Estudio revela que MÉXICO está MUY ABAJO en INVERSIÓN EDUCATIVA, de ahí su extremo ‘REZAGO’ ACADÉMICO

Las escuelas indígenas de educación básica que existen en territorio nacional, 16% no cuenta con acceso a electricidad, 45% no tiene agua potable y sólo seis de cada 10 primarias indígenas tienen acceso a una sola computadora para fines pedagógicos.

Con un 42% de la población de entre 25 a 34 años con educación secundaria, México está por debajo del nivel promedio de gasto en el sistema educativo de entre los 38 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), lo que lo ubica en el último sitio de la lista de países que menos invierten en educación.

  • El gasto público en educación de México es de 3 mil 513 dólares (71 mil 313 pesos al tipo de cambio de hoy) por estudiante, apenas una cuarta parte de lo que gastan en promedio los países de la OCDE de 14 mil 209 dólares (288 mil 442 pesos).
  • Los países que menos invierten, si se toma en cuenta el equivalente en dólares por paridad de poder de compra, son: México, seguido de Rumania, Türkiye (antes Turquía), Bulgaria, Chile, Latvia, Hungría, Croacia y Lituania.
  • Mientras que los que más invierten son: Luxemburgo, Noruega, Islandia, Dinamarca, Austria, Estados Unidos, Suecia, Corea y Bélgica que destinan entre 15 mil y 25 mil dólares por alumno.

México invierte solamente 4.2% del PIB en educación

En general para el sistema educativo a nivel primario, secundario y terciario en México se destina el 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que los países de la OCDE destinan 4.9% de su PIB.

Aunque en la mayoría de los 38 países que conforman la OCDE el gasto en educación temprana para los niños más pequeños se incrementó, en México bajó en 18% del 2015 al 2021.

  • En el Panorama de la Educación 2024, la Organización aseguró que una de las principales tareas del gobierno mexicano debe de ser reducir el nivel de personas de entre 28 y 35 años sin educación secundaria, porque esto se refleja en el ingreso que pueden tener, así como la cantidad y calidad del empleo al que accederán.
  • En México el 68% de los adultos de entre 25 y 34 años sin educación secundaria alta están empleados comparado con el 73% de aquellos con educación secundaria alta o algún nivel de educación secundaria, explicó la OCDE.

“Además, trabajadores sin educación secundaria alta están en riesgo de ganar muy bajos salarios en la mayoría de los países OCDE. En México, el 32% de las personas de entre 25 y 64 años que no alcanzaron educación secundaria ganan igual o menos de la mitad del ingreso medio en comparación con el 16% de los trabajadores con estudios superiores o postsecundarios no terciarios y 6% de los trabajadores con titulación terciaria”, expuso la OCDE.

Sexenio de AMLO no frenó el rezago

Al inicio del sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador se comprometió a cumplir 100 acciones de gobierno. De esa cifra, al menos seis estaban encaminadas a fortalecer la educación, pero al termino de su gobierno el presupuesto destinado a sus estudiantes no presenta buenas cifras.

  • De acuerdo con cifras de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el monto que México destina por estudiante para primera infancia, primaria y secundaria es hasta cuatro veces menos en comparación con los otros países que integran el organismo.
  • Las acciones del presidente López Obrador se concentraron en la creación de más universidades públicas, la cancelación de la reforma educativa de su antecesor, Enrique Peña Nieto, y sobre todo, en la entrega de becas, cuyos resultados no se han visto reflejados durante el sexenio.
  • Especialistas coinciden que pese a que estos programas contribuyen a fortalecer la educación, han resultado insuficientes contra el abandono escolar, debido a que no se han acompañado con otras políticas que resuelvan los problemas del sistema educativo ni han ido acompañadas de un presupuesto adecuado.

Contrario a lo que se requiere, el gasto educativo ha disminuido durante esta administración y se mantiene como uno de los más bajos entre 38 países, de acuerdo con el informe Panorama de la Educación 2024 de la OCDE.

  • En 2015, la inversión en educación fue equivalente al 5.08% del Producto Interno Bruto (PIB) y bajó a 4.6% en 2018, el último año del gobierno anterior. Para 2021 se redujo más, a 4.16%, por detrás de la media de la OCDE, de 4.91%.
  • «Esta disminución posiblemente afecte en mayor medida a las comunidades con mayor rezago social», ha advertido Mexicanos Primero, una organización dedicada a la educación respecto al informe de la OCDE.

En todos los niveles escolares, el país mantiene una inversión por debajo de otras naciones. Por ejemplo, el gasto por cada niño o niña en la educación desde la primera infancia es de 2,804 dólares en México.

El promedio de la OCDE alcanza los 11,735 dólares por estudiante, 4 veces más

México también se ubicó en el último sitio en cuanto a la inversión en educación primaria durante 2021. El país gasta 2,933 dólares por estudiante, cuando el promedio de la OCDE es de 11,902.

Además se posicionó al final en el gasto en secundaria y medio superior, con 3,130 dólares por alumno, muy por debajo de la media de 13,324. Y en el nivel superior, México destina 6,093 dólares por estudiante, mientras que el promedio de la OCDE alcanza los 20,499.

Impactos en el aprendizaje

Con una baja inversión en el sector, es difícil garantizar el acceso a educación de calidad y escuelas dignas para el alumnado del país, sobre todo en las comunidades más pobres, coinciden especialistas en educación.

  • Al no invertir lo suficiente por estudiante, las escuelas en áreas pobres tienen menos recursos y esto perpetúa las desigualdades en la calidad de la educación que reciben las y los niños”.- Mexicanos Primero
  • La baja inversión en educación se manifiesta en el aprendizaje del alumnado y su permanencia en la escuela. El mismo estudio documenta un aumento en México de estudiantes que, pese a estar en edad de cursar el bachillerato, no están inscritos en la escuela.
  • En 2013, la proporción de alumnos fuera del bachillerato fue de 35%; bajó a 26% en 2019, pero repuntó a 31% en 2022. En ese periodo, México fue el país evaluado con el mayor aumento en estudiantes fuera de la escuela, de cinco puntos porcentuales.

“Esto podría deberse en parte a las interrupciones escolares y la incertidumbre causadas por la pandemia de COVID-19, que podría haber ralentizado el progreso anterior logrado por este país en la reducción del número de jóvenes desescolarizados”, apunta el informe.

  • Es cierto que la emergencia sanitaria trastocó la educación y sus impactos negativos se resienten todavía, pero otros factores inciden también, como la situación de pobreza de muchos estudiantes y el rezago académico acumulado, explica Patricia Ganem, encargada del área de investigación de la asociación Educación con Rumbo.
  • Cuando algún alumno enfrenta problemas de aprendizaje desde preescolar y no logra subsanarlos conforme avanza en grados escolares, detalla, es muy probable que abandone la escuela en niveles adelantados, porque cada vez le será más difícil comprender los contenidos.

“Hay cifras que nos preocupan, tales como que 4.7% de la población de 15 años y más no sabe leer o escribir un recado. Este rezago se encuentra con mayor gravedad en Chiapas, Michoacán, Guanajuato y Oaxaca”, expone.

Becas insuficientes

La principal estrategia educativa de este Gobierno ha sido la entrega de becas, pero ha resultado insuficiente “para mantener a las y los estudiantes en la educación básica”, concluye un análisis del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) del 27 de agosto.

  • Tan solo en el último año, el Gobierno destinó 42,807.6 millones de pesos a estos apoyos, que beneficiaron a 6.6 millones de niñas, niños y adolescentes de educación básica; 37,767.4 millones de pesos a las becas de 4.2 millones de estudiantes de bachillerato, y 12,614.3 mdp en becas para 471,298 estudiantes de educación superior, según datos oficiales.
  • Estas becas han contribuido a reducir en el corto plazo el abandono escolar en las escuelas que tienen más beneficiarios, pero sus efectos positivos son mayores en las secundarias ubicadas en municipios de baja marginación, agrega la evaluación de Coneval.

“El Programa solo disminuye el abandono escolar durante el primer año de implementación. Es decir, que el Programa no tiene impactos perdurables sobre la población que atiende”, sostiene el organismo.

  • Para algunas familias, las becas sí representan una ayuda para cubrir las cuotas, uniformes y útiles escolares; sin embargo, estas transferencias llegan en menor medida a los más pobres.
  • En 2024, del total de municipios con estudiantes becados, 32% se clasifican con grado de marginación alto y muy alto; 51% en grado de marginación bajo y muy bajo, y el 17% restante son municipios con marginación media.
  • Así que, incluso quienes ven beneficios con las becas, tampoco pueden comprar los materiales que tendrían más impacto en el aprendizaje, como servicio de internet y dispositivos electrónicos.

Además, las familias que viven en zonas sin bachilleratos no pueden costear la mudanza de sus hijos e hijas a otros lugares con escuelas, por lo que en el nivel medio superior es donde hay más estudiantes fuera del sistema, como reporta la OCDE.

Urge más presupuesto educativo

Ante los resultados del programa de becas, especialistas en educación insisten en la urgencia de incrementar el presupuesto educativo. Sin mayor inversión será difícil hacer frente a los factores que desembocan en rezago educativo, menciona Paulina Amozurrutia, coordinadora de Educación con Rumbo.

  • Los graves problemas que enfrenta el sistema educativo, tales como falta de infraestructura, capacitación docente, entre otros, detona en un rezago educativo grave en México. Éste es el problema más grave que hoy encontramos”, señaló Paulina Amozurrutia, coordinadora de Educación con Rumbo.

Un mayor gasto en educación sí podría atender las problemáticas del sistema escolar que no se pueden resolver únicamente con la entrega de becas.

  • A meses de que Claudia Sheinbaum rinda su primer Informe de Gobierno, una científica que ha prometido ser la presidenta de la educación, especialistas señalan que debe invertirse más en gasto educativo y que debe subir en las proporciones necesarias, de al menos 6% del PIB, como establecen las recomendaciones internacionales.

“Es necesario replantear la asignación de recursos financieros para acrecentar el porcentaje del Producto Interno Bruto que se destina a la educación”, subraya Mexicanos Primero.

Combatir las carencias y rezago educativo en el discurso de Sheinbaum

En el discurso, la presidenta Claudia Sheinbaum priorizó la educación y la salud. En los hechos, su gobierno plantea un limitado presupuesto para la operación de esos dos sectores en 2025.

A pesar de que ambos rubros enfrentan rezagos y bajos presupuestos desde hace décadas, este año tendrían un gasto todavía más reducido, lo que dificultará cumplir las promesas de Sheinbaum de hacer efectivos los derechos a la salud y educación.

  • Para la Secretaría de Educación Pública (SEP) se propuso un recorte presupuestal menor, de 11,869 millones de pesos, lo que equivale a una disminución real de 1.5% respecto a lo aprobado en 2024.
  • Sin embargo, este sector enfrenta diversas carencias desde hace años. Las personas con rezago educativo aumentaron de 24.4 millones en 2020 a 25.1 millones en 2022, según datos del Coneval.

El gobierno federal busca combatir el rezago y abandono escolares con la entrega de más becas. Incluso, para 2025 prevé destinar más dinero a estos programas sociales que a La Escuela es Nuestra, proyecto que entrega recursos para mejorar la infraestructura de las escuelas públicas.

“Esto quiere decir que, si bien los esfuerzos se pondrán en que las niñas, niños y adolescentes lleguen a las escuelas, no así en procurar que dichas escuelas cuenten con lo básico en infraestructura y servicios para que las y los estudiantes ejerzan su derecho a aprender”, explica la organización Mexicanos Primero.

  • Aunque las becas ayudan a la economía familiar, no han sido suficientes para frenar el abandono educativo, debido a que también influyen en la permanencia y aprendizaje las condiciones de las escuelas, concluyó un estudio del desaparecido Coneval.
  • La Comisión Nacional de Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) identifica que en México existen 6,000 escuelas sin baños, 56,109 escuelas sin agua, 43,558 escuelas sin lavamanos y 26,463 escuelas sin energía eléctrica.

Pese a ello, el dinero para infraestructura escolar disminuirá en 2025, si el Congreso aprueba el proyecto de Hacienda.

  • “A pesar del énfasis que ha hecho la presidenta en fortalecer la seguridad, así como asegurar desde su campaña que México será potencia en la educación, la cultura y la ciencia, los números cuentan otra historia”, agrega Fundar.

Estos recortes, agrega el Centro de Análisis, son consecuencia de no implementar una reforma fiscal progresiva, lo que ha llevado al gobierno a buscar una consolidación fiscal a través de medidas de austeridad que limitan que la población acceda a mejores servicios públicos y goce plenamente de sus derechos humanos.

Escuelas indígenas, las de mayores carencias

  • A pesar de la creación del programa La Escuela es Nuestra (LEN), creado para mejorar y rehabilitar planteles de educación básica del país, las escuelas indígenas y comunitarias son las que menor acceso tienen al agua potable, electricidad, lavamanos, sanitarios, computadoras e internet.
  • En el ciclo escolar 2022-2023, más de la mitad de las escuelas primarias y secundarias del tipo comunitario carecían de agua potable y lavamanos.
  • El programa LEN fue creado bajo el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, con el objetivo de que las comunidades escolares mejoren, pero los montos pudieran resultar insuficientes, señala el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

«En el diseño del programa se indica que los Comités Escolares de Administración Participativa (CEAP) pueden elegir emplear el recurso para infraestructura, ampliar el horario u otorgar servicios de alimentación

Es decir, no necesariamente todos los recursos del programa se utilizarán para mejorar las condiciones del plantel; además, los montos de apoyo pudieran resultar insuficientes para proyectos relacionados con servicios básicos», señala el organismo.

«Existe evidencia sólida que demuestra que una infraestructura de calidad contribuye a la optimización de la enseñanza, el incremento del rendimiento estudiantil y la disminución de los índices de abandono escolar, entre otras ventajas», dice.

  • Datos de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) señalan que, en México, 26 mil 463 escuelas no cuentan con servicio de electricidad, 56 mil 109 operan sin agua, 43 mil 558 no tienen lavamanos y mil 950 no cuentan con sanitarios.
  • De acuerdo con la Secretaría de Educación Pública, tres de cada 10 escuelas de educación básica del país presentan daño estructural, 33% funciona con alguna estructura atípica, 55% tiene deficiencias de accesibilidad y seis de cada 10 planteles no cuenta con servicios de internet.
  • «Estas dificultades son aún más críticas en las zonas rurales o con alto rezago social, lo que coloca a las niñas, niños y adolescentes y a la comunidad escolar en general en condición de riesgo», destaca el reporte Diagnóstico del Programa La Escuela es Nuestra, hecho por la SEP.

Menciona que «la falta de adecuación de la infraestructura impacta de una manera más decisiva en zonas geográficas expuestas a condiciones climáticas extremas, aunque de manera creciente en otras zonas debido al proceso acelerado del cambio climático.

Se ha documentado que las temperaturas extremas afectan directamente la salud y los aprendizajes, pues modifican la calidad del agua, del aire, los alimentos y la seguridad de las niñas, niños y adolescentes, además de que propicia, en el corto plazo, el ausentismo escolar».

  • Carlos Ornelas, doctor en Educación por la Universidad de Stanford e integrante del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, considera que los planteles de las comunidades indígenas o de las zonas más apartadas del país son las que presentan mayores deficiencias en infraestructura.
  • Resalta que de las escuelas indígenas de educación básica que existen en territorio nacional, 16% no cuenta con acceso a electricidad, 45% no tiene agua potable y sólo seis de cada 10 primarias indígenas tienen acceso a una sola computadora para fines pedagógicos.

«Hablar de la educación de los niños, niñas, adolescentes, y jóvenes indígenas en estos tiempos, es hablar de situaciones que han sido olvidadas, invisibilizadas e incluso ignoradas por el Estado», señala.

Comenta que aunque el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa, que en sexenios pasados se dedicaba a la rehabilitación de los planteles, «no era la gran maravilla», contaba con reglas de operación claras.

«Los directores de los planteles eran los que decidían dónde y qué construir y no administraban recursos. Algunos Comités Escolares de Administración Participativa, que están integrados por madres y padres de familia, han llegado a robarse el dinero que se supone deberían invertirse en una escuela», refiere.

  • Para Erik Avilés, académico del Instituto Michoacano de Ciencias de la Educación José María Morelos, los recursos destinados a la rehabilitación de planteles son insuficientes, ya van desde los 250 hasta los 600 mil pesos anuales.

«Este dinero no va etiquetado exclusivamente para rehabilitar infraestructura física educativa, sino que se puede utilizar de diversas maneras, que no necesariamente implican la ampliación de la capacidad instalada en materia de cobertura educativa para cada plantel escolar, ni tampoco en la extensión de los servicios educativos brindados, sino que puede ser empleado el recurso en cuestiones de alimentación escolar, compra de equipamiento, consumibles o pago de compensaciones», sostiene.

Campante corrupción de Autoridades

Argumenta que está documentado que el programa «La Escuela es Nuestra» tiene vicios de origen que posibilitan la corrupción, como se denunció en su momento en las regiones de Maravatío y Puruándiro, en Michoacán, donde se simulaban compras y obras, mediante falsificación de firmas de padres de familia y facturas a modo.

  • «Es urgente que se replantee desde sus fundamentos este programa, razón por la cual no se debe demorar en el análisis y en la asignación presupuestal imbricada a reglas de operación que garanticen la transversalidad.
  • La transparencia y la efectividad de los multimillonarios recursos que se asignan a una necesidad social impostergable, de acuerdo con los propios datos de Coneval e Inegi, así como del Formato 911.
  • Los cuales manifiestan la precariedad e indigencia de muchos miles de planteles escolares en México, lo cual socava profundamente los derechos a estar, aprender y participar de millones de niñas, niños y jóvenes en la nación», sostiene.

Estados con más carencias en escuelas reciben menores recursos

  • Cada año, a través del Fondo de Aportaciones Múltiples (FAM), la federación distribuye dinero a estados y municipios para la construcción, equipamiento, rehabilitación y mantenimiento de los planteles públicos de educación básica.
  • Sin embargo, prioriza el número de estudiantes y centros escolares que tiene cada estado para asignarles más recursos, sin considerar a entidades federativas, como Oaxaca, tienen mayores necesidades en sus escuelas, aunque tengan menos alumnos.

También toma en cuenta la inasistencia escolar, crecimiento poblacional, grado de marginación y migración.

“En ningún momento se está tocando cuál es la situación de la infraestructura, o sea, no se hace un diagnóstico sobre cómo se encuentran las escuelas”, explica María Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero.

Esta organización, que defiende el derecho a la educación, realizó un análisis sobre los recursos del FAM e identificó falta de equidad en su distribución durante 2023 y 2024.

  • En los últimos dos años, el Estado de México fue la entidad federativa que más dinero recibió del FAM. Cuenta con 19,128 escuelas de educación básica y, de ellas, 24.2% carece de servicios básicos completos.
  • Una proporción menor de la que registra Guerrero, donde a seis de cada 10 planteles les falta agua, sanitarios, lavamanos o electricidad. Además, subraya la organización en su análisis, varios de los 10,704 centros educativos del estado resultaron dañados tras el impacto de los huracanes Otis y John.

Guerrero, incluso, recibe menos dinero del FAM que Jalisco y Nuevo León, donde el 15.8% y 36.8% de los planteles, respectivamente, funcionan sin servicios básicos completos.

  • Chiapas es el único estado con una gran carencia en infraestructura educativa que sí ha recibido una mayor asignación de recursos. Aquí, 75% de los planteles están sin servicios básicos completos, pero es por su tamaño por lo que ha recibido el mayor presupuesto después del Estado de México.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) asigna el dinero del FAM y publica los montos en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en enero de cada año.

  • El método se mantiene a pesar de que, desde 2015, distintas organizaciones civiles y hasta el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) han solicitado revisar los criterios para acabar con las inequidades, señala Gutiérrez.

El FAM es un fondo distinto al del programa La Escuela es Nuestra, que también otorga recursos para infraestructura educativa. La diferencia principal es que el FAM se entrega a los gobiernos locales y La Escuela es Nuestra da el dinero de manera directa a comités escolares.

Menos recursos para el FAM

El Fondo de Aportaciones Múltiples para Infraestructura Educativa Básica ha tenido mínimos aumentos presupuestarios en los últimos años. En 2023 se le aprobó un monto de 12,457 millones de pesos y en 2024 el gasto fue de 12,829 millones de pesos, una reducción de 1.08% en términos reales, es decir, si se considera la inflación. Para 2025 se le asignaron 13,762 millones, apenas 2.8% más.

  • Pero del presupuesto total del FAM, 91%, en promedio, se destina a la infraestructura educativa de educación básica. El resto se asigna a proyectos de salud, deporte, asistencia social y seguridad.
  • El año pasado se ejercieron 9,660 millones de pesos en 6,610 proyectos de infraestructura educativa. La Ciudad de México ejerció la mayor proporción (26.9%) de los recursos que se le asignaron y realizó 24 proyectos.
  • Después le siguió Chiapas, con 5.5% de la inversión total y 275 proyectos; Nuevo León obtuvo el 5.4% de los recursos y los utilizó en 214 obras de infraestructura educativa, de acuerdo con una evaluación del Coneval.

El mayor impacto de la asignación del FAM es que varias escuelas continúan con carencias. De acuerdo con datos de Mejoredu, 54,662 escuelas en el país no tienen agua potable, 5,950 no cuentan con baños, 42,474 no tienen lavamanos y 25,890 carecen de electricidad.

  • Acudir a escuelas en esas condiciones afecta el proceso de aprendizaje de los estudiantes, reitera la especialista de Mexicanos Primero. En el caso de las niñas, muchas veces, por la falta de baños dignos, evitan ir a clases durante su periodo menstrual.

“E​​star en una escuela con condiciones dignas y bien equipada favorece los procesos de aprendizaje. En las que no, lleva a que dejen de asistir a la escuela y con esto pierdan aprendizajes”, advierte. /Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario