Migración, crisis Humanitaria por inacción Gubernamental

Las caravanas migrantes son un fenómeno social ancestral cuya raíz viene desde la misma aparición del hombre en la tierra con los pueblos nómadas, influyentes grupos que realizaban intercambios comerciales, contactos y alianzas guerreras y políticos. Estos movimientos incluso conquistaron amplias regiones del mundo como los Vikingos en Europa, Mongoles en Asia y los Aztecas en América del Norte, llegando a imponer su cultura y religión.

De esta forma se lograron crear importantes imperios en la antigüedad como el Chino, Griego, Otomano, Romano, Inca y el Maya, que otorgaron importantes aportaciones a la humanidad, muchas de las cuales hoy en pleno Siglo XXI siguen asombrando a propios y extraños; tanto así que muchos de sus aportes artísticos, políticos y arquitectónicos continuamos replicando en la vida moderna, pues son la base del actual cambio tecnológico y científico.

El problema con el éxodo de hoy en día es que del aporte que realizan estos migrantes a los países que llegan es muy poco, casi nulo; eso sí, esas miles de personas salen de sus países con una especie de odio, frustración y rabia que trasladan a los lugares donde llegan, pues en su mayoría son desplazados por guerras internas, crimen organizado, indiferencia de sus gobiernos ante desastres naturales y hasta por vivir en pobreza extrema.

Bajo el pretexto de salvaguardar los derechos humanos, a donde van gobierno y sociedad se ven obligados a proporcionar ayuda, mucha de la cual ni siquiera a sus propios compatriotas se les da, como el caso de México que en cuanto pisa una caravana migrante territorio nacional les dan despensas, atención médica y medicinas, transportación, educación y casas de campaña, lo cual está bien pero… ¿qué de los mexicanos en situación de calle?

Los números no mienten, la mayoría de los ilegales en el último trimestre de 2018 en el país proceden de Honduras; según cifras del Banco Mundial, el PIB por habitante en ese país es algo así como 2,500 dólares anuales, que contrastan con el PIB por habitante en México, 8,900 dólares; mientras que en EU se mantiene en 41,000 dólares. Así las cosas, lo que mueve a muchos grupos de desplazados es la inacción de sus autoridades.

Ese es el detonante que obliga a miles a partir hacia un futuro incierto en general, toda vez que sus gobiernos vienen de regímenes dictatoriales, antidemocráticos y apátridas, operados por no más de 100 familias que se han apoderado de todo: bienes, conciencia y la propia vida, principalmente dentro del llamado Triángulo Norte de América Central, al que pertenecen Honduras, Guatemala y el Salvador, pero también ya ocurre en la región Sur.

Se arriesgan para no morirse de hambre, como el éxodo de ciudadanos venezolanos que hoy ha generado la mayor crisis migratoria de la historia en América Latina, que partieron rumbo a Colombia, Chile y hasta Brasil, todo es mejor que seguir en manos de un déspota castrense. Según las Naciones Unidas (ACNUR), más de 2,3 millones de sus ciudadanos, se han ido del país desde 2014, siendo catalogada ya como una autentica crisis humanitaria.

Los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández; y de Guatemala, Jimmy Morales; pretextan que el éxodo masivo tiene un trasfondo político, menospreciando la pobreza, marginación e inseguridad que los aqueja, pues hipócritamente soslayan que se encuentran entre los países más violentos del mundo, producto de los cárteles y bandas criminales casi siempre al amparo de hombres poderosos del gobierno, lo que da lugar a 3 mil desplazados por año.

Los grupos de asistencia de la región han declarado “olvido oficial total”, pues no hace nada el Gobierno para revertir esos indicadores, de ahí que dicha problemática inmigrante vaya en aumento cada año, mes y día, como la crisis en Siria que desnudó la que ha sido considerada por la ONU como «la mayor crisis humanitaria en el planeta», después de la Segunda Guerra Mundial, donde la mayoría de refugiados huyeron a Turquía, Líbano y Jordania.

De acuerdo con los datos revelados por la Comisión Europea y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), a Turquía -ubicado al norte de Siria– han llegado 1.938.999 refugiados y/o desplazados en los últimos cuatro años; mientras que el Líbano ha contado 1.113.000 y Jordania alberga a 629.666 más, todo para escapar de la guerra que enfrenta el bando leal al presidente Bashar al Asad, rebeldes y el Estado Islámico.

Mientras, la Unión Europea se debate, analiza y hasta se divide ante la amenaza de ubicar a 120.000 “beneficiarios de asilo” a los que planea aceptar en los próximos dos años, mientras que el conjunto de naciones del mundo ya ha recibido cerca de 3.6 millones de sirios, 30 veces la población europea. Una crisis que no para y sí aumenta, pues en promedio 24 personas huyen cada minuto en el planeta a causa de guerras, conflictos o persecuciones.

Según el informe anual 2015 del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), a finales de ese año, 65.3 millones de personas habían sido forzadas a dejar sus hogares en el a nivel global, frente a los 59.5 de 2014; es decir, poco más de 6 millones de individuos por año, donde 1 de cada 2 procede de Siria, Afganistán o Somalia, lo cual da lugar a que el mar Mediterráneo es hoy mudo testigo del horror, la intolerancia y la xenofobia.

En Afganistán se registró a un total de 2.7 millones de desplazamientos hasta 2015 y en Somalia, más de 1 millón; después están Sudán del Sur, Burundi y Ucrania, con poco menos de 1 millón de exiliados. Pero en México no cantamos mal las rancheras, pues cientos de miles han tenido que abandonar sus hogares a causa de la violencia en el País; de 2006 a 2017, 483 mil compatriotas fueron desalojados, ante el estatismo oficial.

¿Por qué gobiernos y sus socios comerciales son omisos ante este flagelo?, ¿hasta dónde llega la responsabilidad de la ONU, OTAN y otros tantos organismos mundiales?, basta de nacionalismos trasnochados e hipócritas, así como oficiosos seudo defensores de los derechos humanos, el problema migrante amenaza con convertirse en la Tercera Guerra Mundial, así que atendamos este cáncer o caeremos en una violencia racial generalizada!

Twitter@Armando_Alcocer

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