Por CARLOS RAMOS PADILLA
Nunca antes México había presentado tal desgaste diplomático, tal desprestigio y un buen número de conflictos internacionales. Desde la equivocada política exterior de amlo, amparada por Ebrard, nos sumimos en polémicas innecesarias y en injerencias absurdas con Panamá, Ecuador, España y Perú, además de ataques mediáticos contra organismos como la OEA y la ONU.
Eventos despreciados como la Cumbre de Davos y el no haber sido considerado para la Cumbre de las Américas. China, Irán, Nicaragua, Cuba y Venezuela se aliaron a México para emprender acciones populistas y comunistoides.
Los intercambios y negociaciones políticas, de seguridad, migración y económicas con Estados Unidos han mantenido un irregular comportamiento más hacia lo negativo, tan es así que ninguno de los actuales dos mandatarios han tenido un encuentro presencial y menos una fotografía oficial.
AMLO metió en serio problemas al país con temas tan absurdos como la conquista o la defensa de tiranos perseguidos en el mundo como Evo Morales.
Su terquedad nos llevó a una crisis inédita con Ecuador incluso para ser considerado persona non grata y se sabe que hoy en día el gobierno mexicano está ofreciendo vida y nacionalidad a políticos corruptos de esa nación.
Ese será un próximo escándalo.
En lo que ha llamado del segundo piso de la transformación, Sheinbaum permanece no sólo en el fondo del hoyanco sino que lo profundiza más.
Tiene sobre su espalda los expedientes extranjeros abiertos acerca de la complicidad del gobierno, empresarios y militares con el crimen organizado, el señalamiento contra aduanas y el trasiego de fentanilo y opioides hacia los Estados Unidos.
Los aranceles es su guillotina y el principal error es haber nombrado a Juan Ramón de la Fuente como secretario de Relaciones Exteriores con trampas y mentiras públicas haciendo creer que regresaba de la ONU a México solo para cumplir con tareas académicas.
Ebrard (doblado por Trump) y De La Fuente, se han dedicado a cumplir órdenes incondicionales incluso violentando sus antes encendidos discursos e ideologías contra la izquierda y permitiendo llevar a distintas embajadas a inexpertos políticos protegidos luego de los señalamientos de ilícitos. Incluso se guardó extraño silencio como el inquilino de la Casa Blanca declaró que “México hace lo que nosotros le decimos”.
En las últimas horas el pleno del Congreso (Parlamento) de Perú votó una moción para declarar persona non grata a Sheinbaum a raíz de su apoyo al expresidente peruano Pedro Castillo, encarcelado y enjuiciado por el fallido de golpe de Estado que protagonizó a finales de 2022.
Con 12 votos a favor y seis en contra, se aprobó en primera instancia la moción, que deberá ser ahora tratada por el pleno para su ratificación o, en su defecto, para su archivo.
La moción fue presentada a iniciativa del congresista fujimorista Ernesto Bustamante, quien preside la comisión parlamentaria de Relaciones Exteriores, así como de la también fujimorista Patricia Juárez y la derechista María del Carmen Alva.
De acuerdo con los proponentes, Sheinbaum «mostró una conducta hostil hacia el Perú desde que asumió su cargo al desconocer la sucesión constitucional tras la vacancia (destitución presidencial) de Pedro Castillo y al referirse a él como ‘legítimo presidente del Perú'».
Diplomacia mexicana en declive sin duda alguna que incluso permite llegar a “entendimientos” y no acuerdos con los Estados Unidos.