La expansión del crimen organizado está erosionando la operatividad y viabilidad de las cadenas logísticas formales en América Latina.
- La cual enfrenta un incremento del Crimen Organizado (a excepción de El Salvador) y una disminución de la resiliencia de sus sociedades para contrarrestarlo.
- Esto de acuerdo con el último estudio realizado por el Global Initiative Against Transnational Organized Crime (2025).
El crimen organizado por la forma violenta de sus negocios ilícitos (contrabando, narcotráfico, tráfico de personas, minería ilegal entre otros) tiene una fuerte capacidad logística comparable y en algunos casos superable a la del sector formal.
Mientras las empresas legales invierten en controles, aseguramiento de la carga y certificaciones. Las redes criminales operan con una estructura flexible, violenta y difícil de rastrear.
- El resultado es evidente: mayores riesgos operativos, encarecimiento de seguros y aumento de la exposición en transporte, almacenamiento, last mile y comercio exterior. La inseguridad ya no es un entorno que rodea a la logística sino un actor que la modifica y la limita.
- La criminalidad medida por el Índice Global del Crimen Organizado es un fenómeno complejo en donde los actores criminales y los mercados ilegales generan estructuras económicas y logísticas versátiles que se adaptan y se desplazan cuando hay presión estatal.
La complejidad de la criminalidad se debe a las múltiples variables y sus interrelaciones no lineales entre los actores criminales (mafias, redes criminales, actores del estado, actores extranjeros y actores del sector privado) y los mercados ilegales (tráfico de cocaína, heroína, cannabis, drogas sintéticas, tráfico de personas y armas, extorsión y chantaje, comercio de productos falsificados y bienes sujetos a impuestos especiales, delitos de flora y fauna y delitos contra recursos no renovables, delitos cibernéticos y financieros).
Las organizaciones criminales son más versátiles que las empresas de logística formal porque cambian de mercado ilícito y reorganizan sus operaciones cada vez y cuando el estado ejerce presión. ¡Esto es muy inquietante!
¿Acaso los procesos formales son más burocráticos y menos ágiles?
- Sí, los procesos formales son para entornos estables y regulados. No para competir con grupos criminales organizados y versátiles. Una organización sin obligaciones legales es más ágil porque los marcos normativos rígidos vuelven a la logística lenta y costosa.
- Las leyes que fortalecen la seguridad logística deben estar basadas en información que provenga de datos de calidad, porque sin evidencia cualquier regulación llega tarde y funciona mal.
¿Por qué los países no logran contener esta expansión del crimen organizado?
- Los países de Latinoamérica presentan una baja resiliencia ante el crimen organizado porque sus instituciones gubernamentales son débiles. Es decir, dentro del nivel de madurez de procesos (BPMM) estas se encuentran en los niveles más bajos de la pirámide de cinco niveles.
- Estos son el nivel I y nivel II debido a que no tienen procesos estandarizados, presentan escasa gobernanza y su coordinación o interacción entre instituciones del mismo estado es pobre o no existe. Cabe mencionar el ejemplo de desconexión de la función judicial con las otras instituciones estatales y la gran falta de aplicación de la ley.
A esto se suma una conducción política débil. Líderes poco preparados y con falta de experiencia lideran instituciones que enfrentan a organizaciones criminales más fuertes estructuralmente.
- Este liderazgo no enfoca sus esfuerzos en la prevención, es decir en estrategias, mediciones, asignación de recursos, programas y procesos para inhibir al crimen organizado. Su enfoque es reactivo sin que se analice y se eliminen las causas raíz de los problemas.
Esto explica porque América Latina no ha desarrollado la resiliencia suficiente para enfrentar al crimen organizado.
- La inseguridad afecta a la logística formal porque encarece sus operaciones, dificulta el transporte y reduce su competitividad frente a actores informales e ilegales. Los operadores legales enfrentan desvíos de rutas, mayores costos por seguros, vigilancia y escoltas, así como pérdida de clientes.
Esto impulsa a muchos usuarios a preferir servicios informales más baratos, mientras que redes ilegales aumentan su presencia. En conjunto, el crimen organizado deteriora la operación, los costos y la competitividad de la logística formal, favoreciendo la expansión de la logística informal e ilegal en América Latina.
Frente a esta realidad, surge la pregunta inevitable: ¿qué se debería hacer?
- Las empresas formales de logística presentan una resiliencia baja ante el crimen organizado. Si bien sus estructuras y su gobernanza son más sólidas que las de muchas instituciones gubernamentales, situándolas de acuerdo con mi experiencia en el Nivel III del Business Process Maturity Model (BPMM).
- Porque poseen procesos estandarizados y que aplican estándares internacionales y regionales como el Operador Económico Autorizado (OEA) y BASC. Sin embargo, esto ya no es suficiente. Deben avanzar hacia el Nivel IV —gestión predictiva basada en datos— y el Nivel V —innovación adaptativa y articulación institucional—.
Esto implica que comiencen a gestionar datos de calidad (ISO 8000), generar información a partir de esos datos y cuadros de mando para tomas de decisiones gerenciales. No hay que dejar de lado la interoperabilidad con otras empresas y el estado porque no se puede luchar contra un fenómeno criminal transnacional ¡Sólo! La inseguridad a la par de ser una gran amenaza es una gran oportunidad para que las empresas formales evolucionen.
- Es momento de que los actores logísticos formales continúen siendo los generadores de las grandes propuestas de cambio para los estados a través de las cámaras de comercio y gremiales que permitan compartir inteligencia, coordinar alertas, influir en políticas públicas y generar condiciones mínimas para operar legalmente.
- Asimismo, las empresas del sector deberían evaluarse con indicadores alineados al Índice Global del Crimen Organizado en materia de resiliencia, de modo que cuenten con un referente imparcial que mida sus avances, revele vulnerabilidades y guíe decisiones estratégicas.
- La inseguridad y el crimen organizado ya no son asuntos policiales: son el factor que definirá el futuro del comercio, el transporte, la distribución y la competitividad de América Latina. La pregunta ya no es si afectará a la logística, sino cuánto tardará en hacerla inviable para quienes intentan operar dentro de la ley.
El narcotráfico en México opera como un sistema profundamente arraigado
México es el tercer país con mayor criminalidad del mundo, de acuerdo con el Global Organized Crime Index 2025. El informe advierte que el crimen organizado en el país opera como un sistema profundamente arraigado, diversificado y con creciente infiltración en instituciones públicas, lo que ha permitido que sus estructuras funcionen con capacidad territorial, logística y financiera comparables a la de corporaciones multinacionales.
Con una calificación de 7.68 sobre 10, México también ocupa el segundo lugar en América y el primero en Centroamérica en presencia criminal.
- El documento señala que los mercados ilícitos más consolidados incluyen la trata de personas, la explotación sexual, el tráfico de migrantes, la extorsión, el tráfico de armas, el comercio de drogas sintéticas como fentanilo y metanfetaminas,
- Además de delitos ambientales como la tala ilegal y el tráfico de fauna. A esto se suma el crecimiento de fraudes financieros, lavado de dinero y ciberdelitos, varios de ellos con calificaciones de 8 y 9 sobre 10, entre las más altas del mundo.
El estudio describe un sistema criminal en el que participan cárteles como el de Sinaloa, el CJNG y el Santa Rosa de Lima, pero también redes financieras privadas, actores extranjeros y funcionarios públicos coludidos, catalogados como “state-embedded actors”.
El país obtiene una calificación de 8.50 en la categoría de actores incrustados en el Estado y se refiere a la corrupción gubernamental como uno de los principales facilitadores del crimen organizado.
Según el índice, la delincuencia opera con una infraestructura de impunidad construida desde dentro de las instituciones, lo que le permite mantener presencia territorial, capacidad logística y control de mercados ilícitos a gran escala.
- El documento advierte que esta infiltración ocurre en todos los niveles de gobierno. En el ámbito municipal, donde los recursos son escasos y las capacidades institucionales limitadas, los cárteles han penetrado con facilidad e incluso cooptado gobiernos completos.
- A nivel estatal, gobernadores de entidades como Tamaulipas y Sinaloa han enfrentado acusaciones formales de vínculos con organizaciones criminales. Y en el nivel federal, casos como la condena de Genaro García Luna evidencian la profundidad de la colusión entre autoridades y el Cártel de Sinaloa.
- La influencia criminal también se extiende al terreno político. El informe señala que los grupos delictivos han intervenido en procesos electorales mediante la intimidación del electorado, el financiamiento ilegal de campañas y la violencia contra candidaturas, impactando directamente la calidad democrática del país.
La fragilidad institucional se refleja, además, en la frecuencia de escándalos por corrupción de alto nivel y la condena de ex funcionarios por su relación con cárteles.
- En el tráfico de personas, autoridades corruptas permiten cruces clandestinos en zonas críticas. En el tráfico de armas, funcionarios y exagentes de seguridad participan en el contrabando proveniente de Estados Unidos.
En el comercio de mercancías ilegales, agentes aduanales facilitan la entrada de productos falsificados y mercancías sujetas a impuestos especiales.
Y en el tráfico de fauna, servidores públicos emiten documentación fraudulenta que permite mover especies de alto valor en mercados internacionales.
Señala que agencias policiales están penetradas por células criminales, lo que limita seriamente su capacidad operativa.
- El sistema judicial enfrenta corrupción, ineficiencia y presión política, mientras que centros penitenciarios continúan bajo influencia directa de organizaciones delictivas que los utilizan como centros de operación.
- A esto se suman los crímenes financieros, facilitados por funcionarios y estructuras bancarias, así como casos emblemáticos como el fraude en Segalmex, que involucró miles de millones de pesos en operaciones irregulares.
En conjunto, el índice concluye que la participación de funcionarios corruptos es el elemento que permite al crimen organizado funcionar a gran escala.
- Su presencia actúa como una enfermedad autoinmune institucional: en vez de combatir al agente externo —los grupos criminales—, parte del propio cuerpo del Estado se vuelve contra sí mismo y facilita la expansión de las redes ilícitas.
- Estos grupos se han diversificado hacia actividades como minería ilegal, huachicol, explotación forestal, cobro de cuotas en industrias, tráfico de especies y manipulación de cadenas de suministro.
- Según el índice, esta presencia multifacética muestra que el crimen organizado en México opera como un entramado que combina estructuras jerárquicas con redes flexibles y actores económicos de alto nivel.
El documento señala que, aunque México cuenta con leyes robustas y múltiples tratados internacionales, su capacidad de respuesta institucional es débil, con una resiliencia evaluada en 4.5 de 10.
- Entre los principales factores que limitan la respuesta del Estado se encuentran la corrupción sistémica, la impunidad judicial, la militarización sin controles civiles, la falta de protección para víctimas y testigos, la vulnerabilidad en aduanas y puertos, y la persistencia de altos riesgos para periodistas y personas defensoras.
México sigue siendo, de acuerdo con el índice, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, con funcionarios implicados en casi la mitad de las agresiones documentadas.
El índice es elaborado por la Global Initiative Against Transnational Organized Crime (GI-TOC), una organización internacional con sede en Ginebra especializada en el análisis de redes criminales y sistemas de corrupción.
Se trata de una de las mediciones más completas sobre criminalidad transnacional, utilizada como referencia por gobiernos, académicos y organismos multilaterales.
- El documento concluye que la combinación de mercados ilícitos altamente rentables, estructuras criminales diversificadas y un Estado debilitado por la corrupción y la impunidad coloca a México en una situación de “alta vulnerabilidad”
- Donde las organizaciones criminales mantienen influencia territorial, económica y política significativa, y donde la infiltración institucional es un factor central en la expansión del crimen organizado.
Expertos prevén una nueva época dorada para el crimen organizado
Las empresas legales y las bandas delictivas podrían llegar a ser indistinguibles entre sí; algunos gobiernos actuarán como el crimen organizado y algunas organizaciones delictivas actuarán como gobiernos; la escasez de insumos será una de las consecuencias del cambio climático, y las redes criminales se adueñarán del suministro de alimentos, agua y productos básicos.
Así pinta la nueva “época dorada” que vivirá la delincuencia transnacional en los próximos 15 años, de acuerdo con el informe “La quinta ola. El crimen organizado en 2040”.
- Elaborado por la organización civil Iniciativa Global contra el Crimen Organizado, el análisis advierte que la delincuencia será “más omnipresente y poderosa que en la actualidad”, lo que obligará a países como México no a combatirla frontalmente, sino a limitar las elevadas oportunidades que tiene disponibles para hacer negocios.
- En este difuso panorama de 2040, el documento avizora que el mundo se dividirá entre los países que combaten el crimen organizado y los que buscan explotarlo y manipularlo con fines geopolíticos, entre los que se encuentran las grandes potencias como Estados Unidos, Rusia y China.
El ejemplo más claro de esta tendencia, según el estudio, es Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin “ha transformado el crimen organizado ruso de una amenaza para el Estado a un instrumento del arte de gobernar; las agencias de inteligencia rusas utilizan a los criminales como sicarios y asesinos, mientras que los cibercriminales están protegidos siempre que sus actividades estén dirigidas a objetivos externos, especialmente a los enemigos de Rusia”.
- China, país con quien México tiene lazos tanto positivos (comercio e inversión) como negativos (suministro de precursores para la producción de fentanilo), también presenta esta dualidad gubernamental-criminal.
- “China es, en algunos aspectos, menos abierta y desde fines de 2023 ha tomado medidas drásticas contra el tráfico de fentanilo directamente a Estados Unidos.
- Sin embargo, las empresas chinas han seguido suministrando precursores químicos para el fentanilo y la metanfetamina a las organizaciones de narcotraficantes mexicanos”, destaca el informe.
Coordinado por Phil Williams, investigador emérito de la Universidad de Pittsburgh, el documento subraya que el crimen organizado tendrá una cartera de productos y servicios en constante expansión en respuesta a las nuevas oportunidades impulsadas por la crisis global de gobernanza, el auge de nuevas tecnologías asociadas a la inteligencia artificial, el cambio climático y la competencia geopolítica.
“De hecho, es probable que el crimen organizado entre en una nueva ‘época dorada’ con el surgimiento de mercados de escasez resultantes de los impactos del cambio climático y los esfuerzos para combatirlo mediante energías renovables.
- En los próximos 15 años se formará un círculo vicioso que redundará en beneficios para la delincuencia, al existir una “relación entre el estrés impulsado por el clima y la expansión del crimen organizado a nuevos mercados” y debido a que “los aumentos de precios resultantes de la escasez impulsada por el clima crean incentivos para que los grupos criminales capturen nuevos mercados”, incluidos los mercados legales.
Algunos ejemplos del pasado incluyen la infiltración criminal en la cadena de suministro de bienes legales como el queso en Honduras, el aguacate en México y el abulón en Sudáfrica.
- “Este fenómeno se generalizará a medida que los suministros de agua y alimentos se vuelvan más tenues y los precios aumenten en consecuencia. Con la escasez continuada e intensificada por el cambio climático, los aumentos de precios persistirán. En suma, el crimen organizado será uno de los pocos beneficiarios de los mercados de escasez”, enfatiza el análisis de Iniciativa Global.
Ante el cúmulo de condiciones favorables para el empoderamiento de las redes criminales en todo el mundo para 2040, la investigación no duda en denominar que el planeta vivirá un “nirvana criminal”, que se combina con una “distopía democrática”.
- El informe es poco optimista sobre el margen de acción que tienen países cercados por el crimen organizado, como México, pero ofrece algunas ventanas de oportunidad para mitigar el impacto del crimen organizado en las personas y el planeta.
- “Lo primero y más importante es transformar la forma en que pensamos sobre las organizaciones delictivas y centrarnos mucho menos en restringirlas y más en limitar las oportunidades que tienen disponibles.
Uno de los temas clave de este análisis es que las oportunidades disponibles para el crimen organizado se expandirán enormemente para 2040. Inhibir o mitigar esta expansión requiere pensar de manera diferente sobre los dominios de las políticas, que ya no son compartimentos estancos separados”, expone.
Para limitar estas sinergias, por ejemplo, es necesario tomar medidas para prevenir la explotación criminal de los procesos y las consecuencias del cambio climático.
- Una forma de hacerlo sería una iniciativa colectiva para orquestar un enfoque más permisivo pero ordenado de la migración irregular, al tiempo que se busca amortiguar el impacto del cambio climático como factor de empuje para la migración.
- En cuanto a las tecnologías emergentes, es esencial que las fuerzas del orden y los organismos de inteligencia adopten de manera temprana y generalizada la IA, la computación cuántica y otras innovaciones para desarrollar y mantener una ventaja competitiva frente a la explotación criminal de estas mismas tecnologías.
- “Los organismos encargados de hacer cumplir la ley deberían centrar gran parte de su atención en los centros y supercentros criminales, con el objetivo de degradarlos, perturbarlos y desmantelarlos.
También deberían trabajar para destruir la conectividad entre estos centros y reducir la centralidad de los vectores propios”, puntualiza.
Además, añade, es fundamental que, dadas las rivalidades geopolíticas y el uso de organizaciones criminales como intermediarios, los Estados que defienden las leyes y regulaciones tradicionales deben tratar de destacar los refugios seguros para los criminales, enfatizar su ilegitimidad y, cuando sea posible, imponer sanciones apropiadas y significativas.
La huella creciente de los cárteles mexicanos en Centroamérica
En las últimas dos décadas, los cárteles de drogas mexicanos han consolidado su posición como actores transnacionales del crimen organizado, expandiendo significativamente su influencia más allá de las fronteras mexicanas.
- Esta expansión ha sido particularmente visible en Estados Unidos y Europa, pero también en regiones estratégicas como Centroamérica y el Caribe, que se han convertido en corredores clave para el tránsito de drogas.
- Guatemala, Honduras, El Salvador y República Dominicana han sido especialmente vulnerables a esta penetración, debido a factores estructurales como la debilidad institucional, la corrupción, pobreza y la limitada capacidad de las fuerzas de seguridad.
- La presencia creciente del Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en estos territorios ha provocado un aumento sustancial de la violencia y el fortalecimiento de economías criminales locales. Pero, ¿qué se sabe al respecto?
La importancia de América Latina para los cárteles mexicanos
América Latina, por su ubicación geográfica, abundancia de recursos naturales y debilidades institucionales históricas, se ha convertido en una región de alta relevancia estratégica para los cárteles de drogas mexicanos.
- Más allá de su tradicional papel como corredor de tránsito hacia los Estados Unidos —principal mercado consumidor de drogas ilícitas en el mundo—, la región cumple otras funciones clave.
- Países como Colombia, Perú y Bolivia continúan siendo el principal productor mundial de cocaína. Esto convierte a Centroamérica y el Caribe en ejes fundamentales para la logística de transporte terrestre, marítimo y aéreo.
Los cárteles mexicanos han establecido relaciones directas con productores sudamericanos, desplazando en muchos casos a los antiguos intermediarios, lo que les permite controlar toda la cadena de valor: desde la producción hasta la distribución final en mercados de alto valor como Estados Unidos, Europa y Asia.
- En segundo lugar, países de América Central como Guatemala, Honduras y El Salvador no solo funcionan como rutas de paso, sino también como zonas de consolidación logística, almacenamiento y reclutamiento de mano de obra criminal.
En estas regiones, las alianzas entre cárteles mexicanos y pandillas locales permiten un control territorial más eficaz y facilitan operaciones de seguridad, transporte y extorsión.
El tráfico de migrantes y los cárteles mexicanos
Pero la producción y trasiego de drogas a su mercado final no es el único mecanismo a través del cual los cárteles mexicanos obtienen ingresos de esta parte del continente.
- Diversas investigaciones, como la de Simón Pedro Izcara Palacios en 2016, han documentado que estas organizaciones criminales de México han diversificado sus actividades, encontrando en la migración irregular un negocio paralelo.
- Aprovechando la vulnerabilidad de las personas que huyen de la pobreza, la violencia o la falta de oportunidades en Centroamérica y Sudamérica, los cárteles han transformado el “sueño americano” en una fuente de ingresos ilegales.
“Hasta hace menos de una década los migrantes centroamericanos podían transitar por México con relativa seguridad. Pero a partir de 2007, la delincuencia organizada encontró en el secuestro de migrantes centroamericanos en tránsito una fuente estable de ingresos (…)”, se lee en la investigación.
En esa línea, refiere que los migrantes centroamericanos generan tres tipos de ingresos a los grupos criminales:
- El pago de rescates derivados de los secuestros
- El pago de cuotas por atravesar los territorios controlados
- El ingreso forzado en las filas de la delincuencia organizada.
La frontera sur de México, así como los estados del sureste —Chiapas, Tabasco y Veracruz—, han sido escenarios de esta dinámica.
Expansión de los cárteles mexicanos en Centroamérica y el Caribe
Durante los años 80 y 90, los cárteles mexicanos fungían principalmente como intermediarios logísticos para las grandes organizaciones sudamericanas, especialmente colombianas, que lideraban la producción y distribución de cocaína.
- En esta etapa, la participación mexicana en Centroamérica y el Caribe era limitada y se restringía al paso de cargamentos por rutas terrestres y marítimas.
- Con la fragmentación de los cárteles colombianos y el auge de los grupos mexicanos, como el Cártel de Sinaloa y Los Zetas, comenzó una reconfiguración del mapa criminal.
- A partir de 2010, los cárteles mexicanos dejaron de depender de intermediarios locales y comenzaron a establecer estructuras propias en diversos países de la región.
La corrupción institucional ha sido instrumental en la expansión. Desde policías municipales hasta funcionarios aduaneros, los grupos criminales han penetrado estructuras estatales débiles mediante sobornos, intimidación o colusión voluntaria.
Aliados de los cárteles mexicanos en América Latina
La expansión de los cárteles mexicanos en Centro y Sudamérica no se ha dado de forma aislada. Para operar con eficacia en territorios extranjeros, han tejido alianzas con organizaciones criminales locales que les permiten mover drogas, armas de fuego y personas con mayor facilidad.
- Entre los datos más recientes revelados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, destaca su presunta colaboración con el Cártel de los Soles, organización criminal de Venezuela a la que Estados Unidos señala de ser liderada por el presidente Nicolás Maduro.
- Fue el pasado 25 de julio cuando el Departamento del Tesoro anunció sanciones contra este grupo criminal, que, refirieron, “proporciona apoyo material a organizaciones terroristas extranjeras que amenazan la paz y la seguridad de Estados Unidos, concretamente al Tren de Aragua y al Cártel de Sinaloa”, entre otros delitos.
Por este hecho, el gobierno del presidente Donald Trump también anunció un aumento en la recompensa del líder venezolano, por el que actualmente ofrecen 50 millones de dólares. /PUNTOporPUNTO























