Frentes de año nuevo

Mientras la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se adapta a los retos y desafíos que representa la gobernabilidad de un país como México, hay acciones e información que pareciera que todo lo pasado es corrupción.

La reducción de recursos públicos para las estancias infantiles está destapando lo que se supo con la tragedia de la guardería ABC de Hermosillo: que los negocios públicos con recursos de la federación en las Entidades, están concentrados solo en la clase política. Es muy posible que esta sea la razón por la que no se dé a conocer los nombres por los cuales, se ha suspendido las ayudas para las estancias de los infantes, mientras sus padres trabajan.

El presidente López Obrador ha señalado que no dará recursos públicos a organizaciones de la sociedad civil, que posean concesiones para las estancias infantiles y, que estos apoyos los dará directamente a los padres de familia. Una cuestionable decisión, mientras que no le siga dando recursos públicos a entidades cuyo objeto sea distinto del hacerse cargo de una guardería, como a un partido político.

También la carencia de medicamentos para niños con cáncer abre un frente por la deficiente administración de los recursos públicos para adquirir insumos para la salud.

Otro reto que se ha vuelto frente lo constituye, la decisión de suspender los trabajos del aeropuerto internacional de la Ciudad de México. No por combatir la presunta corrupción en el otorgamiento de contratos, sino por los capitales invertidos y comprometidos en su construcción, para ser substituidos por las adecuaciones de una base aérea militar, cuyo diseño fue con fines eminentemente militares y de logística en la transportación de tropas y recursos para todo el país, en una decisión que carece de un proyecto y más bien se ajusta a una decisión unipersonal a manera de capricho.

Esta decisión y otras de carácter económico de la presente administración, han traído como consecuencia, la duda de las calificadoras internacionales sobre la seriedad en la capacidad de pago del gobierno mexicano, a quienes el presidente López Obrador ha desacreditado en sus estimaciones, argumentando que la comparación es desigual en virtud a las eficientes calificaciones que le otorgaron al gobierno del presidente Peña Nieto.

En el plano internacional, nuestro país tiene abierta la diferencia con el gobierno de Bolivia, así como el bochornoso incidente del depuesto embajador mexicano en Argentina. A esto se suma la tibia, pero sutil posición mexicana respecto al conflicto de Estados Unidos en contra de Irán, que hasta ahora solo ha merecido lanzar misiles a una base aérea norteamericana, en respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani.

Este conflicto desde luego tendrá repercusiones de geopolítica regional e internacional. Las naciones de oriente medio podrían reagruparse sin Israel, mientras que, en geopolítica global Rusia y China ven este conflicto como una ventana de oportunidad para superar económica y militarmente a los Estados Unidos.

En este conflicto, las visiones de las ganancias que nuestro país puede obtener por el precio del petróleo se desvanecen, cuando México dejó de procesar petróleo y se convirtió es un país importador de gasolina.

*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @racevesj

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