Las REDES interactúan con las PRODUCTORAS para MODIFICAR CONTENIDOS

Las redes sociales llegaron para cambiar el mundo del cine y la televisión.

Actualmente la creatividad artística audiovisual se encuentra en riesgo en todo el mundo, no por las grandes industrias, ni por la falta de presupuesto, sino por un enemigo que nunca se hubiera pensado que se convertiría en “el malo de la película”, y del cual depende que se generen nuevos productos en televisión y cine.

  • El cinéfilo y televidente, es decir, los consumidores, se han vuelto los más duros críticos de sus series y películas favoritas, al punto que ahora demandan que los productos cumplan con todas sus expectativas, algo que no ocurría antes de que llegaran las redes sociales.
  • Salir de las salas al término de la trilogía Matrix en 2003, marcó un antes y un después en la industria hollywoodense, por primera vez el estreno de una película se proyectaba simultáneamente en 60 países, todo con tal de evitar los cotilleos (spoilers en inglés) en internet
  • En México la primer exhibición de Matrix Revoluciones se dio a las ocho de la mañana, mientras que en Los Ángeles, fue a las seis, en Nueva York a las nueve, Londres a las dos de la tarde, a las 5 pm en Moscú y 11 de la noche en Tokio, lo que marcó un hito en el séptimo arte.
  • La anticipación, entusiasmo y el desenlace, mantuvieron con los nervios de punta a miles, pero al término de la proyección, el público simplemente vertía su opinión entre sus conocidos de MSN messenger, en blogs o charlas de café.
  • Nadie cuestionó la ficción creada por las hermanas Wachowski, se aceptó el final de la trilogía, les haya parecido a miles, o generara escozor a otros cientos de fanáticos seguidores de las aventuras de Neo.

A poco más de 15 años de distancia, la historia es distinta, el final de Juego de Tronos (Game of Thrones) el domingo pasado, trajo la demanda enardecida de un público exigente por rehacer la octava temporada completa.

En una petición del sitio Change.org, al día de hoy las firmas rebasan un millón 500 mil usuarios.

¿El público tiene derecho de exigir? ¿La industria audiovisual debe complacer hasta el último capricho de sus espectadores? ¿Cuál es el futuro del entretenimiento ante esta amenaza contra los creativos del cine y la televisión?

Con la llegada de las redes sociales, la interacción entre el público y los creadores de productos audiovisuales ha incrementado exponencialmente, poniendo en riesgo hasta el trabajo de los creativos

  • “Una cosa es que la industria del entretenimiento trabaje para él público, y otra muy diferente es que trabaje para cada una de las personas que ven cada uno de los estímulos de esta industria por separado, no hay economía que pueda sostener eso, no hay creador que pueda darle gusto a tantos millones de personas, una serie como Game of Thrones, una película como Avengers: Endgame, no es un café de Starbucks, no es algo que tú puedas preparar y condimentar a tu manera o a tu estilo”, comenta Álvaro Cueva, especialista en medios audiovisuales.

Por su parte, Eric Alejandro Gutiérrez, sociólogo de la UNAM que impulsa charlas de cultura digital, cómics y series televisivas con Proyecto Mitología en el Siglo XXI, advierte que la audiencia se ha empoderado mucho gracias a las diversas plataformas digitales que existen.

  • “Estamos en un tiempo donde el espectador ya quiere ser el creativo porque sabe que con un comentario en cualquier red que se haga viral se puede llegar a los creadores”.

Basta recordar el ejemplo suscitado a principios de mayo, cuando Paramount Pictures liberó el avance de la película Sonic, basada en el videojuego del mismo nombre de los 90, el odio fue tal en internet, que el director de la cinta Jeff Fowler publicó en Twitter que se rediseñaría al personaje azul, inspirado en un puercoespín.

“El mensaje es alto y claro… no están satisfechos con el diseño y desean cambios. Va a pasar, todos en Paramount y Sega están totalmente comprometidos a hacer de este personaje el MEJOR que pueda ser”, compartió Fowler en la red social.

  • “Por supuesto que es bueno que haya una retroalimentación, o tendría que ser bueno, lo que creo que no es benéfico, es que los fans empiecen a ejercer una presión que vaya coartando lo que te quieren decir esos creativos”, agrega el crítico de cine Jesús Chavarría
  • Aunque también hay estudios como Disney que son herméticos a la crítica, ya que con el lanzamiento del Episodio VIII, El último Jedi, de la saga Star Wars, el director Rian Johnson, fue severamente cuestionado por su trabajo en redes sociales y la productora no mostró interés en los comentarios.
  • La producción del 2017 de Lucasfilm también fue sujeta de una petición en Change.org para que fuera removida del canon oficial de Star Wars, pero esta fue completamente ignorada por Disney; se clausuró con 166 mil 940 firmas.

¿Estamos viviendo tiempos en los que la opinión del espectador es más importante que el desarrollo creativo de los productores?

Todo parece indicar que la era del fandom ha comenzado.

El público: los nuevos ricos

La necedad por ser leído, obtener un Me Gusta y sentir la gratificación inmediata del mundo virtual, ha generado que los consumidores se crean con el poder de demandar atención constante, lo que ahora también repercute en la creación de series y películas.

  • “Las audiencias son como nuevos ricos, en todo lo que tiene que ver con participación social, porque antes no podían opinar, antes no eran tomados en cuenta de una manera tan abierta, tan clara, pero qué pasa con los nuevos ricos, pierden el piso, se desbordan y llega un momento en el que sobrepasan lo que se les puede dar”, dice Cueva vía telefónica.
  • El analista de medios audiovisuales observa que hay un rasgo de egoísmo en la sociedad actual, lo que causa un resentimiento injustificado en los espectadores, que ahora gustan de presumir que pueden exigir cambiar producciones, cuando esto no sucedía antes.
  • “Es una cuestión que va más allá del espectáculo, es un tema social. Estoy convencido de que algo está pasando, algo que tenemos que reflexionar y corregir, porque ahorita estamos con la industria del entretenimiento, pero esto llega a adquirir dimensiones mucho muy peligrosas cuando se traslada, por ejemplo, a una noticia”, remarca el comunicador
  • Y es que la labor periodística que cada vez está en mayor riesgo mundial, ahora parece que debe responder al beneficio de los lectores, sin importar caer en fake news o en la desinformación, situación alarmante para la verdad.
  • “Ya la gente quiere que las noticias sean a su gusto, y las noticias son las noticias, tú no puedes cambiar el número de muertos, tú no puedes cambiar al ganador de una elección. Es muy complicado en estos momentos poder compartir todos estos datos, todas estas notas cuando las audiencias no quieren recibirlas”, argumenta Cueva.

Cultura de convergencia: participación para todos

El fenómeno de la comunicación abrupta en redes sociales, sin filtro, que llega a todos los rincones del mundo en cuestión de segundos, ha creado lo que ahora se conoce como la cultura de la convergencia.

  • “Gracias a las redes ya se puede obtener información de todo el mundo, porque si alguien lo sube, otra persona puede verlo y contestar o compartirlo, eso es la cultura de la convergencia, que en su parte positiva es cuando dos cosas chocan y producen algo nuevo o novedoso”, explica Eric Alejandro Gutiérrez.
  • Los pensadores Henry Jenkins y Carlos Scolari hablan de cómo la comunicación atraviesa por una transición entre los medios nuevos y los viejos, lo que hace que la interacción entre productor y consumidor se vuelva impredecible, subraya el sociólogo Eric Alejandro Gutiérrez
  • El sociólogo comenta que el punto negativo de esta teoría expuesta por el académico Henry Jenkins y secundada por Carlos Scolari, es cuando el fandom –grupo de aficionados a un pasatiempo– alza la voz para expresarse sin fundamentos.
  • “Lo que estamos presenciando es el empoderamiento del fandom. ¿Por qué es negativo? Porque cualquiera te puede contestar o comentar y se desconoce si es alguien informado o es un simple fan o alguien dándote una opinión, es la falta de moderación la que provoca este tipo de ataques”, aclara el fundador del Proyecto Mitología en el Siglo XXI.

Cada vez está más cerca la regulación del internet en la Unión Europea y Estados Unidos, incluso en China ya se restringe la entrada a Google y redes sociales, por lo que Gutiérrez hace hincapié que los conflictos de opiniones sin pruebas, podrían ser inexistentes en el corto plazo.

  • “En algunos países del primer mundo ya están implementando leyes que moderen el tráfico de internet, sobretodo para evitar este tipo de conflictos (…) El fandom necesita estarse quieto, porque si todo el mundo empieza a fabricar lo que quieren, realmente ¿dónde va a acabar todo esto?”, cuestiona Gutiérrez.
  • Prueba de esto es la medida que el día de ayer anunció el sitio Rotten Tomatoes, el cual informó que introducirá reseñas verificadas en su portal, en las que los usuarios tendrán que subir la compra de sus boletos al cine para así evitar la manipulación hacia la crítica negativa de las audiencias
  • Rotten Tomatoes es una página estadounidense especializada en análisis de cine y televisión, dictando las tendencias para aprobar o desaprobar una producción audiovisual. En sus redes sociales suma más de cuatro millones de seguidores.

En el pasado el portal ha visto cómo usuarios bombardean de críticas negativas a películas como Star Wars: El último Jedi  y  Pantera Negra  de manera injustificada, por lo que impondrán este protocolo de verificación para evitar críticas desleales./REPORTE INDIGO-PUNTOporPUNTO

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