Discriminan a mujer con cáncer de mama en Consejo de Seguridad del Edomex

Redacción

Adriana fue obligada por su jefe inmediato a trabajar de manera normal un día antes de que fuera sometida a una mastectomía radical para extirparle el seno izquierdo y 26 ganglios.

Esa arbitrariedad fue solo parte de toda una campaña de hostigamiento que Adriana sufrió por parte de David Alberto Izquierdo Sánchez, titular de la Unidad de Análisis Criminal del Consejo de Seguridad Estatal del Estado de México, de otros funcionarios y de empleados del área.

La agencia de noticias Cimac dio a conocer el caso de Adriana, una mujer que a raíz de que fue diagnosticada con cáncer de mama sufrió toda una campaña de hostigamiento laboral, burlas y violaciones a sus derechos laborales en el CES Edomex.

En octubre de 2014, Adriana Rodríguez Hernández fue diagnosticada con cáncer de mama (CaMa Her 2 Positivo) un tipo de cáncer muy agresivo, invasivo, poco común y poco investigado en México.

En ese entonces, Adriana se desempeñaba como subdirectora de Información Delictiva y Coyuntural de la Unidad de Análisis Criminal de la Comisión Estatal de Seguridad del Estado de México (CES Edomex)

En principio, quien era su jefa inmediata, Beatriz Ramírez, la apoyó para que se retirara por incapacidad, pero Adriana siguió trabajando desde su casa, a pesar del tortuoso tratamiento al que fue sometida para tratar su padecimiento.

Su suerte empezó a cambiar cuando Beatriz Ramírez fue sustituida por David Alberto Izquierdo Sánchez, quien lo primero que hizo al llegar al cargo fue burlarse de Adriana y exigirle su renuncia.

La víctima argumentó que contaba con una licencia de incapacidad por un año emitida por el Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMYM) y entonces David Alberto la obligó a quedarse a trabar con normalidad, a pesar de que al día siguiente ella sería intervenida quirúrgicamente.

A la campaña en su contra se unió el director de Recolección de Información y Coordinación Regional, Luis Itzcoatl Mauriño Cubas, quien le envió varios oficios en los que le solicitaba que renunciara a su cargo.

Adriana presentó una y otra vez los documentos que acreditaban su incapacidad médica, pero solo recibió como respuesta malos tratos de sus jefes y de algunos de sus compañeros de oficina, quienes se burlaban de su aspecto físico después de la extirpación del seno izquierdo.

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Adriana presentó denuncias por abuso de autoridad, discriminación y acoso laboral ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) (número de expediente CODHEM/TLAL/786/2015), y la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), con el número de expediente CI/SSC-SVMN/QUEJA/011/2016).
También acudió al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y al Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), pero obtuvo respuesta.

Adriana buscó el apoyo de la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Senado, Diva Hadamira Gastélum, quien también la ignoró.

A partir de las denuncias presentadas, su jefe inmediato le prohibió a los empleados del área dirigirle la palabra a Adriana. Su oficina fue desalojada y sus objetos personales fueron tirados a la basura.

Tras investigar su caso, la CODHEM pidió de manera institucional a la Unidad de Análisis Criminal de la CES que cesara el hostigamiento y se tomaran medias de precautorias para proteger a Adriana cuando regresara a su puesto.

“El 5 de diciembre de 2016, regresé a las oficinas para reincorporarme en mi puesto y funciones como subdirectora de Recolección de Información Delictiva y Coyuntural” dijo Adriana a la reportera de Cimac, Hazel Zamora Mendieta. Sin embargo, se le impidió el ingreso y fue atendida hasta el día siguiente, solo para notificarle que sería cambiada de área.

Rodríguez fue colocada a cargo del Programa Operativo Anual (POA) de la CES. La instalaron en una oficina sin ventilación a pesar de saber que sufría de hiperventilación y no le entregaron equipo ni personal para llevar a cabo su tarea.

Finalmente Adriana Rodríguez fue destituida de su cargo el 19 de diciembre de 2016, sin darle alguna razón de su despido, “No me despidieron por mi trabajo, me despidieron por mi condición de salud”, argumentó.

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