Bajo ACOSO DERECHOS de los Pueblos INDÍGENAS sobre sus RECURSOS NATURALES (Agua)

Las afectaciones de acuíferos y cuerpos de agua se han acentuado, ante lo cual las comunidades han optado por la lucha jurídica y las movilizaciones.

Los derechos de los pueblos indígenas sobre los recursos naturales, en particular del agua, están bajo acoso. El pueblo yaqui en Sonora siempre ha enfrentado agresiones y represiones que ahora se dan en un contexto de crisis del líquido en la región, además de que se relacionan con fuerzas estatales y locales vinculadas a trasnacionales, señalaron académicos.

  • Tan sólo entre 2012 y 2018 casi la mitad de los 65 ataques, amenazas e intimidaciones que hubo a defensores ambientales en el rubro hidráulico están relacionados con la construcción del acueducto Independencia en Sonora, indica el Informe sobre la situación de las personas defensoras de los derechos humanos ambientales en México 2019 del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda). En el balance de 2020 reportó que en todo el país hubo 12 ataques dirigidos a comunidades defensoras del agua, suelo y territorio.
  • El acueducto Independencia, al que se ha opuesto la tribu yaqui y planeado por el gobierno desde 2010 para llevar agua del río a Hermosillo, “era el sello para dejarlo prácticamente sin agua, ya que tras el decreto de Lázaro Cárdenas de que 50 por ciento de las aguas del río era para los yaquis y el otro 50 por ciento para los agricultores, el gobierno lo que hizo fue construir presas, el agua se desvió a los campos agrícolas y el caudal desapareció”, sostuvo el abogado Francisco López Bárcenas en entrevista.

Consideró que el acoso a las comunidades de la región se acentuó desde 2016 y comenzó contra los opositores al gasoducto en la comunidad Loma de Bácum. Ahora, agregó, con el plan de justicia del pueblo yaqui, que impulsa el gobierno federal, se dice que se va a devolver el agua, pero ya ni siquiera hay caudal natural.

  • El plan de justicia del pueblo yaqui ha puesto en alerta a los acaparadores, que en combinación con el cacicazgo y el crimen organizado tienen una campaña para aterrorizar al pueblo. En “la lucha por el agua, están en juego los derechos de los pueblos originarios que, con distintos niveles de organización y cohesión, están dando luchas”, apuntó Pedro Moctezuma, del programa de investigación para la sustentabilidad de la Universidad Autónoma Metropolitana e integrante de la coordinadora Agua para Todos, tras confirmarse el asesinato del vocero Tomás Rojo.

Las afectaciones de acuíferos y cuerpos de agua se han acentuado, ante lo cual las comunidades han optado por la lucha jurídica y las movilizaciones.

Pese a logros que obtuvieron, incluso cuando en 2013 la Suprema Corte de Justicia de la Nación ordenó la suspensión de la operación del acueducto Independencia, el gobierno de Sonora y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) violaron los acuerdos, sostuvo Leticia Merino, investigadora del Seminario Universitario de Sociedad, Medio Ambiente e Instituciones (Susmai).

  • En este contexto se ve que no se pueden respetar los derechos si no se cambia el régimen actual establecido con la Ley de Aguas Nacionales, con su sistema de concesiones, “es necesario cambiar las reglas de juego, impulsar leyes desde abajo, como la iniciativa ciudadana de la ley general de aguas”, señaló.

Carlos Vargas, también académico, aseveró que para los pueblos el agua es sagrada, “por algo persisten sus cuerpos de agua. Porque tienen un especial cuidado, es sagrado, y representan una amenaza al gran capital y enfrentan la voracidad del negocio con el agua. Esto se ve no sólo con la nación yaqui, sino con los pueblos que son despojados por las megaobras”.

La investigadora Eloísa Domínguez refirió que en Hermosillo hay zonas donde se presentan los mayores abatimientos de niveles de agua, hay una gran intrusión salina, es un “acuífero cadáver”.

Acueducto Yaqui en Sonora, para garantizar suministro y proteger la salud

El próximo martes 28 de septiembre el presidente Andrés Manuel López Obrador llegará a territorio Yaqui con un regalo bajo el brazo: la construcción de un acueducto de 2 mil 165 millones de pesos para dotar de agua libre de arsénico, plomo, manganeso, sodio y otros metales duros a por lo menos 38 mil habitantes de 50 comunidades indígenas en Sonora.

  • El informe titulado Evaluación socioeconómica del Proyecto “Construcción del Sistema de Abastecimiento de Agua Potable Intermunicipal para comunidades Yaquis” señala que actualmente la cobertura de agua potable es de 83 por ciento y que de no tomar acción en estos años el servicio solo alcanzaría para el 66 por ciento de la población para 2053.
  • El gobierno federal iniciará la construcción en enero de 2022 con los trabajos de supervisión de terrenos y las primeras intervenciones de obra para poder entregarla en enero de 2024 y con esto alcanzar la cobertura total por los siguientes 30 años, cuando la población tenga aproximadamente 47 mil habitantes.

Sin embargo, el mayor beneficio de este acueducto será proporcionar agua limpia a los habitantes de la zona, ya que diversos estudios muestran altos niveles de arsénico en los pobladores, lo cual genera diversas afectaciones en la salud como padecer diabetes mellitus y mayor probabilidad de desarrollar algunos tipos de cáncer.

  • De acuerdo con estudios de la Universidad de Sonora, entre las 10 principales enfermedades no transmisibles que se presentan entre las 50 comunidades yaquis se encuentran la diabetes como principal padecimiento, seguido por la hipertensión arterial, anemia, hipertrofia prostática e infecciones en las vías urinarias.

Ante esto, destaca que en la población yaqui se registre una prevalencia de 18.3 por ciento de diabetes mellitus, mientras que en otras comunidades cercanas, como los Tepehuanos, solo se presente esta enfermedad en 0.83 por ciento de sus habitantes, según un informe del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de Sonora.

  • Además, el proyecto de Conagua para la construcción del acueducto señala que “la exposición a concentraciones elevadas de arsénico durante largo tiempo causa cáncer en diversos órganos y tejidos, principalmente en la piel, vejiga, hígado, pulmón y riñón (…); sin embargo, la falta de registros de cáncer en las regiones con mayor exposición no permite conocer si este padecimiento es más elevado en las poblaciones con arsenicismo”.

Aún así, la Conagua sostiene que el beneficio principal del proyecto será la disminución de enfermedades en la población de la comunidad Yaqui, al dejar de suministrar agua de mala calidad, ya que el consumo de agua con arsénico y otros metales pesados puede tener efectos nocivos en la salud, pero no revela cifras que sustenten dicha mejora en la salud de los habitantes.

“Este beneficio es difícil de cuantificar y no debemos perder de vista que, el derecho humano al agua, en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible, es indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros derechos humanos y que el agua es un bien público fundamental para la vida y la salud y no solo un bien económico”, sostiene el proyecto de ejecución.

Cobertura del agua potable y su costo

La construcción del acueducto contempla que en las 50 comunidades Yaqui, ubicadas en los municipios de Guaymas, Empalme, Cajeme, Bácum y San Ignacio Río Muerto, se tenga una cobertura total de agua potable para los 38 mil habitantes Yaqui, pues actualmente solo 31 mil 431 de ellos cuentan con servicio.

  • De los 6 mil 626 indígenas que carecen de acceso al agua, el 77 por ciento vive en 34 comunidades ubicadas en el municipio de Guaymas, y que serán los principales beneficiados con el proyecto, específicamente en las localidades de Pótam y Vícam, donde habitan 2 mil 32 yaquis.
  • Las cifras de Conagua muestran que actualmente hay 24 poblados Yaquis que no cuentan con una sola gota de agua potable y que afecta a mil 240 indígenas que viven en estas localidades totalmente alejadas. El caso más llamativo se presenta en la localidad El Castillo, en Guaymas, donde habitan 304 personas y ninguna de ellas cuenta con agua en sus hogares, por lo que realizan largas jornadas para acarrear agua de ríos y pozos en las afueras de la comunidad.

La Conagua señala que para realizar un trabajo integral de servicio de agua potable destinará 811.6 millones de pesos para la construcción del nuevo acueducto y se adquirirán dos plantas de bombeo con valor de 150 millones y una planta potabilizadora que tendrá un costo 200 millones.

Además, el proyecto señala que se gastarán 325 millones de pesos para realizar las obras de toma de agua (tuberías), 320 millones para los ramales y se darán otros 60 millones de pesos para los trabajadores encargados de la supervisión de la obra, con lo que se estima una inversión final de 2 mil 165 millones de pesos./Agencias-PUNTOporPUNTO

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