Es urgente trabajar por la construcción de la paz, combatir la corrupción, impunidad e ilegalidad que generan la violencia y restablecer con ello la justicia y la igualdad en el país, afirmó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). Plantea la necesidad de dar seguimiento a los procesos electorales luego de emitir un voto, para exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir rendición de cuentas de manera transparente, puesto que eso es obligación de todo político.

En su Proyecto Global Pastoral 2031-2033, que se dará a conocer hoy, el órgano que reúne a los más de 100 obispos del país subraya: “Las cifras de escándalo que nos dan en estos tres campos: corrupción, impunidad e ilegalidad nos llevan a encender los focos rojos y a trabajar por la transparencia de las instituciones”, en un marco en el que los ciudadanos están desilusionados ante los escándalos de corrupción, los salarios estratosféricos de políticos y funcionarios, así como de la superficialidad de las plataformas de los partidos.

  • “Nuestro país no aguanta más el robo, la opacidad, el despilfarro y el mal uso de sus recursos, porque esto significa pobreza para sus pueblos y miles de historias humanas sin las condiciones necesarias para vivir con dignidad.
  • Ningún Estado puede sobrevivir donde no se castigan los delitos, donde se han corrompido las instituciones de justicia y no existen los medios para procurar la aplicación de la ley para quien ha cometido algún delito.
  • “Aunque se tenga un marco legal ejemplar, si no se cumplen las leyes de nada sirven. Esta realidad ha llevado a la crisis de las dependencias de gobierno, mandatarios, partidos políticos y dirigentes sindicales, a perder credibilidad entre los ciudadanos y a romper un tejido social endeble”

En el documento de 195 puntos en los que se abordan temas como la pobreza, migración forzada, la familia, situación de la mujer y jóvenes, democracia, participación ciudadana, salud y educación, destaca que a pesar de que se han destinado grandes cantidades de dinero para consolidar nuestra democracia, siendo una de las más caras del mundo, no termina de afianzarse, dejando profundamente insatisfechos a muchos ciudadanos que se sienten desilusionados por esta forma de gobierno.

  • “Sobre todo por los escándalos de corrupción, los salarios estratosféricos de funcionarios, la superficialidad de las plataformas de los partidos, la manipulación del voto que juega con la pobreza de la gente y los escasos resultados que se ofrecen para una vida mejor”, refiere.
  • Plantea la necesidad de que los políticos recuperen la confianza de los ciudadanos y el verdadero sentido de la política, como esa búsqueda continua del bien común que lleva a construir sociedades justas.

“También los ciudadanos tendremos que saber que la democracia no termina emitiendo nuestro voto, sino que es necesario dar seguimiento a este proceso, exigir el cumplimiento de las promesas de campaña y pedir la rendición de cuentas de manera transparente, deber al que todo político está obligado”, indica.

  • El Proyecto Global Pastoral 2031-2033 es resultado del encargo que el papa Francisco hizo a los obispos mexicanos durante el discurso que pronunció en la Catedral Metropolitana el 13 de febrero de 2016 en su visita a México, donde pidió a los prelados un programa pastoral “serio y cualificado”

En un análisis sobre las circunstancias que vive el país. Con esa premisa, el documento es resultado, entre otras cosas, del trabajo realizado en asambleas recientes del Episcopado Mexicano y en encuentros con diversos agentes de pastoral, como presbíteros, consagrados, laicos, así como pastores y fieles.

  • En el documento de 68 páginas y fechado el 13 de mayo de 2018 se resalta que la CEM lamenta “profundamente la desaparición y muerte de miles de jóvenes en los últimos tiempos, los feminicidios, los verdaderos ríos de sangre nueva que han corrido por nuestros pueblos y ciudades.

La situación de muchos de ellos envueltos en la violencia, el narcotráfico, la trata de personas, la falta de oportunidades, el desempleo, la migración y el descarte. Un país sin adolescentes y jóvenes sanos; humana y socialmente es [una nación] sin futuro”.

Se subraya que para alcanzar una paz “firme y duradera” en México, la Iglesia católica está llamada a aportar una actitud “dialogante” en la que sea capaz de sentarse a la mesa con diferentes actores de la sociedad civil para trabajar en la reconstrucción del tejido social./ CON INFORMACIÓN DE EL UNIVERSAL

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