Estas ENFERMEDADES reaparecen en AMÉRICA; las enfermedades INFECCIOSAS son la principal causa de MORTALIDAD en MÉXICO

Los inviernos más cálidos y los otoños y primaveras más suaves permiten que los portadores de patógenos —garrapatas, mosquitos y pulgas, por ejemplo— permanezcan activos durante más tiempo durante el año. Los períodos activos ampliados significan temporadas de apareamiento extendidas y menos activas durante los meses fríos del invierno.

Hay enfermedades que parecen del pasado, pero no lo son. En América Latina, las autoridades sanitarias que forman la Organización Panamericana de la Salud (OPS) están monitoreando de cerca los casos de lepra, tuberculosis, y chikungunya, que son infecciones causadas por diferentes patógenos.

  • En el caso de la lepra y la tuberculosis son infecciones provocadas por bacterias. En cambio la fiebre chikungunya es una enfermedad viral. El virus se transmite por la picadura de un mosquito Aedes aegypti infectado, como también ocurre con el dengue.

Las enfermedades desatendidas y las afecciones que parecían olvidadas pero recobran fuerza en el presente, afectan principalmente a poblaciones que viven en condiciones socioeconómicas de bajos recursos y que tienen problemas de acceso a los servicios de salud. Sin embargo, la aparición de brotes en distintas zonas de Latinoamérica aumenta el riesgo de transmisión. Algunas de ellas predominan en climas tropicales y húmedos, son crónicas y tienen efectos perdurables en la calidad de vida.

Cómo se transmite la lepra

En el caso de la lepra es una enfermedad causada por una bacteria que aún sigue presente en más de 120 países. En conjunto, se notifican más de 200.000 nuevos casos de personas con lepra por año en el mundo.

  • En México, las autoridades sanitarias han reportado aumentos en los casos de lepra recientemente. La Secretaría de Salud de México informó el martes que vigila prioritariamente a 12 municipios del país por al aumento de pacientes con la enfermedad. En la semana del 16 al 22 de julio, 28 estados registraron 300 casos en tratamiento.
  • Los municipios catalogados con un “alta presencia” de casos de lepra son Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca, en Jalisco; Nocupétaro y Nuevo Urecho, en Michoacán; Tlaltizapan, en Morelos; Lampazos, en Nuevo León; El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa, en Oaxaca; Choix, en Sinaloa, y Tunkas, en Yucatán.

La lepra no se propaga con facilidad. Y además, pasa un largo tiempo antes de que aparezcan los síntomas, lo cual dificulta saber dónde y cuándo alguien contrajo la enfermedad.

Los expertos piensan que la bacteria se disemina cuando una persona inhala las pequeñas gotas en el aire liberadas cuando alguien con lepra tose o estornuda. La bacteria también se puede transmitir por contacto con los líquidos nasales de una persona con lepra.

La lepra se trata de una enfermedad infecciosa crónica causada por la bacteria, un tipo de bacilo llamado Mycobacterium leprae. Esa bacteria fue descubierta en 1874 por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen.

  • Por eso, también se la llama “enfermedad de Hansen”. Cuando el médico describió la enfermedad, consiguió demostrar que se trataba de una enfermedad causada por un microorganismo y no por una “maldición divina” como algunas personas creyeron durante siglos.
  • La infección afecta principalmente a la piel y al sistema nervioso periférico, y la evolución de la enfermedad depende en gran medida de la susceptibilidad individual al patógeno y del acceso al tratamiento oportuno.
  • La lepra es tratable: los pacientes suelen tomar una combinación de antibióticos. Si no se trata, la infección puede dañar los nervios y provocar parálisis e inutilización de manos y pies.

Si acceden al tratamiento, los pacientes con lepra pueden seguir haciendo su vida normal. Antes se recluía a los enfermos en sanatorios, que recibían el horrible nombre de “leprosarios”. Actualmente, el tratamiento es ambulatorio y no se necesita internación en la mayoría de los casos.

El tratamiento consiste en una combinación compuesta de dapsona, rifampicina y clofaziminia. “Este tratamiento mata al agente patógeno, cura al paciente y detiene la transmisión. El diagnóstico temprano y la administración del tratamiento son clave para su eliminación”, informó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En la nueva hoja de ruta de la OMS, se estableció que para el año 2030 la lepra debería estar eliminada.

Qué es la tuberculosis y cómo impacta

La tuberculosis o TB es causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Estas bacterias por lo general atacan a los pulmones, pero también pueden atacar otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro.

  • La OPS informó que aún se trata de una epidemia. Se registraron 309.000 casos de tuberculosis en 2021 y murieron 32.000 personas en todo el mundo. Los fallecimientos habían descendido a 25.100 en 2014, pero volvieron a aumentar durante los últimos años.

“A pesar de la disponibilidad de nuevas innovaciones para la tuberculosis, como pruebas rápidas de detección y tratamientos orales más cortos para las cepas farmacorresistentes y para el tratamiento preventivo de la TB, muchas personas, en particular las más vulnerables, siguen sin recibirlos”, dijo el doctor Rubén Mayorga, jefe de la Unidad de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OPS.

  • En Perú, el Ministerio de Salud reportó 3.519 casos de tuberculosis en menores de 15 años para 2020, lo que representa una tasa de incidencia de 31,3 casos por cada 100.000 habitantes, el segundo más alto de la región.

En la Argentina, el último reporte disponible es de 2021, cuando se notificaron 12.569 casos de tuberculosis. Representa una tasa nacional que se ubicó en 27,4 por cada 100 mil habitantes (un 15,3% más elevada que en 2020).

  • Se registraron marcadas diferencias entre las jurisdicciones, aunque en todas ellas se presentaron casos de tuberculosis. “El aumento en la notificación se debe atribuir principalmente al recupero de casos luego de la emergencia sanitaria por COVID-19″, según el Ministerio de Salud de la Nación.

Qué es la fiebre Chikungunya

En 2023, los casos de chikungunya en la región de las Américas superaron los 210.000 en los primeros meses, según la OPS. Se registró un aumento de la circulación de chikungunya en cinco países de América Latina, superando ampliamente las cifras del mismo período de años anteriores.

  • “Lo que vemos este año son cambios en la magnitud y el momento. La epidemia es mucho más temprana y con más casos que en los últimos años”, dijo Thais dos Santos, asesora en Vigilancia y Control de Enfermedades Arbovirales de la OPS/OMS.
  • Paraguay fue uno de los países más afectados. La Argentina y Uruguay notificaron transmisión local por primera vez este año, y Bolivia registró altos niveles de transmisión tanto de chikungunya.

Al igual que en el caso del dengue, como no existe una vacuna, la mejor forma de prevenir la fiebre chikungunya es disminuir los lugares donde se puedan criar mosquitos. Para ello, se deben eliminar los recipientes sin utilidad que pueden acumular agua (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona), dar vuelta o tapar los que sí se usan (baldes, palanganas, tambores, tanques, cisternas) o vaciarlos permanentemente (portamacetas, bebederos), según la cartera de Salud nacional de Argentina.

Calentamiento global podrían aumentar las enfermedades 

Las personas de todo el mundo viven ahora vidas más largas y saludables que las de hace apenas medio siglo, pero el cambio climático amenaza con deshacer eso.

  • En todo el planeta, los animales —y las enfermedades que transmiten— están cambiando para adaptarse a un planeta alterado. Y no están solos: las garrapatas, los mosquitos, las bacterias, las algas e incluso los hongos están cambiando o ampliando sus rangos históricos para adaptarse a condiciones climáticas que evolucionan a un ritmo sin precedentes.
  • Estos cambios no ocurren en el vacío. La deforestación, la minería, la agricultura y la expansión urbana están acabando con las restantes zonas silvestres del mundo, lo que contribuye a una pérdida de biodiversidad que se produce a un ritmo no visto en la historia humana.
  • Las poblaciones de especies de las que los humanos dependen para su sustento disminuyen y son empujadas a porciones de hábitat cada vez más pequeñas, lo que crea nuevos focos de zoonosis: enfermedad o infección que se da en los animales y que es transmisible a las personas en condiciones naturales.

Al mismo tiempo, aumenta la cantidad de personas que experimentan las repercusiones extremas de un planeta que se calienta. El cambio climático desplaza a unos 20 millones de personas cada año, gente que necesita vivienda, atención médica, alimentos y otros elementos esenciales que ejercen presión sobre sistemas ya frágiles que están cada vez más presionados.

  • El problema se agrava a medida que pasa el tiempo. La Organización Mundial de la Salud estima que entre 2030 y 2050, apenas un puñado de amenazas relacionadas con el clima, como la malaria y la inseguridad del agua, cobrarán un cuarto de millón de vidas adicionales cada año.
  • “Creo que hemos subestimado drásticamente no solo cuánto el cambio climático ya está cambiando los riesgos de enfermedades, sino también cuántos tipos de riesgos están cambiando”, advierte Colin Carlson, biólogo de Cambio Global en la Universidad de Georgetown.

Señala que si bien conectar los puntos entre las enfermedades transmitidas por garrapatas y el cambio climático, por ejemplo, es un trabajo científico relativamente sencillo, la comunidad científica y la gente en general deben estar conscientes de que los impactos del calentamiento global en las enfermedades también pueden manifestarse de muchas otras maneras que son menos obvias.

  • La pandemia de COVID-19 es un ejemplo de la rapidez con la que una enfermedad puede transmitirse a través de todo el planeta y cuán profundamente complicada puede ser la respuesta de salud pública ante tales amenazas.
  • “Creo que hay mucho más de qué preocuparse en términos de amenazas de epidemias y pandemias”, añade.
  • El mundo tiene las herramientas que necesita —redes de vigilancia de la vida silvestre, vacunas, sistemas de alerta temprana— para mitigar los impactos de las enfermedades provocadas por el clima.

Algunas de esas herramientas ya se han implementado a escala local con gran eficacia. Lo que queda por ver es qué tan rápido los gobiernos, las organizaciones no gubernamentales, los proveedores de salud, los médicos y la ciudadanía pueden trabajar a través de las fronteras para desarrollar e implementar un plan de acción global.

Enfermedades infecciosas, principal causa de mortalidad en México

Una de las principales causas de muerte en México son las enfermedades infecciosas por virus, hongos, protozoarios y otros microorganismos presentes en el ambiente. Son frecuentes en la primera y en la última etapa de la vida del ser humano, debido a la inmadurez del organismo y a la baja de defensas, respectivamente, aseguró la Rectora de la BUAP,  María Lilia Cedillo Ramírez.

Otra causa de mortalidad en el país son las enfermedades crónicas, entre las que se encuentran las cardiovasculares, respiratorias, diabetes y cáncer, ocasionadas por el estilo de vida y sedentarismo, refirió.

Ante la interrogante, ¿por qué son frecuentes las enfermedades infecciosas? La Rectora de la BUAP contestó que existen de cinco a 10 veces más bacterias en cada ser humano que células en el cuerpo; además, están presentes en el 60 por ciento de la biomasa en el planeta y tienen 3.5 billones de años de adaptación, porque fueron los primeros organismos en aparecer en la Tierra.

Autora de 55 artículos y 12 capítulos de libros, la doctora Cedillo señaló que los hospitales son los principales lugares de infección desde el punto de vista microbiano, ya que los microorganismos se vuelven resistentes por el uso de antibióticos en estos recintos. “Se registran 1.7 millones de infecciones adquiridas en el hospital, lo cual ocasiona 99 mil muertes asociadas por año. Así que al acudir a este espacio se recomienda aumentar las medidas higiénicas y evitar que asistan niños y adultos mayores, si no es por consulta”.

  • Doctora en Microbiología por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, la Rectora de la BUAP informó que entre cinco y 10 años es el tiempo estimado para desarrollar un antibiótico; sin embargo, las bacterias se comparten genes de resistencia y cuando se tiene el anticuerpo éste resulta obsoleto.
  • Asimismo, del incremento de pacientes susceptibles: prematuros, ancianos, sometidos a cirugía, trasplantados y en tratamiento de quimioterapia. Aunado a ello, en la pandemia hubo una diseminación rápida de microorganismos.
  • En cuanto a las enfermedades emergentes o reemergentes, algunas de ellas provocadas por la no vacunación, citó: ébola, SARS-CoV-2, gripe aviar y crimea-Congo. Otras frecuentes en esta área geográfica son dengue y chikungunya. Finalmente, habló sobre los retos del siglo XXI, como el virus del papiloma humano que puede causar cáncer y el SARS-CoV-2.

En esta charla, la doctora Cedillo Ramírez estuvo acompañada de la directora de la Preparatoria Emiliano Zapata, Martha Alicia Herrera López, quien agradeció su disposición para impartir esta conferencia.

Todos estos factores crean condiciones propicias para las enfermedades humanas. Los viejos males y los nuevos se están volviendo más prevalentes e incluso aparecen en lugares donde nunca se habían encontrado. Los investigadores han comenzado a juntar un mosaico de evidencias que muestra la enorme amenaza que las enfermedades provocadas por el cambio climático representan para la salud humana en la actualidad y el alcance de los peligros por venir.

“Esto no es solo algo allá en el futuro”, alerta Neil Vora, médico de Conservation International (Conservación Internacional, una organización sin fines de lucro). “El cambio climático está aquí. La gente está sufriendo y muriendo en este momento”.

Las investigaciones muestran que el cambio climático influye en la propagación de enfermedades de varias maneras importantes.

Para escapar del aumento de las temperaturas en sus rangos nativos, los animales ya comienzan a trasladarse a zonas más elevadas y frescas, portando enfermedades consigo. Esto representa una amenaza para las personas que viven en esas áreas y también conduce a una mezcla peligrosa entre los animales recién llegados y las especies existentes.

  • La gripe aviar, por ejemplo, se está propagando con mayor facilidad entre animales salvajes a medida que el aumento del nivel del mar y otros factores empujan tierra adentro a especies de aves que anidaban en las costas, donde es más probable que se encuentren con otras especies. Tarde o temprano, las enfermedades que saltan entre especies tienden a tener más facilidad para dar el salto a los seres humanos.
  • Los inviernos más cálidos y los otoños y primaveras más suaves permiten que los portadores de patógenos —garrapatas, mosquitos y pulgas, por ejemplo— permanezcan activos durante más tiempo durante el año. Los períodos activos ampliados significan temporadas de apareamiento extendidas y menos activas durante los meses fríos del invierno.

Durante la última década, el noreste de Estados Unidos ha visto una proliferación masiva de garrapatas de patas negras, portadoras de la enfermedad de Lyme, y los inviernos más cálidos han jugado un papel decisivo en esa tendencia.

  • Los patrones climáticos erráticos, como los períodos de extrema sequía y de inundaciones, crean condiciones para que se propaguen ciertas enfermedades. El cólera, una bacteria transmitida por el agua, prospera durante la temporada del monzón en los países del sur de Asia cuando las inundaciones contaminan el agua potable, especialmente en lugares que carecen de infraestructura sanitaria de calidad.
  • La fiebre del Valle, un patógeno transmitido por hongos que crecen en el suelo del oeste de Estados Unidos, florece durante los períodos de lluvia. La sequía severa que tiende a seguir a la lluvia en esa parte del mundo marchita las esporas del hongo y les permite dispersarse más fácilmente en el aire ante la menor perturbación —como la bota de un excursionista o el rastrillo en un jardín— y encontrar su camino hacia el interior del sistema respiratorio humano.

Estos impactos provocados por el clima están cobrando un precio muy alto en la salud humana. Los casos de enfermedades relacionadas con los mosquitos, las garrapatas y las pulgas se triplicaron en Estados Unidos entre 2004 y 2016, según los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). La amenaza se extiende más allá de las enfermedades transmitidas por vectores comúnmente reconocidos. Las investigaciones muestran que más de la mitad de todos los patógenos que se sabe que causan enfermedades en los humanos pueden empeorar con el cambio climático.

UNAM desarrolla atlas de enfermedades infecciosas

Un atlas se trata de un libro que permite ubicar sobre un mapa parajes lejanos, paraísos exóticos o la mejor forma para ir de un punto A a un punto B, sin embargo, para el profesor Constantino González, dicha herramienta representa algo más, pues gracias a el pudo desarrollar un instrumento que muestra cómo se genera y dispersa un contagio en un lugar preciso, en un momento determinado.

  • Se le llama epidemiología espacial al estudio de las enfermedades y su relación con la geografía, ya que los ciclos de transmisión de los patógenos están ligados a las características ambientales y a la biodiversidad de la zona, se modifican o intensifican debido a factores tan diversos como la migración humana, cambios del uso de suelo, deterioro ecológico, explotación de recursos o calentamiento global, de acuerdo con la explicación del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC).
  • Con esa información latente, especialistas de diversas facultades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabajaron en la creación de un atlas digital en el que se plasmó la distribución de las enfermedades infecciosas (EI) en México.
  • Por el momento alberga información sobre enfermedades como el dengue, Zika, chikunguña, hantavirosis, fiebre del Nilo, Lyme, Chagas o leishmaniasis, y cuenta con un desglose a nivel de estados, municipios y áreas geoestadísticas básicas: “Esto es sólo el principio, pues la meta es ir añadiendo padecimientos hasta abarcar el mayor número posible”, agregó el profesor de la UNAM.

Gracias a este tipo de recursos se pueden plantear preguntas como: ¿qué contagios hay donde vivo?, ¿dónde se están dando las condiciones para un brote epidémico?, ¿qué enfermedades que creíamos exclusivas del extranjero están ya en el país?, o ¿dónde y cómo intervenir para frenar una epidemia en ciernes?, detalló el biólogo.

¿Cómo se utiliza el atlas de enfermedades infecciosas en México de la UNAM?

Las personas que estén interesadas en resolver alguna de las preguntas anteriormente mencionadas podrán ingresar al siguiente link: https://epispecies.c3.unam.mx/, una vez dentro del portal el usuario tendrá la oportunidad de formular interrogantes relacionadas con el tema que la herramienta podrá resolver.

  • Asimismo, el atlas cuenta con mapas tradicionales que proporcionan una ubicación a partir del cruce de paralelos de latitud y meridianos de longitud, permitiendo al usuario localizar los focos epidemiológicos y mostrarlo el sitio en el que coinciden ciertos patógenos, con determinados vectores y hospederos.
  • “Por el momento nos concentramos en padecimientos transmitidos por animales porque alrededor del 70 por ciento de las enfermedades tienen su origen en la fauna, es decir, son de origen zoonótico”, indicó el académico de la universidad.
  • Para poder poner en marcha dicho proyecto se tuvo que recopilar toda la literatura epidemiológica publicada en México entre 1900 y 2020, esto con el principal objetivo de entender las dinámicas espacio-temporales de las enfermedades.
  • El biólogo mencionó que haber dado un formato estructurado con 120 años de datos de diversas procedencias representó un gran esfuerzo para los colaboradores, sin embargo, les dio pauta para poder crear el primer repositorio de información con datos de enfermedades dentro del territorio mexicano.
  • Finalmente, el profesor González indicó que un atlas no trata de enforcarse únicamente en ciertas zonas del país, sino que a través de él busca cubrir a México en su totalidad, tomando en cuenta sus características geográficas, ecológicas, poblacionales, sociales, epidemiológicas y de biodiversidad.

La herramienta digital fue diseñada para que pueda estar al alcance de todas las personas, ya que “lo mismo puede consultarla un especialista que un campesino”, pues el proyecto busca ser un instrumento a nivel global./Agencias-PUNTOporPUNTO

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