El 50% de los SUELOS en AMÉRICA LATINA sufre desgaste que IMPIDE PRODUCIR los ALIMENTOS

El clima extremo está azotando los cultivos en todo el mundo, lo que trae consigo la amenaza de una mayor inflación de los alimentos en un momento en que los costos ya rondan los niveles más altos en una década y el hambre va en aumento.

Los suelos de América Latina y El Caribe han sufrido un desgaste que impide a sus agricultores sacarles el mayor provecho posible.

  • Lina Pohl, representante en México de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), señaló que prácticamente la mitad del suelo en la región está desgastado, un problema que va más allá de lo ambiental.
  • “50 por ciento de las tierras de América Latina y El Caribe están degradadas, y eso significa no solo un problema para el cambio climático, sino que es un tema de productividad para los pequeños, medianos y grandes productores de nuestro país”, declaró durante su intervención en la Conmemoración del Día Mundial del Suelo organizada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

La fertilidad del suelo es uno de los grandes problemas que enfrenta la agricultura a nivel global. La especialización de cultivos y la producción agrícola intensiva lo han degradado, mermando su capacidad productiva en un contexto en el que urge sacarle el mayor provecho posible a cada metro cuadrado de tierra cultivable.

Pohl subrayó la relevancia del suelo como insumo para la producción agrícola. El 95 por ciento de los alimentos provienen de este, al igual que más de 500 antibióticos.

“Es el suelo el que produce alimentos, es el suelo el que filtra el agua, es el suelo el que nos da las medicinas, los medicamentos, que nos ayuda a combatir al cambio climático”, subrayó.

  • En el marco del Día Mundial del Suelo, Sader presentó la Estrategia Nacional del Suelo para la Agricultura Sostenible (ENASA), un plan de acción que apunta a establecer prácticas sostenibles para el manejo del suelo y su restauración.

“Buscamos sobre todo fomentar y coordinar acciones para promover el manejo sostenible de los suelos agrícolas que contribuya a la seguridad alimentaria y al bienestar de la población”, explicó en conferencia de prensa Sol Ortiz, directora general de Política, Prospección y Cambio Climático en la secretaría.

El desarrollo de la ENASA comenzó oficialmente en marzo de este año. Desde entonces, Sader coordinó varias reuniones para definir la Estrategia y su implementación. Algunas de sus medidas ya se están aplicando. En diciembre iniciará una consulta sobre la ENASA que continuará hasta febrero de 2022.

Climas extremos hacen más difícil la producción de alimentos

El clima extremo está azotando los cultivos en todo el mundo, lo que trae consigo la amenaza de una mayor inflación de los alimentos en un momento en que los costos ya rondan los niveles más altos en una década y el hambre va en aumento.

  • La peor helada de Brasil en dos décadas trajo un golpe mortal a los cafetos jóvenes en el mayor productor del mundo. Las inundaciones en la principal región porcina de China inundaron las granjas y aumentaron la amenaza de enfermedades animales. El calor abrasador y la sequía aplastaron los cultivos en ambos lados de la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Y en Europa, las lluvias torrenciales provocaron el riesgo de enfermedades fúngicas para los cereales y tractores atascados en campos empapados.
  • El café es el motor más reciente, con precios que subieron un 17 por ciento esta semana y superaron los 2 dólares la libra por primera vez desde 2014. Pero la reciente helada en Brasil es solo el último ejemplo de los problemas que han afectado a los agricultores este año. Brasil también está experimentando una sequía devastadora que agotó los embalses necesarios para el riego.

La serie de desgracias subraya lo que los científicos han estado advirtiendo durante años: el cambio climático y su volatilidad climática asociada harán que sea cada vez más difícil producir suficientes alimentos para el mundo, y las naciones más pobres suelen sentir el golpe más duro. En algunos casos, sigue el malestar social y político./Agencias-PUNTOporPUNTO

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