A la costosa guerra comercial le sigue ahora la amenaza de una guerra de divisas. China respondió ayer a la oleada de nuevos aranceles que impuso la semana pasada EE UU y dejó caer su divisa al nivel más bajo en 11 años. Cada dólar se compra ya por más de siete yuanes, una barrera psicológica que no se traspasaba desde mayo de 2008.
- El objetivo chino es mantener bajos los costes de sus productos en el exterior. Trump acusó a Pekín de “manipular” su moneda y dijo que este paso debilitará al gigante asiático. El terremoto asiático se dejo notar en las Bolsas de todo el mundo, con especial virulencia en Wall Street, que perdió casi un 3%, en la mayor caída del año.
- Además, el Ministerio de Comercio chino confirmó que las empresas estatales del país dejarán de comprar productos agrícolas a EE UU y abrió la puerta incluso a imponer un gravamen especial a los productos adquiridos desde el sábado. Esta decisión es un golpe donde más duele para Trump, a un año de las presidenciales en las que tratará de salir reelegido./EL PAÍS
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