CRISIS SANITARIA eleva la BRECHA LABORAL en el PAÍS; MUJERES ganan menos

La pandemia provocó la crisis laboral más grande de la historia moderna a escala global y las mujeres, uno de los grupos históricamente más vulnerables en esta esfera, enfrenta efectos todavía más profundos en términos de trabajo.

La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue haciéndose más grande en México. En el cuarto trimestre del 2020 la brecha entre los ingresos laborales fue de $856.52, la cual es $162.17 mayor que la del tercer trimestre 2020 ($694.35).

De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en el cuarto trimestre de 2020, el ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional fue de $4,298.30 al mes. Los hombres ocupados reportaron un ingreso laboral mensual de $4,633.59 y las mujeres de $3,777.07.

En términos absolutos, entre el cuarto trimestre de 2019 y el cuarto trimestre de 2020, el ingreso laboral real promedio de los hombres aumentó $43.42, mientras que el de las mujeres aumentó $228.44.

Dicho incremento en el ingreso laboral real promedio de las mujeres se refleja en una disminución absoluta en la brecha del ingreso entre hombres y mujeres de $185.02 respecto a la brecha del mismo periodo del año anterior.

El pasado 10 de febrero la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que la pandemia representa una década perdida en la participación de la mujer en el mercado laboral.

Al mismo tiempo enfatizó uno de los datos más alarmantes del informe sobre el impacto del nuevo coronavirus: en 2020, la participación laboral de las mujeres bajó seis puntos hasta colocarse en apenas 46% luego de situarse en 52% el año previo.

Crece la expulsión de mujeres del mercado laboral

La pandemia provocó la crisis laboral más grande de la historia moderna a escala global y las mujeres, uno de los grupos históricamente más vulnerables en esta esfera, enfrenta efectos todavía más profundos en términos de trabajo.

  • De acuerdo con el último Informe Especial COVID-19 de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la pandemia ha borrado al menos diez años de avances en la participación laboral femenina. En la región de América Latina, la tasa de participación de las mujeres se situó en 46% en 2020 lo que implicó una pérdida de seis puntos porcentuales respecto del nivel previo a la pandemia.
  • Estos bajos niveles de mujeres ocupadas en actividades remuneradas no se registraban desde hace una década; la proporción de mujeres que fueron expulsadas del mercado laboral se profundizó con la implementación de nuevas dinámicas sociales y escolares.

En México, según los reportes especiales del Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), la mayoría de las mujeres que trabajan declaró que aunque podía hacer home office también tenía jornadas más largas y una mayor carga de labores del hogar o de cuidado de niños y adultos mayores.

La distribución desproporcional de estas tareas y la vulnerabilidad de las mujeres en el mercado laboral profundizaron no sólo la baja participación laboral femenina sino también la, significativamente amplia, brecha con sus pares hombres. Mientras en 2019 la brecha era de 21 puntos porcentuales, para el 2020 creció a 23.

La participación de mujeres en el mercado laboral remunerado, además de estar golpeada por la necesidad de destinar más recursos a actividades del hogar, también se vio presionada por la proporción de mujeres que se ocupaban en los sectores informales y de primera línea de atención: la hostelería, el comercio minorista, el trabajo remunerado en hogares, la educación y la salud.

En estos sectores -que han sufrido las mayores pérdidas de empleo- se registran cerca de 65% de mujeres en riesgo laboral alto por sólo un 44% de hombres en la misma situación, de acuerdo con cifras del Informe elaborado por la Cepal.

La crisis por Covid-19 generó una contracción de 7.7% del PIB de América Latina, eliminando miles de empleos y arrastrándo a la pobreza a un mayor porcentaje de la población total, especialmente en los países con problemáticas de desigualdad.

Bajo este contexto, la organización calcula que para 2020 cerca de 118 millones de mujeres en la región caigan en situación de pobreza; esta cifra es equivalente casi al total de habitantes que tiene México. Esta situación implica también que sólo en un año la pandemia habrá sumado 23 millones de mujeres y niñas a la pobreza.

Hasta de 50%, la brecha salarial en México por trabajo a distancia

A nivel global, el trabajo a distancia ha ocasionado una gran brecha salarial que en México llega a ser hasta de 50 por ciento con relación a quienes laboran de manera presencial, indica un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

  • Antes de la pandemia del Covid-19 había en el mundo 260 millones de personas que laboraban desde sus casas, lo que representa el 7.9 por ciento del empleo global. En México, 417 mil 173 trabajadores ya lo hacían bajo esta modalidad, refiere el documento El trabajo a domicilio: De la invisibilidad al trabajo decente.

Y apunta: “El aumento sustancial del teletrabajo a raíz de la pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto las deficientes condiciones laborales”.

  • A lo largo de los primeros meses de la crisis sanitaria, uno de cada cinco trabajadores realizó su labor en domicilio, y “se prevé que las cifras totales para 2020, una vez que estén disponibles, pongan de relieve un aumento sustancial con respecto al año anterior”.
  • En el Reino Unido, las personas que laboran a distancia ganan 13 por ciento menos que las que laboran en su oficina; en Estados Unidos, 22 por ciento, y en Sudáfrica, 25. En el caso de Argentina, India y México, les pegan alrededor de la mitad de su salario.
  • La información de la OIT destaca que en 2019, las mujeres representaban el 56 por ciento del total de trabajadores en el mundo que se emplea en casa, equivalente a 147 millones.

“Las mujeres de todo el mundo siguen soportando la carga del trabajo de cuidados no remunerado y algunas recurren al trabajo a domicilio como forma de combinar las responsabilidades de cuidados con las oportunidades de obtener ingresos remunerados”, subraya.

  • De acuerdo con el organismo, la reglamentación del trabajo a domicilio es deficiente y el cumplimiento de la legislación vigente resulta complejo. Precisa que sólo 10 países miembros de la OIT han ratificado el Convenio 177, a través del cual se promueve la igualdad de trato entre los trabajadores a domicilio y entre quienes acuden al centro laboral.

México no ha suscrito el convenio, sin embargo con la publicación del decreto en el Diario Oficial de la Federación la semana pasada sobre la regulación del teletrabajo se atienden algunas obligaciones patronales recomendadas por la OIT. Entre ellas destacan que la parte patronal debe asumir los costos derivados del teletrabajo y proporcionar los equipos necesarios para desarrollarlo; igualdad salarial, garantizar la seguridad social, derecho a la libertad sindical y respetar el derecho a la desconexión la seguridad social.

El documento de a OIT refiere que para las personas empleadas en el trabajo a distancia, la “principal preocupación es el desdibujamiento de las líneas divisorias entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal y familiar”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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