Opinión CARLOS RAMOS PADILLA*
Si algo es notario es que AMLO cambio, se presentaba como congruente, convencido y comprometido. Se ha convertido en un saco cargado de odio, venganza y malos chistes. Ya no cumple con sus responsabilidades, abiertamente las evade y le echa la culpa a otros. Ha descompuesto a la economía, mermado a la salud, destruido la educación, no puede contra la violencia mejor negocia con ellos, señala a los abogados de traidores a los empresarios les dice “mafia” y a los periodistas “fantoches”.
Alguna vez ya burlonamente declaró:”ahí tienen sus masacres” y ahora con los sucedido a un grupo de jóvenes en Lagos de Moreno afirma que “que no oigo” cuando en el zócalo escucha lo que le conviene y ataca a quien le reclama diciéndole “provocador”. Desde que llegó a Palacio Nacional (había prometido vivir en una casa rentada cerca del zócalo y descentralizar a las oficinas públicas, ni una ni la otra) decidió que su política exterior hacerla desde México, “la mejor política exterior es la interior”.
Anuló la posibilidad de participar en foros mundiales, no atendió invitación de otros gobiernos y se dedicó a ofender a pueblos como el español con calificativos anacrónicos e injustos. Los acuerdos personales bilaterales que son los que cuentan nos limitó ventajas y prefirió vendernos laminasen de viajar en líneas comerciales para ahorrar dejando la venta/rifa del avión presidencial en un ridículo fiasco.
Vamos se ha negado asistir a la Asamblea General de la ONU para no evidenciar su baja cultura, su amargo populismo y su negado ingles. AMLO quedó fuera del Foro de Davos, Reunión Anual del G-20, Cumbre de las Américas, Cumbre del Cambio Climático en París y pacto de la Alianza del Pacifico por sentir que él califica o desclasifica a las democracias extranjeras.
De ahí su desafío mundial para premiar y dar asilo a los personajes más controvertidos y perseguidos por la justicia. Aquí pide juicio político contra los expresidentes, del otro lado manda aviones militares para regalas asilo a sujetos como Evo Morales. Se permitió el lujo de acudir a Washington, para equivocadamente apoyar a Trump. Y quedó en su anecdotario una rápida visita a El Salvador, Cuba y a Honduras.
Al Casi cierre de su sexenio aceptó la invitación de Joe Biden para asistir a la reunión del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico, en San Francisco, California y luego irá en la primera quincena de septiembre a Colombia y a Santiago de Chile para acudir a la conmemoración del 50 aniversario del golpe de Estado recordando el crimen contra Salvador Allende. Pero así de cambiante, de inseguro en sus movimientos en materia de política exterior. No olvidemos que con Sudamérica hay pactos importantes incluso en materia política electoral y afinar apoyos para AMLO es vital.
Se han documentado los movimientos migratorios temporales para que en un sucio juego se presenten ilegales acarreados a las urnas para luego sigilosamente repatriarlos. AMLO se ha molestado incluso al grado de descalificar a los galardonados con el Premio Nobel de la Paz porque no es él quien figura. Ahora pretende sostenerse falsamente como caudillo continental bajo la sombra de un país, el nuestro, a Merced del crimen organizado y convertido en enorme cementerio por tanto asesinato y en terreno fértil para las desapariciones y feminicidios, aunque, reiteró, diga que “no se oye”.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv Canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio