Marinos detienen a joven inocente en San Luis Potosí

Narración de la tortura

El 9 de mayo de 2013, un joven fue detenido por elementos de la Marina, San Luis Potosí. Violentamente lo llevaron a “un cuarto donde me golpearon, me pusieron una bolsa de plástico y me dieron toques”, indicó de acuerdo a su testimonio.

Durante el examen médico, dichas lesiones fueron descritas en el dictamen médico de la PGR, en el que se asentó que la víctima solamente “presentó lesiones que no ponen en peligro la vida y tardan en sanar menos de quince días”.

La víctima, estando en el CEFERESO el 25 de junio de 2015, fue interrogado por un visitador adjunto de esta Comisión Nacional de los Derechos Humanos, ahí la víctima denunció que el 9 de mayo de 2013, alrededor de las 19:00 horas, se dirigió a vender un vehículo que le habían encargado; llegó a una tienda de autoservicio, pero al no encontrar lugar, se estacionó a media cuadra.

Al descender del vehículo y caminar rumbo a la tienda que se encontraba en la esquina de la acera contraria, al cruzar la calle, se percató que de una camioneta de color grisáceo descendieron tres personas con el rostro cubierto y uno de ellos lo esposó de la mano derecha y le pidió el “teléfono”, al mostrarlo, uno de los marinos dijo que “ese no era”, a lo que otro contestó: “como sea, se lo llevaran”.

  • Secuestro y tortura militar…

Lo subieron a la camioneta y lo acostaron boca abajo en el piso, poniéndole la playera que llevaba en el rostro. El automotor circuló entre 15 o 20 minutos y en el trayecto recibió varios pisotones en la nuca para que no alzara la cabeza, después lo bajaron del vehículo y lo llevaron a un cuarto muy amplio donde lo desnudaron y lo hincaron, mientras le preguntaban por personas que no conocía, dijo la víctima.

Al desconocer los hechos que le reclamaron, comenzaron a darle descargas eléctricas en las costillas, los testículos, el labio inferior y, además, le daban pisotones en la cabeza.

Le preguntaron “qué hacía en el lugar dónde lo agarraron”, y les contestó que iba a vender un auto a una persona de la que no pudo dar mayores datos, razón por la cual le dijeron que iban a revisar minuciosamente “la cuadra” donde lo aseguraron y cualquier cosa que encontraran “se la pondrían a él”.

Lo dejaron de golpear después de aproximadamente dos horas de interrogatorio y sintió que le dieron una cobija, “porque se encontraba únicamente en calzón”. Después de una hora escuchó gritos de mujeres, sin saber cuántas, los gritos los escuchó durante una hora y supone que también las estaban golpeando.

En su testimonio la víctima describió que después le destaparon un poco el rostro, para que viera la foto de una mujer a quien no conocía. Más tarde dejó de escuchar los gritos de las mujeres y le dijeron que habían encontrado armas y droga; que si no encontraban de quién eran, “él se iba a comer todo el pastel”.

  • Un día después…

Al día siguiente lo despertaron y llevaron a otro cuarto, después le dijeron que tenía que aceptar la propiedad de todo lo que habían asegurado o le harían daño a su familia, que “por la presión y las amenazas a su familia, decidió aceptar las imputaciones”.

Trascurridas 4 horas del día siguiente le dieron ropa y lo llevaron a lo que parecía un baño, donde “le dijeron que debía aceptar que pertenecía al crimen organizado y que todas las armas eran suyas”; le destaparon el rostro y lo llevaron a un cuarto grande, donde observó unas mesas blancas llenas de armas y droga.

En ese sitio se encontraban varios medios de comunicación y fue hasta ese lugar en que alcanzó a ver a otras personas a quien señalaron como ‘sus cómplices’, ahí vio a elementos de la Marina.

Después lo llevaron a un vehículo cerrado y lo trasladaron a la PGR en San Luis Potosí; ahí no lo aceptaron y lo regresaron al mismo lugar donde estuvo retenido, amenazándolo con “hacerle daño e incluso matarlo”, y que no debía decir nada de los golpes que recibió.

  • Gritos de mujeres…

Al anochecer lo llevaron vendado al aeropuerto de San Luis Potosí y lo trasladaron vía aérea a la Ciudad de México, después llegó a las oficinas de la PGR, donde antes de ingresar le quitaron la venda. Aclaró que escuchaba gritos de mujeres, pero como iba vendado no pudo ver qué ocurrió.

Al estar declarando ante el MPF, no quiso aceptar las imputaciones, pero una persona le dijo que aceptara “algún cargo, aunque fuera menor”, por lo que dijo que era “halcón”.

“Ésta fue una de varios casos que tras un arduo trabajo de presiones e investigación llegaron a convertirse en una Recomendación de la CNDH, en 2017. Sí fue torturado, sí le sembraron armas y delitos que no cometió y sí estuvieron a punto de matarlo con brutal y desmedida violencia física. Se comprobó.

La Marina tortura, cuando ni siquiera en tiempos de guerra, según estatutos internacionales, lo debería hacer. Estamos frente a elementos deshumanizados que bajo el absurdo argumento que ‘combaten el narco’ que no lo hacen, están matando población civil por tortura o de un tiro rápido -ejecución extrajudicial-. Qué lamentable que las fuerzas armadas sean un verdadero peligro para México”, cita el portal Revolución TRESPUNTOCERO.

  • Denuncias de Marina por uso excesivo de la fuerza

Desde el 2006 y hasta octubre 2017, la Secretaría de Marina acumuló 26 quejas en 2006; 331, en 2007; 42, en 2008; 43 en 2009, en 2010 fueron 192. En 2011, hubo 491 quejas; 418 en 2012, 383 en 2013; 351 en 2014; 365 en 2015; 244 en 2016, y hasta octubre de 2017 había 216 quejas. En ese mismo periodo la CNDH emitió 41 recomendaciones a la Marina.

“Algunas las acepta, otras las rechaza, pero ambas situaciones son lo mismo. No cambia en nada, las violaciones a Derechos Humanos continúan, no se detienen y de seguir con la misma política y estrategia fallida que sean quienes tengan el control en materia de seguridad va a seguir muriendo gente y también seguirá la tortura. La solución es cambiar. No más represión a los ciudadanos.

  • Clamor social…

No somos los enemigos. Es necesario que se reconozca que las fuerzas armadas sí asesinan y sí torturan y que por eso ya no se va permitir, quien siga negando esta grave problemática y tiene poder, es un peligro porque muchos llevamos dos sexenios sobreviviendo, pero no sabemos cuándo seremos nosotros, nuestros hijos, nuestros padres, un amigo”, sentencian especialistas. /CON INFORMACIÓN DE REVOLUCIÓN 3.0

Marina

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario