Urge cambiar Modelo de GESTIÓN del AGUA para evitar SOCAVONES e INUNDACIÓN en el Valle MÉXICO

Las intensas lluvias que han roto récords en la Ciudad de México en los últimos meses son “eventos extremos” que se han incrementado por factores como el cambio climático y la isla de calor de la propia capital, coincidieron especialistas.

Las inundaciones y socavones continuarán generando afectaciones cada vez mayores en el Valle de México si no se modifica el actual modelo de gestión del agua y no se adopta una visión integral de cuenca, advirtieron activistas de la Coordinación Nacional Agua para Todos, Agua para la Vida.

  • Durante una conferencia de prensa, señalaron que una visión de cuenca implica dejar de expulsar el agua a través del sistema de drenaje del Valle de México. Para ello, es necesario invertir en infraestructura de almacenamiento, así como rehabilitar cuerpos de agua como los lagos de Xico, Zumpango o las presas del poniente de la Ciudad de México.
  • También propusieron crear un megasistema de captación de agua pluvial, que recolecte el líquido antes de que entre en contacto con superficies contaminadas.

Otras medidas urgentes incluyen rehabilitar y construir infraestructura para el tratamiento de aguas residuales, así como impulsar el reciclaje y reúso del agua.

Además, los activistas plantearon dejar de importar agua de otras cuencas, como ocurre actualmente con el Sistema Cutzamala, debido a que esto también genera afectaciones en otras regiones del país.

  • “Los socavones están ocurriendo no nada más en temporada de lluvias, sino también en temporada de sequía. Se exacerban con las lluvias, pero en la sequía también aparecen, y seguirán apareciendo”, advirtió Carlo Vargas, integrante de la coordinación.
  • Recordaron que la gestión del agua en el Valle de México lleva siglos sin considerar una visión de cuenca, y comenzó con la desecación de los lagos que rodeaban a la antigua Tenochtitlán.
  • “No hay que olvidar que existe una política hídrica con una visión tecnocrática y economicista del manejo del agua, que se inauguró en la época colonial, en 1607, cuando los españoles destruyeron la infraestructura que contenía las crecidas de agua en la ciudad azteca. Esa política se ha reproducido durante siglos”, afirmó Ricardo Bando, también miembro de la organización.

Los activistas concluyeron que, de no realizarse cambios estructurales, la problemática de inundaciones, socavones, hundimientos diferenciales, sobreexplotación del acuífero y escasez de agua potable continuará agravándose.

  • “Ante la emergencia real del cambio climático, estos avisos que nos da la naturaleza en la Ciudad de México —y en otras partes del país— deben ser tomadas como alertas tempranas que nos inviten a reflexionar si realmente estamos tratando el agua como se debe”, señaló Eduardo Hernández, otro de los activistas.

Finalmente, la Coordinación Nacional Agua para Todos, Agua para la Vida reiteró su impulso a la creación de una nueva Ley General de Aguas, que priorice el derecho humano al agua por encima de su explotación con fines de lucro.

Temporada de lluvias elevó la aparición de socavones

La Ciudad de México llega a la parte más intensa del temporal, pues hasta el 28–29 de agosto, la autoridad capitalina informó que de enero a la fecha se han atendido 164 socavones -43 en red primaria y 121 en secundaria-, superando de largo los 130 registrados en todo 2024.

  • Un corte previo del 18 de agosto hablaba ya de 153 eventos, impulsados por precipitaciones que rebasaron promedios recientes, de acuerdo con Segiagua. No obstante, el salto de 153 a 164 en apenas días se debe principalmente a la temporada de lluvias.
  • No es solo la lluvia. En una ciudad asentada sobre arcillas lacustres, el hundimiento diferencial por sobreexplotación del acuífero y la condición de las redes hidráulicas y de drenaje abren camino a oquedades.

El propio Gobierno capitalino ha señalado que “un socavón no es un bache” y que, con frecuencia, la causa raíz es una fuga en tuberías o colectores. La literatura técnica y los atlas de riesgo refuerzan ese diagnóstico: la subsidencia y agrietamiento en el Valle de México están cartografiados por instancias federales, y la capital mantiene un Atlas de Riesgos público.

Como ejemplo está el socavón de Calzada Ignacio Zaragoza —casi 15 metros de largo por cinco de profundidad—, atribuido a la ruptura de una tubería y cuya reparación se realizó a finales de agosto, 17 después de que fue reportado y atendido

La reparación incluyó la sustitución de alrededor de 20 metros del colector dañado. Otros incidentes se multiplicaron en diversos puntos (Calzada de los Misterios, una pipa en Benito Juárez, y la caída parcial de un camión en Iztapalapa por una fuga en colector principal).

Nuevo plan: bacheo nocturno, 48 horas y “Bachetel”

Como respuesta a la emergencia y a un deterioro acelerado de la carpeta asfáltica, el Gobierno de la CDMX puso en marcha el Plan Integral de Mantenimiento de la Carpeta Asfáltica.

  • El programa es bianual, con inversión anunciada de 2,250 millones de pesos, cobertura de 1,250 kilómetros de 217 vialidades primarias y tres ejes: bacheo programado nocturno, atención a reportes y emergencias en menos de 48 horas (a través de *0311 Locatel y un nuevo chatbot de WhatsApp llamado “Bachetel”), y repavimentación entre octubre y mayo. Las metas operativas incluyen 50 cuadrillas trabajando de 22:00 a 5:00 horas y tramos escalonados de cierre nocturno.
  • La activación de Bachetel y el uso de 0311/55 56 58 11 11 se presentan como la vía para dar seguimiento con folio a cada reporte ciudadano; el gobierno ha fijado públicamente la vara de “atender en menos de 48 horas” lo que se denuncie. La programación nocturna busca minimizar afectaciones viales y aprovechar ventanas de menor tráfico para cuadrillas y maquinaria.

“No basta tapar el hoyo”

“Los socavones son síntomas de una red subterránea fatigada y de un suelo que se deforma. Puedes tapar arriba, pero si no corriges abajo, el problema vuelve. La clave es diagnóstico: videoinspección de tuberías, pruebas de infiltración, georradar donde haga falta.

Y secuencia técnica: primero sellas la fuga, recalzas el subrasante, sustituyes material colapsado, compactas en capas y solo al final colocas la carpeta. Bachear sin eliminar la causa es tirar dinero”, explicó a Crónica Sergio Pacheco Nájera, arquitecto y especialista en infraestructura urbana.

  • El experto advierte que la subsidencia crea pendientes nuevas que forzan a las tuberías a trabajar fuera de su diseño, generando roturas que terminan en oquedades.

“El plan oficial va en la dirección correcta al combinar bacheo, atención rápida y repavimentación; lo importante es priorizar tramos con mayor riesgo según el Atlas de Riesgos y programar rehabilitaciones profundas fuera de temporada de lluvias”.

Lluvias rompe récord en CDMX

Las intensas lluvias que han roto récords en la Ciudad de México en los últimos meses son “eventos extremos” que se han incrementado por factores como el cambio climático y la isla de calor de la propia capital, coincidieron especialistas.

  • Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, explicó que desde que inició esta temporada de lluvias ha sido “muy atípica”, toda vez que en junio llovió casi el doble de lo habitual y en agosto, 46% más que en otros años.

“Lo que nos están diciendo [estos datos] es que el comportamiento de esta temporada ha sido muy atípico, principalmente debido a que hay estos sistemas que hacen llover, que principalmente son las ondas del Este. Pocas personas lo conocen, muchos le dicen ondas tropicales, pero siempre están, todo el tiempo, desde mayo hasta noviembre, y han hecho que llueva mucho en la Ciudad de México”, indicó.

Ante la pregunta de ¿por qué 2025 ha sido muy distinto a otros años?, Domínguez dijo que si bien no se puede dar una respuesta contundente de por qué este año se han presentado lluvias más activas, gran parte se debe a que estas ondas no se han convertido en ciclones tropicales, “que es lo que usualmente ocurre en otras temporadas. Habría que hacer estudios para determinar por qué han sido tan activas”.

Advirtió que el pronóstico climático indica que la temporada de lluvias terminará en noviembre, “y vamos a seguir igual, en la misma tendencia. Vamos a seguir teniendo eventos extremos, va a seguir siendo una lluvia que es más grande, es más en cantidad de lo que usualmente tenemos en otros años”.

La especialista mencionó que estos eventos extremos tienen que ver con varios factores. Por una parte, está latente el cambio climático, que es un problema de todo el planeta, no sólo de la Ciudad de México, pero además, está la isla de calor (acumulación de edificios y pavimento y poca vegetación).

  • “Esta isla de calor lo que hace es que cualquier sistema de nubes que pase, aumenta y vuelve más violenta la convección, es decir, es más lluvia de la que debería de ser sin la presencia de la isla de calor; esto, reforzado con condiciones de cambio climático, es lo que estamos viviendo: eventos más extremos que están pasando de manera más continua que en otros años”, opinó.
  • Fabiola Sosa Rodríguez, jefa del Área de Crecimiento y Medio Ambiente de la UAM Azcapotzalco, explicó que la temporada de lluvias está asociada a la de huracanes, e históricamente se presenta entre junio y octubre, pero dependiendo de distintos fenómenos climáticos, puede haber variaciones tanto en los periodos como en la intensidad y frecuencia de las lluvias.

“Venimos saliendo de un periodo de sequía desde 2018, y este año con la entrada de la Niña cambió esta dinámica y estamos teniendo lluvias extraordinarias o atípicas, esto no necesariamente implica que en 2026 se van a presentar con esta misma frecuencia e intensidad las lluvias, podríamos regresar a un periodo de sequía”, apuntó.

  • Añadió que cuando una precipitación supera los 30 milímetros por hora corresponde a lluvias “muy fuertes”, que usualmente suelen exceder la capacidad del sistema de drenaje de la Ciudad de México.
  • Sin embargo, advirtió que las de esta temporada ya no son lluvias muy fuertes, pues entran en el rango de lluvias que se conoce como “torrenciales”, es decir, aquellas que están por arriba de los 60 milímetros por hora y cuyas afectaciones tienden a ser mayores.

“Por ejemplo, el 2 de septiembre se registraron lluvias de 60 milímetros sobre todo en la zona nororiente de la CDMX, que afectó principalmente a la GAM, Venustiano Carranza, Iztacalco y parte de Iztapalapa; estas lluvias, por la magnitud que tienen, suelen ser eventos extraordinarios y en cualquier ciudad del mundo pueden colapsar los sistemas de drenaje porque son lluvias no esperadas de muchísima intensidad”, señaló Sosa Rodríguez.

  • Anahí Ramírez Ortiz, especialista en Desarrollo Urbano Sustentable en la Universidad La Salle, mencionó que el cambio climático “ya es una realidad”, por lo que este tipo de fenómenos dejarán de ser “atípicos”.

“Hay varios factores que influyen, la deforestación, cambios en el suelo, los fenómenos como el Niño o la Niña, las temporadas de huracanes; todo se va a volver cada vez más intenso porque los ciclos del agua se están volviendo cada vez más intensos”.

  • El pasado 30 de junio, José Mario Esparza Hernández, secretario de Gestión Integral del Agua (Segiagua), explicó durante una conferencia de prensa que los cambios en las lluvias que se han presentado en esta temporada son parte de los efectos del cambio climático, que implica un clima cada vez más extremo. Es decir, veranos con días muy calientes, inviernos con días muy fríos y temporadas de lluvias con mucha agua.

Al respecto, Julia Álvarez Icaza, secretaria del Medio Ambiente capitalina, señaló que el cambio climático se traduce en que las lluvias de este tipo [torrenciales] “están dejando de ser atípicas”.

“¿Por qué el calentamiento global afecta a las lluvias y por qué estamos viendo estos fenómenos tan torrenciales de caída de lluvia? Lo que pasa es que producto del fenómeno del calentamiento global, la atmósfera puede retener más humedad; porque está más caliente, y entonces lo que antes era un ciclo del agua normal, ahora retiene mucha más humedad y de repente se dejan caer lluvias torrenciales, porque la retención de humedad es mucho mayor”, dijo./Agencias-PUNTOporPUNTO

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