“Están tratando de ROBAR las ELECCIONES; Votos de BIDEN por TODAS PARTES»: Trump

La ruta del triunfo nacional de ambos candidatos depende de los resultados en Pensilvania, Michigan, Wisconsin y tal vez un par de distritos electorales en dos estados más.

A las 22:40 horas el candidato demócrata Joe Biden salió ante sus seguidores para pedirles que mantuvieran “la fe”. El mensaje: no habrá resultados finales a media noche y posiblemente tampoco los conoceremos el día de hoy. Sin embargo, Biden expresó que tenía optimismo en lograr el triunfo. “Creemos que estamos en el camino de la victoria (…) Esto no se acaba hasta que cada voto sea contado”, agregó el candidato demócrata.

  • Victoria, una palabra que enfureció al presidente Donald Trump y que, de manera inmediata, recurrió a lo que más tiempo ha dedicado en sus cuatro años de gobierno, tuitear. Su mensaje-veneno se esperaba con antelación: acusar de posible fraude a los demócratas. “Están tratando de ROBAR las elecciones. Nunca los dejaremos que lo hagan. ¡No se pueden emitir votos después de que las urnas hayan sido cerradas!”.

Pocos minutos permaneció su tuit en la plataforma. Un mensaje de la empresa avisó que el contenido podría ser engañoso. “Una parte o la totalidad del contenido compartido en ese tuit es controvertido y podría ser engañoso respecto al modo de participación en unas elecciones o en cualquier otro proceso cívico”. El tuit fue borrado.

La moneda no ha caído al piso pero Donald Trump, hacia la media noche, ya había obtenido dos triunfos: mantener la probabilidad de su reelección al ganar Florida y Texas, entre varios estados, y obtener tiempo para abonar incertidumbre.

Biden, que necesita desesperadamente recuperar estados que Trump ganó en el 2016 para imponerse, apostaba a Michigan, Wisconsin y Pensilvania, pero el conteo de votos en esos lugares podría extenderse durante horas o días.

Trump encabezaba los recuentos en esos estados al cierre de esta ediciòn, pero gran parte se basaba en la votación del martes, con una gran afluencia de republicanos. Se esperaba que el conteo de las boletas por correo en los tres estados tomara horas o días. En Wisconsin y Pensilvania, las boletas por correo no se pueden procesar hasta el día de las elecciones.

Por su parte, Biden ganaba Arizona, un estado que en el 2016 ganó Trump a su rival Hillary Clinton. Hacia la media noche, era muy temprano para levantarle la mano a alguno de los candidatos; sin embargo, está mañana los resultados siguen favoreciendo a Joe Biden.

Trump ha seguido los resultados con miembros de su familia desde la Casa Blanca. Anoche se vio entrando y saliendo de la oficina oval la primera dama Melania Trump, su yerno Jared Kushner y su hija Ivanka, entre otros.

  • “Está tranquilo”, dijo una fuente familiarizada con la escena. Los candidatos se dividieron los primeros estados en los que se proyectaron resultados en la carrera por la Casa Blanca, tal y como se esperaba.
  • Los estados conservadores como Alabama, Indiana, Kentucky y Tennessee quedando en manos de Trump y Massachussets, Vermont, Nueva York y Connecticut en poder de Biden, de acuerdo a proyecciones de Edison Research.
  • Pero ninguno de los aproximadamente 12 estados que decidirán la contienda tenìan un resultado claro tras el cierre de las urnas en casi todo el país, pero Trump estaba en ventaja en varios de ellos.

En Florida, un estado imprescindible para Trump en su búsqueda de los 270 votos electorales necesarios para quedarse en la Casa Blanca, el republicano sumaba un 51.2% de los votos frente a un 47.7% para el candidato demócrata, con un 94% del total de los sufragios escrutados.

Parte de la fortaleza de Trump en Florida provino de un mejor desempeño en los condados del estado con grandes poblaciones latinas respecto de la elección en el 2016.

Sobre este tema, la congresista demòcrata Alexandria Ocasio-Cortes escribía un tuit: “No comentaré mucho sobre los resultados de esta noche, ya que están evolucionando, pero diré que hemos sonado la alarma sobre las vulnerabilidades demócratas con los latinos durante mucho, mucho tiempo. Hay una estrategia y un camino, pero el esfuerzo necesario simplemente no se ha puesto en marcha”.

¿Y los latinos?

Aliados de Biden han admitido sus dificultades para asegurarse el apoyo de los votantes latinos, particularmente entre los cubanos y venezolanos en Florida, donde el mensaje de Trump sobre que el demócrata es socialista parece que funcionó.

  • En Florida, según las encuestas a boca de urna, Trump y su rival demócrata Joe Biden se repartían el voto latino. En el 2016, Trump solo sumó cuatro de cada 10 votantes latinos en su carrera contra la candidata demócrata Hillary Clinton. En general, sumaba 3 de 10 votantes no blancos en comparación con solo dos de 10 hace cuatro años.
  • En el barrio cubano de la Pequeña Habana, en Miami, la noche de ayer 3 de noviembre, decenas de cubanos escuchaban salsa y ondeaban banderas estadounidenses, ya celebrando la victoria de su presidente en este estado que Trump necesitaba para quedarse en la Casa Blanca.

“No sé tú, pero yo / yo voy a votar por Donald Trump”, decía un estribillo que sonaba frente al emblemático Café Versailles. “¡Libertad para Cuba!”, gritaba a las cámaras una mujer.

  • Según expertos, el triunfo de Trump en este estado fue resultado de varias factores, entre ellas su carisma entre los pobladores blancos rurales y su retórica anticomunista, que convenció a los hispanos recelosos de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica.

“Los demócratas perdieron el voto hispano. No sólo el de los cubanos. También de los venezolanos, argentinos, bolivianos, colombianos… Son todos trumpistas aquí”, dijo Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida (FIU).

Según el experto, “no han entendido que la estrategia del presidente Trump era ganar la elección, no era cambiar de políticas favorables para esos grupos”.

Las protestas raciales que desde el verano provocaron disturbios en todo el país tampoco ayudaron a convencer a los latinos de Florida, que no se identifican con los afroamericanos, a votar por Biden.

Equipo de Biden acusa a Trump de intentar invalidar conteo

El equipo de campaña del candidato demócrata, Joe Biden, acusó a su rival, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de intentar ‘invalidar’ los votos de millones de estadounidenses con sus denuncias de fraude, y aseguró que están preparados para un litigio.

«La declaración del presidente, que intenta detener el recuento de votos debidamente emitidos, fue indignante, sin precedentes e incorrecta», dijo en un comunicado la jefa de campaña de Biden, Jen O’Malley Dillon.

La ruta del triunfo nacional depende de los resultados

Según proyecciones con base en los resultados preliminares de la elección más inusual –y según varias figuras prominentes–, la más importante en la historia moderna de Estados Unidos, la ruta del triunfo nacional de ambos candidatos depende de los resultados en Pensilvania, Michigan, Wisconsin y tal vez un par de distritos electorales en dos estados más.

Lo que empezó como una noche muy prometedora para los demócratas acabó pareciéndose a la de 2016, con el resultado dependiendo de relativamente muy pocos votos en unos cuantos estados. Florida, donde los demócratas pensaban que podrían sorprender, los sorprendió a ellos al no comportarse como pronosticaban las encuestas.

Ahí el voto latino de los cubanoestadunidenses y venezolanos ayudó a dar el triunfo a Trump, con analistas señalando que su mensaje antisocialista contra Biden fue más efectivo de lo que se pensaba.

Sin embargo, el voto latino en Arizona podría reparar el daño que los latinos de la zona de Miami infligieron contra su campaña, y si esa tendencia persiste en ese estado del suroeste, todo dependerá de los tres estados del medio oeste. La autoridades de esas entidades informaron que no tendrían resultados completos anoche, y que el conteo podría tardar varios días esta semana.

Ante esto, ambas campañas alentaron a sus bases a tener paciencia y festejaron sus posibilidades de triunfo, aunque quedó claro que los demócratas estaban algo desinflados por no haber sorprendido con triunfos en otros estados claves en el sur del país y hasta soñaban con voltear Texas, mientras el bando de Trump estaba aliviado por evitar la derrota en varios estados donde al inicio del día estaban amenazando, como Ohio y Carolina del Norte.

  • Georgia, donde continúa el conteo, aún podría sorprender a ambos bandos en una contienda muy cerrada. Ante este panorama, Joe Biden, el contrincante demócrata, observó los resultados anoche en su casa cerca de Wilmington, Delaware, a un par de horas de Washington.
  • A las 12:40 de este miércoles, el ex vicepresidente fue el primero en hacer declaraciones a sus seguidores: “nos sentimos bien… en camino de ganar esta elección” y exhortó a esperar a que se cuenten todas las boletas. Concluyó: mantengan la fe, vamos a ganar.

Trump, poco después de las dos de la madrugada, apareció ante las cámaras en la Casa Blanca y proclamó, falsamente: ganamos esta elección. Denunció que estaban por contar los votos y que de pronto dejaron de hacerlo, acusando a los demócratas de estar realizando un gran fraude.

Agregó: vamos a ir a la Suprema Corte para frenar el conteo de los votos. Así cumplió con su amenaza de poner en duda la legitimidad de la elección de manera peligrosa y sin evidencia, algo raro si pensaba que estaba ganando.

Antes había publicado un par de tuits, en los que sostuvo que estaba ganando en grande y advirtió: ellos están intentando robar la elección. Nunca les permitiremos hacerlo.

  • La participación podría llegar al nivel más alto en un siglo. Lo más notable en esta inusual elección es que parece que por primera vez en la historia los votos anticipados, más de 100 millones, superarán los presenciales el día de las elecciones.
  • Más de 100 millones de votos se emitieron antes del martes, lo cual representa más de dos tercios del voto total en la última elección presidencial en 2016.
  • Pero lo más importante a entender en esta contienda presidencial es que un candidato puede ganar el voto popular, pero perder la elección. Aquí lo que cuenta es cómo ese voto se expresa a nivel estatal, no nacional, y con ello cómo se reparte en votos en el Colegio Electoral, donde un ganador requiere 270 votos.

Y aun en elecciones más normales que ésta, el muy anormal sistema electoral estadunidense no puede garantizar ese principio básico de una persona, un voto, ya que no existe un proceso nacional. Por lo tanto, a lo largo de la jornada electoral nadie sabía si sus votos contarían, ni cuándo.

Más aún, ante amenazas del presidente y sus aliados de tratar de frenar conteos y descalificar votos, sobre todo los adelantados, si las tendencias eran negativas para ellos sembró más sospechas sobre el proceso.

En plena jornada electoral, un juez federal ordenó al Servicio Postal de Estados Unidos –el cual sufrió lo que en efecto fue un autosabotaje de sus operaciones por órdenes del propio presidente para obstaculizar el procesamiento del voto por correo (el cual no tuvo precedente)– buscar unas 300 mil boletas que aún no habían sido entregadas a las autoridades electorales para ser contadas.

Mientras, los republicanos indicaron que continuarán con su esfuerzos para cuestionar ante tribunales el conteo de votos adelantados incluyendo los enviados por correo. Un observador comentó que en Estados Unidos pareciera que contar todos los votos es considerado por Trump y sus aliados como una demanda radical.

Incertidumbre

Con todo esto, el supuesto día culminante de la elección estaba repleto de dudas; imperó, más que nunca, una sensación de incertidumbre y temor ante posibles conflictos no sólo en tribunales, sino también en las calles del país.

Trump y su equipo, junto con aliados republicanos, han procedido suponiendo que no pueden ganar sin una serie de maniobras para limitar de alguna manera parte del voto, sobre todo en estados claves. Vale señalar que el presidente nunca ha gobernado con el apoyo de una mayoría, y perdió en el voto popular en su primera elección.

En la recta final de la contienda ya había señales dentro de la campaña de Trump y entre sus aliados, y no sólo por las encuestas, de que las cosas no favorecían al presidente. El mismo mandatario y su equipo parecían confirmar eso, después de que su estrategia para suprimir el voto no funcionó, al intensificar su acusación, sin evidencia alguna, sobre un fraude electoral y proceder a maniobras legales para obstaculizar la contabilidad del voto adelantado emitido en un volumen sin precedente; o sea, suponían que todo eso era necesario para evitar su derrota.

Ante la estrategia del equipo de Trump para cuestionar o frenar el conteo, varias coaliciones de organizaciones civiles se han preparado para enfrentar ese asalto y defender el voto durante los próximos días, tanto por vías legales como con movilizaciones masivas, si es necesario. Varias redes de agrupaciones se han preparado para una movilización para interrumpir un golpe de Estado.

La batalla por el Senado

La otra gran competencia política es por el control del Senado, el cual está por ahora en manos de los republicanos. Los demócratas necesitan obtener un incremento neto de cuatro curules para reconquistar el control de la cámara alta, pero esto pareció menos posible anoche.

Ayer ya muy tarde se sabía que los demócratas derrotaron a un republicano, pero perdieron un demócrata, y aunque aún hay posibilidad de que lo logren, es menos posible ahora.

  • En la Cámara de Representantes –donde las 435 curules estaban en juego– se pronosticó que los demócratas ampliarán su mayoría.

El mejor resumen fue del comediante Charlamagne Tha God: después de cuatro años que comprobaron que Trump era aún peor de lo que pensábamos, ¿cómo es posible que esta contienda esté tan cerrada? ¿Qué chingados está pasando con este país?

De la pandemia, nadie la recordó

Biden, de 77 años y quien enfocó la contienda como un referéndum sobre la gestión de la crisis sanitaria por parte del presidente Trump, prometió esfuerzos renovados para combatir la pandemia de Covid-19, pero al parecer, no necesariamente le trajo buenos resultados. Quizá más adelante se conozca con mayor profundidad qué tanto le benefició o perjudicó.

Poco más de 100 millones de estadounidenses votaron por anticipado, ya sea por correo o en persona, según el Proyecto de Elecciones de la Universidad de Florida, una cifra impulsada por las preocupaciones sobre centros abarrotados en medio de la pandemia que azota al país, así como por un entusiasmo extraordinario./Agencias-PUNTOporPUNTO

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