GOBIERNO de SHEINBAUM medirá con una vara más corta los LOGROS SEXENALES

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum medirá con una vara más corta que su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, los logros sexenales en educación y salud.

Los programas sectoriales de educación y salud, publicados en septiembre en el Diario Oficial de la Federación, redujeron la cuota de indicadores a medir y borraron metas sensibles para valorar los resultados al final del sexenio.

  • Hace seis años, cuando se presentó el programa sectorial de educación, había 17 grandes indicadores para monitorear el cumplimiento de las prioridades de la administración pública.
  • En contraste, en la planeación sexenal del gobierno de la presidenta Sheinbaum sólo se plantean 12 grandes metas, dejando fuera el monitoreo de servicios escolares para la primera infancia, el nivel de escolarización entre la población más pobre del país, los resultados de los estudiantes mexicanos en la prueba PISA, la correcta distribución de los libros de texto gratuitos y el gasto federal como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).

Publicado el pasado 5 de septiembre en el Diario Oficial de la Federación, el programa sectorial 2025-2030 incluye indicadores que ya figuraban en el plan sexenal anterior, como nivel de escolarización, abandono escolar, asignación de plazas docentes, eficiencia terminal, acceso a servicios básicos y equipamiento, niveles de obesidad, activación física y presencia de profesores de educación física.

Una de las novedades que suma el nuevo plan sectorial es monitorear el porcentaje de personal docente que cuenta con estudios de posgrado. Sin embargo, a diferencia del proyecto sexenal anterior, el actual no cuenta con indicadores que permitan evaluar el aprendizaje de los estudiantes.

  • El gobierno nos quiere convencer de que la Nueva Escuela Mexicana es el mejor modelo educativo, porque está basado en el humanismo y porque pone a la comunidad en vez del individuo al centro de los esfuerzos. Sin embargo, no hay manera de evaluar y comprobar esta afirmación.- Marco Fernández, especialista en gasto público en educación
  • “El país no ha resuelto las necesidades educativas del siglo XX y ya nos cayeron las del siglo XXI”, afirma Marco Fernández, especialista en gasto público en educación y en implementación de políticas públicas con énfasis en la calidad de la educación.

“El gobierno nos quiere convencer de que la Nueva Escuela Mexicana es el mejor modelo educativo, porque está basado en el humanismo y porque pone a la comunidad en vez del individuo al centro de los esfuerzos. Sin embargo, no hay manera de evaluar y comprobar esta afirmación”, expone Fernández en entrevista con El Sol de México.

“Sólo cuatro estados, con sus propios recursos, han hecho sus evaluaciones y esos estados se llaman Nuevo León, Querétaro, Jalisco y Guanajuato. El resto del país está a ciegas”, remarca Fernández, coordinador del programa Anticorrupción y Educación de la organización México Evalúa e investigador de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.

Menos metas, menos dinero

En el ramo de la salud ocurre una situación similar. Hace seis años, el programa sectorial incorporaba 15 grandes objetivos sexenales, mientras que el presentado por el gobierno de la presidenta Sheinbaum se compone sólo de 11.

A diferencia del ejercicio anterior, el plan de prioridades del sector que encabeza David Kershenobich rasuró indicadores como población con carencia de acceso a los servicios de salud y/o que presenta alguna barrera para acceder al mismo, hogares de bajos ingresos cuyos gastos en salud sean catastróficos y hospitalizaciones por condiciones sensibles al cuidado ambulatorio en hospitales no especializados.

  • También se dejaron fuera rubros como porcentaje de las acciones concluidas de infraestructura de los servicios estatales de salud, porcentaje de personas con VIH que conocen su estado serológico e incidencia de dengue.
  • Entre los aspectos que incorporó la presente administración para definir sus prioridades y monitorear sus avances están la población que es atendida en instituciones públicas de salud, población que se atendió en sector público y que tuvo gasto de bolsillo, tasa de incidencia de infecciones asociadas a la atención de la salud e incremento en la participación de las unidades médicas en el intercambio de servicios de atención médica por institución y estado.
  • Si tú tratas de alinear el programa sectorial de salud con el presupuesto de egresos de la federación, te darás cuenta que hay programas que no tienen dinero ni tienen metas; y en cambio hay otros que no tienen indicadores sexenales, pero sí tienen dinero. Hay fallas graves en la planeación a largo plazo.- Éctor Jaime Ramírez Barba, legislador y experto en políticas públicas de salud

“Si tú tratas de alinear el programa sectorial de salud con el presupuesto de egresos de la federación, te darás cuenta que hay programas que no tienen dinero ni tienen metas; y en cambio hay otros que no tienen indicadores sexenales, pero sí tienen dinero. Hay fallas graves en la planeación a largo plazo”, expone Éctor Jaime Ramírez Barba, médico, legislador y experto en políticas públicas de salud.

Integrante de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Éctor Jaime estima que el presupuesto de 2026 para la función salud será de 996 mil 528 millones de pesos, lo que significa que se reducirá en 94 mil 334.5 millones de pesos respecto de lo que se tenía en 2024, considerando la inflación. Esto representa 2.5 por ciento del PIB, una cifra muy lejana al 6 por ciento que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“Con ese faltante, claramente no va a alcanzar. Todo lo demás que se diga son mentiras. No va a haber medicamentos suficientes, ni recursos para dar servicios de salud a los que no son derechohabientes, ni las camas necesarias, ni intervención comunitaria”, sentencia el legislador.

¿Primero los pobres?

Un aspecto que se pierde de vista en las metas sexenales de la gestión de Sheinbaum es la focalización de servicios para las capas más pobres del país.

  • Por ejemplo, en el arranque del gobierno del presidente López Obrador se medía la tasa bruta de escolarización de la población en los primeros cuatro deciles de ingreso, es decir, entre los sectores más necesitados del país. En cambio, el actual gobierno sólo dará prioridad a la cobertura escolar, en general, sin tener en cuenta los niveles de ingreso.
  • Nos va a traer una factura mayúscula al país, porque arrastramos rezagos en cosas tan básicas como comprensión de lectura y pensamiento matemático, y ahora ya nos cayó el cambio digital y la inteligencia artificial.- Marco Fernández, especialista en gasto público en educación

Hace seis años, el programa sectorial de salud se propuso medir el porcentaje de población con carencia de acceso a seguridad social, es decir, aquellos mexicanos que no cuentan con IMSS, ISSSTE o alguna otra forma de afiliación médica y que, por tanto, integran las capas más pobres del país. En la actualidad, ese indicador no distingue el nivel de ingreso.

  • Esta combinación de ajustes presupuestales y pérdida en la cantidad y calidad de instrumentos de evaluación de resultados “nos va a traer una factura mayúscula al país, porque arrastramos rezagos en cosas tan básicas como comprensión de lectura y pensamiento matemático, y ahora ya nos cayó el cambio digital y la inteligencia artificial”, destaca Marco Fernández.

El académico estima que para 2026 se llegará a la cifra récord de 186 mil millones de pesos en becas, pero declara que los problemas educativos no se resuelven con dinero.

“Está demostrado que el reparto de dinero y las becas no ayudan a disminuir el abandono y ni a elevar la matrícula. ¿Por qué? Según estudios que realizamos en Guanajuato y Nuevo León entre jóvenes que dejaron la preparatoria, los chicos no dejan la escuela por falta de recursos, sino por deficiencias en la tarea docente”, subraya./Agencias-PUNTOporPUNTO

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