¡Ojo! presencia de tos con sangre podría tratarse de un cáncer de testículo

Parte 2

A pesar de los avances que se tienen en el campo de la medicina –para detectar un sinnúmero de padecimientos- la autoexploración es fundamental para detectar a tiempo alguna anomalía en nuestro cuerpo. Quien como nosotros  –que se supone debemos conocer a detalle nuestra anatomía- para saber si algo anda mal.

Y ¡ojo! señores en el caso del cáncer testicular la autoexploración de manera periódica es básica, considerando que el 90 por ciento de este tipo de tumores no duele; es decir, sólo el 10 por ciento de los pacientes con cáncer de testículo manifestaran algún tipo de dolor. Si detectas algún cambio en la forma, tamaño y consistencia de tus testículos, no dudes en acudir con el urólogo en lo inmediato para descartar o confirmar la existencia de una neoplasia.

También se hace necesario aclarar que la prueba del antígeno prostático, de ninguna manera sustituye el tacto rectal por parte del urólogo ante la sospecha de un  cáncer testicular; por si estaban pensando en eludir la revisión.

Jesús Torres, presidente de la Sociedad Mexicana de Urología (SMU) declaró a Hablemos de cáncer…sin miedo que “el tumor testicular no duele. Sólo el diez por ciento de los casos de tumor testicular presenta dolor; el 90 por ciento restante no duele, sólo cambia la forma, tamaño y consistencia”.

HUEVOTES

Después de la exploración y una vez teniendo la sospecha clínica del diagnóstico, el ultrasonido permitirá ver alteraciones en el testículo; lo cual estaría sugiriendo la presencia de cáncer. Aunado a ello se realizan pruebas de sanguíneas para medir las cantidades de ciertas sustancias liberadas en la sangre por los órganos, los tejidos o las células de un tumor del cuerpo. Estas sustancias se relacionan con tipos específicos de cáncer cuando se encuentran en concentraciones altas en la sangre. Estas se llaman marcadores tumorales. Los tres marcadores tumorales que se emplean para estadificar el cáncer de testículo son los siguientes: Alfafetoproteína (AFP), Gonadotropina coriónica humana beta (GCH-ß) y Lactato deshidrogenasa (LDH).

Los índices de marcadores tumorales se miden otra vez después de la orquiectomía inguinal y la biopsia para determinar el estadio del cáncer. Esto ayuda a mostrar si se extirpó todo el cáncer o si se necesita tratamiento adicional. Los índices de marcadores tumorales se miden también durante el seguimiento para verificar si el cáncer ha vuelto.

También se manda a realizar una placa de tórax (pecho) “porque una vez que este tipo de neoplasia hace metástasis le encanta irse hasta el pulmón, por lo que una tos con sangre en hombres de entre 15 a 35 años”, informó Jesús Torres.

El cáncer de testículo es relativamente frecuente en gente joven; de ahí la importancia de que los hombres realicen autoexploraciones –el urólogo recomienda una vez a la semana- a partir de los 11 o 12 años, ya que “en la mayoría de los casos quienes detectan las irregularidades en los testículos son las parejas, y no ellos”, en el caso de los hombres con vida sexual activa.

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