Cae GASTO PÚBLICO con AMLO en la PRESIDENCIA; recursos se centran en MegaOBRAS y sus “PROGRAMAS”

Desde que inició este sexenio, el gasto en general se alineó a prioridades marcadas directamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador y no tanto a metas institucionales, explicó Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.

La inversión en infraestructura de este gobierno es la menor de los últimos cuatro sexenios, debido a que se concentró en proyectos emblemáticos, programas sociales y pago de pensiones, coincidieron especialistas.

  • El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indicó que el gasto público en inversión física de 2019 a 2022 fue el 2.5% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que es inferior que a los primeros cuatro allos de Ernesto Zedillo, cuando llegó a 2.9%.
  • Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM, explicó que lo anterior ocurre porque el gasto se concentró en las prioridades de Andrés Manuel López Obrador y no hacia instituciones.
  • Primero señaló el gasto a programas sociales y después hacia las tres megraobras que son el AIFA, refinería Dos Bocas y el Tren Maya, «por lo que tenemos dudas de su capacidad para detonar mayor actividad económica».

Debido a esta dirección se abandonaron otros pogramas de inversión en distintos sectores por priorizarlas grandes obras presidenciales.

  • Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tecnológico de Monterrey, también señaló que los recursos se redirigieron a programas sociales en lugar de potenciar el crecimiento del sector privado.

Aseguró que esto afectaría a las personas que consumen productos de empresas privadas, puesto que no tienen apoyo de las autoridades para mejorar en precios, seguridad y calidad.

  • Desde que inició este sexenio, el gasto en general se alineó a prioridades marcadas directamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador y no tanto a metas institucionales, explicó Aníbal Gutiérrez, profesor e investigador de la Facultad de Economía de la UNAM.
  • “Por una parte, están las transferencias a programas sociales que se está llevando mucho dinero y por otra, la inversión pública se concentró en los tres proyectos emblemáticos [AIFA, Dos Bocas y Tren Maya], por lo que tenemos dudas de su capacidad para detonar mayor actividad económica”, explicó el académico.

Por ello, “se han dejado de sostener otros programas para apoyar la inversión en distintos sectores y prácticamente no hay apoyos estratégicos para detonar inversión, acompañar a la inversión privada o promoverla, más que nada sólo son las grandes obras presidenciales”, agregó

¿Ahorro o reasignaciones?

La inversión pública se ha rezagado porque los recursos que pudieran destinarse a potenciar el crecimiento se redirigieron a programas sociales, dijo Raymundo Tenorio, profesor emérito del Tecnológico de Monterrey.

  • En su opinión, “el gobierno miente” al afirmar que los recursos de dichos programas son producto de ahorros, pues en realidad provienen de reasignaciones. “Les quitan dinero a otros desarrollos de infraestructura, como puertos y carreteras, y los destinan a dichos programas”.
  • Advirtió que el impacto de estos recursos es diferente. “Contribuye al crecimiento poner ese dinero en las manos de las personas porque lo van a consumir, pero el efecto multiplicador de ese gasto de consumo es de corto plazo y la inversión fija es de largo plazo”

La Secretaría de Hacienda reporta que los programas prioritarios en 2023 siguen siendo los relacionados a adultos mayores, personas con discapacidad, becas a jóvenes, entre otros.

  • Para este año, 16 «programas prioritarios» y siete proyectos de inversión, entre los que destaca el Tren Maya, representan casi 15% del total del gasto programable y 48% del gasto de los ramos administrativos, es decir, casi la mitad de todo lo que se necesita para que funcionen las secretarías.

La concentración de recursos es lo que afecta la calidad de inversión, pues no se aplican en sectores que pueden potenciar el crecimiento o que faciliten la llegada de capital privado, destacó Aníbal Gutiérrez.

Explicó que si el gobierno invierte en infraestructura creando parques industriales y vías de comunicación, genera condiciones para que ahí llegue el capital privado y con esta lógica se desarrollaron las hoy extintas zonas económicas especiales.

Falta sinergia y transparencia

La inversión es el motor del crecimiento de la economía para generar empleos de calidad, pero la sinergia entre capitales públicos y privados es fundamental para detonarlos, destacó Adriana García, coordinadora de análisis de México, ¿cómo vamos?

  • “El rezago en el gasto en inversión de esta administración comienza en 2019, pero nos sorprende aún más cuando analizamos la pobre respuesta del gobierno, sobre todo en el contexto de la pandemia”.
  • Tradicionalmente, la inversión pública se usa como un estímulo contracíclico para contener una contracción profunda como la de 2020; sin embargo, no fue así con este gobierno, dijo.
  • “El gobierno actual ha puesto sus miras en los proyectos emblemáticos, pero lo que más preocupa es que están cubiertos con un velo de opacidad, sobre todo el Tren Maya y el AIFA, que están coordinados por la Sedena.

“No permiten tener la información que uno como ciudadano necesitaría para una obra de infraestructura pública”, indicó.

Advirtió que se han perdido las sinergias entre el sector público y privado, que apostaban al desarrollo de una infraestructura que fuera socialmente rentable.

  • Planeación a largo plazo: El gasto en programas sociales, pago de pensiones y la deuda han provocado una menor inversión productiva, opinó Manuel Guadarrama, coordinador de finanzas públicas del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
  • En su opinión, la inversión pública está focalizada casi exclusivamente en el sector energético, en Pemex y CFE. Del total de obra pública, estimó que prácticamente 74% va al tema de petróleo y gas natural.
  • Para modificar esto, Guadarrama recomendó una planeación a largo plazo, pues no se tiene de momento ni siquiera el marco jurídico que permita hacer una planeación de los proyectos prioritarios que realmente se requieren y que impulsen el crecimiento.

“Necesitamos modificaciones a nuestro marco legal y contar con instrumentos de planeación a largo o mediano plazo, que no dependan de cada presupuesto anual, sino que se tenga claro cuáles puedan ser los proyectos que requieren recursos y que sea comprobada su viabilidad en términos de costo-beneficio”, dijo.

Algo que valdría la pena volver a explorar, señaló, son las alianzas públicoprivadas con un marco normativo que garantice que el Estado no pierda y que sea redituable para ambas partes.

Inversión pública se rezagado

La inversión pública no logra recuperarse del impacto provocado por la crisis del COVID-19 y a pesar de los intentos por reforzarla, se encuentra rezagada no solo desde el impacto de la pandemia, sino desde inicios del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador.

  • Desde el cuarto trimestre del 2019, antes de la crisis sanitaria, hasta el tercer trimestre de este año, la inversión pública registra un rezago de 4.4 por ciento, según cifras desestacionalizadas de los indicadores de oferta y demanda publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
  • La caída es aún más profunda desde el triunfo electoral de AMLO, pues desde el tercer trimestre del 2018 hasta la fecha se ubica 19.8 por ciento por debajo. Y desde su máximo histórico del primer trimestre de 2009, presenta un retraso del 52.7 por ciento, muestran datos del Instituto.

Lograr una recuperación hacia los próximos meses luce complicado ante un 2023 en el que se observará una desaceleración en la actividad tanto exterior como al interior del país.

Un análisis de México, ¿Cómo Vamos?

  • Destaca que la inversión pública representa el 12.7 por ciento de la inversión total en México y el 2.9 por ciento como proporción del PIB y que los estragos vienen desde antes de la pandemia, razón por la que se compromete la competitividad de la economía.

“Fomentar mayores niveles de inversión en un país resulta el principal motor de crecimiento. Así se alcanza una mayor producción; se generan oportunidades laborales, tanto por su efecto inmediato sobre el PIB, como por las dinámicas que genera en la economía en el mediano y largo plazo”, de acuerdo con el colectivo.

  • Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, indicó que desde la crisis sanitaria por el COVID-19, la recuperación del país ha sido gradual comparada con otras naciones y que fue apenas en este tercer trimestre que el PIB regresó a sus niveles prepandemia.

“El 2023 luce complejo”, esto tiene que ver con la desaceleración mundial y en lo que se refiere a México estamos más ligados a lo que ocurra en Estados Unidos, la mala noticia es que se han elevado las probabilidades de una recesión en ese país, dijo Quiroz en entrevista.

  • Inversión de Iniciativa Privada, con menor rezago:La situación en la inversión privada también arroja rezagos. Respecto a sus niveles prepandemia se ubica 1.5 por ciento por debajo.

Al comparar este componente desde el tercer trimestre del 2018 en el que AMLO ganó las elecciones al mismo periodo de este año, la inversión privada presenta un retroceso de 7.2 por ciento. Esta caída es similar desde el máximo histórico que se registró en el primer trimestre de 2018, y reporta un rezago de 7.8 por ciento.

El economista en jefe de Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada, apuntó que detrás de los datos de inversión están las diferentes decisiones políticas que iniciaron con la cancelación del aeropuerto en Texcoco y la supresión de la planta de Constellation Brands en Mexicali, Baja California.

“Son menos incentivos para la inversión privada. Uno de los principales factores que se toma en cuenta es el Estado de derecho y si se coarta, el sector privado se mantiene estancado”, indicó Calzada.

  • De acuerdo a cifras de México, ¿Cómo Vamos?, la inversión privada representó el 18.6 por ciento del PIB, porcentaje ligeramente mayor al 18.3 por ciento del segundo trimestre de este año.

“La inversión privada es el principal motor de formación de capital, por lo que fortalecer la certeza jurídica es fundamental para que esta no se desincentive”, destacó el think tank.

En este sentido, el 53 por ciento de las respuestas de analistas del sector privado consultados por el Banco de México (Banxico) declararon que actualmente no es un buen momento para invertir, y el 33 por ciento señaló no estar seguro. Solo 14 por ciento indican que es el tiempo para invertir./Agencia-PUNTOporPUNTO

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