TEXTO ÍNTEGRO-OIT: Desempleo entre JÓVENES terminará en 14.9%, para sumar 73 MILLONES al cierre de 2022

Para el caso de México, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacan que durante el primer trimestre del año había 8.9 millones de personas jóvenes en algún empleo, cifra 2.3% menor a la reportada a finales de 2019, es decir, 205,649 jóvenes menos.

Para el cierre de este año se calcula que la tasa de desocupación entre los jóvenes será de 14.9%, todavía superior al nivel de 13.5% reportado para 2019, antes de la emergencia sanitaria. Esto implica que en la actualidad hay 6 millones de personas jóvenes desempleadas más que antes de la pandemia, para sumar un total de 73 millones de personas.

  • Para el caso de México, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacan que durante el primer trimestre del año había 8.9 millones de personas jóvenes en algún empleo, cifra 2.3% menor a la reportada a finales de 2019, es decir, 205,649 jóvenes menos.

“Los jóvenes que pierden su empleo o no consiguen uno son especialmente vulnerables a la ‘cicatrización’, el fenómeno por el que sus resultados futuros en el mercado de trabajo son peores que los de sus compañeros, incluso cuando las condiciones macroeconómicas vuelven a mejorar. Pueden acabar aceptando un trabajo para el que están excesivamente cualificados, con lo que corren el riesgo de quedar atrapados en una trayectoria laboral que implica informalidad y bajos salarios”, advirtió la OIT.

  • La investigación del organismo destaca que las cifras de desocupación entre los jóvenes fueron mucho más amplias que las de la población adulta. Por ejemplo, en 2020, el momento de mayor impacto de la pandemia por el cierre de actividades económicas no esenciales, mientras la tasa de desempleo general subió a de 6.6%, la de los trabajadores jóvenes lo hizo a un nivel de 15.2 por ciento.

El doble impacto de la pandemia entre los jóvenes

Además del efecto en el mercado laboral, las personas jóvenes resintieron el impacto de la emergencia sanitaria en sus programas educativos por el cierre de la escuelas y universidades y el cambio al aprendizaje virtual. “La crisis de la Covid‑19 no sólo ha incidido en las perspectivas de empleo de los jóvenes, sino que también ha perturbado la calidad y la cantidad de la educación y la formación”.

  • Este panorama, detalla la OIT, incrementó “de forma alarmante” la población de jóvenes que no trabaja ni estudia, la cual llegó a un nivel de 23.3%, un incremento de 1.5 puntos porcentuales respecto a lo observado antes de la Covid-19, registrando el mayor nivel en 15 años. En esta condición se encuentran actualmente 282 millones de jóvenes en el mundo.

“El citado grupo de jóvenes, en particular, corre el riesgo de que sus oportunidades y logros en el mercado de trabajo sigan viéndose mermados en el futuro a raíz de los efectos a largo plazo del aumento del desempleo juvenil”, se advierte en el reporte.

Una realidad que no se puede obviar, puntualizó Martha Newton, directora general adjunta de Políticas de la OIT, es que la crisis por la Covid-19 puso en evidencia serias deficiencias en la forma de atender los problemas que enfrentan los jóvenes, tanto para su ingreso y permanencia en el mercado laboral como en el sistema educativo.

  • «La necesidad más acuciante de los jóvenes es contar con un mercado de trabajo eficaz, que brinde oportunidades de empleo decente a los jóvenes que ya forman parte de ese mercado de trabajo, y oportunidades de educación y formación de calidad a aquellos que aún no se han incorporado al mismo”, expresó.
  • Ante este contexto, y al tratarse de un problema generalizado en todo el mundo, la OIT llamó a los gobiernos a revisar sus políticas públicas para implementar medidas intencionales para crear mayores oportunidades laborales para la población joven.
  • Entre éstas, recomendó impulsar los empleos verdes, incrementar la inversión en tecnologías digitales y robustecer el presupuesto destinado para la formación de nuevas habilidades y para reforzar la red de cuidados, tareas que les impiden a muchos jóvenes, en su mayoría mujeres, insertarse en el mercado laboral.

Estas medidas, puntualiza el organismo, “darían lugar a un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 4.2% y contribuirían a crear 139 millones de nuevos empleos para personas de todas las edades en todo el mundo (en esta década), de los cuales 32 millones corresponderían a empleos para jóvenes”.

Desempleo pega doble a la juventud mexicana

Los jóvenes en México se enfrentan a uno de los retos más importantes, que es acceder al mercado laboral; de hecho, las personas de 18 a 24 años son el grupo poblacional con la tasa de desocupación más alta, de 6.4 por ciento, casi el doble que la de desocupación nacional, de 3.5 por ciento.

  • En el primer trimestre del 2022 se registró una tasa de informalidad de 67.4 por ciento para los jóvenes, la segunda más alta después de los adultos mayores, que se ubicó en 75.8 por ciento y que se encuentra por encima de la tasa de informalidad promedio del país, de 55.2 por ciento.
  • De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), los jóvenes que ingresan al mercado laboral con un empleo informal tienen una mayor probabilidad de permanecer en esta condición a lo largo de su trayectoria profesional.
  • El organismo refiere que si bien la formalidad en el empleo brinda mayor estabilidad a los trabajadores, al ofrecer seguridad social, mejores prestaciones, acceso a servicios médicos, fondos de ahorro, entre otros, el acceso a este tipo de empleos es limitado y tendrán condiciones precarias e inestables.
  • Por ejemplo, los jóvenes que estudiaron una carrera universitaria en México enfrentan una menor informalidad, con una tasa de 51.9 por ciento, en tanto que aquellos que sólo terminaron la secundaria aumentan la posibilidad de laborar en el sector informal, con una tasa del 76 por ciento, agregó.

Además, por cada 100 pesos que gana por su trabajo un joven con carrera profesional, la persona con estudios hasta la secundaria recibe 78 pesos. “Contar con un mayor nivel educativo brinda mayores posibilidades de conseguir un empleo formal y mayores ingresos. Estos datos confirman las expectativas de los jóvenes respecto a la educación profesional”, destaca el Imco en un análisis.

No obstante, aunque el nivel educativo es mayor para las nuevas generaciones, cuando ingresan al mercado laboral enfrentan condiciones que podrían afectar su trayectoria profesional, puesto que a la gran mayoría no se les garantiza la seguridad social ni otras prestaciones.

En América del norte hay más desempleo

En 2021, el desempleo juvenil fue de 10,1% —5,5 puntos porcentuales por debajo del promedio mundial—. Se espera que este año baje al 8,3%.

  • En esta región, las mujeres jóvenes tienen tasas de desempleo inferiores a las de sus pares masculinos. Mientras para las primeras la tasa fue de 9,1% en 2021 y se espera que sea de 6,9% en 2022, para los segundos fue de 11,0% el año pasado y se espera que sea de 9,5% este año.

Europa Occidental, del Sur y del Norte

El año pasado, el desempleo juvenil fue del 16,6%. Para este año, se espera que dicho porcentaje caiga al 15,3%. A pesar de la mejora, ambas cifras se ubican por encima del promedio mundial.

Además, como en el caso de América del Norte, en esta región de Europa el desempleo juvenil es mayor en los hombres que en las mujeres. En 2021, el 16,9% de ellos estuvieron desempleados, frente al 16,3% de ellas. Para 2022, se espera que el desempleo juvenil masculino caiga al 15,7% y el juvenil femenino al 14,9%./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

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