RITA MAGAÑA TORRES
Senadoras del PRI y PVEM propusieron actualizar la Ley General de Salud, con el propósito de eliminar barreras y hacer más eficiente el sistema de vacunación, aunado a la recuperación del liderazgo que durante muchos años México tuvo en la región y el mundo.
Los cambios a la Ley General de Salud, dijeron, abonan a mejorar el esquema y eliminar barreras regulatorias, presupuestales, operativas y producción de vacunas para colocar a México como punta de lanza en la materia y asegurar que ningún mexicano muera por enfermedades prevenibles.
Por tal razón, es que en materia de vacunación se debe ser extremadamente cuidadosos y no sacrificar la calidad en aras del ahorro, aseguraron Cristina Díaz, Hilda Flores, Claudia Pavlovich, Itzel Sarahí, Diva Gastélum, Lilia Merodio, del PRI, así como Leticia Herrera y María Elena Barrera, del PVEM.
Se propone consolidar la vacunación como un derecho, otorgar a las vacunas el carácter de insumos de seguridad nacional, fortalecer el papel conductor del Consejo Nacional de Vacunación para garantizar la rectoría normativa del Poder Ejecutivo federal y reforzar la operación continua del Programa, incluyendo el establecimiento de mecanismos para la coordinación de compras en todas las instituciones de salud.
Además, se plantea consolidar los mecanismos de análisis y toma de decisiones para asegurar la oportuna incorporación de nuevas vacunas al esquema de inmunizaciones, garantizar que, año con año, se cuente con los recursos etiquetados para la adquisición y aplicación de las vacunas incluidas en el Esquema de Vacunación, de manera progresiva e irreversible, y asegurar la suficiencia presupuestal para la instrumentación de las acciones de vacunación.
En ese sentido, expusieron que la evidencia publicada ha demostrado que la vacunación es la intervención en salud más costo-efectiva y justo esa valoración, va a ser uno de los elementos de análisis para determinar los nuevos biológicos que vayan a incorporarse al esquema de vacunación como obligatorios.
Los riesgos derivados de una defectuosa inmunización de la población serían catastróficos para el país. Esto, añadieron, se demostró en la reciente pandemia de influenza AH1N1, cuando el surgimiento de una nueva cepa del virus significó la vida de centenares de personas tanto en México como en el mundo.
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