A FAVOR de la transformación del país o en CONTRA de ella; AMLO polariza a MÉXICO

El discurso del presidente López Obrador ha sido polarizante en los últimos meses, pero no había expresado de manera tan clara su creencia en que o se está con él o se está en contra de él.

Imagen de internet

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó este sábado que México vive un momento de definiciones por lo que se está en favor de la transformación del país o en contra de ella.

Se está por la honestidad y por limpiar a México de corrupción o se apuesta a que se mantengan los privilegios de unos cuantos a costa del sometimiento y del empobrecimiento de la mayoría de los mexicanos. Es tiempo de definiciones

  • En su visita de supervisión de las obras de rehabilitación del complejo “General Lázaro Cárdenas”, en Minatitlán, Veracruz, el mandatario fustigó a quienes con un velo de intelectualismo y desde los cargos públicos buscan proteger al régimen de los privilegios a costa del sometimiento de los más pobres.
  • En uno de sus discursos más enérgicos, el presidente López Obrador llamó a los actores de la vida pública de México a definirse a favor o en contra de su proyecto de gobierno. Las posturas moderadas no tienen cabida, advirtió.

Ahora con los hechos (violentos) de Guadalajara, de Jalisco, un intelectual orgánico, Lucas Krauze Alamán, tomó partido o, mejor dicho, reafirmó su conservadurismo, y así otros. Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas

Y es que en su cuenta de Twitter, el escritor e historiador Enrique Krauze felicitó la actuación del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, frente a los actos vandálicos de un grupo de jóvenes el jueves contra la casa de gobierno en Guadalajara.

  • “El gobernador @EnriqueAlfaroR honra la tradición liberal de Jalisco. También Mariano Otero enfrentó gallardamente el acoso injusto del gobierno. Y pasó a la historia por resistir”, escribió Krauze.
  • El mandatario jalisciense acusó al presidente López Obrador, a “su gente” y a su partido Morena de estar detrás de la violencia en las protestas en Guadalajara por la muerte de Giovanni López.

Le pido al presidente de la República que le diga a su gente y a su partido que ojalá y estén midiendo el daño que le están generando al país con este ambiente de confrontación porque son ellos justamente los que han generado todo esto que estamos viviendo.

Alfaro acusó que las protestas fueron infiltradas por personas enviadas desde los “sótanos del poder” de la Ciudad de México y que se pagaron millones de pesos en pautas en redes sociales para “mentirle” a los jalisciences.

Detrás de esta historia hay muchas mentiras que irán cayendo poco a poco, detrás de esta historia hay otras intenciones que quedarán en evidencia con el paso del tiempo
Eso llevó a que el titular del Ejecutivo planteara que el camino en la actualidad en el país es tomar partido a favor o en contra de su gobierno.

No hay medias tintas. El gran liberal Melchor Ocampo decía: los liberales moderados no son más que conservadores más despiertos. Es decir, no hay para donde hacerse: o se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país

  • El viernes, durante su conferencia matutina desde Villahermosa, Tabasco, López Obrador pidió a Alfaro que presentara las pruebas de su acusación y actuara con responsabilidad.
  • Más tarde, Alfaro tuvo que matizar su postura hacia el presidente.
  • Lo que yo le digo al presidente de México es que yo sigo creyendo que es una gente de bien, que él no está dando estas instrucciones, pero también le digo con claridad al presidente que su gente cercana, que gente de su gobierno y de su partido está apostando a la violencia como una ruta para seguir manteniendo el poder

PRI pide a AMLO no polarizar al país

No son tiempos de polarizar ni poner a «fifís» contra «chairos» para saber quién está a favor de la Cuarta Transformación o en contra de ella, afirmó el vicecoordinador del PRI en el Senado, Manuel Añorve Baños, tras convocar a la unidad nacional en momentos de crisis sanitaria.

En conferencia virtual, el legislador guerrerense manifestó que la pandemia ha sido muy extrema en lo económico; es una hecatombe lo que están viviendo miles de mexicanos por la pandemia del coronavirus.

  • «No son tiempos de polarizar, no son tiempos de los ‘fifís’ contra los ‘chairos’, o sea, no son tiempos de estar en un tema de confrontación, ni siquiera tiempos electorales de quiénes están a favor o en contra. Son tiempos de unidad nacional», expresó.
  • Añorve Baños opinó que no es el tiempo de voltear a ver un inicio electoral de cara a los comicios federales de 2021, cuando la pandemia y la hecatombe económica está dejando mal a miles de mexicanos; sin embargo, mencionó, el PRI continuará su labor en los estados del país.

Calificó como una irresponsabilidad haber cedido todo el manejo de la salud pública al subsecretario Hugo López-Gatell, quien ha sido incongruente al decir primero que la curva se aplanaría después del 8 de mayo, por el contrario, sólo va en aumento y ahora la cifra de fallecimientos ya no son 6 mil sino estima 35 mil.

¡NO! a la polarización

El sábado, el presidente López Obrador abonó a esta circunstancia y dijo:

“Qué bueno que se definan, nada de medias tintas, que cada quien se ubique en el lugar que corresponde, no es tiempo de simulaciones, o somos conservadores o somos liberales, no hay medias tintas. Se está por la transformación o se está en contra de la transformación del país… es tiempo de definiciones”.

El discurso del presidente López Obrador ha sido polarizante en los últimos meses, pero no había expresado de manera tan clara su creencia en que o se está con él o se está en contra de él.

  • No admite ninguna posibilidad, por ejemplo, de coincidir en sus aspiraciones y metas pero diferir en los medios e instrumentos que utiliza para alcanzarlas.
  • Virtualmente, se asume infalible y por lo tanto no deja espacio para la crítica, que por definición deja de serlo y se convierte en ataque.
  • Como en otras ocasiones, López Obrador invoca los tiempos juaristas y el choque entre los conservadores y los liberales, que traslada a nuestro tiempo.

Pareciera haberse anclado en ese México de hace 160 años, pues sobre él es que construye sus referentes.

Cuando llegó a la presidencia Benito Juárez, en 1858, se estima que la población del país era de 8.3 millones de personas y la tasa de analfabetismo entonces era de 85 por ciento. Solo el 10 por ciento de la población vivía entonces en las ciudades mientras que el 90 por ciento restante lo hacía en pequeñas localidades desperdigadas por todo el territorio.

El país de 128 millones de habitantes que tenemos hoy es completamente diferente al de los tiempos juaristas. Es una nación predominantemente urbana, con una tasa de analfabetismo de 3 por ciento y con una economía cada vez más de servicios. Se trata de una sociedad diversa y compleja.

  • Pensar en el México de mediados del siglo XIX impide ver que hoy no podemos dividir a la sociedad en dos partes: los que están conmigo y los que están contra mí.
  • La exigencia de definiciones expresada por el presidente puede acentuar el clima de intolerancia que observamos en diversos ámbitos, como por ejemplo, en las redes sociales.
  • El tono de la exigencia presidencial de definiciones es peligrosa pues deja en calidad de adversario, o incluso enemigo, a quien no sea incondicional.

Se han presentado algunas expresiones aisladas, pero significativas, de violencia en los últimos días, como lo ocurrido en Guadalajara o lo que pasó el viernes en diversas zonas de la Ciudad de México, en donde se presentaron destrozos y expresiones claras de odio de clase.

Quienes hemos sido testigos por muchos años del proceso para construir en México una convivencia civilizada entre quienes piensan diferente, sabemos que cuesta mucho lograrlo.

No hace tanto tiempo –apenas seis décadas– todavía se encarcelaba y a veces se ejecutaba a quienes tenían una visión política diferente.

  • En los tiempos del viejo PRI, antes de las reformas políticas, a veces se criminalizaba el oponerse al gobierno.
  • La civilidad política que construimos, permitió no solamente disentir sino cambiar al gobierno a través de las elecciones.

Puede ser muy fácil pasar de la condena verbal a quienes se califica como conservadores, a la instigación de la violencia en contra de ellos, o a la creación de condiciones para que no puedan aspirar a contender en los procesos electorales./Agencias-PUNTOporPUNTO

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