Leucemia y Linfoma no-Hodgkin, frecuentes en población mexicana

Las enfermedades hematológicas malignas como la Leucemia, Linfoma, Mieloma Múltiple y Síndrome Mielodisplásico forman parte de los tipos de cáncer en la sangre más agresivos, lo que las ubica en el séptimo lugar como causa de muerte en nuestra población, según la Academia Nacional de Medicina de México.

Mientras que datos recientes del Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (GLOBOCAN), actualmente en México se registra una incidencia de estas enfermedades hemato-oncológicas en 13 mil 875 casos registrados; de los cuales 6 mil 325 corresponden a leucemias, 6 mil 12 a linfomas y mil 380 a Mieloma Múltiple.

El organismo específica que las leucemias y los linfomas no-Hodgkin representan los tumores más frecuentes entre la población mexicana; haciendo énfasis que el diagnóstico temprano permite la selección de un tratamiento óptimo, a la vez que representa una oportunidad de mejora en la sobrevida de los pacientes.

La importancia de las enfermedades hemato-oncológicas radica en que, aunque representan más del 9 por ciento de los casos por cáncer en nuestro país, continúa el diagnóstico tardío debido a sus síntomas silenciosos en etapas tempranas, lo que conlleva a un diagnóstico tardío, y por ende a un tratamiento tardío.

Por fortuna en los últimos años, el diagnóstico clínico ha experimentado profundas modificaciones debidas, en gran medida, a los avances producidos por los nuevos métodos cuantitativos de análisis celular. De entre ellos destaca la Citometría de Flujo, la cual constituye un complemento valioso de las técnicas clásicas utilizadas para el estudio de la morfología, biología y bioquímica celular.

 La importancia del diagnóstico oportuno y preciso se hace indispensable para determinar el tipo de terapia adecuada, de acuerdo al subtipo de cáncer en la sangre que presentan los pacientes; de ahí que la Citología de Flujo, representa una “valiosa herramienta que permite mejorar el diagnóstico al conocer a detalle las particularidades del padecimiento, además de monitorearlo, informó Carlos Fernández Jiménez, especialista en Bioquímica Clínica, de la Universidad de Salamanca, España.

leucemia

En entrevista con Hablemos de cáncer….sin miedo, previa a su participación en el Encuentro Mexicano Clínico de Diagnóstico en Hematología, que se desarrolló en el Instituto Nacional de Cancerología (INCan) el también especialista con Citometría de Flujo e Inmunología para el diagnóstico de trastornos hematológicos, precisó que lo novedoso de esta técnica –que se utiliza en el campo de la medicina desde hace 30  años- es que “permite analizar desde 10 mil hasta 10 millones de células en un tiempo récord cercano a una hora, identificando si alguna de éstas es maligna.

En padecimientos con síntomas silenciosos –o asintomáticos- como las leucemias crónicas, que despiertan hasta que la enfermedad está avanzada, destaca la importancia de este tipo de métodos de métodos de diagnóstico, con los que se puede prever la evolución de la enfermedad y hasta descartar la posibilidad de una recaída”, destacó el especialista en Medicina Traslacional.

El especialista indicó que un aspecto muy relevante es la estandarización en la Citometría de Flujo, lo que permite una mejor identificación de las células cancerígenas con alta sensibilidad; ayudando con ello a un diagnóstico certero y evaluación pronostica en la evolución de la enfermedad, al ser un método rápido, eficaz y accesible.

Fernández Jiménez, explicó que está técnica se utiliza cuando se tiene la sospecha clínica de que se pueda estar ante una enfermedad hemato-oncológica, al presentar el paciente síntomas muy específicos como cansancio, ganglios inflamados.

Indicó que la Leucemias Linfoblástica es más frecuente en niños y  adolescentes, mientras que los Linfomas no-Hodgkin y el Mieloma Múltiple Aguda se presentan más en adultos  de mediana edad y ancianos. 

La diferencia entre estos diferentes tipos de cánceres en la sangre está relacionada con la tasa de progresión y el lugar en donde se desarrolla el cáncer. Los padecimientos crónicos crecen de manera lenta, mientras que en las leucemias agudas el crecimiento es anormal y acelerado.

De ahí, que si de pronto los niños que los rodean empiezan a presentar los siguientes síntomas: fiebres, pérdida de apetito, cansancio sin causa aparente, sudoraciones nocturnas, infecciones frecuentes, sangran o presentan moretones con facilidad hay que llevarlos a una revisión médica porque se puede tratar de una leucemia.

 

 

 

 

 

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