MÉXICO, país que (-)APOYO da a EMPLEO, SALUD, ECONOMÍA y PROTECCIÓN, alertan Expertos

En la peor crisis sanitaria del último siglo en el país, las principales entidades de la salud pública dejaron de gastar 34 mil 718 millones de pesos del presupuesto

En materia educativa, México sólo suspendió clases e implementó programas de enseñanza por televisión como reacción ante la pandemia de COVID, mientras que países como Uruguay entregó materiales de aprendizaje, plataformas en línea, utilizó la radio y mantuvo su programa de alimentación para estudiantes.

Para la “protección social”, nuestro país adelantó el pago del programa para adultos mayores y personas con discapacidad en marzo y junio; además en diciembre se anunció el apoyo por 11 mil pesos para gastos funerarios de personas fallecidas por COVID.

  • En cambio, en países como Argentina, además de entregas directas de recursos, hubo ampliación de ayudas públicas a restaurantes comunitarios. Incremento de 6.12% a las pensiones, las prestaciones familiares y las cotizaciones sociales. Transferencias de alimentos. Bonos para personal de salud.
  • También se prorrogó hasta fin de año la prohibición a las empresas de servicios públicos de interrumpir servicios por falta de pago. Creación de cuatro programas para dar internet y telefonía a población marginada y congelación de tarifas de telefonía, internet y televisión.
  • Estos son algunos de los datos comparados en el “Observatorio COVID-19 en América Latina y el Caribe: acciones por país”, realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) que enlista las acciones de cada nación ante la pandemia.

Las acciones operadas en los países para enfrentar la pandemia incluye siete criterios: restricciones a desplazamientos, economía, educación, empleo, género, protección social y salud.

En materia de salud México decretó medidas extraordinarias para la emergencia en marzo de este año y anunció medidas para garantizar el suministro de agua en hospitales y áreas marginadas en julio, como parte de la clasificación “emergencia sanitaria” del Observatorio.

No hubo cuarentena obligatoria para viajeros extranjeros, casos confirmados o sospechosos, como sí implementaron otros países como Chile, ni se estableció la cuarentena obligatoria.

En el caso de las pruebas para detectar COVID fueron gratuitas, pero estuvo reducida a “la definición de casos”, es decir, sólo a quienes presentaban síntomas y tenían vigilancia médica.

  • En contraste, Chile, desde marzo se amplió el protocolo de aplicación de pruebas para personas sin historial de viaje y sin contacto directo con personas infectadas y para personas sin o con pocos síntomas. En abril también se comenzaron a aplicar pruebas de anticuerpos a trabajadores de la salud. Además, desde marzo también se fijó un precio máximo para la prueba COVID.

A partir del 7 de abril, el Ministerio de Salud de Chile estableció el uso obligatorio de mascarillas en transporte público y privado y nueve días después se hizo obligatorio para lugares públicos cerrados. También implementaron el programa de salud mental para brindar a apoyo a quienes necesitaron ayuda ante los problemas derivados de la pandemia.

  • La Secretaría de Salud de México, en cambio, no estableció como política el uso obligatorio de cubrebocas y, a través del subsecretario, Hugo López Gatell, se insistió en que daba una “falsa seguridad” y lo más eficaz era el distanciamiento social por lo que se implemento la estrategia “Susana distancia”.

Entre otro tipo de acciones en el país está el acuerdo entre el gobierno federal y hospitales privados para subcontratar servicios médicos a hospitales privados traducido en 3 mil 115 camas en abril pasado.

Aunque en el Observatorio de la CEPAL no está mencionado, México también implementó el “semáforo epidemiológico” para determinar el nivel de confinamiento/apertura económica en cada estado del país.

En materia económica, Chile, Argentina y Uruguay aplazaron el pago de impuestos para pequeñas y medianas empresas, además de medidas de “alivio” para deudores en Chile y exención de pago de impuestos de seguridad social. Mientras que en México no hubo ningún tipo de medida de este tipo.

México termina 2020 con la crisis económica más severa

La pandemia del COVID ha provocado que la economía mexicana sufra su crisis más severa en un siglo con más de 10 millones de nuevos pobres y el cierre de al menos un millón de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes).

«Nos deja una contracción económica de alrededor del 9%. Esta es la más severa en prácticamente los últimos 100 años», asegura la economista Jessica Roldán, directora de análisis de Finamex Casa de Bolsa.

  • La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) prevé una caída del PIB del 8% en 2020 con un repunte de 4.6% en 2021, después de que durante el 2019 ya hubo una contracción económica de menos del 1% en el primer año en el poder del presidente Andrés Manuel López Obrador.
  • Incluso la caída de 2020 puede ser aun mayor según el Fondo Monetario Internacional (FMI) que estima una contracción de al menos 9% este año, la caída «más pronunciada desde la Gran Depresión», con una recuperación posterior «modesta».

Aunque la evolución de la pandemia causa incertidumbre global sobre el cuarto trimestre de 2020 y el primero de 2021, Roldán considera demasiado optimistas las perspectivas del Gobierno, ya que Finamex pronostica un repunte del 3.5% en 2021.

«Lo que sí ya sabemos es que México se coloca como una de las economías, al menos en Latinoamérica, que va a estar registrando las tasas de contracción más altas y eso lo deja un poco peor posicionado para el rebote que tiene que haber», agrega.

Incertidumbre

Pese a la situación de grave crisis, México afrontará su 2021 con un presupuesto considerado el más austero del siglo XXI, con una reducción anual del gasto del 0.3%.

«El Estado mexicano tendría que ser un poco más sensible al momento que estamos viendo, al ver los presupuestos se le sigue destinando poco a la salud, poco a la educación», lamentó Lezama.

  • El próximo año estará marcado por tres factores, enuncia Jessica Roldán, el impacto de la economía global con un primer trimestre «difícil» por los contagios, la estrategia de vacunación y los estragos laborales y de inversión.

«Si todo esto lo pones además en un año electoral, el panorama es bastante complejo para la economía mexicana en 2021», dijo la analista.

Gasto en salud se recortó por más de 34 mil mdp

En la peor crisis sanitaria del último siglo en el país, las principales entidades de la salud pública dejaron de gastar 34 mil 718 millones de pesos del presupuesto que el Congreso les había aprobado para enero-noviembre de 2020.

  • Datos de la Secretaría de Hacienda señalan que el gasto total del IMSS, del ISSSTE y de la Secretaría de Salud fue de un billón 160 mil millones de pesos en el periodo de referencia, inferior al billón 195 mil millones que le fue aprobado en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
  • Para dimensionar, los recursos de los subejercicios habrían permitido triplicar el presupuesto anual del programa IMSS-Bienestar, o incluso, multiplicar por 16 los recursos del Programa Nacional de Vacunación o por 65 el monto del Programa de Vigilancia Epidemiológica.

Por ente, el mayor subejercicio en monto se registró al interior del ISSSTE, destaca que el rubro con menor gasto son los de operación distintos a la nómina, con un subejercicio de 11 mil 620 millones de pesos.

En la Secretaría de Salud, el menor gasto respecto al programado fue en el rubro de subsidios y transferencias, con 11 mil millones de pesos; en tanto que el IMSS, el concepto más castigado fue el de inversión física, con un menor gasto por siete mil 395 millones de pesos.

  • México Evalúa también ha señalado que las cifras sugieren que, para el sector público, el gasto en salud no ha sido una prioridad, y que esta situación es grave no sólo por el contexto mismo de la pandemia de la covid- 19, sino porque afecta otros rubros sensibles de la atención a la salud como los programas de vacunación o de atención de enfermedades generales.
  • Señaló como problemático que 63% del gasto de la Secretaría de Salud se hace a través del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), que no tiene reglas de operación. En el ISSSTE, con 14 mil 374 millones de pesos menos a lo programado; le siguió la Secretaría de Salud, con 11 mil 967 millones de pesos, y luego el IMSS, con 8 mil 377 millones de pesos.

La organización México Evalúa expresó en un reporte que es lamentable el hecho de que la pandemia de la covid-19 no haya sido la oportunidad para fortalecer al sector salud de manera estructural, y una de ellas tiene que ver con el ejercicio del gasto público, ya que los subejercicios son recurrentes en este sector año con año./Agencias-PUNTOporPUNTO

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