El “Gordo Mayito” no es pez gordo

Dicen que los excesos que dio a conocer en sus cuentas de redes sociales fueron clave para dar con el paradero de Ismael Zambada Imperial, El Mayito Gordo, hijo del líder del Cártel de Sinaloa.
En su perfil de facebook se podían ver fotos de armas de grueso calibre, fajos de billetes y hasta el lugar en el que vivía. En su ficha informativa, señala que “ha trabajado” en el Cartel de Sinaloa, que vive en Mazatlán y es “gerente de empresa”.
El hijo de Ismael Zambada García, El Mayo, y quien heredó el cartel, lo que menos tenía era pena. Se paseaba con amigos por las calles de Culiacán, asistía a los antros y lugares de moda y presumía el dinero siempre que podía. Los bar tenders de la zona lo recuerdan por sus jugosas propinas en dólares.
Pues bien, aunque las autoridades digan que este es un golpe duro al cartel y al narco, no es así, ya que El Mayito Gordo ni siquiera figura en la lista de capos principales del cartel que elaboran las agencias en los Estados Unidos.
Según despachos de prensa, una fuente oficial aseguró que Zambada Imperial asumió un papel más prominente en el cartel este año, después de que su padre se convirtió en el máximo líder tras la captura del capo Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, en febrero.
Estas fuentes se atreven a detallar que habría quedado al frente de la totalidad de los envíos de droga que la organización criminal hace frecuentemente a los Estados Unidos.
Esto es imposible de creer, ya que su nombre nunca ha figurado como el de sus medios hermanos, Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, capturado en 2009 en el Distrito Federal y extraditado a los Estados Unidos, o Serafín Zambada, detenido en noviembre de 2013 en Nogales, Sonora, quienes sí tenían un papel activo junto a su padre.
Ismael El Mayito Gordo se convierte así en el tercero de los hijos de Zambada detenidos en los últimos años, y si fuera cierta la versión de las autoridades acerca de su papel en la organización, desde hace meses estaría en la mira de las autoridades estadunidenses, pero, insistimos, no es así.
Es más, se ha corrido la versión que ni siquiera lo buscaban, ya que se sabe en Culiacán que el operativo armado por marinos y fuerzas del ejército iba realmente por su padre, cuya captura representaría –ahora sí– el descabezamiento del cártel.
Los oficiales de inteligencia indagaron por semanas y lograron versiones seguras de que el capo líder estaría en un domicilio con su hijo El Mayito Gordo, pero no fue así, y solo se capturó al vástago. Fue la vida pública y de excesos del hijo lo que habría dado con el paradero del padre.
Con esta detención no se debilita el cartel de ninguna manera, porque El Mayito Gordo no es un gran capo, solo es la detención de unnarcojunior más que no modifica las actividades de trasiego de droga de la organización.
PARA EL REGISTRO Ojalá que las expectativas con las que llega el  jurista Luis Raúl González Pérez a la CNDH se cumplan y pueda elevar el nivel de esa institución, humillada, sobajada y apegada a los designios de los gobiernos en turno. La actual Comisión Nacional de los Derechos Humanos no es ni la sombra de la que fue hace algunos años, y se sumió en el océano de la burocracia e intereses políticos que hicieron olvidar lo básico. Suerte Don Raúl *** En cambio, la Comisión que será interesante seguir es la Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH). Su intervención en el caso Ayotzinapa garantiza un seguimiento imparcial de las investigaciones que realiza el gobierno mexicano. Gracias y buen fin de semana.
 
 

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