La OBESIDAD costará a MÉXICO el 5.3% de su Producto Interno Bruto (PIB) la próxima decada (2020-50)

El índice que mide la prevalencia del sobrepeso y obesidad en mayores de 18 años de América ubica a México en la posición número cuatro del top 10.

Aunque puede desarrollarse en cualquier etapa del ciclo de vida, la obesidad frecuentemente se origina en la infancia o adolescencia.

  • La obesidad se define por la Organización Mundial de la Salud como una acumulación anormal o excesiva de grasa corporal que puede ser perjudicial para la salud, se determinan en adultos como un índice de su masa corporal (kg/m2) mayor a 30 y en niños se evalúa según curvas de crecimiento específicas por edad y sexo.

Entre los 0 y 5 años, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad ha oscilado entre 6.7% y 9.7% en los últimos 25 años (ENSANUT, 2023). Sin embargo, en la etapa escolar (5–11 años), luego de haberse incrementado ininterrumpidamente en el periodo 1988-2012, las cifras se disparan, alcanzando 18.6% en 2020 y 2021.

  • Aunque hay indicios de estabilización reciente, México sigue estando entre los países con mayores tasas de obesidad infantil a nivel mundial. Geográficamente, la prevalencia de obesidad en la etapa escolar se concentra más en los estados del norte y el sureste, pero en los estados con mayor marginación está creciendo aceleradamente.
  • Lo preocupante es que este problema está en transición hacia hogares en situación de rezago social, donde los factores estructurales amplifican el riesgo. Por ejemplo, un mayor gasto en productos comestibles ultraprocesados (formulaciones industriales basadas en ingredientes procesados con altos contenidos de azúcares añadidos y/o grasas saturadas y/o sodio) se asocia con indicadores de obesidad.

Se suman a ello hipótesis científicas como las influencias intergeneracionales y la programación fetal hereditaria, pero lo más relevante ha sido el cambio acelerado en los entornos y sistemas alimentarios.

El sistema alimentario abarca los elementos y actividades relacionadas con la producción, procesamiento, distribución, preparación y consumo de alimentos, así como los resultados en salud, socioeconómicos y ambientales de estas actividades.

Entornos alimentarios escolares que promueven la obesidad

El entorno alimentario es el espacio físico, económico, político y sociocultural que enmarca las elecciones alimentarias de las personas.

  • Desde la firma del Tratado de Libre Comercio en los años noventa, los entornos alimentarios en México —especialmente los escolares— se volvieron altamente obesogénicos, es decir, promotores de obesidad. A pesar de intentos de regulación desde 2010, las políticas fracasaron por falta de aplicación efectiva.

Pero los nuevos lineamientos vigentes a partir de marzo de 2025, ahora respaldados por un marco legal robusto, muestran avances preliminares, pero su impacto aún debe evaluarse rigurosamente.

Impactos negativos persistentes en salud y esperanza de vida

  • La obesidad en etapas tempranas se asocia con una mayor probabilidad de desarrollar obesidad en la adultez, así como con la aparición temprana de enfermedades crónicas como diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
  • Estas condiciones son actualmente las principales causas de discapacidad y muerte en el país. México es el país con la mayor pérdida de esperanza de vida atribuible a la obesidad entre 52 economías evaluadas por la OCDE: 4.2 años menos por persona.

Impacto económico y social: menor productividad, mayor desigualdad

El efecto de la obesidad trasciende el ámbito clínico. La salud fue propuesta desde hace décadas como un impulsor clave de la productividad, y se ha documentado que la obesidad la reduce considerablemente.

  • En la infancia, la obesidad puede mermar el desarrollo de habilidades cognitivas y socioemocionales, impactando el rendimiento escolar y, por ende, el logro educativo, un fuerte predictor de los ingresos laborales en la adultez. Una persona con una o dos enfermedades crónicas tiene entre 8% y 17% menos probabilidades de estar empleada.
  • Incluso sin diagnósticos formales, quienes viven con obesidad suelen presentar menor productividad, mayor ausentismo y presentismo (reducción del desempeño sin dejar de asistir al trabajo) laboral, y una propensión mayor a jubilaciones anticipadas o muertes prematuras de acuerdo con Global Competitiveness Report de 2016.

En 2008, los costos directos para el sistema de salud pública por enfermedades relacionadas con la obesidad alcanzaron los 42,000 millones de pesos, mientras que las pérdidas por productividad asociadas a muertes prematuras fueron de 25,000 millones. Este tipo de carga económica afecta la recaudación fiscal y presiona el presupuesto público, particularmente en un contexto de envejecimiento poblacional y baja natalidad.

  • El problema afecta cada vez más a poblaciones vulnerables: niños y adolescentes de áreas rurales, hogares con bajo nivel socioeconómico, madres jóvenes o con menor nivel educativo, menor estatura materna, y familias numerosas.
  • Estos factores se asocian simultáneamente con obesidad y baja talla para la edad. A ello se suman obstáculos como la falta de acceso a alimentos saludables, precios altos, disponibilidad limitada y acceso errático a agua potable.

Cuestión de derechos humanos y responsabilidad del Estado

La salud y la alimentación adecuada son derechos humanos que deben ser garantizados. Dado que los actuales patrones alimentarios son el principal determinante de la obesidad, el Estado tiene la responsabilidad de construir entornos y sistemas alimentarios más saludables y sostenibles. Esto incluye asegurar el acceso económico y físico a alimentos nutritivos, información clara y publicidad no engañosa.

  • La resistencia de algunos padres a los nuevos lineamientos escolares pone en evidencia las tensiones que enfrentan las familias al alimentar a sus hijos, así como el poderoso papel de la mercadotecnia en moldear normas sociales, cuando se le usa para posicionar la aceptabilidad de productos de consumo frecuente no recomendable. No obstante, el interés superior de la niñez debe guiar la política pública.

La recientemente promulgada Ley de la Alimentación Adecuada y Sostenible constituye un avance al establecer mecanismos para exigir y hacer exigibles estos derechos, tanto frente a instituciones públicas como actores privados.

Necesidad de una política de Estado con visión de futuro

México es reconocido como un país innovador en políticas contra la obesidad, junto con países latinoamericanos como Chile y Brasil. Sin embargo, ningún país ha logrado revertir aún la epidemia. La situación se complica con desafíos globales como la crisis climática, la migración forzada y la inestabilidad económica. Por ello, es imperativo tomar decisiones basadas en evidencia.

  • La obesidad, al igual que el PIB, es un indicador imperfecto, pero útil. No debe verse como un síntoma aislado, sino como un reflejo de condiciones estructurales. En ese sentido, su prevalencia también puede interpretarse como una señal del nivel de desarrollo humano y social.

Invertir en la infancia y la adolescencia no es asistencialismo: es una estrategia costo-efectiva, inteligente y necesaria. Es apostar por un país con más capacidades, más libertad y mayor productividad.

El 37.1% de los adultos en México padece obesidad

La obesidad en México es una crisis de salud pública, el 37.1% de los adultos padecen de esta enfermedad, cuyas causas incluyen una dieta alta en alimentos ultraprocesados, bebidas azucaradas y baja actividad física.

Las consecuencias son graves, con un aumento en enfermedades crónicas como diabetes, cáncer y enfermedades cardiovasculares, además de un impacto económico significativo, esto de acuerdo con los diferentes investigadores y especialistas que participaron en el Congreso Internacional de Investigación sobre la Obesidad 2025, celebrado en el Tec de Monterrey, campus Monterrey.

  • Este foro, que se convirtió en un espacio clave para abordar dicho problema desde múltiples perspectivas, tuvo como objetivo ‘construir soluciones innovadoras desde las ciencias de la salud, y la educación.
  • Mismas que permiten fortalecer la prevención y el tratamiento de la obesidad’, especialmente en el país en donde el 70% de la población adulta vive con obesidad o sobrepeso, según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2024).

Los expertos coincidieron en que para este tipo de enfermedad crónica es necesario tener un seguimiento continuo y personalizado del tratamiento, adaptado a las necesidades individuales de cada paciente, complementado con un apoyo sicológico para facilitar la adaptación y adherencia al proceso. Este enfoque integral es crucial para mejorar la calidad de vida y el pronóstico de las personas que padecen esta enfermedad.

  • Al respecto, Juan Pablo Murra Lascurain, el rector del Tec de Monterrey, encargado de inaugurar la cuarta edición de este congreso, que tuvo como lema “La obesidad y su impacto durante el ciclo de la vida: una perspectiva multidisciplinaria”, destacó la necesidad de abordar este problema de salud pública de manera integrada, desde la tecnología, la nutrición, la educación y las políticas públicas.
  • Y enfatizó en que, la obesidad es una condición compleja que requiere respuestas integradas. ‘Este congreso es sin duda, una gran oportunidad para tender puentes entre disciplinas y transformar el conocimiento en acciones que nos acerquen a soluciones reales y sostenibles, que nos recuerden que cada avance puede ser el punto de partida paratransformar realidades‘.

Murra Lascurain agregó que tanto investigadores como estudiantes, han sido parte fundamental para este tratamiento, así como los aliados estratégicos que han hecho de la ciencia una herramienta para mejorar esta condición.

  • El evento también reunió a especialistas que concuerdan en que la obesidad es un problema complejo y multifactorial que requiere de respuestas integrales desde diferentes disciplinas y destacó la importancia de diferenciar la obesidad preclínica de la obesidad clínica para entender mejor los estados de salud, los riesgos de progresión, el pronóstico y las necesidades de atención de los pacientes.

Obesidad Clínica vs Preclínica

Obesidad clínica:

  • Enfermedad crónica sistémica caracterizada por alteraciones en función de tejidos, órganos o del individuo, debido a adiposidad excesiva o anormal.
  • Presenta signos y síntomas de disfunción orgánica.
  • Puede causar limitaciones significativas en actividades diarias.
  • Requiere tratamiento médico inmediato.

Obesidad preclínica:

  • Estado de adiposidad excesiva o anormal con función preservada de otros tejidos y órganos.
  • Sin manifestaciones clínicas de disfunción orgánica.
  • Riesgo variable de desarrollar obesidad clínica.
  • Requiere monitoreo y consejería preventiva.

En este sentido, el Tecnológico de Monterrey creó el Institute for Obesity Research (IOR), una iniciativa sin fines de lucro que se enfoca en la investigación científica multidisciplinaria para generar conocimiento científico y proponer métodos integrales para mejorar la salud y el bienestar, mediante la colaboración de expertos de diversas áreas del conocimiento.

A través de sus 5 unidades especializadas, el Instituto impulsa proyectos de alto impacto con los que se busca desestigmatizar esta enfermedad y abordarla desde una visión multidisciplinaria:

  • Medicina Experimental: Aprovecha la sólida infraestructura médica del Tec para estudiar la obesidad desde la clínica y la neurociencia.
  • Unidad de Alimentos Saludables: Esta unidad trabaja en el diseño de alimentos nutritivos, accesibles y culturalmente relevantes, con base científica y tecnológica.
  • Bioingeniería y Dispositivos Médicos: El cual desarrolla nuevas moléculas con potencial terapéutico y dispositivos de diagnóstico temprano accesibles para la población.
  • Biología Integrativa: Área que busca caracterizar genéticamente a la población mexicana, actualmente subrepresentada en los bancos de datos genómicos globales, para entender cómo la obesidad afecta de forma única a nuestra región.
  • Política Pública en Salud: Encargada de traducir la evidencia científica en recomendaciones concretas para la formulación de políticas públicas, buscando que los avances lleguen efectivamente a la sociedad.

Marco Antonio Rito Palomares, director del Instituto de Investigación sobre Obesidad, destacó la importancia de desarrollar estrategias y líneas de acción en conjunto para mejorar la calidad de vida de pacientes, prevenir el riesgo de enfermedades relacionadas, y amplificar el mensaje de la importancia de la prevención.

“El Congreso nos permite poder mostrar el tipo de investigaciones que estamos realizando, no solo dentro del Instituto, sino también con nuestros compañeros con los que estamos colaborando de instituciones externas al Tec”, comentó.

Durante una platica con los medios de comunicación, los investigadores del Institute for Obesity Research, enfatizaron en la importancia de mirar ejemplos exitosos en la región.

  • Uno de ellos es el Instituto de Tecnología de Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, que logró traducir la evidencia científica en políticas públicas de alto impacto, como la cofinanciación de la cirugía bariátrica por parte del gobierno chileno o el pionero etiquetado frontal de alimentos.
  • Por ello, el instituto mexicano busca alianzas con centros latinoamericanos, organismos internacionales y gobiernos locales para replicar modelos exitosos, desarrollar estrategias de prevención y atención y construir una base científica sólida para políticas públicas sostenibles.

Finalmente, se destacó que uno de los elementos clave del Instituto es su enfoque regionalizado, pues México no es un país homogéneo. Se ha observado que los patrones de obesidad varían significativamente entre el norte del país —con un alto consumo de carne y ultra procesados— y el sur, donde el consumo de azúcar y bebidas del tipo es desproporcionadamente alto.

México, en top 10 de países en América con más sobrepeso y obesidad

El índice que mide la prevalencia del sobrepeso y obesidad en mayores de 18 años de América ubica a México en la posición número cuatro del top 10.

  • Chile, Bahamas y Puerto Rico están en las tres posiciones de una enfermedad que amenaza la salud pública y el desarrollo económico en América Latina.
  • Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que, en 2022, más de 1,900 millones de adultos tenían sobrepeso y 650 millones padecían obesidad, mientras que cerca de 39 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en 2020.
  • En México, los gastos médicos asociados a la obesidad y sus comorbilidades representan un impacto significativo en el presupuesto del sector salud. /PUNTOporPUNTO

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