La crisis climática ha alcanzado una nueva advertencia crítica: la pérdida de glaciares ya no es una posibilidad futura, sino una certeza presente. Un reciente estudio científico confirma que el 39% de los glaciares del mundo están condenados a desaparecer, incluso si frenamos hoy las emisiones.
La razón principal:
- Décadas de dependencia de combustibles fósiles han desencadenado una inercia térmica que ya no se puede revertir del todo.
Esta realidad plantea un desafío urgente para quienes trabajamos en responsabilidad social y sostenibilidad. No se trata solo de un fenómeno ambiental aislado, sino de un problema sistémico que afectará el acceso al agua, la producción de alimentos, la estabilidad de comunidades costeras y los flujos migratorios. Estamos ante una crisis socioambiental sin precedentes, que exige decisiones valientes hoy para salvar lo que aún puede conservarse.
Una pérdida global irreversible
La pérdida de glaciares ya alcanza un 40% del total mundial, y si el planeta se encamina hacia un calentamiento de 2,7 °C —como indican las tendencias actuales—, el daño se extenderá hasta el 75%. Este nivel de destrucción tendría efectos devastadores para millones de personas que dependen del hielo glaciar para su suministro de agua y agricultura.
- Las regiones más afectadas hasta ahora son el oeste de Estados Unidos y Canadá, donde tres de cada cuatro glaciares ya no pueden salvarse. Esto no solo amenaza la biodiversidad local, sino también el turismo, la economía y la estabilidad de las comunidades cercanas.
A diferencia de estudios anteriores, este análisis contempla escenarios de largo plazo, revelando que incluso con esfuerzos de mitigación moderados, los impactos serán visibles durante siglos. La huella ecológica del presente marcará el destino de generaciones futuras.
Pérdida de glaciares y justicia climática
La desaparición de glaciares no impacta por igual a todas las regiones ni a todas las personas. Las poblaciones más vulnerables —como aquellas que habitan zonas montañosas o costeras— serán las primeras en sentir los efectos de la pérdida de glaciares, con migraciones forzadas, pérdida de cultivos y escasez de agua potable.
- Desde una perspectiva de justicia climática, el fenómeno pone en evidencia la desigualdad estructural del cambio climático: quienes menos contribuyen a las emisiones son quienes más sufrirán sus consecuencias. Las comunidades del sur global, muchas de ellas rurales e indígenas, enfrentarán desafíos socioeconómicos agravados.
Es por eso que la agenda de responsabilidad social debe enfocarse en estrategias de adaptación comunitaria, infraestructura hídrica resiliente y empoderamiento local para hacer frente a esta amenaza climática que ya es una emergencia social.
Cada décima de grado importa
El estudio es claro: por cada décima de grado que logremos evitar en el calentamiento global, se podrían salvar 2,7 billones de toneladas de hielo. Esto refuerza el mensaje de que no todo está perdido. La pérdida de glaciares aún puede ralentizarse si actuamos con contundencia desde los sectores público, privado y civil.
- Limitar el calentamiento a 1,5 °C —el objetivo del Acuerdo de París— permitiría conservar la mitad del hielo glaciar restante. Aunque alcanzar este objetivo parece cada vez más difícil, cada acción cuenta: reducir las emisiones, transformar el sistema energético y adoptar políticas climáticas ambiciosas puede marcar la diferencia.
Como bien apuntan los investigadores, cada fracción de grado que evitemos es una inversión en el futuro del planeta. La urgencia es real, pero también lo es la capacidad de respuesta si alineamos la voluntad política con la conciencia ciudadana.
El papel del sector empresarial
El sector empresarial tiene un rol crucial en esta coyuntura. Las decisiones corporativas en torno a la descarbonización, la eficiencia energética y la inversión en tecnologías limpias pueden acelerar o desacelerar la pérdida de glaciares. No hay tiempo para medidas simbólicas ni estrategias de greenwashing.
- Hoy más que nunca, los informes de sostenibilidad deben integrar indicadores climáticos alineados con la ciencia. También es fundamental fomentar alianzas con gobiernos, sociedad civil y academia para impulsar proyectos de impacto que realmente reduzcan emisiones y protejan ecosistemas vulnerables.
- Además, las empresas que operan en sectores sensibles al clima —como alimentos, turismo, construcción y finanzas— deben evaluar riesgos asociados a la desaparición de glaciares. No es solo una cuestión ambiental, sino de continuidad operativa, reputación corporativa y responsabilidad intergeneracional.
Glaciares: testigos visibles del cambio climático
La imagen del retroceso glaciar ha sido una de las más poderosas para explicar el cambio climático. Como señala la doctora Schuster, los glaciares son testigos visuales del calentamiento global, pero también reflejan los tiempos largos del clima. Lo que hoy vemos derretirse comenzó a perderse hace décadas.
- Por ello, la pérdida de glaciares representa una oportunidad pedagógica para sensibilizar sobre la urgencia de actuar. En términos de comunicación y educación ambiental, documentar esta pérdida puede ayudar a construir una narrativa clara, emocional y basada en evidencia.
A medida que nuestros paisajes se transforman, también debe hacerlo nuestra manera de relacionarnos con el entorno. Preservar lo que queda de hielo es preservar memoria climática, biodiversidad y, sobre todo, la posibilidad de un futuro habitable.
- La pérdida de glaciares no es un fenómeno lejano ni intangible: es el reflejo físico del impacto humano sobre la Tierra. Nos interpela a todos, pero en especial a quienes trabajamos en responsabilidad social, sostenibilidad y política pública. Hoy tenemos la responsabilidad —y la oportunidad— de actuar con decisión.
Lo que está en juego no es solo el hielo, sino el equilibrio del planeta, la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la estabilidad social. La respuesta no puede esperar. Como ya lo muestran los datos, el futuro se decide con cada décima de grado.
La acción climática podría salvar la mitad de los glaciares en riesgo
Un análisis internacional muestra que cada fracción de grado en el incremento de la temperatura global empeora significativamente el pronóstico.
- Los resultados pueden parecer sombríos, pero deberían verse como un «mensaje de esperanza», dice a la AFP Harry Zekollari, glaciólogo en la Vrije Universiteit Brussel de Bélgica y la ETH Zurich de Suiza, y coautor del estudio.
- Según las políticas climáticas actuales, las temperaturas globales deberían alcanzar los 2,7 grados Celsius por encima de los niveles previos a la era industrial para 2100, lo cual borraría el 76% de la masa glaciar actual.
- Pero si el calentamiento se mantiene en el objetivo de 1,5ºC fijado por el Acuerdo de París, se podría preservar el 54% de la masa glaciar, indica el estudio, que combinó resultados de ocho modelos de glaciares para simular la pérdida de hielo en diversos escenarios climáticos futuros.
«Lo que es realmente especial de este estudio es que podemos mostrar cómo cada décima de grado de calentamiento adicional importa realmente», explica otra de las autoras, Lilian Schuster, de la Universidad de Innsbruck de Austria.
- La investigación se conoce tras el colapso el miércoles de un glaciar en el sur de Suiza, que dejó un desaparecido y destruyó un pueblo evacuado. Aunque los glaciares suizos han sido muy afectados por el cambio climático, sigue siendo incierto cuánto del desastre fue causado por el calentamiento global o por fuerzas geológicas naturales.
Importancia cultural y económica
Desde la cordillera hasta los Alpes austríacos y el monte Kilimanjaro en África, hay glaciares en todos los continentes, excepto en Australia. Aunque la mayoría se agrupa en las regiones polares, su presencia en las cadenas montañosas de todo el mundo los vuelve cruciales para los ecosistemas y las comunidades humanas.
- Los glaciares, vastas masas de nieve, hielo, roca y sedimento que ganan masa en invierno y la pierden en verano, se formaron en el remoto pasado de la Tierra, cuando las condiciones eran mucho más frías que hoy.
- Su agua de deshielo alimenta ríos fundamentales para la agricultura, la pesca y el agua potable, y su pérdida puede tener profundos efectos en cadena, desde la interrupción de economías basadas en el turismo hasta la erosión del patrimonio cultural.
En los últimos años, se han realizado funerales simbólicos de glaciares en Islandia, Suiza y México. «Siempre me preguntan ¿por qué eres glaciólogo en Bélgica?», cuenta Zekollari. «Bueno, los glaciares se derriten en todas partes…», responde.
Alrededor del 25% del aumento actual del nivel del mar se atribuye al deshielo glaciar.
- Incluso si se detuviera hoy mismo el uso de combustibles fósiles, el estudio concluye que el 39% de pérdida de masa glaciar ya está asegurada, suficiente para aumentar el nivel del mar en al menos 113 milímetros.
Impactos desiguales
El estudio determinó que algunos glaciares son mucho más vulnerables que otros. Se espera que los que están en los Alpes europeos, las Montañas Rocosas de Estados Unidos y Canadá, e Islandia pierdan casi todo su hielo con un calentamiento global de 2ºC.
- En las partes central y oriental de la cordillera del Himalaya, cuyos ríos sustentan a cientos de millones de personas, solo el 25% del hielo glaciar permanecería con un calentamiento de 2ºC.
- En cambio, en la zona occidental se podría retener el 60% del hielo a la misma temperatura gracias a su amplio rango de elevaciones, que permite que algunos glaciares persistan en altitudes más frías y altas, precisa Schuster.
La pérdida de glaciares ya está afectando a las comunidades.
En un comentario sobre el estudio, adjuntado por Science, Cymene Howe y Dominic Boyer, de la Universidad Rice de Estados Unidos, describen cómo el retroceso del glaciar Glisan de Oregon amenaza la subsistencia del pueblo indígena Quinault.
«Desafortunadamente perderemos mucho, pero con objetivos ambiciosos todavía podemos salvar muchos de estos glaciares, que no solo son hermosos, sino vitales para la provisión de agua, la regulación del nivel del mar, el turismo, la hidroeléctrica, los valores espirituales, la ecología y más», enfatiza Zekollari.
El glaciar suizo que se derrumbó revela el gran peligro global del cambio climático
El desprendimiento de tierras que sepultó esta semana la mayor parte de un pueblo suizo vuelve a centrar la atención en el papel del calentamiento global en los desprendimientos de glaciares de todo el mundo y en los peligros cada vez mayores que entraña.
Los científicos afirman que la forma en que se derrumban los glaciares, desde los Alpes y los Andes hasta el Himalaya y la Antártida, puede variar. Pero en casi todos los casos, el cambio climático desempeña un papel importante.
- En Suiza, la ladera de la montaña enterró el miércoles elpueblo de Blatten, en el valle meridional de Lötschental, debido a la inestabilidad de una pared rocosa sobre el glaciar Birch.
- Según Martin Truffer, profesor de Física en la Universidad de Alaska Fairbanks y experto en el movimiento de los glaciares, el deshielo del permafrost ha debilitado la montaña en los últimos años, lo que ha provocado desprendimientos de escombros que han cubierto progresivamente el glaciar.
- Aunque los escombros aislaron el glaciar y ralentizaron el deshielo, su peso hizo que el hielo empezara a moverse, lo que se aceleró drásticamente hace unas semanas. Las autoridades ordenaron la evacuación de unas 300 personas, así como de todo el ganado.
Los lagos glaciares suponen una amenaza
Los lagos que se forman en la base de los glaciares a medida que se derriten y retroceden también estallan a veces, a menudo con resultados catastróficos.
- El agua puede incluso levantar un glaciar entero, permitiéndole desaguar, dijo Truffer, añadiendo que la capital de Alaska, Juneau, se ha inundado en los últimos años porque cada año se forma un lago en un glaciar que retrocede rápidamente y acaba reventando.
- En 2022, un trozo del glaciar de la Marmolada, en los Dolomitas italianos, del tamaño de un edificio de apartamentos, se desprendió durante una ola de calor estival y provocó una avalancha de escombros que causó 11 muertos.
- Un glaciar en la cordillera Aru del Tíbet se derrumbó repentinamente en 2016, matando a nueve personas y su ganado, seguido unos meses más tarde por el colapso de otro glaciar.
También ha habido colapsos en Perú, incluido uno en 2006 que causó un mini tsunami; más recientemente, una laguna glaciar se desbordó en abril, provocando un deslizamiento de tierra que mató a dos personas.
«A veces resulta asombrosa la rapidez con que pueden derrumbarse», afirma Lonnie Thompson, experto en glaciares de la Universidad Estatal de Ohio. «La inestabilidad de estos glaciares es un problema real y creciente, y hay miles y miles de personas que corren peligro».
Los científicos afirman que el deshielo de los glaciares elevará el nivel del mar durante décadas, pero la pérdida de glaciares interiores también afecta gravemente a quienes viven cerca y dependen de ellos para obtener agua potable y para la agricultura.
No hay forma de detener el deshielo
Los científicos afirman que los gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles como el carbón ya han provocado un calentamiento global suficiente para condenar a la extinción a muchos de los glaciares del mundo, que ya han retrocedido considerablemente.
- Por ejemplo, los glaciares de los Alpes han perdido el 50% de su superficie desde 1950, y el ritmo al que se pierde el hielo se ha acelerado, con «proyecciones de que todos los glaciares de los Alpes podrían desaparecer en este siglo», dijo Thompson.
- Suiza, el país con más glaciares de Europa, vio desaparecer el 4% del volumen total de sus glaciares en 2023, el segundo mayor descenso en un solo año tras la caída del 6% en 2022.
- Según un estudio de 2023, Perú ha perdido más de la mitad de su superficie glaciar en las últimas seis décadas, y 175 glaciares desaparecieron debido al cambio climático entre 2016 y 2020, sobre todo por el aumento de la temperatura media global.
Según un estudio publicado el jueves en ‘Science’, incluso si la temperatura global se estabilizara en su nivel actual, se perdería el 40% de los glaciares del mundo.
- Pero si el calentamiento se limitara a 1,5°C el límite de calentamiento a largo plazo desde finales del siglo XIX exigido por el acuerdo climático de París de 2015, podría conservarse el doble de hielo glaciar que de otro modo.
Aun así, muchas zonas se quedarán sin hielo pase lo que pase, según Truffer, experto de la Universidad de Alaska.
«Hay lugares en Alaska donde hemos demostrado que no hace falta más calentamiento global» para que desaparezcan, dijo Truffer.
«La razón por la que algunos (aún) existen es simplemente porque tardan cierto tiempo en derretirse. Pero el clima ya es tal que están jodidos». /PUNTOporPUNTO
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