Inicia NUEVA ERA JUDICIAL; hay INCERTIDUMBRE y FRUSTRACIÓN entre los TRABAJADORES

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tendrá un nuevo rostro, a partir de hoy, el que le dio la reforma judicial de 2024 y que significa un cambio de fondo, no sólo en su estructura sino también en sus reglas de operación, la principal, la elección por voto popular de ministros y ministras.

  • Hasta antes de la reforma de 2024, había 11 ministras y ministros designados por los tres poderes de la Unión y su presidencia, de cuatro años, se decidía por votación de los ministros integrantes del pleno.
  • Ahora ya sólo habrá nueve ministras y ministros y la elección judicial no sólo permitirá elegirlos por voto popular, también sirve para definir quién presidirá la SCJN, e incluso, quién sustituirá a un ministro o ministra en ausencia definitiva.
  • Quien obtuvo más votos, en este caso Hugo Aguilar, la presidirá por dos años, y al término de ese lapso será sustituido por la segunda persona con más votos durante la elección y así sucesivamente

Otro cambio significativo es la desaparición de las dos salas que tenía la SCJN, ahora ya sólo trabajará con un pleno que, aunque no está en la ley, su próximo presidente ha dicho que podría ser itinerante. Es decir, sesionará desde espacios distintos a la sede de la SCJN, para “acercar la justicia a la gente”.

¿Los nuevos ministros de la SCJN ya no usarán la toga?

Como parte de esa nueva integración también se había explorado la posibilidad de que las y los ministros ya no usaran la toga, sino trajes típicos de los pueblos originarios, como propuso Aguilar, la mayoría se opuso, pero se avaló el uso de distintivos como parte de la indumentaria judicial.

Asimismo, habrá una reducción de las percepciones salariales y prestaciones de las y los ministros, para que ninguno gane más que la presidenta de la República.

  • La reducción en el número de ministros propiciará también un cambio en la forma de la votación; ya no serán ocho, sino seis los votos para lograr la invalidez de una norma impugnada “pero en ningún caso las sentencias que se dicten fijarán efectos generales”.
  • Para alcanzar una jurisprudencia, por precedentes, antes se tiene que notificar a la autoridad emisora y si en 90 días naturales no se supera la inconstitucionalidad, el caso se podría someter a votación y si se aprueba con una mayoría de al menos seis votos, se emitirá la declaratoria general de inconstitucionalidad con efectos generales.

Además, se limitan las posibilidades de declarar la inconstitucionalidad de normas generales, contra las cuales tampoco habrá suspensión.

La incertidumbre cubre a trabajadores

Con mariachis, flores, comida, regalos y nostalgia, fueron despedidos los jueces de distrito y magistrados de circuito en el último día de labores antes de la llegada, el lunes, de los más de 850 nuevos juzgadores que fueron electos a través del voto popular.

  • El último día hábil en el Poder Judicial bajo el esquema que prevaleció por más de 30 años y que cambiará radicalmente a partir del próximo lunes, con un nuevo pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y ajustes en la normatividad interna, se vivió, sí, con música, pero también con tristeza, y sobre todo, con incertidumbre, en especial de parte del personal de los niveles medios y bajos.

En el caso del Palacio de Justicia Federal de San Lázaro, las actividades y la atención al público se llevaron a cabo con normalidad. Algunos magistrados portaron la toga por última vez, para concluir sus audiencias.

Otros terminaron de juntar sus pertenencias y despedirse, para partir por la puerta en la que, hace un año y 11 días, los trabajadores del Poder Judicial de la Federación (PJF) colocaron cadenas y candados para bloquear el paso e iniciar un paro de labores que mantuvieron durante 70 días, en contra de la reforma judicial.

Fue minutos antes de las 15:00 horas de ayer cuando comenzaron a sonar las notas musicales del mariachi, que, desde alguno de los tribunales del Palacio de Justicia, se arrancó con “El Rey”.

“Yo sé bien que estoy afuera, pero el día en que yo me muera, sé que tendrás que llorar… llorar, y llorar… dirás que no me quisiste, pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar… Con dinero y sin dinero, hago siempre lo que quiero, y mi palabra es la ley…”, se escuchaba hasta la entrada principal, donde había desparecido, ya, la fila de abogados que diariamente acuden a dar seguimiento a sus asuntos.

  • Ary, oficial judicial en uno de los tribunales de San Lázaro y quien, por motivos de seguridad no quiso dar su apellido, explicó a La Razón que ayer fue particularmente “un día triste”.
  • “Los últimos (jueces y magistrados) no se van por la puerta grande, no se van jubilados, con una estabilidad económica resuelta o la combinación de una trayectoria de trabajo. Se van porque los echaron”, lamentó la trabajadora del PJ.

Los titulares son gente, señala, que dedicó toda su vida a estudiar, que compitió varias veces para ser oficial judicial, para ser actuario, para ser secretario, para ser titular, dijo.

“O sea, no es fácil. Posteriormente compitieron para ser titular, cargo al que se inscribían miles de personas para concursar por esa plaza. Seleccionaban a 10, y luego a uno. Y luego para ser magistrados, son miles de jueces y seleccionaban a tres personas”, explicó.

La oficial judicial detalló que las despedidas llevan más de un mes, pues hubo quienes tuvieron la fortuna de jubilarse y se han estado retirando de forma adelantada, además de que otros no quisieron quedarse hasta este viernes.

  • Al interior, mencionó, incluso han empezado ya a retirar letreros donde decía “Consejo de la Judicatura Federal”, pues dicho órgano, que ha existido desde hace casi 31 años, desaparecerá el 1 de septiembre, para dar paso al Órgano de Administración Judicial y al Tribunal de Disciplina Judicial.
  • “Como cuando cambian de un partido a otro, que se va el PRI y llega Morena y cambian todos los colores, lo mismo está pasando adentro”, comentó.
  • Hay preocupación, reconoció, pues los trabajadores que se quedan están a la expectativa de lo que pueda venir; especialmente quienes se desempeñan en puestos de confianza están con temor de ser despedidos.

“No sabemos quién va a llegar, nuestros trabajos dependen de ellos. ¡Ni siquiera sabemos si la quincena va a llegar el 15 de septiembre! Cuando trabajas con la admiración y con una meta, te fijas objetivos, y de repente el objetivo y la meta tampoco ya no están, ya eliminaron la posibilidad. Ya todo queda a la suerte. Como trabajadores, pues tenemos la posibilidad de adaptarnos, de trabajar, de dar lo mejor de nosotros”, señaló.

Óscar, quien también es oficial judicial en otro de los tribunales, reconoció, como su compañera de trabajo, que hay incertidumbre ante lo que venga.

“Para una gran parte, es su último día hoy. Pues sí, obvio, la tristeza de irse de esa forma, que no fue lo correcto. Y en cuanto a los trabajadores, la incertidumbre. No sabemos qué vaya a pasar, quiénes van a llegar de titulares. Si de por sí cuando llegaban titulares con carrera judicial, llegaban y era complicado, ahora lo será más aún”, dijo.

  • Gilberto, quien acudió este viernes a una audiencia, expresó que hay mucho desasosiego al interior del tribunal: “Se ve muerto, de momento. El personal se ve triste, preocupado, y a la espera de lo que pueda venir después. Como postulante, digo que viene una situación que va a volver a generar retrasos y rezago en la administración de justicia”.

Jueces y magistrados se van, apuntó, sin los recursos económicos que les prometieron en la reforma judicial a quienes no compitieran en la elección del 1 de julio, y con la incertidumbre de una carrera que se ve truncada, en medio de señalamientos sin pruebas y mala imagen a nivel nacional./CONGRESO-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario