Marginación y exclusión restringen crecimiento económico: Narro

AGENCIAS

El rector de la UNAM, José Narro Robles, consideró necesario tener claro que las desigualdades en los ingresos afectan a todos y la marginación y exclusión implican desequilibrios que restringen el crecimiento de economías.

“Los sistemas económicos no deben favorecer a unos pocos en detrimento de las mayorías”, planteó al inaugurar el 31 Congreso Nacional y Quinto Internacional de Servicio Social y Voluntariado Universitario 2014.

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) opinó que los equilibrios macroeconómicos no deben ser más importantes que los desequilibrios sociales.

En el Teatro “Carlos Lazo” de la Facultad de Arquitectura, expuso que no obstante el avance de la economía mundial y el auge del progreso técnico el reparto de los beneficios no mejora, no permea en la escala social como suponen quienes defienden el estado actual de las cosas.

De hecho “existe consenso entre especialistas y organismos internacionales en el sentido de que la concentración de la riqueza en manos de unas cuantas personas en el mundo ha aumentado enormemente en las últimas décadas”, dijo.

Durante el congreso que lleva por lema “Formación y compromiso universitario ante la desigualdad social”, refirió que ejemplo de ello es que 8.4 por ciento de la población mundial posee 83 por ciento de la riqueza total, mientras que casi 70 por ciento de la más pobre tiene sólo tres por ciento.

Mencionó que, según datos del Fondo de Población de Naciones Unidas, además en los últimos 20 años 53 por ciento de la riqueza generada en el orbe ha ido a parar a uno por ciento más rico.

En México éste es un problema histórico que parece perpetuarse no sólo en cuanto a la mala distribución del ingreso, sino en la desigualdad de oportunidades, en especial en lo que se refiere a educación, salud, alimentación y empleo, donde son afectados mayormente los indígenas, los jóvenes y las mujeres.

De acuerdo con un comunicado, Narro Robles apuntó que el extremo doloroso de la ecuación de desigualdad es el tamaño y profundidad de la pobreza. Según cifras de 2012, poco más de 53 millones de mexicanos viven en esa condición y 11.5 millones en pobreza extrema.

Frente a esta situación resulta urgente fortalecer el papel de la educación en general, y en particular de la superior que constituye uno de los mecanismos por excelencia para impulsar la movilidad social.

En este proceso las universidades tienen una gran responsabilidad, sobre todo la educación superior pública, que ha desempeñado un papel central como igualadora de oportunidades y en facilitar el ascenso de las personas en la escala del desarrollo, el progreso y el bienestar social, enfatizó.

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