CALOR EXTREMO GOLPEA EUROPA; los termómetros superan los 40° GRADOS; los incendios se maximizan

Un estudio reciente ha demostrado que la población europea no se está ajustando a este aumento de temperaturas.

El calor extremo que está asfixiando estos días España se está cebando también con buena parte de Europa, con la diferencia de que en algunas latitudes más al norte están mucho menos acostumbradas a las altas temperaturas y no cuentan con aire acondicionado.

Mientras en localidades de Francia los termómetros han llegado a los 41 grados, en Turquía el calor espolea a los incendios forestales, que han obligado a evacuar a más de 50.000 personas.

  • Si en el mes de junio tanto las temperaturas máximas como mínimas (en noches asfixiantes) han registrado récords en distintas localizaciones del oeste y suroeste de Europa, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido que julio es normalmente el periodo más caluroso del año en el hemisferio norte.

Asimismo, este organismo ha recordado que el calor extremo se está volviendo más frecuente e intenso en el mundo como resultado del cambio climático provocado por los humanos. De hecho, más de dos tercios de las olas de calor más severas en Europa desde 1950 han ocurrido desde 2000.

  • Según Samantha Burgess, responsable estratégica del clima en el Centro europeo de previsiones meteorológicas a medio plazo, “la actual ola de calor de junio-julio está exponiendo a millones de europeos a un fuerte estrés térmico”.
  • “Las temperaturas observadas recientemente”, destaca, “son más típicas de julio y agosto y suelen darse solo unas pocas veces cada verano”.
  • El Reino Unido comienza a acostumbrarse a establecer nuevos récords de temperatura inimaginables hace una década. Este martes, la Oficina Meteorológica (Met Office) ha registrado 33,6 grados en Frittenden, al sureste de Inglaterra.

Londres se ha preparado para llegar a los 35 °C. Los parques tienen un tono amarillo ocre, por la extrema sequedad del terreno. Viajar en el transporte público de la capital, donde la mayoría de los autobuses y gran parte de las líneas de metro carecen de aire acondicionado, es un infierno.

Desde que la Met Office acumula datos anuales, en 1884, este junio se ha convertido en el más cálido de la serie, solo superado por el de 2023.

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido decidió extender su alerta naranja o ámbar por gran parte de Inglaterra (Escocia, Gales o Irlanda del Norte no han sufrido temperaturas tan extremas), y ha advertido de la posibilidad de que servicios públicos como el transporte o los hospitales se vieran afectados.

  • Francia también sufre una ola de calor extrema y sin precedentes desde hace una decena de días. El pico se vivió este martes, según Méteo France. Dieciséis departamentos están en alerta roja y 68, en naranja.
  • Esta medida se acuerda con los ministerios de Sanidad e Interior, cuando las temperaturas están ocho grados por encima de lo habitual y “presentan un impacto sanitario para el conjunto de la población”.
  • El Gobierno convocó un gabinete de crisis, con los titulares de Interior, Transportes y Sanidad, ante esta ola de calor “nunca vista antes”, en palabras de la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher.
  • Según Méteo France, es excepcional por su precocidad, su intensidad y su duración, con temperaturas máximas de hasta 41 grados en zonas poco habituadas a ello y mínimas de entre 20 y 24.
  • Francia no está preparada. Solo un 25% de hogares cuenta con un sistema de climatización, hay pocos edificios públicos con aire acondicionado y ocurre lo mismo con los transportes.

El 75% de los franceses no prevé instalar aire acondicionado, por razones ecológicas o económicas, según un sondeo realizado por OpinionWay para France Energie.

  • En cuanto a los colegios, únicamente un 7% están adaptados, según datos de Ademe, la agencia de transición ecológica.

El martes se cerraron 1.350 escuelas públicas, de un total de 45.000 en todo el territorio.

Una veintena de ciudades italianas en alerta roja

Italia también soporta temperaturas extremas en todo el país, por encima de los 35 grados, con picos de 40 grados en algunas regiones, sobre todo del sur, como Lazio, Calabria, Sicilia, Campania o Apulia. Cerca de una veintena de ciudades se encuentra en alerta roja.

Varias regiones han decretado medidas para proteger a los empleados que están más expuestos al sol.

  • Lombardía, Abruzos, Cerdeña, Calabria, Sicilia, Umbría, Toscana, Campania, Apulia y Emilia-Romaña han ordenado, para los próximos meses, la interrupción del trabajo al aire libre desde el mediodía hasta las 16:30 horas en los días considerados de mayor riesgo. En Bolonia ha fallecido un albañil mientras trabajaba en una obra bajo el sol.

Las solicitudes de acceso a los servicios de emergencias han aumentado entre un 5% y un 20% desde que llegó el calor extremo, según apunta la Sociedad Italiana de Medicina de Urgencias. Las previsiones indican que el fin de semana bajarán las temperaturas.

  • Aunque en Alemania las olas de calor hace tiempo que dejaron de ser algo excepcional, el país sigue sin estar preparado. El transporte público no tiene, por lo general, aire acondicionado; tampoco las casas o los locales. Los lagos, ríos y piscinas municipales se llenan de gente huyendo de las elevadas temperaturas.

Según las previsiones, el miércoles será el día más caluroso del verano hasta la fecha, con temperaturas generalizadas de 34 a 38 grados, siendo posibles llegar a los 40 grados, según el Servicio Alemán de Meteorología (DWD).

  • En Berlín y Brandeburgo se espera que el termómetro alcance los 39 grados. Mientras, en Hamburgo llegará a los 35 grados y Colonia a los 38. El jueves se prevé que bajen ligeramente, pero el fin de semana volverán a subir.

El calor es especialmente complicado de sobrellevar en los centros urbanos más densamente construidos y con menos ventilación.

  • La ciudad de Esslingen ha designado una serie de espacios denominados “espacios frescos” para que las personas puedan tomar un respiro. Se encuentran, por ejemplo, en museos municipales, bibliotecas y en su nuevo ayuntamiento.
  • Otras ciudades como Kiel, Hamburgo, Leipzig, Lüneburg y Múnich muestran sus “lugares frescos” en mapas. A partir de imágenes de satélite, los habitantes de Kiel pueden encontrar las zonas verdes al aire libre más cercanas.
  • Entre ellas se incluyen bosques y parques con árboles grandes que proporcionan sombra. Otros municipios han publicado mapas en los que, además de los lugares con sombra, se indican los dispensadores de agua, las piscinas o los aseos públicos.

Las escuelas pueden decidir si suspender las clases. Lo normal en Alemania es que se dejen de dar clases o se reduzcan las horas lectivas si a las 11:00 de la mañana los termómetros marcan los 25 grados a la sombra.

50.000 evacuados en Turquía

En Turquía se prevé que en los próximos días las temperaturas excedan los 40 grados. Los últimos dos meses han sido más cálidos que la media de las últimas décadas (entre uno y dos grados), pero el principal problema es la falta de lluvia.

Desde el pasado otoño, las precipitaciones han sido 25% inferiores a la media registrada entre 1991 y 2020. La situación es aún peor en la región de Anatolia Suroriental, donde solo ha llovido la mitad de lo que había sido la tónica en las últimas décadas.

  • En el país, más de 50.000 personas han sido evacuadas de diferentes localidades, debido a los incendios desatados desde el pasado viernes, en su mayoría en las provincias costeras y cercanas al mar Egeo, anunció la Agencia para la Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) del Gobierno turco. La mayor parte de los evacuados, 42.300, son de la comarca de Seferihisar, un popular destino de vacaciones.

En Esmirna, la provincia donde se encuentra Seferihisar, se han desatado 300 incendios en los últimos tres días, 15 de ellos en zonas boscosas, que han calcinado 10.000 hectáreas, aunque la mayoría de los fuegos han sido controlados, informó el Ayuntamiento Metropolitano de Esmirna.

De acuerdo con la agencia noticias estatal Anadolu, al menos media docena de incendios siguen desatados en la costa oeste y sur del país y otros siete siguen ardiendo, aunque controlados.

Ola de calor en Europa llega hasta países nórdicos

La ola de calor que afecta Europa ha llegado a territorios donde tradicionalmente predominan temperaturas frías.

  • De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, citada por reportes europeos, países del norte del continente, como Noruega, Suecia y Finlandia, han registrado temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, fenómeno que no tenía precedentes recientes.

Según el Servicio de Cambio Climático Copernicus, el calentamiento en Europa avanza al doble de la velocidad del promedio mundial, y esto ya se refleja no sólo en el sur del continente, con incendios y muertes por calor, sino también en el Ártico europeo.

Finlandia sufre su ola de calor más larga desde 1961

De acuerdo con el Instituto Meteorológico Finlandés, Finlandia vivió un episodio de 22 días consecutivos con temperaturas por encima de los 30 °C, la ola de calor más prolongada desde que se iniciaron registros en 1961.

  • En Rovaniemi, ciudad ubicada en Laponia, se registraron 26 °C el martes, mientras que la región también enfrenta una crisis ecológica: los renos, adaptados a climas gélidos, han sido afectados por el calor.
  • “Tuvimos un periodo de calor muy largo y difícil aquí en Laponia, y los renos sufrieron mucho”, dijo Anne Ollila, directora de la asociación de criadores, a la agencia AFP.
  • Debido a su fisiología, estos animales no pueden regular fácilmente su temperatura corporal, lo que los hace vulnerables al agotamiento y más susceptibles ante los depredadores.

España reporta más de mil muertes por calor en julio

Según el Ministerio de Sanidad español, en julio se registraron mil 60 muertes atribuibles a las altas temperaturas, lo que representa un incremento del 57% respecto al mismo mes del año pasado. Los datos provienen del sistema MoMo, que monitorea la mortalidad diaria.

Francia combate incendios forestales con miles de bomberos

El suroeste y centro-este de Francia enfrentan otra ola de calor con temperaturas que rozan los 40 °C, mientras que las autoridades activaron alertas por riesgo extremo de incendios.

Un siniestro en el departamento de Aude ha dejado al menos una persona muerta, 13 heridas y un desaparecido, con 16 mil hectáreas afectadas. Más de 2 mil bomberos han sido desplegados para controlar el fuego, considerado el más grande del verano.

Ola de calor también impacta Noruega y Suecia

  • En Noruega y Suecia, las temperaturas también han superado los niveles habituales para la temporada, alcanzando máximos de 30 °C durante varios días consecutivos.
  • Aunque no se han reportado aún consecuencias graves, las autoridades están en alerta por el impacto en la salud pública y el medio ambiente.

Cambios globales detrás del fenómeno

El cambio climático se presenta como el principal factor detrás de estos eventos extremos. Mientras que la temperatura global ha subido en promedio 0.26 °C en los últimos 30 años, Europa ha experimentado un calentamiento más acelerado, según Copernicus.

El pronóstico de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) señala que la ola de calor continuará durante agosto, con posibles descensos leves en algunas regiones del norte del continente, pero sin que ello implique un regreso inmediato a condiciones normales.

En el sur de Francia enciende las alarmas

La segunda ola de calor que azota Francia este verano boreal se extenderá este sábado por gran parte del sur del país, donde está en vigor una alerta naranja para 28 departamentos que se ampliará el domingo.

  • Desde Dordoña hasta Alta Saboya, pasando por Cantal y Drôme, una amplia zona del sur francés vivirá un fin de semana marcado por temperaturas de entre 34°C y 40°C, que podrían incluso alcanzar los 41°C en puntos específicos, según el servicio meteorológico Météo-France.
  • La tarde del viernes ya se registraron máximas de 39,5°C en Saint-Côme-d’Olt (Aveyron) y 39,1°C en Tiranges (Alta Loira). En el sureste, las noches serán muy calurosas desde los Pirineos Orientales hasta el valle del Ródano, con mínimas entre 21 y 25°C.

El domingo, casi toda la mitad sur del país, con 40 departamentos excepto Córcega, estará en alerta naranja por ola de calor hasta la medianoche, anunció Météo-France.

El lunes podría ser «el día más caluroso en todo el país», según el pronóstico, que precisa que la canícula «debería durar hasta mediados de la próxima semana en la zona sur».

  • Tras una primera ola de calor del 19 de junio al 4 de julio, este episodio constituye la 51ª ola de calor registrada en Francia desde 1947.

«Observamos una aceleración en la llegada de las olas de calor. Esta tendencia está claramente relacionada con el cambio climático, que tiene un fuerte impacto en las temperaturas en Francia continental», declaró a AFP Lauriane Batté, climatóloga de Météo-France.

  • Esta ola de calor va acompañada de un alto riesgo de incendios forestales en el Mediterráneo. El jueves por la noche ya se controló uno de magnitud excepcional en el departamento de Aude, que arrasó 17.000 hectáreas y se cobró la vida de una persona.

Además, coincide con un fin de semana de cruce de tráfico entre los automovilistas que se dirigen a sus vacaciones o regresan de ellas.

  • Los científicos alertan desde hace años sobre el impacto del cambio climático en las olas de calor, sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más intensos y frecuentes.
  • El mundo acaba de vivir su tercer mes de julio más cálido jamás registrado, con una temperatura media 1,25°C superior al mismo período en la era preindustrial (1850-1900), según el servicio europeo Copernicus.

El cambio climático dispara las muertes por calor en Europa

Las altas temperaturas ya no son una incomodidad puntual del verano. Se han convertido en un riesgo sanitario documentado, que cada año deja un número creciente de víctimas en Europa. Sin ir más lejos, un extremeño de 85 años falleció este lunes por culpa de la ola de calor en España.

Algunos datos asustan.

Según un estudio publicado recientemente por la revista Nature, solo en el verano de 2022 se registraron 61.672 muertes atribuibles al calor. Aunque el impacto varía entre países, el patrón es claro. El calor extremo, intensificado por el cambio climático, actúa como un factor de riesgo añadido.

“En nuestro país, la temperatura máxima diaria de los meses de verano está subiendo en media a un ritmo de 0,41 °C/década. Esto hace que las olas de calor con impacto en mortalidad estén subiendo a un ritmo de cuatro olas de calor más por década”, comenta para Julio Díaz, científico titular en la Escuela Nacional de Sanidad en el Instituto de Salud Carlos III. Las cifras no responden a una excepción estacional, sino a una tendencia sostenida que ya ha modificado la forma en que los servicios sanitarios y urbanos abordan el verano.

Las víctimas invisibles del calor

Aunque la imagen más asociada a las muertes por calor es la del golpe de calor, en realidad solo el 2 % de las muertes se produce por esa causa directa. “En general, las altas temperaturas no producen mortalidad de forma directa. Lo que hacen es agravar patologías previas existentes”, señala el científico español.

  • Enfermedades cardiovasculares, respiratorias, renales, neurológicas o complicaciones en el embarazo se ven exacerbadas por el calor, llevando a ingresos hospitalarios e incluso al fallecimiento.
  • Para cuantificar la mortalidad atribuible a estos episodios, el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III ha desarrollado el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo).

Este destacó que entre el 16 de mayo y el 13 de julio de 2025 se han activado 76 alertas de nivel rojo por calor extremo, frente a ninguna registrada en el mismo periodo de 2024. En ese mismo intervalo se han contabilizado 1.180 muertes atribuibles a las olas de calor, frente a las 114 registradas en el mismo periodo del año anterior.

  • La vulnerabilidad es multifactorial. Díaz subraya que “las personas especialmente vulnerables son aquellas que ya tienen una enfermedad previa”, y dentro de este grupo destaca “las personas mayores con enfermedades previas que viven solas”.
  • A ellos se suman otros factores de riesgo: “trabajos al aire libre con altas temperaturas, mujeres embarazadas, personas con dependencia al alcohol y/o drogas, personas con discapacidad…”.
  • La geografía también incide. Según Díaz, “vivir en zonas acostumbradas a tener altas temperaturas lleva a una mejor adaptación de las viviendas y a tener unos hábitos de vida acordes”.

Por el contrario, “la mayor vulnerabilidad al calor se da en aquellos lugares que no están habituados a sufrir altas temperaturas”.

  • Desde ISGlobal (Instituto de Salud Global de Barcelona), Elisa Gallo coincide en esta visión, y añade: “Este calentamiento global se traduce también en una mayor frecuencia, duración e intensidad de los episodios de temperaturas extremas, lo cual tiene implicaciones directas sobre la salud pública”.
  • En ciudades, este efecto se ve agravado por el fenómeno de ‘isla de calor’: “Un fenómeno que eleva aún más las temperaturas locales debido a la acumulación de calor en superficies asfaltadas y la falta de vegetación”.
  • Gallo advierte sobre los retos sociales: “La desigualdad social es un determinante crítico, ya que el acceso a recursos de adaptación, como el aire acondicionado o viviendas adecuadas, no es equitativo”. Las áreas con mayores niveles de desigualdad presentan “un riesgo significativamente más alto de mortalidad asociada al calor”.

El cambio climático y la mala adaptación

Un estudio reciente ha demostrado que la población europea no se está ajustando a este aumento de temperaturas. “Ha habido una mala adaptación al calor en el sur y oeste de Europa, lo que significa que la población en esas regiones se está volviendo más vulnerable a las altas temperaturas”, señala Gallo.

“Por otro lado, se observó cierta adaptación al frío en el norte, este y oeste de Europa”.

  • En el caso de España, Julio Díaz destaca que “el impacto del calor sobre la mortalidad está disminuyendo”, gracias a los planes de prevención, las mejoras en servicios sociosanitarios y en la infraestructura de viviendas.
  • Aun así, alerta de lo que podría suceder si se frenan las medidas: “Si no hay adaptación, la mortalidad anual atribuible a las olas de calor se multiplicará por 10, es decir, se pasará a unas 13.000 muertes al año”.

Los datos del estudio Heat-related mortality in Europe during the summer of 2022 muestran que Europa es el continente que se calienta más rápido.

  • “Entre los más afectados encontramos Italia, con 18.010 muertes durante el verano del 2022, o España, con 11.324 muertes”, recuerda Gallo.
  • “Esto se debe a que estos países se ven más expuestos a temperaturas extremas” y a la desigualdad en la capacidad adaptativa.

Medidas de prevención

Frente a este escenario, los expertos señalan que las estrategias de aclimatación deben acelerarse. “La vulnerabilidad al calor es seis veces superior en áreas urbanas que rurales”, afirma Julio Díaz.

Las razones incluyen la peor calidad de las viviendas, la contaminación y la pobreza energética. “Las mejoras en infraestructuras urbanas (zonas verdes y azules, arbolado…), la rehabilitación de las viviendas, la disminución de la pobreza energética y la educación en la denominada ‘cultura del calor’ podrían ser eficaces”.

  • El Ministerio de Sanidad español ha introducido cambios significativos en su estrategia. En 2024, por ejemplo, se pasó de usar un solo umbral de temperatura por provincia a establecer 182 regiones isoclimáticas y más de 1.000 observatorios meteorológicos.

“Esto lleva a una mejor definición de la exposición de la población a las altas temperaturas”, explica Díaz.

Elisa Gallo también subraya la importancia de los sistemas de alerta temprana y las intervenciones comunitarias.

  • “Las medidas preventivas que más se recomiendan incluyen la implementación de sistemas de alerta temprana que anticipen olas de calor y activen respuestas rápidas”, indica.

A ello se suma “la mejora de la comunicación sobre los riesgos”, la creación de refugios climáticos y políticas urbanas que favorezcan “la expansión de espacios verdes urbanos”.

  • Asimismo, Gallo insiste en que la respuesta sanitaria no debe quedarse en la emergencia. “La implementación de estos protocolos es desigual a nivel europeo y existe un margen importante de mejora, especialmente en la integración del riesgo climático dentro de la planificación sanitaria”.

Las evidencias apuntan a que, si bien el fenómeno del calor extremo es ya estructural, su impacto sobre la salud puede mitigarse. Para ello, la adaptación debe avanzar al ritmo del calentamiento global.

¿Serán inhabitables las ciudades europeas por el fenómeno isla de calor urbano?

  • El verano de 2025 ha vuelto a estar marcado por varias olas de calor sucesivas, que se han apoderado de amplias franjas de Europa. Los efectos de este clima extremo son más intensos en las zonas urbanas del continente.
  • Esto se debe al efecto de isla de calor urbano (Urban Heat Island, por sus siglas en inglés, UHI), que eleva considerablemente las temperaturas en comparación con las zonas circundantes (rurales), intensificando las olas de calor.

«Este efecto de isla de calor urbano afecta a ciudades de toda Europa, y esto hace que las temperaturas sean unos dos, tres, a veces incluso cuatro grados más cálidas en las ciudades en comparación con los entornos rurales», explica a ‘Euronews’, Niels Souverijns, experto en clima en la empresa VITO (Bélgica).

El 40% de la población total de Europa vive en ciudades

Según datos del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, en verano las temperaturas de la superficie de las ciudades eran a veces entre 10 y 15ºC más altas que en el medio rural. Estas cifras son especialmente preocupantes dado el gran número de personas afectadas. Casi el 40% de la población total de Europa vive en ciudades.

  • El fenómeno constituye un importante problema sanitario para las autoridades municipales de toda Europa. Según un estudio de la Escuela Nacional de Salud Pública NOVA, de Portugal, los ingresos hospitalarios aumentaron un 18,9% en los días de ola de calor, poniendo a prueba los sistemas sanitarios.

Los grupos vulnerables, como los ancianos y los niños pequeños, corren especial riesgo.

  • «Los más afectados son los ancianos con problemas de salud subyacentes, como enfermedades respiratorias o cardiovasculares», explica Souverijns. Como el fenómeno se produce sobre todo por la noche, la gente no se refresca adecuadamente al irse a dormir, lo que también tiene efectos negativos para la salud.

Jungla de hormigón

Este efecto de isla de calor urbano es el resultado de varios factores, desde el uso generalizado de materiales hasta la concentración de edificios y el tráfico intenso.

  • «El hecho de que la ciudad sea más cálida que sus alrededores se debe a los materiales utilizados en ella», explica a ‘Euronews’ el climatólogo Wim Thiery (VUB). El asfalto y el cemento, que «absorben el calor del sol, lo retienen y lo irradian por la noche».
  • Como resultado, durante el día, la temperatura máxima en las ciudades es más cálida, pero por la noche, la temperatura también se enfría menos.
  • Los edificios altos y las calles estrechas también contribuyen a este fenómeno, ya que calientan el aire que queda atrapado entre ellos, bloqueando el flujo natural del viento que, de otro modo, ayudaría a enfriar el aire.

El efecto isla de calor urbano es también un problema socioeconómico

En muchas ciudades, esto es especialmente cierto en las zonas urbanas más pobres, caracterizadas por una urbanización densa y a veces no regulada. Este factor, unido a las malas condiciones de las viviendas, la falta de aislamiento y el acceso reducido a opciones de refrigeración como los espacios verdes, convierte el efecto isla de calor urbano en un problema socioeconómico.

  • «En los barrios más ricos situados a las afueras de los centros urbanos suele haber más zonas verdes», explica Thiery. Este es el caso de Bruselas, por ejemplo, donde la brecha de riqueza está fuertemente correlacionada con el acceso a zonas naturales, y los más pobres sufren una aguda escasez de árboles y parques.
  • Souverijns señaló que la magnitud de la isla de calor urbana está fuertemente correlacionada con el tamaño de las ciudades y la cantidad de hormigón y edificios situados en ellas. «Así que las ciudades más grandes, que tienen más hormigón y más edificios, tienden a verse más afectadas».

Por último, la cantidad de tráfico de una ciudad también influye. La contaminación de los coches, por ejemplo, puede actuar como una especie de capa de gases de efecto invernadero sobre una ciudad, atrapando el aire caliente.

Soluciones ecológicas

El climatólogo Wim Thiery subraya que, en el futuro, se espera que el efecto isla de calor urbano empeore. «Debido al cambio climático, las temperaturas están aumentando más de la media de 2°C en general, y los días de calor son 4°C más cálidos en Europa», explica a ‘Euronews’.

  • No obstante, las ciudades pueden adoptar una serie de medidas para contrarrestar el efecto de isla de calor urbano.
  • Entre ellas, crear corredores de viento para la ventilación, diseñar tejados y fachadas verdes para los edificios, plantar más vegetación y hacer un mejor uso del agua.
  • «En esencia, tenemos que rediseñar las ciudades para eliminar todo el hormigón posible», dijo Souverijns.

La región de Bruselas es especialmente vulnerable a las olas de calor en comparación con otros municipios belgas. La diferencia puede llegar a ser de 10° con respecto a las zonas rurales. /Agencias-PUNTOporPUNTO

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