PANDEMIA obligó a las GAVIOTAS de MIRAMAR echar mano de su capacidad de adaptación para subsistir

El cierre de la playa complicó durante siete meses la alimentación de las gaviotas de Miramar y las obligó a echar mano de su capacidad de adaptación para subsistir.

A diferencia de los esfuerzos de preservación en esa playa por la tortuga lora, en peligro de extinción, y que durante los siete meses en que estuvo cerrada la playa tuvo más protección, estas aves quedaron a su suerte.

  • En este sitio turístico, uno de los más importantes de Tamaulipas, las gaviotas habitan junto a tortugas lora y mapaches y es una fauna admirada por los paseantes que disfrutan este paisaje natural.
  • «De las gaviotas poco se habla, sin embargo, es de destacar que este grupo de aves sobreviven hoy en día gracias a su resiliencia, es decir, su capacidad de adaptación frente a condiciones adversas, de hábitat, falta de alimentación y ataques de depredadores», afirma el ambientalista Miguel Verástegui.

Dice que es un animal que no está protegido en la norma NOM-059-Semarnat-2011 y por lo mismo su cuidado no aparece en el radar de autoridades del medio ambiente.

Por años, turistas han alimentado a gaviotas en Miramar

“Vergonzosamente somos uno de los cuatro estados del país que no tenemos taxonomía, así se llama al censo que se realiza a especies tanto de fauna como de flora”, destaca. Al respecto, la fundadora de la asociación civil Gaviota Vida Marina, Georgina Téllez, refiere que estas aves son numerosas, principalmente en la zona sur de la playa y como no se están extinguiendo, las autoridades no las voltean a ver, siendo nulos los proyectos para su cuidado.

“Para las gaviotas la comida está en la parte sur de la playa; tal vez molesten a la gente por arrebatarles la comida, pero la disponibilidad de alimento las tiene agrupadas en el sur”, explicó.

  • Afortunadamente las gaviotas no han sido blanco de caza por parte de propios y extraños o dañadas por otras circunstancias, agrega la activista. “Nadie las ataca, ni las mata. Hasta el momento no hay indicios de que estén siendo dañadas, porque al final la playa es su hábitat y se han convertido en un atractivo más en esta zona turística”.
  • Todo el tiempo pueden ser observadas en Miramar, que es su casa. Sus únicos enemigos son las fugas de hidrocarburo y el plástico que encuentran en el mar, expresa a su vez Miguel Verástegui.

Con la pandemia de coronavirus, dice, las gaviotas tuvieron que volver a sus habilidades primitivas para subsistir, pues la playa estuvo cerrada por siete meses. Se habían acostumbrado a que los humanos les arrojaran toda clase de comida, sobre todo frituras, al igual que a los mapaches de las escolleras. “Volvieron a pescar, tuvieron que hacerlo para poder sobrevivir, ya estaban acostumbradas a que los paseantes las alimentaran”, añadió.

Tan salvajes como los cocodrilos

Pese a que las gaviotas generalmente se asocian a estados de paz y esperanza, no son animales de comportamiento amigable y si se acercan a las personas solo será para obtener comida. No hay registro de que hayan atacado a alguien, pero Verástegui Cavazos recomienda evitarlas pues “como los cocodrilos defenderán su hábitat si es invadido”. Además, son portadoras de salmonelosis, dijo.

  • El director del organismo no gubernamental Ambientam, insiste en la urgencia de elaborar un censo poblacional de toda la fauna en Tamaulipas.
  • “Se requiere responsabilidad con el medio ambiente, porque hasta el momento no se ha considerado algún programa federal, estatal o municipal y en ese sentido se puede decir que hay desprecio por la flora y fauna (del estado)», dijo.
  • Lo considera importante porque las especies están extinguiéndose en todo el planeta y en México se desconoce qué especies tenemos, ni qué fauna nos representa, los esfuerzos se han enfocado en la jaiba, cocodrilo, nutria y tortuga lora.

Estima también que maestros de biología, ingeniería ambiental, medicina veterinaria y agropecuaria deben impulsar el aprecio por estos seres vivos e importantes para el entorno y contribuir en su estudio. “Las asociaciones ambientalistas, son las únicas que se preocupan y ocupan su tiempo para vigilar, tratar e informar de su esencia”, concluyó./MILENIO-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario