4T minimiza la CRISIS SANITARIA; datos sobre la PANDEMIA pierden credibilidad

Andrés Manuel López Obrador minimizó la importancia de usar cubrebocas durante la pandemia de coronavirus y consideró que usarlos para reactivar la economía sería “desproporcionado”.

El gobierno federal ha fallado en el manejo de la pandemia por COVID-19, tanto en lo sanitario, económico y político, aseguró Juan Ignacio Zavala, al participar, junto con Blanca Heredia y Raymundo Riva Palacio, durante el foro número 14 de la serie Meet Point, que organiza El Financiero-Bloomberg, llamado “Mexico ¿que sigue? Entre la pandemia y las elecciones”, moderado por el periodista Javier Risco.

“La pandemia no es una creación del gobierno, no fue un error gubernamental… y si bien no hay un receta muy clara de cómo hacerlo, sí hay recetas muy claras de qué es lo que no se ha hecho y qué cosas no se deben hacer y ahí el gobierno ha fallado en lo sanitario, económico y político”, dijo.

  • Raymundo Riva Palacio señaló que aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el dominio de la narrativa sobre la pandemia, “no domina la agenda pública y mucho menos la realidad que siempre termina por imponerse”.
  • Sin embargo, los analistas aseguraron que aún no un queda claro como impactará esto en el resultado de las elecciones de 2021, donde podrían influir otros factores como los casos de corrupción que investiga la administración de López Obrador, así como el papel de la oposición que no está fortalecida ni cohesionada.

Zavala consideró que el gobierno “ha dejado mucho que desear” con relación al manejo de la pandemia.

Señaló que López-Gatell, a quien se presentó como el científico en quien se debía confiar, “se convirtió en un personaje de las revistas del corazón, galán y rockero; luego entró en una faceta contestaria y hoy actúa como diputado radical”.

“Hemos perdido al científico, hemos perdido al doctor, y eso significa que hemos perdido la batalla real en contra de la pandemia”, dijo.

Los tres analistas, colaboradores de El Financiero, coincidieron en que el símbolo más claro de la pandemia es el uso del cubrebocas lo cual tiene al gobierno en una confrontación interna y con los gobiernos locales. “Vemos a un Presidente que ha renunciado a esta labor pedagógica que es usar el tapabocas en tiempos de estas crisis”, agregó Zavala.

  • Es ese sentido, Blanca Heredia señaló que ha habido problemas para gobernar con el ejemplo. “El Presidente se resiste a usar el cubrebocas. Es desafortunado porque una imagen vale más que mil palabras”, apuntó.

Dijo que pareciera que la resistencia del Presidente al uso de tapa bocas pretende minimizar el problema y decir que la cosa no está tan grave.

Riva Palacio señaló que ni los efectos de la pandemia, ni el éxito o fracaso de la estrategia se pueden medir por el tema de camas ocupadas porque “se estaría perdiendo la perspectiva”.

  • Agregó que el manejo de la estadística es engañoso, pues sí hay un aceleramiento de la pandemia. Señaló que López-Gatell ha perdido su credibilidad por el servilismo que ha tenido con López Obrador.
  • Dijo que la comunicación del gobierno federal ha tenido un desorden diario y una lucha permanente entre datos, especulación, actos de fe, propaganda y una narrativa política.

Sobre el papel de la oposición, los expertos apuntaron que el “lodazal político” con miras a las elecciones intermedias “está comenzando”.

Heredia señaló que la oposición no está capitalizando los puntos malos del gobierno federal porque no han hecho calle como lo hizo López Obrador durante muchos años.

Dijo que descalificar todo lo que hace el gobierno ya no es la vía para atraer simpatías “porque muchos tienen una cola bien grande”. Ve a una oposición fragmentada y limitada.

  • Riva Palacio dijo que no ve muerta a la oposición, pero no la ve fuerte. Apuntó que no cree que la intención del Presidente sea que desaparezca el PRI, “porque le conviene mantenerlo como un partido para su conveniencia, el PRI podría ser el partido Verde del futuro”.

Señaló que ante la crisis económica que se avecina la administración federal aún tiene como sacarle jugo al discurso de corrupción atribuido a gobiernos pasados. “Si esto se sale de control el Presidente va tener que actuar contra Peña Nieto”, aunque aclaró que no se tiene claro si esto podría beneficiar en la materia electoral.

Zavala dijo que el caso Lozoya es el fin del PRI y del peñismo y con lo cual el gobierno puede salir fortalecido.

No obstante, señaló que de cara a la elección de 2021 “el foco estará en lo que suceda al interior de Morena cuyas fracturas internas podría dar candidaturas a la oposición”.

Sobre la oposición, Zavala dijo que si bien no está consolidada, sí hay una gran cantidad de oposición, la cual se ha multiplicado desde 2018 y su futuro dependerá de su plataforma y oferta política.

El costo político de AMLO, Trump y Bolsonaro ante la pandemia

Estados Unidos, México y Brasil comparten dos cosas. La primera, el tener líderes que llegaron al poder sin ser parte del establishment y que, contraviniendo a la ciencia, se han
negado a imponer medidas estrictas frente al coronavirus. La segunda, estar entre las 10 primeras naciones más golpeadas por la pandemia.

Donald Trump, Andrés Manuel López Obrador y Jair Bolsonaro han sido calificados de populistas y los tres han ido a contracorriente de la mayoría de las naciones en las que el uso de cubrebocas es obligatorio y donde se impusieron, desde el Estado, medidas estrictas de confinamiento.

  • Hoy, Estados Unidos es, por mucho, el país más golpeado, con más de 4 millones de casos y más de 144 mil decesos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins. Brasil le sigue en segundo lugar, con más de 2 millones de contagiados y casi 83 mil víctimas fatales. México, hasta ayer, ocupaba el sexto lugar en infecciones (370 mil 712), y 41 mil 908 decesos.

Bolsonaro dio positivo al Covid-19, pese a lo cual fue visto paseando en moto, sin cubrebocas, y detenerse a platicar con la gente.

Los expertos advierten de los riesgos de las políticas de estos tres jefes de Estado. Lo que está en juego, dicen, son vidas, pero también la subsistencia política.

“Los líderes populistas confían en que saben lo que es mejor para solucionar los problemas que sus sociedades confrontan. Se resisten a cofinar en la ciencia y la experiencia”, dice Michael Schifter, presidente de Inter-American Dialogue, centro de análisis de políticas públicas en Estados Unidos. Pero eso tiene consecuencias. “Frente a la pandemia del coronavirus, algunos populistas han negado y minimizado la severidad de la crisis. Conforme aumentan los casos y muertes, estos líderes están pagando un precio político”, explica.

  • Cynthia Arnson, directora para el programa de Latinoamérica del Woodrow Wilson Center, no cree que el populismo sea el problema. “No hay nada inherente en el populismo que vaya contra la ciencia o la salud pública”, dice a este diario. Lo que tienen en común los líderes populistas es “una concentración y personalización del poder, así como el rechazo de las instituciones reguladoras, incluyendo los ministerios de Salud”.
  • Coincide Charles T. “Chuck” Call, de la Iniciativa Latinoamericana en el programa de Política Exterior del Brookings Institution. “Ser populista no necesariamente quiere decir que uno tiene que rechazar la ciencia”. Y pone como ejemplo el caso del presidente Nayib Bukele, de El Salvador, “quien enfatiza las bases científicas y ha tomado en serio el virus”.

Eso, alerta, no quiere decir que las políticas de Bukele sean las mejores, y recuerda que “ha arrestado a mujeres sólo por ir a la tienda durante la cuarentena”, pero sí muestra que, “aunque los populistas suelen descartar la ciencia, no todos lo hacen, ni es una característica necesaria”.

En contraste, Trump, Bolsonaro y López Obrador sí comparten el rechazo a los consejos que vienen de instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), o los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

“Cada uno de estos tres presidentes niega la importancia de la ciencia y la investigación cientíca”, comenta Duncan Wood, director del Instituto México en el Wilson Center. “Cada uno de los tres odia ser contradecido y tiene un problema con los hechos”, añade. A ellos les tocó encabezar en tiempos de crisis cuando, dice Wood, “los votantes están buscando que les den seguridad, certidumbre y liderazgo fuerte; negar los hechos compromete gravemente la capacidad de estos tres presidentes de proveer estas tres cosas”.

Por ello, acota, “debemos preguntar sobre la competencia de cada uno de estos gobiernos; para mí está claro que ha faltado mucho, tanto en el mensaje que han empleado como en el manejo de sus administraciones de lo que constituye una crisis existencial”, como es la pandemia del Covid-19.

  • Dos ejemplos concretos: las medidas de distanciamiento y el cubrebocas. “Hay pocas dudas del fracaso de líderes como Trump, López Obrador y Bolsonaro, a la hora de responder rápidamente a la pandema e insistir en precauciones básicas como el distanciamiento social y el uso de cubrebocas”, lamenta Schifter. Y ese fracaso “ha tenido costos humanos reales, que se reflejan en el aumento de casos y muertes. Los últimos meses han demostrado que cuando la ciencia y la experiencia sanitaria son ignoradas, o no se toman en serio, los riesgos son enormes”.
  • Arnston insiste en el tema de los cubrebocas. “Dejar todo a la decisión personal es irresponsable y sólo prolongará el tiempo necesario para poner la pandemia bajo control”.

La experta del Wilson Center considera legítima la “preocupación por la devastación económica causada por las cuarentenas y cierres”, algo muy presente en Estados Unidos, de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.

Sin embargo, advierte, “el rechazo a la ciencia y la evitación de los efectos económicos en el corto plazo probablemente serán desastrosos a largo plazo, tanto para la salud como para la recuperación económica”.

  • Schifter coincide. “Los instintos de Trump y Bolsonaro de llamar a la reapertura de la economía son comprensibles. La dura realidad es que muchas personas en EU, especialmente en Brasil, simplemente no pueden sobrevivir por un periodo extendido de tiempo. Sin embargo, hay que equilibrar esa meta con otra más primordial, la de proteger las vidas de las personas… Es muy irresponsable minimizar las implicaciones que tiene para la salud reabrir las economías”.

Además del costo en vidas humanas, existe un costo político. Trump, quien se ha desplomado en las encuestas, parece que ya se dio cuenta y esta semana cambió su discurso, resaltando la importancia del distanciamiento y el uso de curebocas.

“El cambio de curso de Trump en el tema de los cubrebocas y sobre si hay o no un pronto nal de la pandemia a la vista se debe a los terribles números que tiene en las encuestas publicadas recientemente” para su reelección, dice Wood. Alterar el rumbo, en los casos de López Obrador y Bolsonaro, podría suceder, a decir de Schifter, “si sufren políticamente, como resultado de su mal manejo de la pandemia. Podrían intentar y cambiar el curso [como Trump parece estar haciéndolo], para mantener sus niveles de apoyo popular”.

Por el momento, al menos en el caso de López Obrador, parece algo lejano, señala Wood. “En México, la pandemia ha dividido a la población a poco menos de la mitad; los simpatizantes más apasionados de AMLO siguen creyendo que está haciendo un buen trabajo. Con el Congreso federal firmemente en las manos del partido gobernante, el trabajo de proveer una oposición ha quedado en algunos gobernadores clave”.

A diferencia de Trump, concluye, “AMLO aún tiene un apoyo impresionante de al menos 50% de la población en México y aún tiene casi un año para preparar la campaña para las elecciones de medio término. Claramente está esperando que, para entonces, la pandemia haya cedido y el crecimiento económico produzca una recuperación fuerte”.

López Obrador minimiza el uso del cubrebocas

El Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador minimizó la importancia de usar cubrebocas durante la pandemia de coronavirus y consideró que usarlos —como recomendó su Secretario de Hacienda— para reactivar la economía sería “desproporcionado”.

A López Obrador nunca se le vio utilizando una máscara sanitaria en actos públicos hasta que voló a Washington a principios de este mes para reunirse con el Presidente Donald Trump.

“Si fuese el cubrebocas una opción para la reactivación de la economía, pues me lo pongo de inmediato, pero no es así. Yo sigo las recomendaciones de los médicos, de los científicos”, declaró el miércoles.

  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de cubrebocas, entre otras medidas, para frenar la propagación del COVID-19. López Obrador tiene 66 años y entra en el grupo de personas de riesgo que deberían usarlos.
  • México reportó el martes más de 350 mil infecciones confirmadas y 40 mil decesos a causa del coronavirus, el cuarto país con más decesos después de Reino Unido, Brasil y Estados Unidos.

El martes, el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien hace poco se recuperó de COVID-19, dijo en una reunión virtual con empresarios que los países que adoptaron un enfoque más ordenado y precauciones para reactivar sus economías han tenido más éxito que otros que sufrieron nuevos brotes y tuvieron que cerrar de nuevo.

  • El miércoles en la conferencia informativa diaria del Mandatario, Herrera le pidió la palabra al Presidente para aclarar los comentarios que hizo el martes. El Secretario señaló que estaba usando el cubrebocas como “analogía” para explicar a los empresarios que se deben tomar medidas para operar de manera segura actualmente. Entre tales medidas se encuentran las mascarillas y él sacó la suya.

López Obrador regresó al podio y pronunció: “Es la sana distancia y la libertad”. Luego elogió a los mexicanos por ser cuidadosos y criticó historias recientes en la prensa que resaltan el número de muertos en países con jefes de estado que no usan el barbijo, como en México, Estados Unidos y Brasil.

El lunes, Trump tuiteó una foto de sí mismo usando máscara y ayer admitió que estas han tenido impacto.

Después de que el país confirmó su primera infección por COVID-19 el 28 de febrero, López Obrador continuó con sus viajes por distintas partes del país durante varias semanas, acercándose a las multitudes como de costumbre. En general, el mandatario mexicano ha minimizado la amenaza de la pandemia y ha presionado para reabrir la economía de México.

“No es sólo el cubrebocas, tiene que ver con una serie de factores, de todo tipo”, declaró./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario