Cada año, una de cada ocho personas en el mundo envía o recibe remesas, que benefician a 800 millones de habitantes y son producto del esfuerzo de 200 millones de trabajadores migrantes que transfieren dinero a sus hogares de origen, destacó el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
- Más de 50% llegan a las zonas rurales, donde reside 75% de las personas más pobres del mundo, que además padecen inseguridad alimentaria.
- En los últimos 20 años dichos flujos se han quintuplicado, a pesar del gran número de fenómenos adversos en todo el ámbito global, ponderó FIDA en un reporte.
Señaló que en más de 80 países las remesas constituyen al menos 3% de su Producto Interno Bruto (PIB) e impulsan la transformación y el crecimiento socioeconómico, sobre todo en zonas rurales.
La Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) instituyó en 2018 el Día Internacional de las Remesas, pero el FIDA ya lo había hecho antes en 2015, como una forma de reconocer el esfuerzo que hacen los migrantes en todo el mundo.
India, México y China
Los datos más recientes disponibles del Banco Mundial (BM) indican que los llamados ‘migradólares’ sumaron 685 mil millones de dólares en 2024, tras crecer 5.8%.
- India se ubicó a la cabeza, con más de 125 mil millones, y México segundo lugar, al representar 10%, con 64 mil 745 millones.
- BBVA Research destacó que más de la mitad de las remesas mundiales se concentran sólo en 10 países, entre ellos China, Filipinas, Francia, Egipto, Pakistán, Bangladesh, Nigeria y Guatemala.
- En el caso de México, según el Observatorio de Migración Internacional y Movilidades Humanas, las remesas significan más de 3.7% del PIB y 0.2% del tamaño de la economía de Estados Unidos, lugar de donde provienen principalmente.
Para 2030 alcanzarán un monto de 5 billones de dólares en todo el mundo, según pronósticos de FIDA, que seguramente se destinarán a las zonas rurales, donde pueden ayudar a millones de personas a salir de la pobreza. Ese dinero, asegura el fondo internacional que se dedica a transformar la agricultura y las economías rurales, apoya los medios de subsistencia.
También fortalecen las economías y contribuyen directamente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Sin embargo, dado el resultado mensual de abril en México, Banco Base pronostica que en 2025 experimentarán una caída de 1.5%.
- Sería el primer retroceso desde 2013 frente al aumento de 1.2% que proyectaba hace un mes, sin considerar el efecto de los recientes acontecimientos surgidos a raíz de las redadas de migrantes en Los Ángeles, California, que desataron protestas y se extendieron a otros estados de la Unión Americana.
De por sí, el mercado laboral en Estados Unidos ya presentaba enfriamiento y una actividad económica débil, se sumó la incertidumbre por el eventual impuesto de 3.5% a las remesas, pendiente de ser aprobado por el Senado, refirió.
Menos migrantes, menos remesas: el golpe a hogares de Latinoamérica
Las remesas representan una fuente importante de ingresos para millones de familias en América Latina. Estos envíos desde Estados Unidos llegan sobre todo a hogares vulnerables donde cumplen diversas funciones, desde cubrir necesidades básicas, hasta pagar deudas, educación o comprar una vivienda. Pero ese flujo de dinero podría enfrentar una caída significativa a mediano y largo plazo ante el endurecimiento de la política inmigratoria impulsada por Donald Trump, de acuerdo con expertos.
La importancia de las remesas, en datos
De acuerdo con el Banco Mundial, en 2024 los cinco países que más remesas recibieron fueron India, México, China, Filipinas y Paquistán. Ese mismo año, América Latina y el Caribe recibieron US$ 160.900 millones en remesas enviadas principalmente por migrantes desde Estados Unidos, estos flujos representaron el 2,3% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, aunque en algunos países su impacto fue mucho mayor: en Honduras equivalieron al 25,9% del PIB y en Jamaica al 16,8%, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
- Según el BID, las remesas representaron el 3,2% para la economía de México en 2024, pero su peso es comparable, por ejemplo, a la mitad de lo que representa el sector de la construcción en la economía nacional, explicó a CNN la economista Sofía Ramírez Aguilar, directora del colectivo de investigación México, ¿Cómo Vamos?
Aunque no forman parte directa del PIB, “son una fuente muy importante de recursos, sobre todo para hogares encabezados por mujeres”, señaló Ramírez. Estos hogares, en su mayoría de menores ingresos y ubicados en zonas rurales o periféricas, dependen en buena medida de estos envíos para su subsistencia, detalló.
Sin embargo, el endurecimiento de la política inmigratoria en Estados Unidos, impulsado por Trump, afectará ese flujo, agregó Ramírez.
El impacto de las restricciones inmigratorias en EE.UU.
Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), advirtió a finales de abril desde Washington que habrá una baja en las remesas a largo plazo, aunque no señaló cuánto. Aunque indicó que “a corto plazo hemos visto lo contrario, están subiendo”, aseguró que esto es temporal.
También señaló que los países de la región deberán prepararse para enfrentar los efectos de este cambio en la migración y el envío de remesas. “Las economías van a tener que gestionar (este fenómeno), ya que se trata de un shock que perdurará en el tiempo” y que impactará directamente “sobre el consumo y la actividad económica”.
Valdés explicó que la reducción de los flujos migratorios tendrá un impacto en la economía de Estados Unidos, pero también afectará gravemente a los países de origen. “Es particularmente importante para América Central y México, más América Central”, precisó.
- Según estimaciones del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), ‘las remesas podrían disminuir entre 1,2% y 2,9% en 2025’ para México, el principal receptor en la región. “Esto podría traducirse en una afectación de los ingresos de esas familias sin duda, aunque en el agregado de la economía no parece ser particularmente grande”, apuntó a su vez Sofía Ramírez.
Entre los factores que podrían reducir el envío de remesas, según la economista, destacan el aumento en las deportaciones y la falta de liquidez entre los migrantes. “Si las personas indocumentadas no están yendo a trabajar, si hay persecución en centros de trabajo y escuelas, pues lo más probable es que no tengan tantos ingresos para enviar”.
Respecto a si podría repetirse un “efecto Trump” como en 2016, cuando los migrantes enviaron más dinero por temor a deportaciones, Ramírez se mostró escéptica. “Lo más probable es que ahora no veamos un incremento considerable en las remesas. A menos que hubiera un fenómeno de autodeportación masiva, cosa que no estamos viendo”, dijo.
Deportaciones masivas, el mayor temor
En los primeros 100 días de gobierno de Trump, han sido deportados más de 142,000 migrantes indocumentados, de acuerdo con cifras del Departamento de Seguridad Nacional.
- El peor escenario para el envío de remesas sería una situación de deportaciones masivas desde Estados Unidos. Para Ramírez, “si se mantiene la tasa de deportar 17.000 personas al mes, pues sí es una tasa considerable”, aunque por ahora el impacto se considera moderado porque “los que se quedan seguramente podrían enviar un poquito más”.
“La tragedia vendría si se mantiene este tono de persecución”, advirtió Ramírez, no solo para los mexicanos, sino para toda la comunidad latinoamericana en EE.UU.
El problema no sería que dejaran de llegar migrantes —porque “Estados Unidos necesita la mano de obra de personas jóvenes”—, sino que quienes logren quedarse enfrentarían condiciones cada vez peores, dice la directora de México, ¿Cómo Vamos?. “Van a aceptar peores pagas, en peores condiciones laborales”, con afectaciones directas a sus ingresos y, en consecuencia, a su capacidad de enviar remesas.
Esta precarización podría traducirse en una disminución del envío de dinero: “Aunque manden el 20% de lo que ganan, si ganan cada vez menos porque tienen peores condiciones, entonces pues eso sí lo veríamos acá”, indica Ramírez.
Para qué se usan las remesas
El uso que hacen los receptores varía según el tiempo que tienen los migrantes en el extranjero, de acuerdo con el informe “Las remesas a América Latina y el Caribe en 2024”, del Banco Interamericano de Desarrollo.
- Cuando el migrante llega y comienza a enviar remesas, éstas se destinan principalmente a la manutención familiar y, tras un par de años, van al pago de deudas. A partir del noveno año en el extranjero, se utilizan para la educación, y después de 16 años se suman el ahorro y la inversión en negocios. Para migrantes con más de 22 años fuera, las remesas se utilizan sobre todo para cubrir gastos médicos, ahorrar y adquirir bienes inmuebles.
Si los beneficiarios son padres o abuelos, las remesas se destinan a gastos médicos, el pago de inmuebles o deudas, pero si van para los hermanos, las remesas se utilizan para el pago de deudas o a negocios. Para los cónyuges o hijos, se destinan mayormente a educación, manutención, salud y vivienda.
Ramírez también dijo que si bien las remesas ayudan al consumo de los hogares más vulnerables, no tienen un impacto directo en el crecimiento económico de un país, a diferencia de otros ingresos de dólares, como las exportaciones no petroleras, pero pero igualmente advirtió que una caída en el flujo de remesas representaría “una tragedia para esas familias”.
Prevé FMI una baja de las remesas de EU a Latinoamérica
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé una disminución del dinero enviado a hogares en América Latina por trabajadores inmigrantes en Estados Unidos, particularmente a México y Centro América, lo que tendrá un impacto sobre el consumo y la actividad económica.
- En sus perspectivas económicas para la región, el organismo reiteró que el crecimiento económico en América Latina y el Caribe se desaceleraría este año, lastrado en parte por la incertidumbre política y comercial, así como por el impacto de los aranceles.
- “Esperamos que las remesas disminuyan en el futuro”, dijo Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, durante la presentación en Washington de las Perspectivas Económicas Regionales.
Valdés dijo que si bien el envío de remesas está aumentando, el Fondo lo considera algo temporal. “Esto sería un reto para las economías, ya que se trata de un shock probablemente más persistente”, dijo Valdés, al apuntar que la caída se sentirá principalmente en Centroamérica, ya que algunos países centroamericanos, incluidos El Salvador, Honduras y Nicaragua, reciben más de 20 por ciento del producto interno bruto en remesas.
- Explicó que los países de América Latina y el Caribe enfrentan el desafío de absorber a las personas que migraron y que están regresando. “Hay países que tienen problemas para la reinserción de migrantes”, apuntó.
- No obstante, explicó que el regreso de inmigrantes también representa una oportunidad, ya que hay países donde actualmente hay escasez de mano de obra y los mercados laborales tendrán que ajustarse.
Por su parte, Nigel Chalk, director del Hemisferio Occidental del FMI, indicó que en los últimos dos años se ha reducido el flujo migratorio hacia Estados Unidos, lo que también afecta a ese país, ya que tendrá un impacto en el consumo y la demanda. Señaló que en los rubros de construcción, servicios y entre los trabajadores del campo, serán los sectores donde más se resentirá la afectación de la demanda.
- Dijo que aproximadamente los últimos dos años se ha visto entre 3 y 3.5 millones de trabajadores, entrando a Estados Unidos, de ellos sólo 20 por ciento son migrantes con permisos de trabajo. Indicó que en países fornterizos va a ver una reducción de quienes entren por canales formales, tendencia que “va a quedar en ceros”.
- La reducción de los flujos migratorios, dijo, tiene implicación en las economías, en primer lugar, en el mercado laboral. “Esa llegada de trabajadores ha sido importante para ayudar a Estados Unidos a equilibrarse y promover el crecimiento”. “Ese grupo de personas contribuye en la economía de Estados Unidos porque consumen. Eso va a lastrar la parte de la demanda”, advirtió Nigel Chalk.
El FMI dijo esta semana que espera que el crecimiento en América Latina y el Caribe se desacelere en 2025 a 2.0 por ciento desde la expansión de 2.4 por ciento del año pasado y por debajo de la previsión de 2.5 por ciento que observaba en enero pasado.
“El panorama económico actual está determinado por una compleja interacción de factores mundiales que van desde los aranceles y las perturbaciones de la cadena de valor, hasta la volatilidad de los precios de los productos básicos y los mercados financieros, a la incertidumbre política”, indicó Rodrigo Valdés./Agencias-PUNTOporPUNTO
Documento íntegro a continuación:
https://familyremittances.org/wp-content/uploads/2025/05/IDFR2025_brochure.pdf






















