Organizaciones civiles aseguraron que la ciudadanía está de acuerdo con estos gravámenes, ante los daños que generan estas bebidas en la salud humana.
El Poder del Consumidor subrayó que el 56 por ciento de las personas aprueban el incremento del impuesto, el cual aumenta a 83 por ciento cuando los recursos se destinan a atender la salud de los más vulnerables.
- Además, 9 de cada 10 personas opina que las bebidas azucaradas afectan mucho la salud de la población y 40 por ciento de los participantes declaró que consume refrescos al menos una vez al día.
La encuesta, realizada en septiembre de este año con un muestreo de mil 500 entrevistas —mil 200 dentro del territorio nacional y 300 en la Ciudad de México— señala que el 88 por ciento está de acuerdo con que el gobierno debe tener como prioridad la prevención de la obesidad y la diabetes en México y el 87 por ciento coincide en que el gobierno debe desalentar el consumo de comida chatarra y bebidas azucaradas.
- Además, detalló que la encuesta Enkoll, presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 9 de octubre, mostró que el 88 por ciento de las personas entrevistadas piensa que los refrescos son muy dañinos para la salud y el 54 por ciento está de acuerdo con que se cobre un impuesto más alto a los refrescos como medida para promover la baja en su consumo.
La organización agregó que estos resultados desmienten los argumentos de la industria de bebidas azucaradas, que señalan que la población mexicana rechaza el aumento a estos impuestos. Por el contrario, las encuestas muestran un respaldo mayoritario, especialmente cuando se garantiza que los recursos se destinen a la salud pública, como lo ha prometido la presidenta Claudia Sheinbaum y el Secretario de Salud, David Kershenobich.
“Hacemos un llamado urgente a las y los legisladores para que en la discusión del paquete fiscal 2026 respalden el incremento al impuesto a bebidas azucaradas y que este sea de 7 pesos por litro, para alcanzar el 20 por ciento del costo del producto, como lo recomiendan los organismos internacionales. Esta medida representa una oportunidad histórica para fortalecer la política fiscal en salud y responder a la evidencia científica que vincula el consumo excesivo de estas bebidas con enfermedades crónicas como la diabetes y la obesidad”, sentenció./Agencias-PUNTOporPUNTO