Abandonado por las autoridades, el bosque de Tláhuac se ha convertido en depósito de cascajo, y el jardín botánico ha comenzado a sufrir el saqueo de plantas en peligro de extinción que desde hace más de 12 años se resguardaban en este espacio. En un recorrido, usuarios y trabajadores de este pulmón verde detallaron que a raíz de que el lago, principal atracción del bosque, se secó por la grieta que causó el sismo del 19 de septiembre, la afluencia de visitantes disminuyó, al igual que la vigilancia, lo que ha llevado a que se cometan todo tipo de abusos. A plena luz del día, contaron, es frecuente que entren camiones con material de desecho, a pesar de que se trata de suelo de conservación. Ignoramos si están autorizados para hacerlo, pero me imagino que tienen permiso porque no se ocultan al hacerlo. Dicen que es para subir el nivel del terreno, relataron los usuarios./MILENIO

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