FENTANILO desata CRISIS en EU y MÉXICO; se elevan las MUERTES por SOBREDOSIS y el NARCOMENUDEO

En medio de una creciente crisis de tráfico y consumo de fentanilo, que azota desde hace más de tres años a México y Estados Unidos comienzan a discutir estrategias conjuntas para atacar esta problemática que es de salud pública para el país de norte, pero no de seguridad en nuestra Nación.

Una persona muere cada 5 minutos por sobredosis en Estados Unidos, la mayoría por el consumo de drogas sintéticas ilícitas. Para cuando haya terminado de leer este artículo, tres personas habrán fallecido por sobredosis.

Es decir, cerca de 300 personas mueren al día y más de 110.000 al año, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Dos tercios de esos fallecimientos están relacionados con los opioides sintéticos, como el fentanilo ilícito, y lo peor, según varias organizaciones, es que miles de jóvenes están muriendo sin saber siquiera que estaban consumiendo esa sustancia. A pesar de la gravedad, en un año preelectoral, el problema se ha politizado.

  • De acuerdo con la información de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el fentanilo es un opioide sintético que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.
  • El Gobierno estadounidense ha subrayado el riesgo que implica el fentanilo fabricado ilícitamente, que es diferente del farmacéutico, recetado por los médicos para tratar el dolor intenso.
  • El propio Gobierno ha reconocido que las sobredosis con fentanilo ilegal se han convertido en la mayor causa de muerte de los estadounidenses entre los 18 y los 49 años y solo entre el 2019 y 2021 las sobredosis fatales de fentanilo aumentaron 94%.

Y una investigación liderada por la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), publicada en septiembre pasado, halló que la proporción de muertes por sobredosis en Estados Unidos que involucran tanto fentanilo como estimulantes se multiplicó por más de 50 entre 2010 y 2021, al pasar del 0,6 % de los fallecimientos al 32,3 %.

De esa forma, los decesos por esta mezcla, en lo que los investigadores llamaron la “cuarta ola” de la crisis por sobredosis de opioides, saltaron en ese periodo de 235 a 34.429.

  • Joseph Friedman, autor principal del estudio, explicó en su momento que el fentanilo abrió “una crisis por sobredosis de polisustancias, lo que significa que la gente mezcla fentanilo con otras drogas, como los estimulantes, pero también otras incontables sustancias sintéticas”.

¿Qué es el fentanilo?

  • Solo 2 miligramos de fentanilo, equivalentes a 10 granos de sal, pueden ocasionar una muerte por sobredosis. Un miligramo de fentanilo tiene la misma potencia que 50 miligramos de heroína y 100 miligramos de morfina, según la Agencia de Control de Drogas​ de Estados Unidos (DEA).
  • El fentanilo es un opioide sintético que se creó para controlar los dolores extremos y se usa normalmente en pacientes en cirugía o con cáncer. El medicamento fue desarrollado en 1960 por el médico belga Paul Janssen y en 1972 fue aprobado como anestésico en Estados Unidos.
  • Su consumo genera relajación, euforia, alivio de dolor y sedación, entre otros, pero los síntomas de una sobredosis pueden ser cambios en el tamaño de las pupilas, sudor, cianosis, coma y falla respiratoria. El fentanilo legal viene usualmente en tabletas, parches, aerosoles y chupetas y lo prescriben como Actiq, Duragesic y Sublimaze.

El Ilegal es como un polvo blanco que las mafias están mezclando con drogas como la cocaína, heroína, metanfetaminas, marihuana y el tranquilizante animal Xilazina, entre muchas otras, con consecuencias mortales.

  • Andrea Thomas ha advertido a miles de familias que su hija murió después de tomar la mitad de una pastilla que pensó que era un medicamento recetado, pero que en realidad tenía fentanilo ilícito.
  • Precisamente, las pastillas falsificadas, hechas para parecerse a los medicamentos de venta con receta y que, por lo general, se encuentran fácilmente en las redes sociales, son ahora la gran preocupación en Estados Unidos.

Las mafias fabrican fentanilo y lo mezclan con otras sustancias para producir pastillas falsas de opioides contra el dolor. Por ello, muchas de las víctimas, que buscaban drogas en el mercado ilícito, mueren a causa de una sobredosis con fentanilo, creyendo que estaban consumiendo otra sustancia.

La DEA reporta que al menos 6 de cada 10 pastillas falsas que se consiguen en el mercado negro tienen una dosis potencialmente letal de fentanilo.

Al fentanilo ilícito, también se le conoce en el mercado negro como Dance Fever, Goodfellas, China Girl o China White, en referencia al país asiático desde donde empezó a enviarse usando el propio servicio postal estadounidense.

  • A Jaime Puerta, un colombiano que vive en Los Ángeles, también se le murió su hijo por sobredosis de fentanilo. Hoy Jaime viaja por el país con su organización Victims of Ilicit Drugs (VOID), concientizando a los jóvenes sobre los peligros de esta droga.
  • “La razón por la que yo me metí a esta pelea es porque perdí a mi propio hijo, que se llamaba Daniel José y apenas tenía 16 años y medio de edad. Él falleció el 6 de abril del 2020. Mi hijo no era un drogadicto”.

Jaime Puerta, dice que esto le puede pasar a cualquiera por lo fácil que es conseguir el fentanilo en redes sociales. “Usted hoy en día va a la aplicación Snapchat, Instagram, Meta o TikTok y puede comprar las drogas por ahí. Se lo llevan a la casa… es tan fácil como pedir una pizza”.

¿Cómo se llegó a esta crisis?

La grave crisis de adicción y muertes por sobredosis de fentanilo y drogas sintéticas se origina hace más de dos décadas, cuando farmacéuticas como Purdue Pharma, Mallinckrodt, Actavis y Par Pharmaceutical, entre otras, inundaron el mercado con pastillas para el dolor con opioides altamente adictivos.

  • Entre el 2006 y el 2012, las farmacéuticas distribuyeron más de 76.000 millones de pastillas contra el dolor que contenían oxicodona o hidrocodona. Entre 2013 y 2014, fueron 24.000 millones de pastillas vendidas en todo el país.
  • Solo en Cincinnati, Ohio, las farmacéuticas pusieron a disposición cerca de 51 pastillas de oxicodona e hidrocodona por cada habitante en el 2011. Esto, según registros a los que medios de comunicación pudieron acceder a través de demandas.

Para tratar de frenar las adicciones, los CDC emitieron directrices que recomendaban un límite diario de 90 miligramos de morfina o su equivalente para el uso de opioides contra el dolor. Tope máximo de consumo que llevó a que, en 2019, 39 estados impusieran leyes que limitaban la prescripción de opioides.

Las nuevas regulaciones llevaron a que millones de estadounidenses, ya enviciados, tuvieran que buscar alternativas en el mercado negro para satisfacer a su vicio. Al limitar el acceso, el Gobierno dejó un vacío en el mercado que los carteles mexicanos llenaron, primero con heroína, después con fentanilo y ahora con pastillas adulteradas de opioides y otras drogas que contienen fentanilo.

  • Según The Washington Post, los 300 condados que recibieron la mayor cantidad de dosis de opioides recetados para el dolor per cápita entre 2006 y 2013 tuvieron la tasa de mortalidad más alta por opioides ilícitos como la heroína y el fentanilo.
  • Algunos de los estados más afectados son Ohio, Pensilvania, Virginia Occidental, Tennessee y Kentucky. Las poblaciones más afectadas son los afroamericanos y los aborígenes, según la Universidad de California.

Fentanilo, entre crisis de salud y seguridad en México

En medio de una creciente crisis de tráfico y consumo de fentanilo, que azota desde hace más de tres años a México y Estados Unidos comienzan a discutir estrategias conjuntas para atacar esta problemática que es de salud pública para el país de norte, pero no de seguridad en nuestra Nación.

En julio pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador, se reunió con la asesora en Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Elizabeth Sherwood-Randall, como parte de los trabajos conjuntos entre México y Estados Unidos para abordar la situación de los flujos migratorios que buscan llegar a EU, pero en especial, el combate al tráfico de fentanilo, un opioide sintético que es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina.

“Tratamos el tema migratorio con enfoque de respeto a los derechos humanos y de cooperación para el desarrollo de los pueblos, así como el combate al tráfico de fentanilo y de armas. Avanza sin problemas la política de buena vecindad”, comentó el presidente López Obrador.

  • En México, las estimaciones gubernamentales indican que entre 2020 y 2022, unas 45 personas han muerto por sobredosis de fentanilo. Mientras que datos de la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, arrojan que el consumo y demanda de esta droga se ha incrementado en 362.5% en el mismo periodo.
  • El uso del fentanilo en México se ha focalizado en ciudades fronterizas del norte como Mexicali y Tijuana, en Baja California; Ciudad Juárez, en Chihuahua, así como San Luis Río Colorado, en Sonora.

Pese a estas cifras, el consumo de fentanilo en México no se trata como una problemática de salud pública, sino como un asunto de seguridad bilateral, debido a que gran parte de la droga que llega a Estados Unidos proviene de nuestro país.

  • Según datos de la Fiscalía General de la República (FGR), del 1 de enero de 2019 al 30 de junio de 2022, han asegurado cerca de 1,694 kilogramos de fentanilo en nueve estados del país, así como 16 millones 307,692 unidades o pastillas de la misma droga.
  • Además de 51 litros, 4,431 ampolletas y 771 químicos precursores para la fabricación de esta droga, en casi tres años.
  • Mientras que las Fuerzas Armadas, de diciembre de 2018 al 10 de julio pasado, aseguran que han decomisado más de 7,569.2 kilogramos de esta misma droga y tan solo en 2023, se han asegurado 1,731.2 kilogramos.

“La estrategia de combate al tráfico de fentanilo ha sido muy contingente. La evolución de esta estrategia, por llamarle así de alguna manera, de los últimos seis (u) ocho meses, quizás ha dado muchos giros y muchos vuelcos lo cual en realidad es indicador de que no hay mucha claridad en términos de política pública sobre qué hacer con el problema que está en evolución”, señaló Rodrigo Peña, director Ejecutivo del Seminario sobre Violencia y Paz del Colegio de México.

El experto advirtió que por parte de México hay una clase de negación sobre el consumo y fabricación en el territorio, pese a que existe evidencia de lo contrario.

  • Y añadió que “en términos de cooperación aquí hay una oportunidad de política diplomática en materia de tráfico de drogas muy interesante porque como en muy pocos momentos en la historia del tráfico internacional de drogas, Estados Unidos y México tienen intereses conjuntos porque la crisis de consumo que está teniendo EU y que es equivalente a la crisis de violencia que hay en México”.

Narcomenudeo y tráfico de drogas en estados del país 

El delito de narcomenudeo creció a nivel nacional debido a la proliferación en todo el país de drogas sintéticas, coinciden organizaciones civiles que analizan la inseguridad y cuya conclusión es que la actual estrategia de la guerra contra las drogas ha fracasado.

  • A escala nacional, el delito del narcomenudeo creció 166 por ciento en los últimos siete años, al pasar de 32 mil 398 registros en 2015 a 86 mil 386 en 2022, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que reúne los datos reportados por las fiscalías de todas las entidades del país.

“Ese aumento es una muestra clara del fracaso”, afirma Jorge Luis Amaya Lule, coordinador de investigación y análisis criminal de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos. Explica que el propósito de la estrategia era frenar la proliferación y diversificación del negocio, pero lo que sucedió “fue un aumento de las cifras de narcomenudeo, que refleja el crecimiento del mercado criminal. En resumen, la política no ha funcionado”.

  • Si bien una parte de los indicadores de la política de seguridad basada en la militarización señalan cierto éxito, como los aseguramientos de drogas y las detenciones, en realidad muchas de las personas detenidas han sido criminalizadas por narcomenudeo en su modalidad de posesión simple, señala Amaya Lule.
  • “Se estigmatiza a usuarios de sustancias y se fabrican culpables”, insiste. Cuenta que su organización trabaja ante la Corte Penal Internacional precisamente el problema de la fabricación de delitos, que es “una práctica recurrente en los casos en los que hemos identificado tortura”.
  • Para Zara Snapp, directora del Instituto RIA, que realiza incidencia en políticas públicas, es importante la concepción misma del delito de narcomenudeo, que proviene de la reforma a la Ley General de Salud de 2009, en la que se intentó hacer una distinción entre las personas usuarias y las que venden alguna droga.

“La mayoría de personas no compra cinco gramos de marihuana, tope que establece la ley. Las personas usuarias a veces compran cantidades mayores para distribuir entre su grupo de amigos”, explica.

Si se compra más de esa cantidad, ya se considera narcomenudeo. Por ello critica que la autoridad no persiga a quienes forman parte del negocio, sino a las personas consumidoras. Asegura que más del 60 por ciento son casos de posesión simple.

  • Amaya Lule reitera que estos datos confirman el fracaso de la estrategia de seguridad contra el narcotráfico, pues no solo ha crecido el mercado criminal, sino también los asesinatos, las desapariciones y la tortura.
  • Amaya Lule señala que las personas narcomenudistas no son los grandes capos del crimen, sino que más bien suelen habitar en barrios populares y su condición económica es precaria.
  • La estigmatización, enfatiza, viene de una línea narrativa creada con la Guerra contra las Drogas emprendida en Estados Unidos en los años setenta por Richard Nixon. En ese entonces, se persiguió a poblaciones negras y latinas, rememora Amaya.

Esa estigmatización, adaptada a nuestras circunstancias y a los segmentos socioeconómicos menos favorecidos, se ha replicado en México bajo criterios punitivos, explica el especialista, quien ejemplifica: los comunicados de prensa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y Secretaría de Marina (Semar) refieren detenciones y aseguramientos, “lo cual en realidad no es un indicador de éxito” del combate al problema.

  • Cuenta que la Comisión Mexicana efectuó, de 2006 a la fecha, un análisis de los comunicados de prensa que emitía Sedena en los que se mencionaba asesinatos o detenciones de personas vinculadas a un grupo del crimen organizado.
  • “Nos dimos cuenta de que al menos uno de cada dos comunicados de prensa de Sedena, presentaban inconsistencias en la información. Eran datos que no eran ciertos o diferentes a la información de la prensa, que hablaba de personas inocentes, que no eran sicarios”, explica.

“A esto me refiero con supuestos indicadores de éxito de la guerra contra las drogas; lo que crece es el mercado criminal y la estigmatización, lo que vemos son consecuencias catastróficas como las desapariciones o asesinatos en el país”, dice el investigador Amaya Lule.

  • De acuerdo con las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, los 12 estados con más registros de narcomenudeo están distribuidos geográficamente por todas las regiones del territorio nacional, aunque sobresalen Guanajuato, Coahuila y Baja California en cuanto el mayor número de delitos.
  • Sobre los estados con más casos de narcomenudeo, Amaya Lule recuerda que cuando empezó la guerra contra las drogas, se decía que México era sólo un país de trasiego y ruta.
  • “En realidad es un país de consumo. El mercado de droga ha cambiado en cuanto a las disputas del mercado y las divisiones entre los grupos, lo que llevó a la creación de nuevas rutas. Ahora ahí, en esas rutas, se comercia y se consume”, indica.

En los estados en los que el narcomenudeo no figuraba, también crecieron los grupos delincuenciales.

  • “Se disputaron los territorios, como hacen las empresas cuando quieren aumentar su producción. Después de 16 años, el resultado es que el combate contra el crimen diversificó el mercado criminal y de drogas”, concluye.
  • Por ello en todo el país hay más sustancias ilícitas que hace 10 años. “Ya estaban en circulación, pero existe una opacidad en general sobre la información de drogas de parte de los diferentes gobiernos, no solo en México, sino todo el mundo”, advierte.

La problemática se hace más compleja por el acceso que hoy se tiene a la tecnología, la cual facilita el acceso a las drogas a través, por ejemplo, de las redes sociales.

“México es uno de los principales productores de ‘cristal’ en el mundo, una de las principales drogas que contiene sustancias adulterantes. Esto permite ver que la estrategia de guerra contra las drogas no tendría que haber sido de seguridad, sino de salud. La regulación tendría un mayor control en el comercio de sustancias de mayor peligro”, argumenta.

  • La desatención y la no regulación de las sustancias, considera, llevó al crecimiento de las metanfetaminas y del opiáceo sintético, el fentanilo.
  • La competencia del delito del narcomenudeo es estatal, no federal. En las entidades, señala Zara Snapp, a veces se procesa a personas que cargaban tan sólo ocho gramos de marihuana.
  • “O bien [agentes] les sembraron drogas. Las personas imputadas por el delito suelen ser de bajos recursos. La sustancia que portan a veces tiene un valor menor a 500 pesos”.

Snapp recuerda que la sanción por narcomenudeo simple es de entre 10 meses y tres años de prisión. Sin embargo, se criminaliza a quienes portan cantidades pequeñas para uso personal de consumo.

  • “El término narcomenudeo se asocia con la actividad del narcotráfico, pero a estas personas detenidas se les vincula a grupos del crimen organizado cuando no siempre existe ese vínculo”, detalla.
  • A pesar del boom de drogas sintéticas en el país, se ha expresado preocupación respecto de que el Estado no ha levantado una encuesta de consumo de alcohol, tabaco y drogas desde el 2017.

“Y como no hay datos, el Estado ha decidido enfocarse en una campaña ‘de prevención’, y no proporciona datos sobre la situación. Podría invertir en educación en el consumo de sustancias psicoactivas o en campañas de reducción de riesgo”, sugiere la especialista Snapp.

Explica que debido al papel geoestratégico de México las sustancias se trasladan por el territorio antes de llegar a Estados Unidos.

  • “Por eso muchas de esas drogas ahora están en comunidades donde antes no había acceso a ellas. Se debe de tener cautela, el Estado no ha hecho intervención en los diferentes rincones del país”.

Eso es riesgoso porque el aumento del narcomenudeo no se refleja en la desarticulación de grupos del crimen organizado.

“La mayoría de casos de detenciones no son personas que están en la distribución de la sustancia. Al llevar a cabo esas detenciones el Estado aplica una ley de manera discriminatoria y discrecional. Tiene ya que demostrar resultados en una guerra fallida que lleva 16 años aplicándose en nuestro país con graves daños a los derechos humanos”, finaliza la directora del Instituto RIA./Agencias-PUNTOporPUNTO

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