Theresa May anunció ayer su dimisión como primera ministra británica, en un paso que eleva aún más la incertidumbre en torno al Brexit.
Incapaz de sacar adelante su plan para una salida pactada con la Unión Europea, May hará efectivo su abandono del liderazgo del Partido Conservador el 7 de junio, justo después de la visita de Donald Trump a Reino Unido.
El proceso de sustitución puede alargarse hasta mediados de julio. Sus posibles sucesores hacen gala de un discurso duro contra Bruselas, lo que aumenta la posibilidad de una salida a las bravas sin acuerdo el 31 de octubre./ EL PAÍS
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