En la sierra norte de Puebla, en el municipio de Juan Galindo, un sitio que no alcanza los 10 mil habitantes y que está a 106 kilómetros de Poza Rica, Veracruz, se encuentra la cuna de la industria eléctrica mexicana: la presa hidroeléctrica de Necaxa. La obra se edificó a principios del siglo pasado, entre 1903 y 1905, aprovechando la confluencia de los ríos Tenango y Necaxa. Y para construirla el gobierno tomó la decisión de inundar el pueblo que también se llamaba Necaxa, un nombre de origen totonaco que significa “lugar de ruido del agua”. La inundación del pueblo dio paso a otro de nombre Nuevo Necaxa, actual cabecera municipal de Juan Galindo.
Sus paisajes de intenso verdor, producto de las lluvias y la humedad constante, son también sede de uno de los principales enclaves del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), y de donde se tomó el nombre para el combativo equipo de futbol Los Rayos del Necaxa.
Es también uno de los espacios de la llamada resistencia civil apoyada por el sindicalismo electricista, que desde hace varios años ha dejado de pagar el consumo energético tras la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC), durante la administración del expresidente Felipe Calderón Hinojosa. Y durante los últimos dos años, de finales del 2023 a principios del 2025, fue sede de granjas ilegales de criptomonedas, como han reconocido autoridades de seguridad de Puebla.
- En la sede de la División Necaxa del SME, ubicada a 60 metros de la presidencia municipal de Juan Galindo, en el Campamento del kilómetro 153 y en la colonia Salto Chico se instalaron equipos de cómputo especializado dedicados, día y noche, a resolver cálculos matemáticos y eventualmente extraer divisas virtuales, cuentan pobladores consultados para este trabajo.
- El caso más evidente fue el instalado en la sede de la División Necaxa, una construcción de más de 5 mil metros cuadrados aproximadamente, de donde salía un intenso ronroneo que se escuchaba en varias cuadras a la redonda provocado por centenas de equipos de cómputo.
- En el costado izquierdo del inmueble, sobre la calle García Cubas, una gruesa conexión ilegal a la red del fluido eléctrico alimentaba los equipos, como aún se observa en el histórico de Google maps de mayo del 2024. Pero todo esto terminó en enero de 2025, cuando autoridades federales entraron a confiscar los equipos y cortar las conexiones. Cuando esto se hizo público, a pocos lugareños les extrañó.
La CFE no ha querido informar la cantidad de energía eléctrica que se consumió en ese lugar ni en otras ubicaciones del SME en Juan Galindo, pero un grupo de disidentes del sindicato que pusieron una denuncia penal contra la dirigencia ante la Fiscalía General de la República que dirigía Alejandro Gertz Manero lo calculan en decenas de millones de pesos.
También pidieron al Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin) que se revisara el uso de los inmuebles que el SME recibió en comodato por parte del gobierno federal, pues al interior se estaban minando criptomonedas de manera ilegal. Una copia de esa denuncia también se le hizo llegar al exfiscal. La respuesta oficial ha sido el silencio.
En junio de este año, Mario Benítez y Ricardo Arenas, integrantes del Frente Amplio de Unidad (FAU), un grupo de electricistas disidentes, se presentaron en la Fiscalía General de la República (FGR) para denunciar el huachicol eléctrico usado para minar criptomonedas dentro de instalaciones del SME en la sierra poblana, en el Estado de México e Hidalgo.
En el documento que entregaron a la FGR acusaron directamente a Martín Esparza, secretario general del SME; Humberto Montes de Oca, secretario del Exterior; Román Olvera García, subsecretario de la División Necaxa; y Miguel Márquez Ríos, secretario del Fomento a la Salud, además de diputado en Puebla del Partido Verde. Les achacaron los delitos de “asociación delictuosa, robo de energía eléctrica, despojo de aguas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y los que resulten, cometidos en agravio de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y del Estado Mexicano”.
En la denuncia afirman que “las conexiones eléctricas que suministran energía a las granjas de criptomonedas encontradas en diversas instalaciones del SME resultan ilegales, ya que la CFE no ha otorgado al sindicato ninguna concesión, permiso o autorización para llevar a cabo la explotación del recurso, por lo que, puede suponerse que la representación sindical ha hecho uso y aprovechamiento indebido e ilegal de un bien nacional estratégico”.
Hasta el momento, afirma Mario Benítez, no tienen noticia de personas detenidas o algún avance en la investigación.
“El gobierno federal les entregó 14 plantas generadoras de energía y 40 inmuebles al SME como parte de los acuerdos para subsanar la decisión de Calderón de eliminar LyFC. ¿Qué ha ocurrido con esos bienes nacionales y esas generadoras? Pues que están siendo usadas para generar criptomonedas”.
Y agrega: “Fue un robo impresionante. En un documento que la Comisión les dejó en las instalaciones de El Oro (municipio del Estado de México) estimaron el uso de casi 6 millones de kilowatts en un bimestre. ¡Un bimestre! Y eso son 16.6 millones de pesos. Allá en Necaxa fue más de un año de extracción de energía eléctrica”.
- La CFE se ha resistido a dar información al respecto. El monto de la extracción ilegal de energía eléctrica dentro de las instalaciones del SME lo consideró información clasificada como reservada, según un par de respuestas a solicitudes de información realizadas para este trabajo.
“La relación entre la CFE y sus clientes es una relación comercial, la misma que tiene por origen un contrato de adhesión, en el que la Comisión actúa como prestador de servicio, en específico de energía eléctrica; en este sentido, se informa que el mero pronunciamiento sobre la existencia o inexistencia de un contrato es susceptible de clasificarse como de carácter confidencial”.
Lo anterior a pesar de que en el documento que la CFE dejó afuera de las instalaciones del SME en el municipio de El Oro afirmó que no existía una relación comercial con el sindicato.
“El 28 de mayo del 2025 personal de la CFE llevó a cabo una revisión periódica (…) en la que se encontró la instalación eléctrica del inmueble (…) conectada sin autorización y sin un sistema de medición. (…) Se consideró que la energía eléctrica consumida y no facturada en el periodo 22 de febrero a 23 de abril del 2025 fue de 5.9 millones de kilowatt-hora. (…) se determinó que el importe a pagar por la energía consumida indebidamente asciende a 16.6 millones de pesos”, se lee.
En respuesta a una solicitud de información, la CFE se negó a informar si el SME cubrió el adeudo.
El único dato que la comisión dio a conocer tras varias solicitudes de información es que en los últimos ocho años han dejado de recibir 290 mil millones de pesos de “pérdidas no técnicas”.
- En enero de 2020, el entonces director de la división CFE Distribución, Guillermo Nevárez Elizondo, dio a conocer que las “pérdidas no técnicas” de la empresa son responsabilidad de la delincuencia organizada, los asentamientos irregulares, la resistencia civil y las fallas en mediciones y procesos, principalmente.
- Y los datos van al alza según la documentación que la CFE entregó por transparencia. Mientras que en 2019 hubo un registro de 32.6 millones de pesos, en 2024 creció a 40.2 millones, y hasta agosto de 2025 ya se habían alcanzado los 40.9 millones.
Las ubicaciones sindicales
“Curiosamente en donde hay presencia del SME se han detectado esas minas de criptomonedas”, cuenta un extrabajador de LyFC que habla para este reportaje bajo condición de anonimato.
“Aprovecharon la mano de obra especializada, y que en Necaxa (Juan Galindo) y Huauchinango no hay pago del consumo de energía eléctrica, una estrategia que se usó como mecanismo de presión en el conflicto del SME con el gobierno federal”.
- Hay dos condiciones necesarias para que el minado de criptomoneda resulte un buen negocio, que el consumo de energía eléctrica sea barato y que tengas a la mano suficiente agua que alimente a los sistemas de enfriamiento para los equipos de cómputo que no te impliquen grandes costos; ambas condiciones se concentran en Juan Galindo, una población con pago cero de energía eléctrica y la presa Necaxa con sus millones de litros de agua a disposición, explican Mario Benítez y Ricardo Arenas en su denuncia de junio de este año.
- Las imágenes que la disidencia sindical compartió para este trabajo muestran paredes repletas de equipos informáticos halladas en las instalaciones del SME de Juandhó, localidad del municipio de Tetepango, Hidalgo; en el kilómetro 153 de Juan Galindo. También conexiones eléctricas voluminosas en la sede sindical de Necaxa.
En marzo de 2024 se registró el incendio en una casa habitación en Salto Chico, otra de las propiedades que le fueron entregadas al SME en la zona de la presa de Necaxa. Disidentes locales con los que se platicó para este trabajo aseguran que se trató de un incendio causado por un fallido minado de criptomonedas.
En abril de este año el secretario de Seguridad Pública de Puebla, Francisco Sánchez González, dio a conocer en rueda de prensa que se habían desmantelado granjas de criptomonedas en el municipio de Juan Galindo, pero dijo que no podía confirmar en ese momento si el SME era el responsable: “eso es parte de las investigaciones. Cuando tengamos una conclusión se les informará”.
Se consultó con la dependencia si ya había una conclusión o posibles responsables, pero sólo informaron que la investigación había quedado en manos de la FGR.
Granjas para minar
Para que las operaciones de minado de criptomoneda sean exitosas “se requieren equipos de cómputo bastante poderosos, porque se utilizan elementos técnicos como el cifrado, como la transferencia de datos, el registro de información y que, por el volumen y por como están diseñados, pues son transacciones u operaciones bastante pesadas”, sostiene en entrevista Paúl Aguilar, especialista en seguridad digital de la organización SocialTic.
- El minado es básicamente la realización de operaciones matemáticas dentro de los sistemas digitales en los que viven las monedas que al resolverse ofrecen como recompensa una fracción de la moneda virtual, hasta que eventualmente se logra acuñar una completa.
- Se trata de una actividad que a medida que pasa el tiempo aumenta su complejidad, pues el sistema contiene un número finito de monedas, lo que vuelve más lento y complejo obtener alguna ganancia en la divisa sobre la que se trabaje.
- El costo del minado es variable, explica el especialista, depende del número de equipos trabajando y su potencia, “pero tengo por ahí un dato en el que generar, por ejemplo, el equivalente a unos dos dólares en criptomoneda tiene un costo de unos 20 mil pesos mexicanos, lo cual es bastante desproporcionado, pero eso tiene que ver justamente por la inversión en el equipo de cómputo, la parte de consumo eléctrico y todo lo que le vas añadiendo ahí”.
Pero sostiene que la ganancia es más que la inversión o el resultado inmediato, mucho depende de “los rendimientos a futuro, porque tal vez ahorita tú minaste lo equivalente a dos dólares, pero si esa moneda sube y multiplica su valor en mucho porcentaje, pues esos dos puede que se conviertan en 20 mil dólares. Y entonces ahí ya le ganaste a tu inversión”./Agencias-PUNTOporPUNTO























