La evolución constante del Covid-19 (SARS-CoV-2) de nuevo activa las alertas a nivel global. Esta vez, el peligro viene de la “variante Frankenstein” (XFG).
- Se trata de una cepa identificada en Argentina y Brasil, cuyas autoridades sanitarias la han encontrado en sus muestras analizadas.
La presencia de la variante ha incrementado y con ella, la vigilancia sanitaria alrededor del planeta, pero particularmente en América del Sur.
¿Qué es la variante de Frankenstein?
- Los coronavirus (CoV) son una extensa familia de virus capaces de provocar una amplia gama de enfermedades, desde un resfriado común hasta enfermedades más severas como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) o el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV), como explica la Organización Panamericana de Salud (OPS).
Un nuevo coronavirus es una variante que no había sido identificada en humanos, siendo el 2019-nCoV, ahora conocido como COVID-19, un ejemplo claro, detectado por primera vez en Wuhan, China, en diciembre de 2019.
- El apodo de cepa, “Frankenstein”, surgió de la variante Ómicron del SARS-CoV-2, destacando su naturaleza altamente mutada. Científicos como Alex Sigal, virólogo y líder del equipo que identificó a Ómicron, la describieron como “probablemente el virus más mutado que jamás habíamos visto”, conforme al artículo de BMJ Journals.
Esta metáfora alude a la mutabilidad genética del virus, con Ómicron presentando más de 50 posibles mutaciones que, según reportes, mejoran su capacidad para infectar a las personas.
- La alusión a Frankenstein se origina en la novela de Mary Shelley, donde la criatura es una combinación de diferentes partes, no una mutación genética en el sentido biológico. Sin embargo, la connotación cultural de «mutante» evoca la idea de algo «extraño o con una anatomía groseramente anormal».
En el contexto del SARS-CoV-2, las variantes recombinantes, como la XFG, surgen cuando múltiples variantes infectan a una misma persona simultáneamente.
- La variante Frankenstein (XFG) es un recombinante de las variantes LF.7 y LP.8.1.2, con la primera muestra recolectada el 27 de enero de 2025. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasificó como una «variante bajo monitoreo» (VUM) el 25 de junio de 2025.
- La evaluación de riesgo inicial de la OMS también señala que las mutaciones en las posiciones 478 y 487 de la proteína Spike han demostrado mejorar la evasión de los anticuerpos. A pesar de esto, la OMS ha evaluado el riesgo adicional para la salud pública a nivel global como bajo hasta antes de las alarmas en Argentina y Brasil.
Síntomas de la variante Frankenstein
Las infecciones por coronavirus suelen manifestarse de forma moderada a grave, de acuerdo con el estado de salud de las personas. La OPS explique los síntomas en general son:
- Fiebre
- Tos
- Dificultad para respirar
En los casos más severos, estos virus pueden causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e incluso la muerte.
En cuanto a la variante XFG, no hay reportes que sugieran una mayor gravedad de la enfermedad en comparación con otras variantes de SARS-CoV-2 que circulan actualmente.
- Aunque algunos países del Sudeste Asiático, donde XFG tiene una alta proporción, han reportado aumentos simultáneos en el número de casos y hospitalizaciones, los datos actuales no sugieren que esta variante conduzca a enfermedades más graves o a un mayor número de muertes.
Por su parte, Elena Obieta, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), dijo a La Nación que, XFG “no parece más contagiosa ni más letal para el pulmón”.
Aunque indicó que es posible que esté asociada a un síntoma particular, ya que “hay reportes de dolor de garganta, más frecuente e intenso, que en otros linajes“.
Por otro lado, Ángela Gentile, jefe del Departamento de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, dijo a la publicación que la variante “Frankenstein” puede incluir síntomas como:
- Pérdida de audición
- Debilidad extrema
- Boca seca
- Erupciones cutáneas
- Irritación
Las especialistas coincidieron que también es posible presentar los síntomas comunes a COVID-19 como: fiebre, tos, dificultad para respirar, resfrío, dolor muscular, malestar general y dolor de cabeza.
¿Cuántos casos hay de la variante Frankenstein en Argentina y Brasil?
La variante Frankenstein (XFG) ha sido detectada en varios países. En Brasil, la agencia Fiocruz, en colaboración con la Secretaría Municipal de Salud, confirmó la circulación de la cepa en la ciudad de Río de Janeiro.
Entre el 1 y el 8 de julio de 2025, se identificó la variante en 46 casos de COVID-19, representando el 62% de los genomas analizados en ese período. Río de Janeiro es el cuarto estado brasileño con identificación de esta cepa, después de haber sido detectada en otras localidades:
- São Paulo ( dos casos),
- Ceará (seis casos)
- Santa Catarina (tres casos).
En Argentina, el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) más reciente, reporta la circulación exclusiva de la variante Ómicron.
- Dentro de esta, Argentina ha detectado 3 casos de la variante Ómicron XFG entre la semana epidemiológica 9 y 28 de 2025.
Estos casos representaron el 3.37% de las 89 muestras analizadas por secuenciación genómica en dicho período. En Argentina, las variantes predominantes son LP.8.1 y XEC.
Por otro lado, un estudio publicado por Pablo Griffin de la Universidad de Queensland que cita datos Mike Honey, indica que los países que mostraron las tasas más altas de detección de XFG a mediados de junio incluían:
- Estados Unidos, más del 30%
- India con más del 50%
- España con el 42%
- Reino Unido, más del 30%
Sin embargo, los datos más recientes de la OMS indican que hasta el 20 de julio de 2025, el 48% de las secuencias analizadas correspondían a la variante XFG. Un 28% más de los registrados hasta el 22 de junio. Y que durante este periodo, la variante XFG aumentó en las regiones de las Américas, Europa y el Pacífico Occidental.
- De hecho, el diario argentino La Nación informó que durante las últimas semanas más de la mitad de los casos de COVID-19 registrados en dicho país corresponden a la variante XFG, “lo que da cuenta de un crecimiento similar al ya identificado en otros lugares del mundo”.
- No obstante, hasta ahora la OMS ha señalado que “el riesgo adicional para la salud pública que representa la llamada variante “Frankenstein” era bajo, ya que, según los datos actuales, no hay indicios de que esta variante provoque una enfermedad más grave o muertes que otras variantes en circulación.
¿México está en peligro por la variante Frankenstein?
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la variante XFG se ha extendido a un total de 38 países al 22 de junio de 2025.
- La proporción de esta variante ha aumentado en varias regiones de la OMS que comparten consistentemente secuencias de SARS-CoV-2, incluyendo América Latina, Europea y el Pacífico Occidental.
- Si bien México forma parte de la Región de las Américas, las fuentes proporcionadas no incluyen datos específicos sobre la detección o el número de casos de la variante XFG en México.
La información para México en los documentos se refiere a la situación de brotes de sarampión.
- Por lo tanto, con la información disponible, no se puede determinar si México está en peligro específico por esta variante, más allá de la tendencia regional general de aumento de la variante Frankenstein.
¿Cómo prevenir el contagio de la variante Frankenstein?
La prevención de infecciones respiratorias como el COVID-19, incluidas las causadas por variantes como XFG, se basa en la adopción continua de medidas de salud pública y hábitos de higiene:
- Vacunación completa y actualizada: la vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz. Las nuevas vacunas para COVID-19, actualizadas con el linaje JN.1, ya están disponibles y continúan protegiendo contra la variante XFG.
- Higiene de manos: es fundamental realizar un lavado frecuente de manos con agua y jabón. Esta simple práctica reduce la propagación de virus respiratorios, de acuerdo con la OPS.
- Higiene respiratoria y evitar multitudes: se recomienda cubrirse la boca y la nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar. Además, es prudente tener cautela en lugares con aglomeración de personas para minimizar el riesgo de exposición.
- Uso de cubrebocas: si se presentan síntomas de resfriado o afección respiratoria, es importante usar una mascarilla para evitar transmitir el virus a otras personas. Las personas con síntomas respiratorios deben restringir las interacciones lo más posible hasta mejorar clínicamente y haber transcurrido al menos 24 horas.
- Desinfección y ventilación: limpiar y desinfectar regularmente las superficies que entran en contacto con personas enfermas, utilizando agua y detergente, jabón o soluciones con alcohol al 70%.
La emergencia de la variante Frankenstein resalta la naturaleza de los agentes infecciosos y la necesidad de una vigilancia genómica robusta, como la que la OPS)apoya en América Latina, para la identificación temprana de patógenos emergentes y la caracterización de mecanismos de resistencia.
La gripe y la covid-19 pueden despertar un cáncer dormido
- Muchas veces pensamos que superar un cáncer es el final de la historia. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad deja una sombra silenciosa: células tumorales que viajan a otros órganos y permanecen inactivas durante años o incluso décadas.
- Ahora, un nuevo estudio publicado en la prestigiosa revista Nature revela que infecciones respiratorias como la gripe o la covid-19 pueden “despertar” a esas células dormidas, favoreciendo su proliferación y aumentando el riesgo de recaída.
Más allá del titular que ya ha circulado en diferentes medios de comunicación, la investigación abre preguntas profundas para la oncología, la inmunología y la salud pública:
- ¿Qué mecanismos biológicos están detrás? ¿Podemos prevenir este “despertar” sin comprometer la defensa contra infecciones? ¿Deberíamos repensar las estrategias de seguimiento y vacunación para personas con cánceres en remisión?
El interruptor biológico: de la inflamación a la metástasis
Durante una infección viral en las vías respiratorias, nuestro organismo responde liberando unas pequeñas proteínas llamadas citocinas que actúan como mensajeros que activan nuestras defensas. Entre ellas destaca la interleucina-6 (IL-6), clave para coordinar la defensa, pero que también tiene un lado oscuro: puede favorecer la proliferación de células cancerígenas.
- De hecho, IL-6 actúa como un “termómetro” de la inflamación en infecciones respiratorias como la covid-19, en las que niveles más elevados de esta molécula se asocian con una peor evolución y mayor gravedad de la enfermedad.
- El estudio encontró que, en modelos animales con cáncer de mama que ha formado metástasis en los pulmones, la infección por virus de la gripe o la covid-19 aumentó rápidamente los niveles de IL-6, y con ello, el número de células tumorales activas.
Estas no solo “despertaron” de su estado latente, sino que continuaron dividiéndose durante meses.
- Lo más sorprendente es que, incluso cuando la IL-6 volvió a niveles normales, las células siguieron activas, lo que sugiere que hay otros factores que toman el relevo para mantener este estado proliferativo.
El papel inesperado de las células T
El trabajo identificó además otro actor clave: las células T CD4+, que normalmente ayudan a regular la respuesta inmunitaria. En este contexto, lejos de eliminar las células cancerígenas, parecen protegerlas de ser atacadas por las células T CD8+, las verdaderas “asesinas” del sistema inmune.
- Cuando los investigadores eliminaron las CD4+, los tumores proliferantes disminuyeron, indicando que estas células pueden mantener encendido el “interruptor” del cáncer tras la infección.
Este hallazgo plantea una paradoja inquietante: componentes esenciales de nuestra defensa frente a virus pueden, en ciertas circunstancias, favorecer la reactivación tumoral.
- Aunque la mayor parte de los resultados descritos proviene de modelos animales, análisis de grandes bases de datos humanas (como UK Biobank) sugieren un patrón similar.
En personas en remisión que se infectaron por SARS-CoV-2 (el virus de la covid-19), el riesgo de muerte por cáncer se duplicó en los meses posteriores a la infección.
¿Solo gripe y covid-19? Una puerta abierta a nuevas preguntas
Aunque el trabajo se centró en gripe y covid-19, es probable que otros virus respiratorios capaces de inducir inflamación intensa tengan efectos similares.
- Esto abre un campo de investigación sobre cómo patógenos comunes podrían influir en la progresión de enfermedades crónicas.
También queda por aclarar si este fenómeno ocurre en otros tipos de cáncer, en órganos distintos de los pulmones, o con infecciones no virales.
De la ciencia básica a la prevención clínica
El impacto de este hallazgo no es inmediato en términos de cambiar protocolos médicos, pero plantea varios escenarios posibles:
- Uso de fármacos que bloquean la IL-6 durante infecciones graves en personas con alto riesgo oncológico. La buena noticia es que estos fármacos ya existen.
- Recomendaciones más estrictas de vacunación contra gripe y covid-19 para supervivientes de cáncer.
- Mantener un seguimiento oncológico regular, especialmente en los meses posteriores a una enfermedad respiratoria.
En resumen, este hallazgo conecta dos mundos que rara vez se cruzan en la mente del público: las infecciones virales y el cáncer metastásico.
- No significa que una gripe cause cáncer, sino que, en personas con células tumorales latentes, la inflamación generada por el virus puede ser el empujón que esas células necesitan para volver a crecer.
La ciencia apenas empieza a descifrar este proceso, pero entenderlo podría salvar vidas en un futuro no muy lejano. /Agencias-PUNTOporPUNTO