Temporalidad y la Peligrosidad de los HURACANES ha sido afectada por el CAMBIO CLIMÁTICO, revelan Estudios

El cambio climático agregó al menos un 10% más de lluvia al huracán Ian , según muestra un estudio preparado inmediatamente después de la tormenta.

Los científicos que estudian el calentamiento global encuentran cada vez más aristas que hacen referencias a las repercusiones nefastas que incumben al planeta en la medida en que las temperaturas globales se incrementan. Ahora, un nuevo estudio encuentra otra consecuencia alarmante asociada con el mismo fenómeno.

  • Los analistas de un documento que acaba de publicarse en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, indicaron que los huracanes se están robusteciendo con el tiempo, y no solo en un lugar. Este fortalecimiento de los vientos huracanados está ocurriendo en casi todas las áreas del planeta, dando lugar a las temibles tormentas.

El miércoles pasado, el Huracán Ian se abalanzó sobre la costa del Golfo de Florida con una fuerza catastrófica, desatando vientos huracanados, lluvias torrenciales y un oleaje traicionero que lo convirtieron en una de las tormentas estadounidenses más potentes de los últimos años.

  • Los ciclones tropicales, y en particular los importantes, representan un riesgo considerable para muchas regiones del mundo. Identificar cambios en este riesgo y determinar los factores causales de los cambios es un elemento crítico para dar pasos hacia la adaptación.
  • Los modelos teóricos y numéricos relacionan consistentemente el aumento de su intensidad con un mundo en calentamiento, pero la confianza en este vínculo se ve comprometida por las dificultades para detectar tendencias de intensidad significativas en las observaciones.

Investigadores de la Universidad de Madison-Wisconsin y del Centro Nacional de Información Ambiental de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos colaboraron en este proyecto. El equipo analizó datos de imágenes satelitales de huracanes que datan de casi 40 años para llegar a estas conclusiones. Todos los signos apuntan a que un aumento de las temperaturas está afectando la voracidad de los vientos.

  • James Kossin, científico de la NOAA en UW-Madison había llegado a hallazgos similares durante un proyecto de investigación anterior realizado en 2013. Pero, dice, “ese proyecto finalmente no fue concluyente”. Por lo tanto, decidió incluir más datos sobre huracanes durante un período más largo esta vez.
  • Para garantizar que este nuevo estudio produzca hallazgos más concretos, se utilizaron datos globales de huracanes entre 1979 y 2017. A través de una variedad de técnicas analíticas complejas (incluidas las mediciones de temperatura infrarroja de los satélites), los investigadores formularon un conjunto de datos mucho más completo para examinar.

“El principal obstáculo que tenemos para encontrar tendencias es que los datos se recopilan utilizando la mejor tecnología del momento -explica Kossin-. Cada año, los datos son un poco diferentes a los del año pasado, cada nuevo satélite tiene nuevas herramientas y captura datos de diferentes maneras, por lo que al final tenemos una colcha de retazos de todos los datos satelitales que se han entretejido”.

Los vientos soplan diferente

Los proyectos de investigación anteriores de Kossin también señalan otros cambios en el comportamiento de los huracanes a lo largo del tiempo más allá de simplemente fortalecerse. Esos cambios incluyen la velocidad de las tormentas y hacia dónde viajan. Por ejemplo, en 2014 descubrió que muchos huracanes migran de norte a sur. Posteriormente, las tormentas toman contacto con zonas costeras que en el pasado habrían salido ilesas.

  • Además, en 2018 pudo demostrar que los huracanes se mueven a un ritmo más lento a través de la tierra debido al calentamiento del clima del planeta. Indudablemente, cuando un huracán pasa más tiempo flotando sobre la tierra significa más inundaciones y también destrucción.

“Nuestros resultados muestran que estas tormentas se han vuelto más fuertes a nivel global y regional, lo cual es consistente con las expectativas de cómo los huracanes responden a un mundo que se calienta. Es un buen paso adelante y aumenta nuestra confianza en que el calentamiento global ha hecho que los huracanes sean más fuertes, pero nuestros resultados no nos dicen con precisión qué parte de las tendencias son causadas por actividades humanas y cuánto puede ser solo una variabilidad natural”, concluye Kossin.

Ciclones tropicales se presentan con más frecuencia e intensidad

La frecuencia e intensidad de los ciclones tropicales, entre ellos los huracanes, ha sido afectada por el cambio climático, alertó el investigador Dan Chavas, de la Universidad Purdue.

  • Patricia, en 2015, fue ejemplo de uno que se intensificó rápido, “y vemos comportamientos como estos cada vez más frecuentemente, creo que la intensidad pico es más difícil”, indicó el especialista, de acuerdo con el boletín Huracanes, cada vez más intensos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Es complejo apuntar que las tormentas se vuelven más fuertes, pero también hay una mayor cantidad de huracanes que llegan a niveles más altos, detalló el especialista en el ciclo de conferencias Panorama actual de las ciencias atmosféricas y el cambio climático. Estudios recientes realizados por el equipo del investigador mostraron que la intensidad de los ciclones ha sido afectada por el cambio climático.

Sin embargo, esto también está relacionado con que la Tierra podría estar en un punto donde la precipitación pluvial aumenta y su intensidad puede ser mayor, además de su frecuencia.

  • Dan Chavas es doctor en Ciencias Atmosféricas por el MIT y es especialista en el uso de modelos de laboratorios experimentales para entender los ciclones tropicales en la tierra.
  • El uso de estos sistemas muestra la complejidad de estos fenómenos, pues han permitido dar seguimiento progresivo a ciclones y huracanes como Katia, Irma y José en 2017, así como Sandy , en 2012, que causó daños por 65 mil millones de dólares.

El investigador señaló que el campo científico ha analizado cómo se calienta el planeta, para determinar qué se puede esperar en términos de velocidad y presión mínima.

«Para conocer lo que sucede, uno de los datos que se espera saber es la temperatura del mar, información importante para identificar el potencial de intensidad máxima», indicó el doctor Chavas.

Cambio climático aportó más lluvias a huracán Ian

Por último, también el cambio climático añadió al menos 10% más lluvia al huracán Ian, reveló un estudio preparado inmediatamente después del paso de la tormenta.

  • La investigación del jueves, que aún no ha sido revisada por otros expertos, comparó las tasas máximas de precipitación durante la tormenta con otros 20 escenarios computarizados de un modelo con las características del huracán Ian que llegara a Florida en un mundo sin cambio climático provocado por la actividad humana.

“La tormenta verdadera fue 10% más lluviosa de lo que debió ser”, dijo Michael Wehner, coautor del estudio y científico del Laboratorio Nacional Lawrence, en Berkeley.

Los meteorólogos pronosticaron que Ian habrá dejado más de 61 centímetros (dos pies) de lluvias en partes de Florida durante su paso.

  • Wehner y Kevin Reed, científico atmosférico en la Universidad Stony Brook, publicaron un estudio hace unos meses en Nature Communication en el que analizaron los huracanes de 2020 y descubrieron que durante sus periodos de tres horas con mayor precipitación fueron 10% más lluviosos que en un mundo sin gases de efecto invernadero. Wehner y Reed aplicaron la misma técnica, aceptada entre los científicos, al huracán Ian.

Una añeja regla de la física indica que por cada grado Celsius de calor adicional, el aire en la atmósfera puede retener 7% más de agua. Este semana, el Golfo de México fue 0,8 grados más caliente de lo normal, lo que habría significado alrededor del 5% más de lluvias. La realidad resultó mucho peor. El estudio relámpago reveló que el huracán causó más del doble de precipitaciones, un 10%.

Un 10% podría no ser mucho, el pero 10% de 51 centímetros (20 pulgadas) son 5,1 centímetros (dos pulgadas) que son muchas, en especial si antes ya habían caído 51 centímetros, declaró Reed./PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario