La crisis interna del PAN afecta a la militancia en el Edomex

Por Jesús Esquivel

La descomposición interna del Partido Acción Nacional en estado de México, es evidente y peligrosa. Primero porque no se ponen de acuerdo la cúpula panista de convocar a las elecciones internas para elegir al nuevo líder de los panistas mexiquenses y lo otro porque de no ponerse de acuerdo en el 2016, el proceso electoral del 2017 cuando habrá de elegirse al nuevo gobernador fracasarán nuevamente como lo le ocurrió en el 2011, cuando su candidato, Luis Felipe Bravo Mena perdió la gubernatura e incluso la preferencia electoral al pasar de la segunda fuerza a la tercera. Eso les debe de preocupan. ¿O No?

Lo cierto es que quien tiene en sus manos al partido será difícil que lo suelte. Hablemos de Oscar Sánchez Juárez, líder estatal y de su jefe Ulises Ramírez, ex coordinador de la fracción parlamentaria y ahora diputado federal. Mientras ellos se mantengan en el poder del bolillo no habrá grupos opuestos a decidir el futuro del blanquiazul. Esto viene al caso por la intención del grupo de los Bravos Boys, quienes insistían en convocar a las elecciones, las cuales seguramente se realizarán en el 2016.

De acuerdo al Comité Ejecutivo Nacional del blanquiazul, dirigido por Ricardo Anaya, determinó que no hay sustento jurídico para proceder a la elección de una nueva dirigencia mexiquense, porque Sánchez Juárez tardó al menos un año, después de que lo eligieron, para tomar posesión. Todo esto ocurrió por presuntas irregularidades, mismas que tuvieron que ser resueltas por el tribunal Electoral del Estado de México que le dio el triunfo al panista, quedando en la raya, Jorge Ernesto Izunza Armas. Es decir no habrá elecciones hasta octubre del 2016

De hecho, el ex candidato a dirigir a los panistas volvió nuevamente a pedir el apoyo de la militancia para regresar por su fueros como aspirante ahora apoyado por el alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar, quien ya se perfila como uno de los posibles contendientes a la gubernatura por este partido,   claro si hay consenso y el Grupo Tlalnepantla se le permite. Es decir, las pugnas están a todo lo que da en panismo mexiquense.

También hay que ver todos los intereses que se juegan con la permanencia de Oscar Sánchez Juárez en la dirigencia panista, primero porque pudiera resurgir el grupo de Ulises Ramírez, quien a su vez buscaría ser el aspirante a la candidatura a la gubernatura del estado de México, aunque sus antecedentes no cuadran por estar involucrado en actos de corrupción por intentar vender las candidaturas como consta en la Revista Proceso del 7 de junio del 2013

“Acusado de comerciar con candidaturas y de acumular una fortuna mal habida, pero solapado por el presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, el diputado Ulises Ramírez Núñez ostenta poder económico hasta para comprar un centro comercial, mientras que su esposa, magistrada del Estado de México, se desempeña como empresaria en el sector energético. Señalado de someter al PAN estatal al gobierno del Estado de México desde que Enrique Peña Nieto era gobernador, quien propuso como magistrada a su esposa Luz María Angélica Alatorre Carbajal, Ramírez Núñez también se ufana de la relación con el mandatario Eruviel Ávila…”

Y es que panistas antagónicos a él en el Estado de México han difundido información sobre la fortuna que ha acumulado en los años recientes, entre ellos valiosos terrenos, casas, obras de arte y hasta una avioneta, cuyo valor no podría adquirir con sus ingresos como senador, diputado y coordinador de asesores de Juan Camino Mouriño cuando éste fue secretario de Gobernación. Los antagonistas de Ramírez Núñez en el PAN, que controla a través del impugnado presidente estatal, Oscar Sánchez Juárez –un confeso admirador de Adolfo Hitler–, atribuyen esa riqueza a su relación con personajes dedicados a la delincuencia, razón por la cual supuestamente Felipe Calderón lo alejó de su entorno….”.

En más temas del estado de México, aún se desconoce cuál será el desenlace en el municipio de Valle de Chalco. Es una situación inédita en el municipio 122 hay dos alcaldes municipales: Jesús Sánchez Isidoro, quien tras pedir licencia como diputado local se reincorporó al ayuntamiento como presidente municipal constitucional y Fernando Ruiz Razo, a quien le tomaron protesta como edil municipal suplente 7 regidores y el síndico.

Por cierto que hará el Tribunal Electoral del Estado de México con esa decisión, porque quien ganó el juicio JDCL/20606/2015 fue Ruiz Razo para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano, ya que a pesar de que Sánchez Isidoro tomó protesta como diputado local no pidió licencia definitiva como alcalde de esta localidad.

¿Pero qué hay de esta situación?. Cuál será el interés del diputado-alcalde de mantenerse en este segundo cargo? ¿Acaso espera recibir su finiquito como edil?. Realmente es un gran escándalo que el propio partido del Sol Azteca no ha sabido que decir, mucho menos hacer una declaración. Tal parece que Omar Ortega Álvarez no le interesa tocar el tema por lo espinoso.

¿El rumor de que hubiera algún desvió de recursos del erario público pudiera ser una de las actitudes de Sánchez Isidoro de no dejar el cargo a otra persona “desconocida” y que lo pusiera en evidencia y denunciarlo es una posibilidad? ¿Por qué salió huyendo el jueves pasado después de que le concedieron la licencia hasta el 31 de diciembre?. ¿A que le teme?. ¿Si n o hay ningún problema porque no dar la cara? Seguramente en los próximos deberá de haber alguna explicación de tan difícil aventura. Hasta mañana y ojo cuídese de algunos políticos porque el poder los hace ver visiones y decir que están en las nubes. Comentarios   a[email protected]

 

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