LATINOAMÉRICA con las Tasas Más Altas de FEMINICIDIOS: Honduras, República Dominicana y El Salvador

La CEPAL señala todos los países de América Latina y el Caribe cuentan con legislación que aborda la violencia contra las mujeres y las niñas y que responde a los lineamientos del marco jurídico internacional y regional para enfrentar la violencia contra las mujeres.

Ni la mayor condena social ni su mayor visibilidad han hecho que los feminicidios disminuyan de manera sustancial en América Latina y el Caribe. La situación es una verdadera “pandemia en la sombra”, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en un reporte.

  • Al menos 4,091 mujeres fueron víctimas de feminicidio en la región durante 202, un descenso de un 10.6% respecto al año anterior, cuando se reportaron 4,567 casos, de acuerdo con los datos del Observatorio de igualdad de Género de América Latina y el Caribe de la CEPAL.
  • El organismo informó que la cantidad de feminicidios se produjo «a pesar de que ha aumentado su visibilidad, la respuesta estatal y la presión ejercida masivamente por los movimientos de mujeres que han expresado su rechazo a la violencia de género en toda la región”.

En América Latina, las tasas más elevadas de feminicidio se registran en Honduras (4.7 por cada 100,000 mujeres), República Dominicana (2.4 por cada 100,000 mujeres) y El Salvador (2.1 por cada 100,000 mujeres), aunque estos tres países registraron una disminución respecto a 2019, al igual que Bolivia, Brasil, Colombia, Guatemala, Paraguay, Puerto Rico y Uruguay.

  • Argentina, Chile, México y Nicaragua mantuvieron las mismas tasas de feminicidio que en 2019, mientras que tres países —Ecuador, Costa Rica y Panamá— registraron un aumento en comparación con el año anterior. De ellos, Panamá declaró el incremento más significativo.

«No nos cansaremos de visibilizar la violencia que afecta a las mujeres y a las niñas de nuestra región a diario y que repercute en la sociedad en su conjunto, pues constituye un obstáculo para el logro de la igualdad y de un desarrollo y una paz sostenibles», declaró Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebra cada 25 de noviembre y que da inicio a 16 días de activismo hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.

Una violencia que afecta a todas las edades

La violencia feminicida está presente durante todo el ciclo de vida de las mujeres, aunque se expresa con mayor intensidad durante las edades reproductivas, apunta la Comisión.

El informe señala que el número absoluto de casos más alto corresponde al tramo de edad de entre 30 y 44 años (344 mujeres en 2020). Las adolescentes y mujeres adultas jóvenes de entre 15 y 29 años representan el segundo rango con mayor incidencia de feminicidio, con 335 víctimas en 2020.

  • Sin embargo, las niñas y adolescentes también están en riesgo de ser asesinadas por razones de género, y los datos recogidos por el Observatorio muestran que al menos 40 niñas menores de 15 años han sido víctimas de feminicidio en 2020.
  • El feminicidio no afecta solamente a las víctimas directas, sino también a todo su entorno y, en particular, a sus dependientes más cercanos, subraya la Comisión. Al menos 357 niños, niñas y adolescentes, así como otros dependientes, se encontraban bajo el cuidado de las víctimas de feminicidio que se contabilizaron en 2020 en siete países de América Latina: Argentina, Chile, Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Uruguay.

Pocos avances

La CEPAL señala todos los países de América Latina y el Caribe cuentan con legislación que aborda la violencia contra las mujeres y las niñas y que responde a los lineamientos del marco jurídico internacional y regional para enfrentar la violencia contra las mujeres.

El combate a la violencia contra las mujeres se encuentra consagrado en la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém Do Pará).

  • En América Latina se ha ido avanzando también en la tipificación del feminicidio o femicidio, y actualmente hay 17 países que han aprobado leyes o reformas a los códigos penales en esa dirección.
  • Este marco legal, sin embargo, no ha impedido que las cifras de feminicidio en la región sigan siendo altas, además de que no garantizan la correcta tipificación de este tipo de delitos.

Si bien los países de la región han avanzado en la última década en la producción de estadísticas sobre feminicidio, falta fortalecer los sistemas de registro a nivel nacional y estandarizar la información, de manera de contar con mejores datos para el análisis de las características del delito a nivel nacional, así como para mejorar la comparabilidad regional e internacional, sostiene la CEPAL.

La tolerancia social e institucional, la impunidad y la dificultad para acceder a servicios de salud y de justicia oportunos y de calidad, entre otros factores, contribuyen a que todas las formas de violencia contra las mujeres ocurran y se perpetúen, recalca la Comisión.

  • La violencia feminicida comprende una progresión de conductas violentas por razones de género. “Este conjunto de comportamientos que conllevan misoginia, impunidad y tolerancia social y estatal, y que pueden culminar con el homicidio y otras formas de muerte violenta6, es una violación de los derechos humanos de proporciones pandémicas”, indica el informe de la CEPAL.
  • En este sentido, la CEPAL asegura que es necesario ampliar la medición y visibilización de otras formas de violencia que forman parte del continuo de la violencia feminicida; en particular, la violencia sexual, que está muy vinculada al feminicidio, pues son habituales los asesinatos de mujeres y niñas que han sido precedidos por actos de violencia sexual ejercidos por perpetradores que no necesariamente tienen o han tenido una relación sentimental o familiar con las víctimas.

El fortalecimiento del marco normativo debe ir acompañado de otros pasos, como la elaboración de planes y programas públicos basados en la evidencia, que incorporen estrategias de prevención y reparación y el fortalecimiento y financiamiento de los servicios esenciales de calidad, además de mejorar el acceso a la justicia.

“Desde la CEPAL destacamos la importancia de que las mediciones sobre violencia contra las mujeres y niñas se constituyan como centrales en el marco de los sistemas de información y las estadísticas oficiales de los países. Hoy, prevenir y hacer realidad el derecho de las mujeres y las niñas a una vida libre de violencia es un horizonte impostergable y urgente en la región”, concluyó Bárcena.

Violencia contra las mujeres en México no frena

La violencia contra la mujer continúa al alza en México con más de 840 feminicidios en lo que va del año, una problemática que indigna a millones de personas y atizada por el discurso ambiguo del propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Me dicen que siga con mi vida, pero ¿cómo? si el asesino de mi hija no tiene rostro?”, dice a Efe Karen Reyes, madre de Renata Martinely Luna Reyes, quien con 13 años fue asesinada en su propia casa el 29 de noviembre de 2020 en el Estado de México.

  • Karen sospecha que el autor del asesinato fue su exnovio, quien meses atrás había intentado grabar con el móvil a la pequeña mientras se bañaba y que aprovechó que un día Renata estaba sola en casa para entrar, abusar de ella y asesinarla.

Durante estos meses, ha buscado justicia pero se ha topado con la indiferencia de las autoridades. “Yo sé que nada me va a regresar a mi hija pero con justicia puedo evitar que otra familia sufra lo mismo”, insiste.

Situación grave

Para Teresa Ulloa, directora regional de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, la situación de violencia contra las mujeres en México es “muy grave, el número de mujeres y niñas que asesinan todos los días va en aumento”.

  • Por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este 25 de noviembre, la experta afirma que pese a que existen algunos avances legales en México para enfrentar la violencia de género, esta problemática continúa desafiando al Estado.

“Lamentablemente, en las estadísticas” no se visibilizan estos avances, afirma.

México es uno de los países más violentos contra la mujer con el homicidio de más de diez mujeres al día, de acuerdo con ONU Mujeres y organizaciones civiles.

Además, los feminicidios siguen al alza en el país tras notificarse 842 casos entre enero y octubre del presente año, un alza del 4.9% frente al mismo periodo de 2020.

10 años en vilo

El 21 de noviembre de 2010, Maribel Enciso fue atacada por un hombre desconocido que la lesionó en el cuello con una navaja para arrebatarle a su hija María José Monroy Enciso, de apenas once meses.

  • Han pasado 10 años de la búsqueda diaria que Maribel y su familia han hecho para encontrar a su hija, y a pesar de que el culpable está preso en el penal de Texcoco, se ha negado a declarar qué pasó con la pequeña.

“Como familia hemos sufrido violencia institucional por parte de las autoridades”, lamenta, pues desde el principio se han negado a apoyarla.

Pese a que la búsqueda de María José ha dejado enfermedades y crisis económica en la familia, Maribel sabe que su hija está viva y, asegura, no parará hasta encontrarla.

Se recrudece la violencia

Para Isabel Erreguerena, codirectora de la asociación Equis, Justicia para las mujeres, la situación de la mujer en México ha empeorado drásticamente por varias razones.

  • Entre ellas está la austeridad gubernamental, la eliminación de fideicomisos para entregar recursos de manera directa, la negación de la violencia contra las mujeres, la criminalización del movimiento feminista por parte del Gobierno y la militarización del país.
  • Y, a todo ello, en el último año y medio se sumó la pandemia por coronavirus. “Siempre ha habido violencia de género en México, pero en covid se intensificó”, señala.

Recuerda que tan solo en abril de 2020, hubo un récord de llamadas por violencia de género al teléfono de emergencias 911, con 143 por hora. Además, señala que en 2021 cada día se han contabilizado en promedio 6 víctimas de la violencia machista, 9 víctimas de violación y 16 víctimas de abuso sexual.

“Y eso es solo la punta del iceberg porque en México solo uno de cada 10 delitos se denuncian”, apunta.

El problema sigue aumentando

De acuerdo con un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), pese haber pasado el periodo de mayor confinamiento por la pandemia, la violencia hacia las mujeres en el entorno familiar registra un aumento sostenido durante 2021.

Y es la casa, el espacio socialmente asignado a las mujeres como lugar seguro para desarrollar la mayor parte de sus actividades, en donde 20 % de las mujeres de 18 años o más afirma sentirse insegura.

  • Además, en 2020, el 23.2% de los homicidios de mujeres ocurrió dentro de la vivienda, según los datos estadísticos más recientes.
  • El problema ha crecido en los últimos años, atizado por la impunidad existente en la mayoría de delitos en México y la inacción de las autoridades.

“Las familias atraviesan inacción, indolencia por parte del Estado; lo que hacen es ser ellas las investigadoras, las que están todo el tiempo (…) se enfrentan a costos económicos emocionales y también a un peligro porque son amenazadas muchas veces“, dijo recientemente a Efe la presidenta de Amnistía Internacional México, Marcela Villalobos.

  • Decenas de miles de mujeres han participado en los últimos años en multitud de protestas a lo largo y ancho del país, alguna de ellas terminando con fuertes altercados, mientras que el gobierno de López Obrador ha sido muy criticado, especialmente porque el mandatario ha desdeñado las marchas y vinculado el feminismo con el movimiento conservador.

La actitud presidencial, “más que afectar, lo que hace es generar un motivo más de movilización, de preocupación y de frustración ante un Gobierno que abiertamente se dice feminista en el discurso, pero en las acciones pues todavía falta mucho”, concluye Villalobos./Agenicas-PUNTOporPUNTO

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