SEQUÍA, la “próxima pandemia” en el MUNDO; amenaza a 20 MILLONES de PERSONAS en ÁFRICA

El impacto del cambio climático en África empeorará este 2023 y en los próximos años, por lo que urge que los países ricos hagan efectivas sus promesas de fondos para la adaptación de las naciones más pobres y vulnerables, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA).

Hasta el 30% del déficit de lluvia puede ser causado por la «autopropagación de la sequía», similar a la de los incendios, según el proyecto DRY-2-DRY del Consejo Europeo de Investigación (ERC).

  • A diferencia de otros fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes o tormentas de invierno, las sequías afectan a los seres humanos en la mayoría de las zonas climáticas del mundo; desde las áridas estepas del Sahel hasta las selvas húmedas de la Amazonía. Además, se espera que las sequías se intensifiquen en muchas regiones a raíz del calentamiento global.
  • Las Naciones Unidas han descrito recientemente la sequía como «la próxima pandemia», lo que sugiere que los riesgos asociados actualmente se pasan por alto. Por lo tanto, es crucial mejorar nuestra comprensión de la sequía, y en particular de sus causas, para poder predecir su riesgo futuro y permitir una adaptación social adecuada.

Los déficits de lluvia eventualmente se manifiestan como suelos secos. La superficie terrestre, sin embargo, también juega un papel muy activo en la generación de lluvia, ya que proporciona humedad a la atmósfera a través de la evaporación.

¿Qué sucede durante una sequía del suelo cuando se evapora mucha menos agua de lo normal? Se ha planteado la hipótesis de que esto puede permitir que las sequías se expandan por sí mismas, ya que proporcionan menos humedad para la precipitación, no solo localmente, sino también a favor del viento.

  • Hasta ahora, la evidencia de esta autopropagación de la sequía, alimentada por los suelos secos, había permanecido esquiva. En un nuevo estudio, publicado en Nature Geoscience, dirigido por el Hydro-Climate Extremes Lab (H-CEL) de la Universidad de Gante (Bélgica), se proporciona esta evidencia por primera vez.

Los autores analizaron las 40 sequías más grandes de la historia reciente. Para cada evento, los autores rastrearon el aire sobre las regiones de sequía a medida que se expandía el área de sequía.

Esto les permitió calcular cuánto de los déficits de lluvia a favor del viento fueron causados por el secado de los suelos a favor del viento. Su conclusión fue que en meses individuales, hasta el 30% del déficit de lluvia puede ser causado por esta autopropagación de la sequía.

  • Como afirma Dominik Schumacher, primer autor del estudio: «En esencia, las sequías se comportan de manera similar a los incendios forestales: mientras que los incendios se propagan a favor del viento al encender más y más ‘combustible’ en su entorno, las sequías lo hacen al reducir su propio suministro de lluvia a través de la sequía de la superficie terrestre».
  • Los autores encuentran la autopropagación más fuerte en las tierras secas subtropicales, como en Australia y el sur de África; en estas regiones, el efecto limitante de la baja humedad del suelo sobre la evaporación es más fuerte. Por definición, el agua ya escasea en las tierras secas, pero estas regiones sustentan una fracción considerable de la población humana mundial y también se utilizan ampliamente para la agricultura.

Por lo tanto, como se proyecta que las tierras secas se expandan a la luz del cambio climático, el carácter de autopropagación de las sequías puede conducir a eventos aún más grandes y de evolución más rápida en el futuro, y exacerbar aún más la escasez de agua, así como las consecuencias socioeconómicas y ambientales asociadas.

Grave sequía y hambre en el Cuerno de África

Desde el sur de Etiopía hasta el norte de Kenia, pasando por Somalia, el Cuerno de África sufre una grave sequía que amenaza con pasar hambre a unos 20 millones de personas y preocupa a las organizaciones humanitarias.

Una conferencia de donantes organizada en Ginebra permitió obtener la semana pasada cerca de mil 400 millones de dólares para ayudar en esta lucha.

  • En esta enorme región, cuya población vive sobre todo de la ganadería y la agricultura, las últimas tres temporadas de lluvias desde finales de 2020 se han caracterizado por escasas precipitaciones, además de una plaga de langostas que devastó los cultivos entre 2019 y 2021.
  • Un mes después de que “en teoría” comenzó la temporada de lluvias, “la cantidad de personas que padecen hambre a raíz de la sequía podría pasar de la estimación actual de 14 a 20 millones en 2022”, declaró el mes pasado el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Cerca de 40 por ciento de la población de Somalia, es decir, 6 millones de personas, enfrenta índices extremos de inseguridad alimentaria y algunas zonas ya conocen el hambre, indicó la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

  • De acuerdo con la ONU, 6.5 millones de personas requieren ayuda alimentaria en el sur y sureste de Etiopía.

En las zonas este y norte de Kenia, 3 millones de personas necesitan asistencia alimentaria.

“Tenemos que actuar ahora si queremos prevenir una catástrofe”, declaró Chimimba David Phiri, representante de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ante la Unión Africana, durante una sesión informativa en Ginebra.

  • La situación se ha agravado con el conflicto en Ucrania, que contribuyó al aumento de los precios de los alimentos y del combustible y ha perturbado las cadenas de abastecimiento, subrayá la ONU.

Según Catherine Russell, directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), 10 millones de niños de Yibuti, Etiopía, Somalia y Kenia necesitan asistencia vital.

“Más de 1.7 millones de niños están malnutridos en la región”, declaró Russell, en un comunicado publicado tras una visita de cuatro días a Etiopía la semana pasada.

  • De acuerdo con esta funcionaria, la falta de agua potable eleva el riesgo de enfermedades entre los niños, mientras cientos de miles ya no van a la escuela, al verse forzados a caminar varias horas por día para encontrar agua y alimento.
  • En 2017, una movilización humanitaria anticipada logró evitar la hambruna en Somalia, a diferencia de lo sucedido en 2011, cuando 260 mil personas –la mitad menores de seis años– murieron de inanición o por trastornos vinculados al hambre.

Más allá de las consecuencias mortales directas, la escasez de agua y de pastura también son fuentes de conflicto, sobre todo entre los pastores.

En Kenia, reputado por sus reservas y parques naturales, la fauna salvaje también se encuentra amenazada.

Se han constatado casos de animales salvajes muertos por falta de agua y comida. En el centro del país, felinos han atacado al ganado, y los búfalos llegan hasta las fincas para pastar, afectando a campesinos.

Impacto del cambio climático en África empeorará en 2023

El impacto del cambio climático en África empeorará este 2023 y en los próximos años, por lo que urge que los países ricos hagan efectivas sus promesas de fondos para la adaptación de las naciones más pobres y vulnerables, advirtió el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA).

«Las perspectivas apuntan a un empeoramiento de una situación ya de por sí terrible», lamentó en declaraciones a EFE Richard Munang, director regional adjunto para África del PNUMA, con sede en Nairobi.

  • El continente africano se enfrenta, subrayó Munang, a un aumento de entre el 3 % y el 10 % de las zonas áridas e hiperáridas en las próximas dos décadas, así como al incremento de las sequías y otros fenómenos climáticos extremos, incluyendo una reducción de las lluvias y un aumento de la intensidad de las tormentas.
  • En este sentido, se ha observado un crecimiento en la frecuencia de las hambrunas en varios países, entre los años ochenta y noventa, cuando se producían en intervalos de doce años, hasta mediados de los 2000, cuando empezaron a tener lugar casi de manera anual.

Para remediar esta situación, Munang subrayó las oportunidades de negocio que ofrece la adaptación climática en todo el mundo y en África en concreto, donde se calcula que por cada dólar invertido en ese tipo de medidas, se pueden obtener entre 2 y 10 dólares en sectores como sistemas alimentarios, infraestructuras o el agua, entre otros.

  • Respecto a la «histórica» decisión de la reciente cumbre del clima COP27, celebrada en Egipto, de crear un fondo para financiar pérdidas y daños en países en desarrollo vulnerables al cambio climático, el funcionario lo consideró «simbólico» de momento, al remarcar que el dinero prometido hasta ahora no es suficiente.

«Hasta el momento, los compromisos para el fondo están por debajo de los 200 millones de dólares (según cifras de noviembre), a pesar de que análisis han mostrado que 55 economías duramente golpeadas por el cambio climático (…), 22 de ellas africanas, han sufrido pérdidas de hasta 525.000 millones de dólares en los últimos 20 años y serían un 20 % más ricas actualmente si no fuera por el cambio climático», argumentó.

Por este motivo, Munang hizo un llamamiento para que las naciones ricas cumplan con sus compromisos financieros para ayudar a los países de África, responsable tan sólo de entre un 3 % y un 4 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta./Agencias-PUNTOporPUNTO

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