados el pasado jueves están justo en el centro de su rango, lo cual le da credibilidad al estudio y por lo cual es previsible que a partir del próximo mes la reducción comience a ser mucho más notoria, señala Veuger.
  • Un menor mercado laboral disminuye la capacidad de producir bienes y servicios, lo hace más costoso y resulta en mayor inflación.
  • No obstante, los autores del análisis del AEI estiman un aumento de la inflación modesto, pues el incremento en costos se vería compensado en una reducción en la demanda.

Sí esperan que los precios suban en algunos sectores específicos, como productos agrícolas o servicios sanitarios domiciliarios, pero que bajen en otros donde la demanda tienda a la baja.

  • “Diría primero que los efectos más importantes serán a los hogares donde una persona es deportada o no migra desde fuera. Fácilmente el presupuesto del hogar puede ser diezmado. Lo mismo para negocios que contraten personas que serán deportadas o que nunca lleguen”, explica Veuger.

“Lo veo como círculos concéntricos donde el impacto en el bienestar es muy grande para un número relativamente pequeño de gente y luego va sumando para generar un impacto relativamente pequeño en la macroeconomía”.

  • Según esa lógica, Veuger no cree que los salarios se vean afectados drásticamente más que en algunos sectores y regiones del país, como puede ser la construcción o en la agricultura.
  • Puede que allí algunos negocios no sobrevivan el incremento de costos. “Pero no es solo en los sectores más bajos. En las universidades también. Si las visas estudiantiles bajan mucho, ahí habrá un impacto”, agrega el analista.

“En el lado macro, si el crecimiento se ralentiza, lo más obvio es que la deuda se acumulará más. Eso es importante tenerlo en cuenta. Luego habrá un impacto demográfico también, pues los inmigrantes suelen ser más jóvenes. Para los sistemas pensionales y de salud es beneficioso que lleguen migrantes”, agrega Veuger.

Como todas predicciones, señala el estudio, hay que ser cautelosos a la hora de leerlos. El análisis asume que la retórica antiinmigrante más extrema de la Administración Trump —en la que se habla de deportar 20 millones o hasta 60 millones de personas— es imposible de realizar, pero si de alguna manera lo hiciera, se desatarían consecuencias mucho más extremas e impredecibles.

Sin embargo, el panorama descrito en este caso busca estar lo más atado a la realidad posible, aunque esa realidad en la actualidad es ya inédita.

¿Cuánto aportan los migrantes a la economía de EU?

El debate es intenso porque muchas de las cifras son estimaciones y porque hay poca información reciente.

  • Algunas investigaciones señalan que los indocumentados aumentan el tamaño de la economía, pagan más en impuestos de lo que reciben en servicios públicos, hacen el trabajo que otros no están dispuestos a hacer y elevan el consumo interno.
  • En cambio, los partidarios de las deportaciones aseguran que los «sin papeles» les quitan los puestos de trabajo a los estadounidenses, tienen bajos salarios, consumen poco, no pagan impuestos (o pagan muy poco) y son una carga para la asistencia social.

¿Quiénes son los indocumentados en Estados Unidos?

De todos los indocumentados que viven en Estados Unidos, unos 3 millones no son “deportables“, dado que tienen permiso para vivir y trabajar en el país, según le explica Jeffrey Passel, investigador del centro de estudios Pew Research Center.

  • En ese grupo están aquellas personas que han solicitado asilo, los que se han acogido al Estatus de Protección Temporal (TPS), los que pertenecen al programa de personas llegadas en la infancia (DACA), y aquellos que están en el país con permisos de permanencia temporal conocidos como parole.

Sin embargo, bajo la nueva administración, puede haber cambios que le quiten esa protección a quienes no tienen una residencia permanente.

  • Como en el último par de años se ha disparado el número de inmigrantes que cruzan la frontera sur, es posible que los indocumentados sean muchos más de lo que señalan las estimaciones. Sea cual sea su estatus, dice Passel, “lo que sabemos es que contribuyen al aumento del tamaño de la economía“.

Mercado laboral

Según el Pew Research Center los indocumentados representan cerca del 5% de la fuerza laboral en Estados Unidos. La mayor parte se emplea en labores agrícolas, en la construcción, el servicio doméstico, restaurantes y hotelería.

  • Nan Wu, directora de investigación del Consejo Americano de Inmigración (AIC, por sus siglas en inglés), una organización que aboga por los derechos de los inmigrantes, dice que hay industrias como la construcción y la agricultura que tienen escasez de mano de obra.
  • Una deportación masiva complicaría las cosas para los empleadores. «Les haría aún más difícil encontrar suficientes trabajadores», le dice Wu a BBC Mundo.
  • Probablemente aumentaría los costos de producción, causaría retrasos en los proyectos de construcción y provocaría interrupciones en los servicios, argumenta. «Haría que los alimentos y la vivienda sean aún menos asequibles en muchas partes del país» y causaría un aumento de la inflación.

Potencialmente los más afectados son los trabajadores agrícolas. Las estimaciones señalan que entre un 40% y un 50% de ellos son indocumentados.

  • En cuanto a las remuneraciones, varios estudios sostienen que los indocumentados no son realmente una competencia para la mano de obra «con papeles», en la medida que hacen trabajos más riesgosos, mal pagados y que muchos no están dispuestos a realizar.
  • “No es un juego de suma cero“, escribió Chloe East, investigadora no residente del Hamilton Project del centro de estudios Brookings Institution. La evidencia muestra que no es verdadera la creencia de que cuando un indocumentado ocupa un puesto de trabajo, un estadounidense lo pierde.

Consumo, inflación y crecimiento económico

Un estudio del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE, por sus siglas en inglés) plantea que si se concretan los planes de deportación anunciados por Trump (bajo el supuesto de que afecten a 1,3 millones de personas), las consecuencias para el crecimiento económico serían negativas.

  • Calculan que para el año 2028, el Producto Interno Bruto (PIB) bajaría un 1,2% y disminuirían los puestos de trabajo. Por otro lado, argumentan, los indocumentados también son consumidores.
  • “Deportarlos significa menos demanda de alimentos, vivienda, servicios y otras necesidades domésticas“, escriben Anjali Bhatt, Megan Hogan, Marcus Noland y Warwick J. McKibbin.

Bajo su perspectiva, “las deportaciones masivas aumentarían los precios, costarían empleos y dañarían la economía estadounidense“.

  • El debate político actual se ha centrado en la llegada de inmigrantes indocumentados en el último par de años. Poca información hay disponible sobre este período, dado que los estudios disponibles trabajan con datos hasta 2022.
  • Sin embargo, lo que se conoce oficialmente es que el año pasado hubo un récord de inmigrantes de 2,5 millones que cruzaron la frontera sur, según el Departamento de Seguridad Nacional.
  • Esas personas solicitan asilo y, mientras esperan durante varios años una respuesta a su solicitud, tienen permiso para vivir y trabajar en Estados Unidos en calidad de indocumentados, contribuyendo a la economía.

Pero “una economía más grande no equivale necesariamente a una mejor economía“, dice un artículo del Wall Street Journal.

Economistas han advertido que “se espera que los inmigrantes recientes tengan salarios más bajos y sean menos productivos que sus predecesores“, señala la publicación.

  • Aunque a largo plazo, agrega, podrían tener un efecto positivo al ser más jóvenes que el promedio de la población estadounidense. Como tienen una vida laboral más extensa, tienden a contribuir más en impuestos de lo que reciben en beneficios.
  • Cuando Donald Trump llegue a la Casa Blanca en menos de dos meses, se espera que entregue los detalles de su plan de deportación que, como él ha prometido, comenzará desde el primer día que asuma la presidencia.

Mientras, el anuncio de que va a declarar una emergencia nacional y que utilizará al ejército para deportar a los indocumentados resuena en los oídos de quienes pueden verse afectados.

Prevén una recesión y un problema inflacionario serio en EU

Las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de realizar deportaciones masivas de personas migrantes, es poco probable que se realice, ya que podría ocasionar “una recesión y un problema inflacionario serio” en el país vecino, y en el supuesto de que se lleven a cabo, no habría una afectación a las remesas que llegan a México, pues las personas que más envían son legales en EU, señaló Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México.

  • El analista destacó que, de los 12 millones de migrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, se estima que sólo 4.1 millones son indocumentados, y la probabilidad de deportarlos es complicada en términos logísticos, “no es que los migrantes no documentados estén localizados en una parte particular del país y puedan ser fácilmente localizados. Están dispersos por todo el territorio”.

Además, Estados Unidos tendría “un impacto muy negativo” en su economía, pues se ocasionaría una disminución en la oferta laboral que repercutiría en el Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense.

“Si ponen muchos recursos pueden hacerlo, pero que quieran llevar a cabo una medida que los va a llevar a una recesión y que les va a causar un problema inflacionario serio, me parece que es un escenario con probabilidad baja”, indicó.

  • No obstante, dijo que lo que sí puede suceder es que Trump sí deporte a más personas que en su primer mandato al frente de la Casa Blanca, incluso que el número de personas sea mayor que en la administración de Barack Obama, pero “una deportación de varios millones de personas sería muy complicado implementar”.
  • Serrano explicó que, uno de los motivos para buscar la deportación de personas indocumentadas es porque “ocupan trabajos de la población nativa”, los estadounidenses se quedan sin empleo, pero la realidad es que, en este momento Estados Unidos tiene la tasa de desempleo más baja de los últimos años.

“No hay un problema particular de desempleo”; es decir, si deportan a las personas, los trabajadores estadounidenses no ocuparían esos puestos de trabajo, pero sí “ocurriría que desaparecerían sectores como el de la construcción, servicios o agropecuario”, añadió.

  • Respecto a las remesas, el analista de BBVA destacó que, el escenario base que tienen contemplado es que habrá una caída importante de las remesas que llegan a México, pero no por temas políticos (deportaciones), sino económicos.
  • Y aseguró que el ingreso de remesas en México creció 7.6 por ciento en 2023 y cerraron el año en 63 mil millones de dólares; para 2024 el estimado será de un incremento de 4.1 por ciento y llegarán a 65 mil 900 millones de dólares.
  • Para 2025 previó un crecimiento menor de 3.0 por ciento y alcanzarán los 67 mil 900 millones de dólares, “van a seguir creciendo, pero van a crecer menos porque habrá un ajuste en el mercado laboral”. /PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro a Continuación:

https://www.aei.org/wp-content/uploads/2025/07/Immigration-Policy-and-Its-Macroeconomic-Effects-in-the-Second-Trump-Administration.pdf?x85095

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