Desde la GUERRA al NARCO hasta la “estrategia” de ABRAZOS… MUEREN más ELEMENTOS del Ejército y Marina

Las organizaciones criminales continúan con grandes capacidades técnicas para atacar a los elementos de las Fuerzas Armadas.

De 2007, cuando se inició la guerra contra el narcotráfico, a la fecha han muerto 636 militares comisionados a la lucha contra el crimen organizado.

  • Según los registros estadísticos sobre el seguimiento de fallecidos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el mayor número de fallecidos en el combate al narcotráfico se dio en la gestión del expresidente Felipe Calderón, cuando 359 militares perdieron la vida; en el gobierno de Enrique Peña Nieto fueron 181 y en los primeros cuatro años y un mes de esta administración suman 96.
  • Las estadísticas hacen alusión a los rangos de militares caídos en su deber, unidades a las que pertenecían, fechas, municipios y entidades federativas, pero omiten los nombres por razones de respeto a las familias. Sin contabilizar los decesos reportados en el primer mes de este año, 50% del total de militares fallecidos entre 2007 y 2022 en el combate al crimen organizado (295) perdieron la vida por agresión con arma de fuego, la primera causa de muerte.

El 25%, es decir, 138 fallecieron por accidente automovilístico; 19% (54) murieron en accidente aéreo y 5.2% (31) fueron ejecutados. Las ejecuciones se presentaron en el periodo 2008-2012, según los registros de la dependencia castrense.

Otro 3%, (14) fallecieron en accidente por arma de fuego.El resto fueron efectivos que perecieron por diversas causas, como atropellados, deshidratados, ahogados, por descarga eléctrica o golpe de calor.

  • Los 31 militares ejecutados se reportaron entre 2008 y 2012.El mayor número de ejecuciones de militares (17) se presentó en 2008: nueve en Monterrey, Nuevo León, y ocho en Chilpancingo, Guerrero. Con relación al número de fallecidos en el combate al narcotráfico durante la presente administración, la dependencia castrense contabiliza 96 de distintos rangos en los primeros cuatro años y un mes, un promedio de dos por mes.
  • La información de la Sedena obtenida vía la Plataforma Nacional de Transparencia revela que el periodo 2021-enero de 2023 fue el más sangriento para los militares, pues en ese lapso 69 efectivos perdieron la vida (72% de los fallecidos totales en este gobierno), de los cuales 40 fallecieron por “agresión por arma de fuego”, convirtiéndose en la principal causa de los decesos.

Otros 22 fallecieron por “accidente automovilístico”, que es, según los datos de la dependencia, la segunda causa de muerte de los militares.En 2019 la Sedena reportó 18 militares fallecidos asignados a estas tareas, en tanto que en 2020 fueron nueve.

  • En lo que va de la presente administración los militares de mayor rango fallecidos en la lucha contra el crimen organizado han sido un mayor que perdió la vida en un accidente aéreo el 21 de febrero de 2021 en Emiliano Zapata, Veracruz; un coronel que falleció por agresión de arma de fuego el 24 de agosto de 2019 en Ziracuaretiro, Michoacán; un teniente coronel que murió por la misma causa en Buenavista Tomatlán, Michoacán, el 21 de febrero de 2019, y cinco tenientes, tres capitanes y seis sargentos.
  • A estos decesos se suman los 15 del primer mes de 2023: el coronel Héctor Miguel Vargas que murió herido de bala en una emboscada de sicarios en una zona rural de Coalcomán, Michoacán; 10 que perdieron la vida en el operativo de recaptura de Ovidio Guzmán López, hijo de El Chapo, en Jesús María, Sinaloa, y tres elementos del 43 Batallón de Infantería, en Escuinapa, Sinaloa y el comandante Juan José Moreno Orzua, que murieron tras la reaprehensión del capo al implementarse diversos operativos militares.

La dependencia castrense dispone de una Oficina de Vinculación y Atención a Familiares de Fallecidos en Actos del Servicio con el propósito de lograr un acercamiento con los deudos del personal militar fallecido en acción, para hacerlos sentir respaldados y que perciban que esta institución continúa al pendiente de ellos. Esta secretaría cuenta con 48 oficinas de vinculación, las cuales han apoyado en este gobierno a 212 familiares en la orientación de los trámites de los beneficios a que tienen derecho al fallecer el militar.

Caen 113 militares, pese a estrategia de abrazos

A pesar de la política de “abrazos, no balazos” implementada por la llamada Cuarta Transformación, en lo que va del actual sexenio 113 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han fallecido durante la “Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos”.

  • Esto de acuerdo a una respuesta de transparencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, donde se índica que en el período del 1 de diciembre de 2006 (cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó la llamada Guerra contra el Narco) al 14 de abril pasado existe un registro de 655 soldados fallecidos.

Entre los registros recientes se ubica a los fallecidos del último operativo para capturar a Ovidio Guzmán, alias El Ratón, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, llevado a cabo apenas el 5 de enero de este año.

Durante ese evento, en el que El Ratón fue detenido, se registraron 10 militares fallecidos en la zona de Culiacán, Sinaloa, la mayoría de ellos con el rango de oficial.

  • En la lista de bajas aparecen un coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor; un mayor y un sargento de la Fuerza Especial de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, tres capitanes y un teniente de la Fuerza Especial de Reacción, así como un soldado de la Policía Militar y otro de Infantería.
  • Otra baja importante ocurrida durante la Cuarta Transformación es la del general brigadier José Silvestre Urzúa, que en la lista de bajas aparece como fallecido por agresión con arma de fuego, el 24 de noviembre de 2022, en el municipio de Pinos, Zacatecas.

Desde 2006, mantener a elementos de la Sedena en la lucha contra el narco no solo ha provocado la muerte de 339 por agresiones con arma de fuego… o ejecuciones directas, de las cuales se registran 31, sino también por accidentes automovilísticos y aéreos, con 217; ahogados, con 16, y hasta dos golpes de calor y una intoxicación, entre otros incidentes en el campo.

Fallida estrategia de «abrazos no balazos» de AMLO

En 2012, cuando era candidato a la Presidencia de la República por segunda vez (tras haber sido derrotado en 2006 por Calderón) el actual mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer cuál sería su política de seguridad.

  • “La República Amorosa es honestidad, es justicia y es amor. En el caso que nos ocupa de la violencia y de la inseguridad pública, podemos resumir: Abrazos y no balazos”, dijo el 11 de abril de ese año.

Sin embargo, tuvo que pasar otro sexenio para que López Obrador se convirtiera en Presidente de la República y pudiera implementar su estrategia.

En una de sus conferencias mañaneras, el 17 de agosto de 2022, López Obrador señaló que “nuestra estrategia requiere de tiempo porque es atender las causas, no es nada más lo coercitivo, es que haya mejores condiciones de vida, de trabajo, que haya empleo, que mejoren los salarios… aunque no les guste: abrazos no balazos, es más inteligencia que fuerza”.

  • Sin embargo, pese a las palabras del Presidente y su cambio de estrategia, la campaña contra el narcotráfico continúa en el territorio nacional, sumando 86 soldados fallecidos en sus primeros cuatro años de Gobierno, es decir, del 1 de diciembre de 2018 al 1 de diciembre de 2022.
  • Otros 27 elementos perderían la vida desde esa última fecha al 14 de abril pasado… 10 de ellos en el operativo para capturar a El Ratón en Culiacán.
  • En contraste, durante los primeros cuatro años del presidente Felipe Calderón, quien inició la guerra abierta contra el narcotráfico, los decesos de soldados sumaron 222, mientras que en los primeros cuatro años del presidente Enrique Peña Nieto, quien continuó con la estrategia, se registraron 133.

Para Javier Oliva Posada, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en Seguridad Nacional, la cifra demuestra que las organizaciones criminales continúan con grandes capacidades técnicas para atacar a los elementos de las Fuerzas Armadas.

  • “El término adecuado se llama cadencia de fuego, ese término se utiliza con la velocidad con la que un arma corta, larga o de repetición puede disparar proyectiles, a eso se le llama cadencia de fuego”, explicó el investigador de la UNAM.

“Entonces hay armas con cadencia de fuego que les pueden hacer frente a las que tienen nuestras Fuerzas Armadas, que son de guerra, eso por un lado, por el otro, además de que tienen las capacidades tecnológicas, saben manejar esas armas”, agregó.

  • El especialista indicó que los miembros del crimen organizado no tienen ya ningún límite para agredir al personal castrense y prefieren atacar a traición, es decir, cuando los militares van circulando por carreteras, brechas o atienden un llamado a la acción.

En ese sentido, detalló que los 113 elementos fallecidos durante este sexenio son un reflejo del cambio en el adiestramiento para el combate y destacó que buena parte de las actividades de los criminales se desarrollan ahora en centros urbanos o semiurbanos. lo cual requiere un ajuste en la capacitación militar.

En el marco de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, también han ocurrido incidentes ajenos a los enfrentamientos con el crimen organizado, pero que se registraron debido a que el Ejército realiza actividades de seguridad pública en lugar de permanecer en los cuarteles.

Por ejemplo, en los registros entregados por la Sedena vía transparencia, aparecen ocho soldados fallecidos tras haber sido arrastrados por la corriente de un río.

Dicho incidente ocurrió el 10 de junio de 2017, en San Miguel Totolapan, Guerrero, cuando un capitán, dos sargentos, un cabo y cuatro soldados de la Policía Militar se encontraban realizando tareas de apoyo a la seguridad pública.

Cerca de las 6:20 horas de ese sábado, y luego de fuertes lluvias durante la madrugada, los elementos fueron sorprendidos y arrastrados por una avalancha de piedras, ramas y lodo.

Otro evento ocurrido durante patrullajes fue en Jimenez, Tamaulipas, cuando un teniente, un sargento, dos cabos y tres soldados fallecieron en un accidente automovilístico, el 6 de noviembre de 2022.

Crecen renuncias en la Guardia Nacional

Desde la creación de la Guardia Nacional (GN) el 30 de junio de 2019, hasta el primer bimestre de este año, se han dado de baja 9 mil 16 de sus elementos.

  • El número de bajas va en aumento. En 2019, la dependencia federal documentó una; en 2020, 312; en 2021, mil 691; en 2022, 6 mil 955, y en el primer bimestre de 2023, 57, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de información realizada por EL UNIVERSAL vía transparencia a la Guardia Nacional.

Los motivos de las bajas que ocupan los primeros lugares son renuncia, con 8 mil 393 efectivos; defunción, 236; conclusión del servicio, 127 e incapacidad permanente, con 101.

Especialistas en seguridad consultados por este diario resaltan que una hipótesis del motivo de las bajas es que existe un desgaste de los uniformados y también que hay una tendencia de los mandos militares de cansar a los elementos que formaron parte de la Policía Federal, al relegarlos, asignarles tareas que no les gustan y quitarles responsabilidades.

  • Sergio Padilla Oñate, investigador del Instituto para la Seguridad y la Democracia, refiere que hay un desgaste en la forma en que está operando la GN y las diversas tareas que realiza.

Puntualiza que algunos efectivos participan en enfrentamientos, efectúan tareas de policía y, dice, para el personal castrense debe ser desgastante que los manden a un lugar para labores de policía de proximidad o incluso soportar rebeliones sin poder hacer mucho más que aguantar y dar la cara.

“Es un desgaste grande que está sufriendo la corporación por el tipo de despliegue al que se le está obligando… Teóricamente si la Guardia Nacional fuera como la Gendarmería en Francia o la Guardia Civil en España, debería ser una policía enfocada a terrenos rurales, con poca presencia estatal para combatir este tipo de amenazas intermedias, es decir, que no es un crimen común, pero tampoco son guerrillas”, externa Padilla Oñate.

  • El también profesor de la especialidad en seguridad pública de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM precisa que la Guardia Nacional es una policía municipal gigante; son soldados, pero efectúan tareas parecidas a las de las policías municipales, como operación de retenes, algunas detenciones y mantenimiento del orden, pero no se ve que sea un enfoque quirúrgico.
  • César Gutiérrez Priego, experto en derecho militar y seguridad interior, señala que muchos de los elementos que pertenecían a la Policía Federal no se adaptaron al cambio. Explica que a pesar de que la Guardia Nacional es una policía de alcance federal, se había incrustado en la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y al menos administrativamente, hasta ahora utiliza reglamentos militares.

“La Guardia Nacional está sufriendo un desgaste en cuanto a todo el trabajo que tiene que estar realizando, porque debe de encargarse de las cuestiones del orden federal, también apoyar a las entidades federativas y muchos elementos no están acostumbrados”, asevera.

  • Víctor Hernández, profesor e investigador de la Facultad de Derecho de la Universidad Panamericana, considera que la Guardia Nacional es una ficción jurídica. Resalta que desde su creación a la fecha alrededor de ocho de cada 10 de sus integrantes son personal del Ejército y de la Armada que sólo reciben un oficio de comisión y se les disfraza de guardia para fingir que son elementos de policía, pero en realidad es una corporación que nunca se consolidó.
  • El especialista en seguridad subraya que algunas de las bajas en la corporación se deben a un proceso de despido que aún no concluye de personal de la Policía Federal y muchas de sus quejas son que tienen menos prestaciones y estándares de vida.
  • El experto destaca que ha bajado la calidad del tipo de elementos a los que se permite el acceso a la corporación de seguridad, en un intento desesperado por tratar de pretender que la institución ya está consolidada y que realmente se podía construir una policía nueva durante un sexenio; sin embargo, lo que hicieron fue dejar que prácticamente cualquier individuo ingrese a la Guardia Nacional.

“Eso lo hemos visto reflejado en el número de incidentes que hay en las patrullas, videos del personal en estado de ebriedad (…) porque al querer cumplir con una meta, se acaba de poner en peligro a la ciudadanía”, sostiene Víctor Hernández.

  • Alan García Huitrón, maestro en Criminología y experto en temas de seguridad, comenta que las bajas pueden ser normales, pero ante una nueva corporación que está reclutando es un número significativo porque no se busca que renuncien, sino al contrario, que ingresen y permanezcan en la unidad.
  • “Hay mucha inconformidad dentro de la Guardia Nacional porque se fusionó lo que era antes la Policía Federal con miembros del Ejército y Marina, entonces hay muchos elementos de la otrora Policía Federal que están inconformes por las condiciones y tratos”, afirma.

Marinos también renuncian

De 2019 a 2022 abandonaron las filas de la Marina 7 mil 102 marinos, mientras que de 2013 a 2016, cuando era presidente Peña Nieto, se dieron de baja 5 mil 357 marinos, lo que significa un incremento de 32.57%.

  • En el reporte de las estadísticas de baja de personal de la Semar se reveló que en la actual administración las principales causas fueron: retiro voluntario, con 2 mil 598; haberla solicitado, con 2 mil 384 y retiro por edad límite, mil 539.

En cuatro años de Peña Nieto, de 2013 a 2016, el retiro voluntario registró mil 666; haberlo solicitado, mil 160 y retiro por edad límite, mil 695. Especialistas expresan que el aumento en las bajas refleja una especie de inconformidad hacia el cambio a la Guardia Nacional (GN); que la Secretaría de Marina ha tenido que soportar presión por parte del crimen organizado y asumir otros papeles que no le correspondían, es decir, que se le multiplicaron las actividades a desempeñar en este sexenio.

  • Yuriria Rodríguez Castro, doctora en Ciencias Penales y Política Criminal, señala que las bajas reflejan una especie de inconformidad hacia el cambio a la GN y detalla que la Marina ha tenido mayor participación en operativos contra la delincuencia en zonas portuarias.
  • “Las fuerzas navales han tenido que soportar una presión por parte del crimen organizado y asumir algunos papeles que le tocarían a las autoridades aduanales… Esta presión, así como el estrés al que están sujetos y sometidos es algo que va a aumentar las bajas”, apunta.

La especialista indica que no hay ningún cambio en materia salarial y se debe revisar, porque se ha creado un discurso presidencial en el que, supuestamente, se verían favorecidos, pero en realidad no ha habido tal beneficio.

“Si estuvieran contentos, con buen salario, con garantías laborales, pues no tendrían que estar solicitando este tipo de bajas y menos en una situación de privilegio como siempre había sido con las fuerzas navales.

“Antes tenían beneficios, no veían en riesgo su trabajo, no estaban sometidos a diferentes funciones, incluso hasta labores de construcción o cuidados de aduanas, que eso es algo que no hacían y bajo las mismas condiciones salariales”, remarca.

Más de 1800 policías han sido asesinados

En lo que va el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, han asesinado mil 818 policías, un promedio de un policía por día, de los agentes asesinados, 55% eran municipales, 39% estatales y 6% federales, la mayoría de los cuales queda en la impunidad. De acuerdo con el diagnóstico “La Policía en México: radiografía de un retraso crónico”, elaborado por la organización civil Causa en Común.

El 2020 ha sido el año más violento para los policías desde que se tiene registro, con al menos 524 casos de elementos de seguridad asesinados. Siendo las entidades con mayor número de policías caídos: Guanajuato: 84, Estado de México: 39, Veracruz: 39, Guerrero: 37, y Chihuahua con 35.

  • Guardia Nacional: Causa Común señaló en su reporte que la militarización de la seguridad pública se ha incrementado de manera exponencial. La cual no ha dado resultado significativo y que carece de objetivos claros que pueda ser monitoreados y evaluados.
  • Policías con bajos salarios: En lo que se refiere al salario, el el diagnóstico “La Policía en México: radiografía de un retraso crónico”, demuestra el abandono de las policías con el incumplimiento de los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública en materia de dignificación laboral, en los recortes y estancamientos presupuestales, así como en el avance de la militarización de la seguridad pública.

Un policía percibe un salario mensual de 13 mil 639 pesos. Existe una gran desigualdad entre estados. Un ejemplo es el salario de un policía en Veracruz, el cual es de 8 mil 651 pesos, mientras que en Quintana Roo es de 18 mil 24 pesos, una diferencia del 108%.

“A pesar de que en el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica se menciona la dignificación de las condiciones laborales de las corporaciones policiacas, la realidad es que los agentes siguen trabajando turnos de 24 horas o más, con sueldos y prestaciones muy reducidos, con equipos e instalaciones inadecuadas, sin capacitación suficiente, y con frecuencia soportando tratados denigrantes al interior de sus corporaciones”.

Un 40% de los elementos encuestados considera que su salud sí se ve afectada por su trabajo. Los padecimientos más recurrentes son:

  • Aumento o disminución de peso
  • Irritabilidad
  • Insomnio
  • Ansiedad
  • Nerviosismo
  • Fatiga crónica

En casos extremos, la tensión llega a generar problemas psicológicos, emocionales o trastornos psiquiátricos severos y, consecuentemente, ausentismo, adicciones, incapacidades y muertes por accidente o suicidio.

Las condiciones laborales de las policías son dispares y en su mayoría precarias. Del 1 de diciembre de 2018 al 31 de diciembre de 2022, se registraron al menos 331 movilizaciones de policías, entre las que se encuentran 152 paros, 119 manifestaciones y 60 emplazamientos a paro, abarcando la mayoría de los estados del país.

  • Los estados con más paros registrados: Hidalgo (16), Oaxaca (14), Puebla (12), y Guerrero (11)
  • Las entidades con más emplazamientos: Oaxaca (6), Colima, Estado de México, Puebla, Tabasco y Tamaulipas (4 en cada estado)
  • Los estados con más manifestaciones de policías: Sinaloa (22), Ciudad de México (16), y Guerrero (14)

Las principales motivaciones de las policías que realizan un paro están relacionadas con la exigencia de una mejorar en sus prestaciones laborales y denuncias por el incumplimiento de prestaciones. Algunas de las demandas específicas que presenta son:

  • Aumento salarial
  • Entrega de equipos y uniformes
  • Seguros de vida
  • Respeto a los horarios de trabajo
  • Ayuda alimenticia
  • Ayuda económica para familiares de policías caídos en el cumplimiento de su deber

También se han presentado inconformidades y denuncias en contra de mandos por exigir cuotas, remover elementos y generar o solapar situaciones de acoso laboral o sexual./Agencias-PUNTOporPUNTO

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