OPOSICIÓN PASMADA ante las DECISIONES de la 4T

No solo los partidos políticos están disminuidos; la sociedad civil tampoco ha jugado un papel importante para ser contrapeso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador

Imagen: Internet

El papel de la oposición en México puede resumirse en una palabra: inexistente.

Y no solo los partidos políticos están disminuidos; la sociedad civil tampoco ha jugado un papel importante para ser contrapeso del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

  • Mientras los partidos opositores aún no se recuperan de la sacudida que recibieron con los resultados de la elección del 2018, la sociedad civil organizada también se muestra decaída y, en sus propias palabras, temerosa.
  • ¿Qué necesitan para salir del pasmo y convertirse en una verdadera oposición? Medidas y posturas audaces. Incluso, pedir perdón por los errores cometidos cuando ellos, el PRI y el PAN, eran gobierno.
  • El propio sistema político mexicano hace que las organizaciones de la sociedad civil, dependientes en mucho de los recursos públicos —que han dejado de fluir— teman oponerse y cuestionar a la administración lopezobradorista.
  • Están retraídos, con miedo a las represalias que las críticas puedan provocarles a sus organizaciones o a ellos mismos, como individuos.
  • En tanto, los partidos políticos viven una lucha interna en sus filas: renovarse —verdaderamente— o negociar y conciliar con el Gobierno federal.
  • Partidos como el PAN o el PRI, que estuvieron al frente del Poder Ejecutivo, hoy se ven disminuidos e inmersos en luchas internas
  • Estos procesos han provocado inclusive la renuncia a décadas de militancia, de personas que han decidido salir de sus partidos, decepcionados por lo que ocurre en su interior.

A esto se suman las organizaciones que buscan obtener su registro como partido político y que hoy prometen ser factor de unión de los opositores al titular del Ejecutivo y a su partido Morena; así como nuevos movimientos o iniciativas del sector privado que buscan aglutinar esfuerzos rumbo al año 2024.

Mea culpa

Para Fernando Dworak, analista político y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la oposición debe jugar un papel constructivo en el país porque, cualquier cosa diferente, solamente fortalecerá al presidente López Obrador.

  • “Ahora no va a servir hacer política de gabinete con los políticos de siempre, que lo único que hacen es dar caché. No sirve ahorita hacer una oposición a López Obrador. ¿Por qué? Porque si es una persona que gobierna a través del sentimiento, el generar un sentimiento contrario lo único que va a hacer es fortalecer a los que sienten algo positivo por el presidente. Yo creo que lo único que puede ayudar en este momento es la construcción de alternativas.
  • “Una oposición que solamente se oponga, lo único que hace es actuar a favor del presidente. Una institución que realmente signifique algo en sí mismo, ya sea igual de atractivo de lo que representa López Obrador, tendría oportunidad de ganar. Pero ahora los partidos políticos no saben todavía qué fue lo que les pasó encima”, consideró Dworak en entrevista con Reporte Índigo.

Hay varias cosas que los partidos de oposición deben hacer si quieren realmente volver a ser una opción para los ciudadanos.

La primera es definir por qué los partidos son valiosos por sí mismos; después, deben reconocer sus errores e incluso, pedir perdón; lo que significa ser severamente autocríticos y proponer cambios de fondo.

Si la verdadera oposición quiere edificar tiene que empezar a construir un frente común que diga por qué los últimos 40 años fueron importantes y en qué la ‘regaron’. Reconocer que se protegían mutuamente para conservar prebendas. Tiene que haber ese discurso de pedir perdón por todos sus excesos y decir: ‘bueno, ahora vamos a aprovechar este momento para calibrar las cosas’. Pero la simple oposición a decirle ‘No’ a algo, lo único que va a hacer es reforzar a Morena

  • “Otro tema muy importante: la enmienda. Señores, reconozcan sus errores. La gente votó porque se fueran todos. PRI, PAN, PRD, Convergencia (Movimiento Ciudadano), todos. No habrá un avance si antes no hay un reconocimiento y no hay un mea culpa”, sentenció el especialista.
  • Los partidos políticos, apuntó Dworak, deben entender que se enfrentan a una circunstancia en México a la que nunca se habían enfrentado: el culto a un hombre y no a un partido, por lo que deben transformarse desde la raíz.
  • “Es lo que vimos en elecciones pasadas: los partidos no van a sobrevivir por lo que hagan sus dirigencias nacionales, centrales; los partidos, al final de cuentas, son máquinas viejas, anquilosadas, ineficaces, con incapacidad de movimiento”, expuso Dworak.

La otra acción que deben llevar a cabo los partidos políticos, si quieren continuar en la lucha por volver a ganar la preferencia de los electores es formar una nueva generación de políticos jóvenes.

  • “Ojo: no todos los partidos tienen buenas generaciones de millenials. El PRI tiene políticos jóvenes que son buenísimos, que entraron al PRI cuando era oposición local y federal. El PAN lamentablemente masacró a los millenials con la aventura de Anaya. No sé qué tenga el PRD.
  • “La cuestión es que no hay una visión clara, de activar rápido a una nueva generación de políticos. Lamentablemente los partidos pueden entrar a una crisis que puede llevar hasta su desaparición”, afirmó el experto.
  • Esa nueva generación de políticos debe dejar atrás a la generación actual, de la que han emergido algunas figuras hoy ligadas a la corrupción, lo que no los ayudará a levantarse desde las cenizas.

Temor y reserva de la oposición

Si los partidos políticos tienen un camino cuesta arriba para ser una oposición, la única alternativa podría ser la sociedad civil organizada, que también está paralizada por la forma de hacer política del nuevo gobierno.

En palabras de Max Káiser, director del Centro para la Integridad y Ética en los Negocios y uno de los impulsores de la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, las organizaciones están pasmadas por el temor, mismo que les ha impedido enfrentar al Gobierno federal y sus decisiones erróneas.

Para mí la palabra clave es miedo. La sociedad civil, organizaciones, academia, etcétera, tienen miedo. El presidente rápidamente la toma personal cuando hay cualquier tipo de denuncia

  • “Eso le pasa a cualquiera que levanta la voz. Me parece dramático porque justo este sería el momento en que habría que salir a defender todo lo que generamos en los últimos años”, subrayó Káiser.
  • Sin embargo, el especialista considera que a pesar del temor, la sociedad civil organizada necesita continuar denunciando lo que considere que lastima al país.
  • “Lo que creo es que hay que empezar a documentar todo esto, seguirlo diciendo. El gobierno ya encontró esta forma del brief mediático: diario te bombardea con nuevas decisiones, con nuevas cosas, con nuevos escándalos, decisiones controversiales y mal tomadas, y entonces te da como 24 horas para reaccionar. No hay manera de profundizar en nada. “Hay que profundizar y poner las alternativas sobre la mesa, porque si no se corre el riesgo de que pronto se construya a través del discurso una realidad de que vamos bien”, indicó Káiser.
  • Si los partidos políticos tienen un camino cuesta arriba para ser una oposición, la única alternativa podría ser la sociedad civil, que también está paralizada por la forma de hacer política del nuevo gobierno
  • Uno de los temas que la sociedad civil no debe dejar de lado es el combate a la corrupción, arguyó Káiser, pues es un fenómeno que no se acaba por decreto.
  • “A mí me alarma en sobremanera que nadie haya reaccionado a las dos o tres veces que el presidente ha dicho que ya se acabó la corrupción. ‘Ya se acabó, ya no se tolera’.
  • “En un aparato de dos millones de personas, con más de 250 órganos de diferentes naturalezas, solo en el gobierno federal, el nivel de gasto que se tiene y demás, afirmar así nada más que ya se acabó la corrupción, me parece de lo más temerario y aun más que nadie haya reaccionado”, enfatizó.

Max Káiser alertó que el Gobierno federal está dejando morir de inanición al Sistema Nacional Anticorrupción, primer esfuerzo institucional por erradicar la corrupción que daba apenas sus primeros pasos y cuyo papel ha sido completamente relegado en la actual Administración.

Organizaciones civiles y partidos políticos tienen miedo de expresar su oposición directa a la administración lopezobradorista por ser blanco de críticas por parte de la opinión pública/REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO

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