Los 500 diputados y diputadas federales han presentado entre septiembre y junio pasados un total de mil 958 iniciativas para crear, modificar o derogar leyes. Sin embargo, solo 52 han sido aprobadas. La gran mayoría permanece en la congeladora o fue desechada porque no representan un interés general o no cuentan con el respaldo de Morena y sus aliados.
- A 10 meses del arranque de la LXVI Legislatura federal, mil 814 iniciativas están en el cajón, mientras que otras 92 fueron retiradas por diversos motivos.
- De acuerdo con el portal de la Cámara de Diputados, de las 52 iniciativas que sí fueron aprobadas, la mayoría (31) fueron presentadas por legisladores de Morena o por el Gobierno federal; es decir, dieron prioridad a los dictámenes heredados del exmandatario Andrés Manuel López Obrador o impulsados por la Presidenta Claudia Sheinbaum, especialmente reformas constitucionales que no avanzaron anteriormente por falta de mayoría calificada, pero que ahora sí tienen los votos necesarios.
Entre las propuestas aprobadas figuran algunas de las más polémicas: la Ley de la Guardia Nacional, que trasladó el control a las Fuerzas Armadas; la reforma a la Ley de Telecomunicaciones, así como la aprobación de la CURP biométrica como identificación oficial.
- Expertos concluyen que los legisladores no hacen su trabajo o simplemente votan en mayoría por lo que dicta el Palacio Nacional, a pesar del alto costo. Cada uno tiene un salario mensual de 131 mil 147 pesos, sin contar los viáticos adicionales para viajes y hospedajes en la Ciudad de México, según el Presupuesto de la Federación 2025. Por otra parte, el Congreso federal le cuesta al erario 17 mil 529 millones de pesos, tan solo en este año.
Para Jesús Ibarra Cárdenas, académico del ITESO, el panorama es claro: “Estamos ante un Legislativo hiperactivo en lo formal y pasivo en lo sustantivo. Presentar casi dos mil iniciativas y aprobar apenas 52, la mayoría impulsadas desde Palacio Nacional, confirma la tesis de que el Congreso funciona como una ventanilla de trámite típica del presidencialismo concentrador de poder”.
- También criticó la aprobación fast-track de algunas iniciativas, que son aquellas que se avalan sin análisis ni discusión. “Dieciséis reformas aprobadas en una semana, a principios de julio, es algo que no merece este país. Las reformas hechas por la Comisión Permanente carecen de calidad normativa; no hubo deliberación, estudios de impacto, ni foros vinculantes. El Congreso se ha convertido en una correa de transmisión del Ejecutivo, vulnerando así la división de Poderes”.
- Propone una reforma al sistema de partidos para abrir la competencia interna, empoderar a la militancia en la selección de candidaturas y mejorar la distribución presupuestaria. También plantea revisar la fórmula de representación proporcional para frenar la sobrerrepresentación e incentivar el pluralismo.
Además, subrayó la urgencia de publicar dictámenes y memorias técnicas antes de cualquier aprobación exprés, y la necesidad de crear unidades técnicas multipartidistas que den seguimiento público a las observaciones de la Auditoría Superior de la Federación.
Sus funciones… y su nivel
Entre el rezago legislativo abundan iniciativas sin sustancia ni impacto real, que exhiben la desconexión del Congreso con las necesidades de la ciudadanía. Propuestas simbólicas o absurdas.
Aunque se supone que los diputados deben legislar, fiscalizar y representar a la ciudadanía, contribuyendo al funcionamiento del país y a la defensa de los derechos de todos los mexicanos, algunas iniciativas no se relacionan con la población.
- Un ejemplo es la iniciativa presentada por la diputada de Morena, Azucena Arreola Trinidad, quien propuso inscribir con letras de oro en el Muro de Honor del Salón de Sesiones la frase: “14 de septiembre de 1824, Día de la Federalización de Chiapas a los Estados Unidos Mexicanos”.
- También está la del diputado Luis Arturo Oliver (Morena), quien propuso acuñar una moneda conmemorativa por el Centenario de la Escuela Militar de Transmisiones. Muy similar a la iniciativa de Sergio Gil Rullán, de Movimiento Ciudadano, quien propuso otra moneda, esta vez para celebrar el Bicentenario de la Consolidación de la Independencia en el Mar.
Y el diputado del PT, José Alejandro Aguilar López, propuso declarar el 5 de marzo como el Día Nacional del Circo.
En contraste, aún quedan en espera de discusión reformas con alto impacto social, como la propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, o aquellas relacionadas con inteligencia artificial, prevención de la violencia contra las mujeres, desapariciones forzadas y procedimientos penales. Pero sobre esas, no hay prisa/CONGRESO-PUNTOPORPUNTO