La variante XFG, conocida como Stratus, se convirtió en la principal cepa de COVID-19 en Estados Unidos desde agosto de 2025 tras un incremento sostenido de la presencia del virus en aguas residuales y el aumento de casos reportados en diferentes estados, según registros oficiales del gobierno federal. El fenómeno afecta a gran parte del territorio estadounidense y ha impulsado el monitoreo constante de las autoridades de salud pública debido al avance de este linaje recombinante de ómicron.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el nivel de actividad viral del SARS-CoV-2 es ahora elevado en la media nacional, y al menos 18 estados muestran concentraciones muy altas de virus en sistemas de aguas residuales. Las estadísticas corresponden a informes oficiales con corte al 6 de septiembre, elaborados con los datos de la Red Nacional de Vigilancia de Aguas Residuales y proyecciones sobre escenarios epidemiológicos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la agencia estadounidense han indicado que la circulación de variantes de ómicron, como XFG, sigue una tendencia observada desde que inició la pandemia, marcada por picos estacionales y mutaciones que favorecen la transmisión. Esta variante se identificó en el sudeste asiático en enero y, desde junio, se incluye en la lista internacional de “variantes bajo monitoreo”.
¿Qué es la variante XFG “Stratus” y desde cuándo circula en Estados Unidos?
La variante XFG se reportó en territorio estadounidense en marzo de 2025, según datos del CDC. El término “Stratus” se popularizó en redes sociales y espacios científicos, aunque no figura como denominación oficial en organismos mundiales. El CDC estimaba una frecuencia menor al 3% a inicios de mayo, pero la proporción aumentó por encima del 78% al cierre de agosto, con base en datos de secuenciación de aguas residuales. El predominio de esta variante se corroboró porque más del 80% de las muestras correspondían a XFG.
¿Por qué la variante XFG es predominante en Estados Unidos?
El CDC y la plataforma científica internacional GISAID han documentado que XFG desplazó a otras variantes desde julio, impulsada por una mayor capacidad de transmisión y ciertas mutaciones localizadas en la proteína espiga que pueden afectar la respuesta inmune. La OMS la añadió a la vigilancia internacional de variantes a partir de junio. Funciona como recombinante, resultado de la fusión de dos linajes de ómicron: LF.7 y LP.8.1.2.
¿Dónde se detectan más casos de la variante Stratus en Estados Unidos?
El CDC reporta que la mayor actividad viral se distribuye en el oeste y el sur de Estados Unidos, con estados como California, Texas, Florida, Carolina del Norte e Indiana entre las áreas más afectadas. También se incluyen Alabama, Connecticut, Delaware, Hawái, Idaho, Kentucky, Luisiana, Maryland, Massachusetts, Montana, Nebraska, Nevada, Oregón, Rhode Island, Carolina del Sur, Dakota del Sur, Tennessee, Virginia y Washington.
¿Cuáles son los síntomas de la variante XFG “Stratus”?
La variante XFG mantiene los síntomas característicos de las variantes recientes de ómicron, según información del CDC. Los casos presentan:
- Dolor de garganta
- Tos
- Congestión nasal o secreción
- Fiebre o escalofríos
- Dificultad para respirar
- Cambios en el gusto o el olfato
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Dolores musculares
- Náuseas, vómitos o diarrea
El CDC indica que el diagnóstico solo puede confirmarse mediante pruebas específicas, ya que los síntomas coinciden con los de otras infecciones respiratorias frecuentes.
¿Protegen las vacunas actuales frente a la variante XFG “Stratus”?
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) actualizó el esquema de vacunación en septiembre de 2025. Las nuevas formulaciones, dirigidas contra subvariantes de ómicron, están recomendadas para personas mayores de 65 años o quienes presentan factores de riesgo.
El CDC sugiere completar la inmunización con la nueva dosis para los grupos elegibles. El experto William Schaffner, citado por NBC Miami, señaló que la inmunidad inducida por las vacunas actualizadas cubre las variantes en circulación durante la temporada 2025-2026.
¿Cómo evoluciona la ola de contagios y qué impacto tiene en la red hospitalaria?
El CDC sostiene que la positividad semanal era de 10,8% al 6 de septiembre, tras haber superado el 18% durante el pico del verano. Proyecciones del Pandemic Mitigation Collective estiman 1,3 millones de nuevas infecciones diarias durante septiembre. Los ingresos hospitalarios y atenciones por urgencias se estabilizaron en septiembre, manteniéndose en niveles menores respecto a etapas previas de la pandemia, según los reportes institucionales.
¿Qué acciones recomienda el CDC para limitar la propagación de la variante XFG?
Las autoridades federales y el propio CDC recomiendan:
- Aplicarse la nueva vacuna anual si integra un grupo de riesgo reconocido.
- Realizarse la prueba diagnóstica en caso de síntomas.
- Aislarse ante un resultado positivo.
- Usar mascarilla de alta filtración, como N95, en espacios cerrados o con multitudes.
- Consultar a un profesional ante factores de riesgo para recibir antivirales.
La vigilancia continúa a través de la red de aguas residuales y tableros públicos de datos, actualizados de manera semanal por el CDC.
¿Qué impacto directo tiene la circulación de la variante Stratus y qué se puede anticipar?
El predominio de la XFG, sumado a la permanencia de picos estacionales de COVID-19, ha significado un refuerzo de las medidas preventivas y del acceso a pruebas y tratamientos, sobre todo para los sectores considerados vulnerables. El CDC mantiene la actualización constante de información y, junto a la FDA, ajusta las recomendaciones según la evolución epidemiológica. El desarrollo de nuevas mutaciones sigue bajo vigilancia internacional, ante escenarios de cambio en la dinámica del virus.
Estado actual del riesgo y medidas recomendadas
- La OMS considera que el riesgo global que presenta XFG Stratus es bajo en términos de salud pública, ya que hasta ahora no ha demostrado causar enfermedad más grave.
- Las vacunas actuales siguen siendo una herramienta clave para prevenir hospitalizaciones y casos severos, aunque la eficacia puede disminuir ligeramente frente a nuevas mutaciones.
- El monitoreo genómico, el seguimiento de aguas residuales y la vacunación son medidas fundamentales para controlar la propagación de esta variante.
La variante XFG “Stratus” representa una evolución esperable del SARS‑CoV‑2: más transmitible y con capacidad de evadir parcialmente la inmunidad, pero sin signos hasta ahora de mayor gravedad.
Su rápido crecimiento en Estados Unidos y otros países subraya la importancia de mantener vigilancia, vacunarse y estar atentos a los síntomas.
La variante “Frankenstein” encendió alertas en el mundo
En agosto pasado, la subvariante XFG del COVID-19, conocida popularmente como Stratus o “Frankenstein”, escaló hasta convertirse en la cepa predominante a nivel mundial.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) reportó un crecimiento sostenido que refleja su capacidad de expansión: el 22 de junio representaba el 28,4% de los casos detectados; el 29 de junio alcanzó el 34,4%; el 6 de julio, el 39,9%; el 13 de julio, el 46,6%, y el 20 de julio trepó al 48,3%, según los últimos datos actualizados.
- Esta trayectoria acelerada le valió la inclusión en la lista de “variantes bajo monitoreo” del organismo, que sigue de cerca su comportamiento en Asia, Europa y América Latina.
- El seguimiento se debe a su capacidad de transmisión, aunque hasta ahora no se observó un incremento en la gravedad de los cuadros clínicos.
XFG es una subvariante de Ómicron surgida de la recombinación de las cepas LF.7 y LP.8.1.2, un proceso natural en la evolución del SARS-CoV-2 que le permite adquirir rasgos nuevos. El apodo de “Frankenstein” se debe a su origen híbrido, comparado con la criatura creada por Mary Shelley. Cada una de las variantes parentales pasó casi inadvertida cuando circuló por separado, pero su “cruza” durante un mismo contagio generó un linaje con ventajas adaptativas para propagarse.
La forma en que apareció recuerda lo que ocurrió con otros linajes como JN.1, que también se expandió con rapidez sin provocar un aumento significativo en hospitalizaciones o ingresos a terapia intensiva. En este caso, además de los síntomas habituales del Covid, XFG presenta un signo distintivo: ronquera o pérdida temporal de la voz, un indicador que los médicos comenzaron a reconocer como señal temprana de la infección.
“La variante más frecuente, XFG, representó el 48% de todas las secuencias enviadas en la semana que finalizó el 20 de julio de 2025, lo que representa un aumento respecto del 28% en la semana. Durante este período, todas las demás variantes mostraron una tendencia decreciente o estable. La evidencia disponible sugiere que XFG y NB.1.8.1 no representan riesgos adicionales para la salud pública en comparación con otras variantes del SARS-CoV-2 actualmente en circulación”, explicó la OMS en un comunicado.
Y completó: “A nivel regional, durante el período del informe, comprendido entre la semana que finalizó el 22 de junio y el 20 de julio de 2025, la XFG aumentó en las regiones de las Américas, Europa y el Pacífico Occidental, que contaban con datos suficientes. NB.1.8.1 y LP.8.1 disminuyeron o se mantuvieron estables en las mismas regiones”.
- La detección de XFG en Argentina fue confirmada esta semana por el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) que publica semanalmente el Ministerio de Salud, mientras que en otros países la evidencia se multiplicó. En Argentina la variante se identificó en tres muestras.
- En Brasil, el Instituto Oswaldo Cruz detectó la cepa en el 62% de las muestras analizadas en Río de Janeiro durante la primera semana de julio, y su presencia ya se reportó en estados como São Paulo, Ceará y Santa Catarina. El patrón es similar al observado en el sudeste asiático, donde comenzó a ganar fuerza antes de saltar a Europa y América Latina.
Los especialistas no descartan que su acelerada circulación derive en un repunte de casos en lugares que habían logrado estabilizar la pandemia. En España, por ejemplo, los contagios se triplicaron en pocas semanas, un crecimiento que los expertos atribuyen a la velocidad de transmisión de Stratus. Aunque la tasa de mortalidad no muestra variaciones significativas, la presión sobre los sistemas sanitarios podría aumentar en caso de que la tendencia se mantenga.
Qué dicen los expertos sobre la variante “Frankenstein”
El doctor Gerardo Laube, médico infectólogo del Hospital Muñiz de la ciudad de Buenos Aires y profesor titular de Infectología, Medicina del viajero y Microbiología de la Facultad de Medicina de la Fundación Barceló, precisó que los datos de la OMS reflejan lo que es la vigilancia epidemiológica de las distintas cepas, particularmente tanto del virus SARS-CoV-2 como del virus de la gripe.
- “Ambos virus respiratorios tienen una alta tasa de variantes, de mutaciones que se van generando por la alta contagiosidad que tienen y, por otro lado, por la cantidad de individuos que van afectando. La importancia de esto estriba fundamentalmente por el hecho de la preparación de futuras vacunas, como en el caso de la gripe, que se van dando en función de la recuperación de las distintas variantes. Y de vacunas, contra el COVID para la prevención justamente de estas variantes”, sostuvo Laube.
Y agregó: “Además, hay que seguir con todo lo que significan las medidas de prevención y fundamentalmente para las personas que entran dentro de los criterios de riesgo. Hay que seguir con la vacunación programada o, por lo menos, de la reiteración de las dosis, en función justamente de la aparición de estas variantes y fundamentalmente de la prevención de estas enfermedades”.
En tanto, el reconocido neurólogo Conrado Estol, sostuvo a Infobae que XFG o también la llaman Stratus, empezó en el sudeste asiático, como suele suceder. Después se detectó en Estados Unidos pero en una mínima proporción. Esa detección suele suceder también por la gran cantidad de viajeros y por la gran capacidad de secuenciación y de identificación que tienen.
“Hasta hace un mes era la tercera secuencia o el tercer tipo de variante descendiente de Ómicron que infectaba en Estados Unidos. O sea, ni la primera ni la segunda, la tercera. Entonces, ha crecido, tiene transmisibilidad como todas, porque tiene una mutación en el spike de proteína. Esa mutación le permite evadir la inmunidad, esa muralla de inmunidad por infecciones previas y por vacunas que tiene la gente. Las vacunas siguen siendo efectivas en estas variantes y por eso la Organización Mundial de la Salud, nombró a esta variante como de riesgo leve, porque no ven que nadie se enferme gravemente con ella”, indicó Estol.
- Y completó: “Probablemente tiene mucho que ver esa inmunidad, aunque el porcentaje de población vacunada ha caído. Y la última recomendación de vacunación es fundamentalmente para gente mayor de 65 años y especialmente el que tenga algún problema de enfermedad crónica. Suena razonable hacerlo una vez al año para esos grupos que son de mayor riesgo”.
“Resumiendo, es una nueva variante, ha sido claramente identificada, que parece no producir un nivel mucho mayor de contagio ni más severidad en la enfermedad. Se ha reportado mayor ronquera, además de fiebre, escalofríos, dolores musculares, pérdida de olfato y gusto. O sea, la enfermedad clásica parecida a una gripe con el agregado de lo del olfato y quizás lo de la ronquera marcada”, concluyó el especialista.
En tanto, el infectólogo Ricardo Teijeiro, del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explicó en una entrevista con Infobae que la subvariante no presenta una mayor severidad en cuanto a síntomas.
“Como todas estas enfermedades respiratorias, rápidamente trae disfonía e inflamación de la laringe. Sí, es importante decir que estas variantes vienen de mutaciones de Ómicron y otras variantes que han circulado. Así que todos aquellos que tuvieron contacto con el virus o fueron vacunados, tienen anticuerpos para estas variantes”, afirmó.
- Teijeiro remarcó que “las vacunas que actualmente se están usando también protegen contra estas variantes. Lo que no hay que olvidarse que el virus sigue circulando. Aquellos que tienen más riesgos son los mayores de 60 años y personas que tienen enfermedades crónicas. Todas deben seguir recibiendo los refuerzos de la vacunación contra el COVID”.
- En este contexto, la OMS enfatiza la importancia de mantener los sistemas de vigilancia genómica y epidemiológica. Sin un monitoreo constante, detectar cambios sutiles en el virus sería más difícil, lo que podría retrasar las respuestas sanitarias ante un aumento de casos o ante la aparición de síntomas diferentes a los conocidos.
El hecho de que no se detecte un aumento de la virulencia es, por ahora, una señal positiva. Pero la rapidez con la que XFG desplazó a otras variantes demuestra que la pandemia sigue en movimiento y que la inmunidad de la población no detiene por completo la transmisión. Este patrón ya se observó en variantes previas que, sin provocar un incremento sustancial en hospitalizaciones, lograron imponerse en pocas semanas.
- En Brasil, el avance de XFG se convirtió en un caso testigo. Tras su detección masiva en Río de Janeiro, la cepa se propagó a otras regiones, lo que confirma que su presencia no es aislada ni producto de un evento puntual. En Europa, además de España, otros países comenzaron a reportar un aumento de la proporción de casos vinculados a la subvariante.
La OMS mantiene su clasificación de XFG como “variante bajo monitoreo” y no considera, por el momento, elevarla a un nivel superior de alerta. Esta decisión se basa en que la severidad de los casos no difiere de otras variantes de Ómicron, y las vacunas existentes continúan protegiendo contra los desenlaces graves. Sin embargo, la velocidad de expansión exige seguir observando su evolución para detectar posibles cambios en su comportamiento epidemiológico./Agencias-PUNTOporPUNTO